En el contexto del Día Internacional contra la Homofobia que se
celebró el pasado viernes, un travesti que ganó el certamen de Reina Gay
en su estado narra lo que debe pasar un homosexual para alcanzar su
sueños
Imelda Torres
San Luis Potosí • La vida para un homosexual,
una lesbiana o un travesti no es nada fácil, dice Valeria Navarrete. La
de ella no es una historia tan trágica como la de otros compañeros a
quienes los corrieron de sus casas o cuyos padres casi llegan al
suicidio cuando supieron que sus hijos no eran normales, aunque señala
que en la búsqueda de sus sueños no ha sido fácil lidiar con el rechazo,
la burla o la discriminación que aún persiste para la comunidad
lésbico-gay.
Obed Saúl Castillo Andrade tiene 23 años y desde hace tres decidió vestirse como mujer.
Es estilista y dice que solo se viste cuando sale a una fiesta o antro, cuando lo contratan para el show o cuando participa en certámenes de reinas gay.
Hace unos días, ganó el título de Reina Gay San Luis Potosí y dice
que espera triunfar en la siguiente etapa nacional para ser Señorita
México 2013, evento que organiza una asociación civil.
¿Cuál fue la reacción de tus padres cuando les dijiste que eras homosexual?
Gracias a Dios pasó lo que nunca esperé. Mi mamá dijo que ya lo sabía
porque desde chiquito se me notaba; mi papá me sorprendió más porque a
pesar de que era un machista, me abrazó y me dijo que respetaba mis
decisiones.
¿Qué ha sido lo más difícil para ti una vez que te aceptaste así?
Yo creo que fue en la secundaria cuando empecé a batallar; los
compañeros me decían cosas, se burlaban de mí. Y en la calle te ven
raro, murmuran cuando pasas, se ríen, aunque ahora un poco han cambiado
las cosas, pues a mí, por ejemplo, cuando ando vestida hablan pero para
chulearme, para decir que me veo bien, qué bonito pelo, qué bonitas
zapatillas.
¿Cómo te visualizas en diez años?
Con un título de Señorita México y ejerciendo mi profesión de
Contador Público, que es una carrera que tengo trunca y que espero
terminar. También me gustaría un cargo público representando a mi
comunidad y para atender sus necesidades e inquietudes; creo que hay
mucho por hacer, tanto del gobierno como de la sociedad.
¿Te gustaría tener hijos?
No, creo que no soy de ese tipo, más bien me gustaría destacar en lo
que hago, formar una pareja y hacer lo que esté a mi alcance para ir
quitando esos tabúes, esos mitos, y sobre todo ese rechazo hacia la
comunidad gay.
A propósito del Día Internacional contra la Homofobia, si estuviera en tus manos, ¿qué cosas cambiarías?
Cambiaría la mentalidad de quienes creen que somos personas malas,
problemáticas, que nos tachan de prostitutas, que se quitan porque dicen
que se les va pegar; aconsejaría a esos padres o hermanos que rechazan
al homosexual, al travesti, a la lesbiana, porque somos igual que el
resto y una tendencia sexual no nos hace diferentes.
Valeria empieza a arreglarse. Se depila las piernas, se acomoda las
prendas que forman parte de su vestuario. Después, con la ayuda de uno
de sus cuatro hermanos, empieza a colocarse la peluca negra y rizada que
la convierte en segundos en una mujer.
(MILENIO/ Imelda Torres/19 Mayo 2013 - 4:31am)
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