Jesusa Cervantes/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- En 2004, el grupo español Preneal llegó al municipio de San Dionisio
del Mar, Oaxaca, realizó una asamblea con los comuneros, quienes pasaron lista
de asistencia; sin embargo, sus firmas sirvieron después para que la
transnacional las utilizara a su conveniencia y como aceptación de los
lugareños para la construcción de un parque eólico.
Los comuneros,
llenos de rabia porque se les pretendía despojar de sus tierras, su sustento de
vida, centro ceremonial y la existencia misma, iniciaron la lucha. Cansada de
tanto alboroto, Preneal traspasó su proyecto a otra española, Mareña Renovable.
Hoy, contra este monstruo de la energía eólica, los comuneros luchan y, a decir
de ellos, sin el respaldo del gobernador Gabino Cué.
Jesús García Sosa,
comunero, libre pescador como él se denomina, dice que si supiera que sus hijos
van a ser profesionistas, ingenieros del parque eólico, entonces no estaría tan
preocupado por el mar, “pero necesitamos del mar, porque milenariamente el mar
ha sido sustento de los huaves. Nuestro mar es el patrimonio que nos heredaron
nuestros antepasados, por eso lo defendemos, para que no se afecte nuestra
cultura, nuestro hábitat”.
Jesús García dice
que leyó en una revista científica de la UNAM que los manglares son
ecosistemas, y en la barra de Santa Teresa, de donde vive y pesca, es una isla
de manglares.
Todos esos
manglares, abunda, el parque eólico los quitará. Relata que el otro día vio que
los trabajadores de Mareña Renovables medían las plantas de manglares, ¿Por qué
los miden? Les preguntó, “porque los vamos a plantar en otro lugar”. Y luego se
preguntó, “acaso no sabrán que la naturaleza por algo los puso ahí y no en otra
parte”.
Gracias a estos
razonamientos de los comuneros es que en San Dionisio del Mar los pescadores
protegen su mar, la biodiversidad, las aves endémicas que tienen.
Luego, cuando los
comuneros preguntaron a los ingenieros de Mareña qué pasaría con las aves
migratorias que llegan hasta la barra de Santa Teresa y cruzan el mar, qué
pasaría porque se toparían con las grandes aspas de generación de energía, les
respondieron, “pues que les den la vuelta”.
La absurda respuesta
de Mareña Renovables recuerda la triste y ridícula respuesta del entonces
secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, quien al
preguntársele qué pasaría con los patos que habitan el lago de Texcoco, soltó:
“Pues hasta los patos prefieren Texcoco”.
“Acaso los españoles
piensan que somos tontos”, comenta Jesús García cuando relata su preocupación
por los manglares. La triste respuesta es que sí. Tan lo piensan que han
pretendido engañarlos diciéndoles que con el parque sus hijos hallaran la
panacea y la gloria de la vida, la riqueza y la tranquilidad gracias a lo que
producirán de energía. Nada más falso, pues aquí los únicos ganadores serán las
empresas extranjeras y los grandes perdedores los más de 50 mil comuneros que
viven de la pesca y se protegen de huracanes con la barra de Guadalupe.
El conflicto entre
comuneros y empresas extranjeras inició en 2004. José Murat y Ulises Ruiz, dos
gobernadores priistas, nada hicieron por los comuneros, y el actual, Gabino
Cué, que surgió de la “izquierda”, tampoco.
Es momento que por
justicia y reconocimiento a sus derechos como habitantes primarios y milenarios
del lugar que el gobierno federal debe poner fin a este atropello en San
Dionisio del Mar y 13 comunidades más que podría perder su alimento, su vida
con la llegada del parque eólico.
Y para quien no
conozca a los comuneros de San Dionisio del Mar, lo puede hacer a través de las
siguientes palabras: “Somos nahuales, somos rayo, somos nube, venimos costeando
desde el Perú, desde los incas, desde el tiempo de nuestros ancestros, aunque
muchos de los que saben leer, los que conocen el silabario ya ni se acuerdan.
Somos aire del Istmo, oliendo a mares, somos el golpear de los cayucos llevando
comida a casa: yolo, lisa, robalo, camarón, jaiba y pejesapo.
“¿En dónde vivimos?,
en la zona de los médanos de la región del Istmo de Tehuantepec, estado de
Oaxaca, San Dionisio del Mar y su oleaje de la laguna superior o Mar Santa
Teresa; San Francisco del Mar Pueblo Viejo y su puerto estero; San Mateo y su
mar Tileme; Santa Maria del Mar y su barra de Santa Teresa…”
Estos comuneros son
quienes hoy tienen amenazas de muerte, quienes por defender su mar y su tierra
hoy están escondidos en algún lugar para mantener la vida perseguida por
empresas transnacionales: Betina Cruz Velázquez, Carlos Beas Torres, Rodrigo
Peñaloza, Isaúl Celaya López y Mariano Gómez.
Y si algo faltara,
también al comunicador, defensor de los comuneros, Carlos Sánchez Martínez, se
le está persiguiendo.
INVITACIÓN
Este domingo se
realizará la Jornada de defensa por la libertad de expresión, en recuerdo de
nuestra compañera Regina Martínez y periodistas asesinados en Veracruz. Habrá
movilizaciones-espejo. Una en la Plaza Lerdo de Xalapa, Veracruz, y otra en
Bucareli, Distrito Federal, frente a la Secretaría de Gobernación. Ambas
concentraciones empezarán a las 11:00 horas.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com
Twitter: @jesusaproceso
(PROCESO/ Jesusa Cervantes/ 26 de abril de 2013)
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