MÉXICO, D.F. (apro).- Evasivo, el presidente Enrique Peña
Nieto se abstuvo de pronunciarse sobre la reforma migratoria que se
plantea en Estados Unidos, así como de la venta de armas de asalto, al
considerar que son asuntos internos de ese país.
Así, la visita de trabajo a México del presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, transcurre sin sobresaltos, constreñida a las buenas
maneras diplomáticas, y concentrando los anuncios más relevantes a temas
de naturaleza económica.
Al concluir la reunión entre ambos mandatarios se dio a conocer una
declaración conjunta que relegó la problemática de la seguridad al
último punto del documento, luego de que en los últimos años fuera el
tema prioritario en la relación bilateral.
El objetivo, expuesto por Peña Nieto en la rueda de prensa posterior
al encuentro, consiste en construir una nueva relación con Estados
Unidos que no se centre en un único tema, sino en integrar una “agenda
multitemática”.
Cerca de las tres de la tarde las comitivas presidenciales arribaron a
Palacio Nacional custodiada por miles de agentes de seguridad que
desplegaron desde temprano un dispositivo multitudinario, manteniendo
calles cerradas y despejando el Zócalo capitalino.
Hora y media después, Peña Nieto y Obama dieron un mensaje en el que
abordaron los cuatro temas de la Declaración conjunta México-Estados
Unidos, distribuida apenas se concluyó la reunión.
Los temas fueron competitividad económica, vinculación entre sociedades, liderazgo global y seguridad ciudadana.
En un contexto marcado por las dudas, expuestas en la prensa
estadunidense, sobre la estrategia de seguridad de Peña Nieto, la visita
de Obama propinó un alivio al mandatario mexicano, que expresó:
“Combatir al crimen organizado y reducir la violencia no son
objetivos que se contraponen o que riñan entre sí. Más bien, son
objetivos que son parte de una misma estrategia, y que el gobierno del
presidente Obama ha ofrecido toda disposición, como ya se viene
acreditando, de colaborar y de cooperar en respeto mutuo, a los alcances
y a lograr una mayor eficacia en la estrategia de seguridad que el
gobierno de México está instrumentando en el país”.
El Ejecutivo mexicano aseguró que la cooperación continuará pero con
canales claros y únicos para evitar la descoordinación entre agencias de
seguridad.
Peña Nieto también dijo que su gobierno combatirá toda modalidad
delictiva, pero que “la nueva estrategia” de su gobierno pone especial
énfasis en reducir la violencia.
Sin embargo, a pregunta expresa sobre el comercio de armas, respondió
con un agradecimiento a los esfuerzos de la administración Obama en el
tema, pero advirtió que es un tema interno de Estados Unidos en el que
México no puede interferir.
No obstante, subrayó que se acordaron medidas para el control del ingreso ilegal al país de armas procedentes del norte.
La misma postura, un asunto interno de Estados Unidos pero
reconociendo la gestión de Obama, la mantuvo Peña Nieto en el tema
migratorio, asunto que tiene especial relevancia en estos días por el
debate sobre una reforma legislativa al marco vigente en aquel país.
Respecto de los otros puntos de la declaración, Peña Nieto informó
que en los próximos meses se integrará un grupo de alto nivel para
potenciar la relación económica y de comercio con Estados Unidos, cuya
primera reunión se celebrará el próximo otoño.
Ese grupo integrará a miembros del gabinete económico de México con
altos funcionarios estadunidenses y quienes contarán con la
participación del vicepresidente Joe Biden.
También anunció la puesta en marcha de varias acciones, entre ellas
crear una frontera más segura, que facilite el flujo de bienes y
personas, así como la creación de un foro bilateral en materia de
educación superior que incremente el intercambio entre estudiantes de
los dos países.
Conforme a la declaración conjunta, los mandatarios, quienes
coincidirán en sus respectivas presidencias durante cuatro años,
expresaron su deseo de generar una cooperación aún mayor entre las dos
naciones.
El planteamiento central de la agenda económica abordada hoy se
expresa en la intención de “convertir a América del Norte en la región
más dinámica y competitiva del mundo”, para lo cual buscarán concluir
este año las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de
Asociación Económica y fortalecer el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte.
Sobre el tema energético, “dieron la bienvenida a los pasos positivos
que el Congreso de Estados Unidos está tomando para incrementar el
acuerdo relativo a los yacimientos transfronterizos de hidrocarburos en
el Golfo de México”.
Además, Peña Nieto y Obama reafirmaron su interés en desarrollar una mayor interconexión de redes eléctricas.
En materia de liderazgo global y regional, se incluyó una gama de
asuntos: creación de empleos, derechos humanos, equidad de género,
gobernabilidad democrática y cambio climático.
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