Redacción/ Proceso
Distrito Federal—
Poco después del mediodía del 13 de abril de 2010 un grupo armado secuestró a
Clara Elena Laborín Archuleta afuera de una de sus casas en Hermosillo, Sonora.
La vivienda, aún en construcción, se localizaba a pocos metros del cuartel
general de la Policía Estatal.
La mujer se hallaba
con sus dos hijas pequeñas cuando “varios hombres llegaron en camionetas
lujosas y se la llevaron. De nada le sirvió estar escoltada por tres hombres
armados que, se dijo, pertenecían a una corporación policiaca. Sin embargo, de
ellos ya no se supo nada”, relató el Blog del Narco.
El secuestro de
Clara Elena Laborín no era como cualquier otro: Ella era esposa de Héctor
Beltrán Leyva, El H, líder del cártel de los Beltrán Leyva.
“Pero los
responsables de los hechos querían que el mensaje fuera claro para Beltrán
Leyva. Fue así que antes de liberar a la señora hicieron que posara junto a
otro narcomensaje y tomaron una fotografía que llegó al Blog del Narco.”
El siguiente 26 de
abril la liberaron: la dejaron tirada en la banqueta a un costado de la
Universidad de Sonora. “Atada de pies y manos, la mitad de su rostro estaba
cubierto por una venda, vestida con ropa deportiva de color negro y
visiblemente afectada”. Junto a ella, una cartulina con un mensaje.
“Nosotros te vamos a
enseñar a ser hombre y respetar a las familias... Asesino de niños Héctor
Beltrán Leyva aquí está tu esposa por quien no quisiste responder. Te la
entregamos viva y sana para que aprendas que para nosotros la familia es
sagrada, poco hombre culero”.
Así a través del
Blog del Narco —sitio en Internet que difunde imágenes e historias de la
violencia derivada de la guerra de las drogas en México— un cártel del
narcotráfico le envió un mensaje a otro.
—¿Es válido
convertirse en un foro de mensajes cruzados entre cárteles o en un replicador o
en correa de transmisión de lo que los narcotraficantes quieren difundir? –se
le pregunta a la mujer que se presenta como responsable de manejar el Blog del
Narco y que para mantener el anonimato utiliza el seudónimo Lucy.
—Te voy a contestar
con otra pregunta: ¿Es válido que los medios de comunicación también
intercambien este tipo de mensajes de los políticos? A mí no me pagan, a ellos
sí. A ellos les paga un político para denunciar y contraatacar a otro y decirle
que es un estúpido. ¿Entonces es ético que los partidos políticos paguen a los
periódicos y a las radiodifusoras para poner mil spots que digan: “No voten por
ese político porque es ratero”? Eso es inmoral. Los medios de comunicación
tradicionales están recibiendo dinero cuando se supone que tienen la obligación
de informar con objetividad.
Lucy defiende el
tipo de información que difunde el Blog del Narco. Son “situaciones reales que
están sucediendo”, afirma. Además “hay que ser objetivos”, es decir publicar
sin distingos tanto lo que dice un cártel como lo que dice otro.
—¿Si usted publica
una narcomanta de un cártel, tiene que publicar las de todos?
—Exactamente. Hay
que ser objetivos. O sea, también con los narcos hay que ser objetivos.
Lucy salió a la luz
pública el jueves 4 de abril cuando el diario británico The Guardian reveló que
el Blog del Narco es manejado desde el anonimato por una joven mujer mexicana,
quien es la autora del libro “Morir por la verdad: Encubiertos dentro de la violenta
guerra contra las drogas en México”, publicado en inglés y español por la
editorial estadounidense Feral House y que empezó a circular el martes 16.
“¿Quién soy yo? Soy
veinteañera, vivo en el norte de México, soy periodista, soy mujer, soltera, no
tengo hijos y amo a México”, dijo quien en la entrevista con The Guardian
también utilizó el sobrenombre Lucy.
“No creo que la
gente se hubiera imaginado que una mujer hace esto (…) Es un duro golpe para el
machismo mexicano y para la idea de que las mujeres son débiles, más
delicadas”, añadió.
The Guardian señaló
que el Blog del Narco se ha convertido en una “sensación en Internet” que pone
a sus lectores “en primera fila” de la guerra contra las drogas que se libra en
México. Sostuvo que es lectura obligada para autoridades, cárteles y ciudadanos
comunes pues “pone al descubierto, día tras día, la terrible violencia que es
censurada por los principales medios de comunicación”.
El diario también
afirmó que la administración del blog “podría costar la vida” a Lucy y a un
analista de sistemas que le ayuda en la parte técnica. Refiere que ambos “viven
diariamente con temor de represalias tanto de los cárteles de las drogas como
de las fuerzas gubernamentales”, por lo que están en la clandestinidad. “Nos mudamos
de vivienda cada mes. Hemos estado en sótanos. Es muy difícil. Escondemos
nuestro equipo en lugares diferentes. Si las autoridades se acercan, huimos”,
dijo la bloguera a The Guardian.
MILLONES DE VISITAS
El jueves 11 llegó a
la redacción de Proceso un ejemplar del libro Morir por la verdad. La imagen en
cautiverio de la esposa de Beltrán Leyva ilustra la portada del libro. Una
fajilla amarilla, parecida a las que utiliza la Policía para acordonar una
zona, previene: “¡Advertencia! Fotos de la escena del crimen en el interior. No
apropiado para menores”.
El libro de 380
páginas recupera “versiones editadas y actualizadas de informes” que
aparecieron en el blog del 2 de marzo de 2010 al 25 de febrero de 2011. Tales
informes los alterna con fotografías de ejecutados, decapitados, desmembrados,
quemados y destazados, y con imágenes de videos de torturas o interrogatorios a
sicarios o policías.
Junto con el libro
llegó una carta de Lucy en la que advertía que permanecerá en el anonimato,
pero que estaría dispuesta a ofrecer entrevistas.
Proceso la
entrevistó el domingo 14 a través de Skype. Ella utilizó un distorsionador
electrónico de voz y las pantallas del entrevistador y de la entrevistada
permanecieron sin imagen.
Durante la
entrevista Lucy relata que el Blog del Narco surgió en marzo de 2010 en
respuesta a una campaña lanzada por el Gobierno de Felipe Calderón y los medios
tradicionales para minimizar la violencia que se disparó en varias partes del
país.
“Decían que no
estaba pasando nada, que la gente estaba cayendo en psicosis, que imaginaba
cosas, que estaba siendo mentirosa, que querían llamar la atención. Obviamente
eso era indignante porque no eran personas que querían llamar la atención, eran
víctimas. Entonces el blog fue como una ventana de información y un mecanismo
para que la gente no se sintiera sola”, expresa.
En la introducción
del libro Lucy sostiene que “en secreto”, ella y su colega comenzaron “a
invertir tiempo y dinero en el blog sin esperar ninguna remuneración.
Simplemente queríamos publicar noticias sin filtro ni censura sobre la guerra
del Gobierno contra los delincuentes del crimen organizado; sobre las
balaceras, las decapitaciones y tantos otros actos sangrientos.
“Pero jamás
imaginamos la respuesta que tendríamos: Millones y millones de visitas”, dice a
Proceso la bloguera.
Según el libro, el
Blog del Narco tuvo en 2012 un promedio de 25 millones de visitas por mes y
Alexa, empresa que mide las visitas en Internet, lo ubicó dentro de los 100
sitios más visitados en México.
Lucy sostiene que el
compromiso por mantener el anonimato de sus fuentes provocó que el blog
recibiera cada vez más relatos, fotografías y videos de las atrocidades
cometidas por narcotraficantes y autoridades. Las enviaban ciudadanos,
periodistas, policías, militares, funcionarios y también sicarios.
“A medida que este
flujo constante de información exclusiva fortalecía el vínculo de confianza con
nuestro público, también se fortalecía la crueldad de nuestros enemigos. Esta
gente no buscaba establecer un diálogo: Querían matarnos. Estos son individuos
acostumbrados a deshacerse de cualquier problema que les estorbe. Y nosotros
nos habíamos convertido en el problema. Con este blog habíamos firmado nuestras
sentencias de muerte”, apunta Lucy en el libro.
Cuenta que el blog
ha sido objeto de ataques virales y que ella y su compañero han recibido
amenazas de muerte. Refiere que antes de terminar de escribir el libro “dos
personas —un joven y una joven que trabajaban con nosotros— fueron
descuartizadas y colgadas de un puente en Tamaulipas. Unas narcomantas junto a
sus cuerpos mencionaban nuestro blog y declaraban que eso es lo que les ocurría
a los soplones de Internet. El mensaje concluía advirtiéndonos que los próximos
seríamos nosotros”.
Sostiene que unos
días más tarde de esos hechos “ejecutaron a otra periodista en Tamaulipas,
alguien que con frecuencia nos enviaba información. Los asesinos dejaron
teclados, un ratón y otras partes de computadora esparcidas encima de su
cuerpo, así como una nota que, una vez más, mencionaba nuestro blog”.
Posteriormente recibieron “fotografías de nueve personas muertas con mensajes
en la piel que decían: ‘Siguen ustedes BDN’”.
Durante la
entrevista con este semanario Lucy afirma que, sin embargo, las amenazas más
constantes vinieron del Gobierno de Calderón. Sostiene que mediante
herramientas tecnológicas era posible detectar “las huellas” que delatan el
origen de los mensajes electrónicos con dichas amenazas. Las “huellas” remitían
a alguna dependencia de la administración federal.
Comenta que ella y
su colega tenían “un contacto” dentro de las áreas de inteligencia del Gobierno
que les avisaba de los intentos de éste por encontrarlos. “Nos decía:
‘¡Muévanse porque ya los están ubicando. Muévanle y córranle’”.
“Éramos muy
importantes para el Gobierno de Calderón porque éste quería tener toda la
información que nosotros recibíamos, pero sin que la sociedad lo supiera”,
afirma.
Señala incluso que
“grandes medios de comunicación mexicanos” le han ofrecido “millones de pesos”
por el blog. Se niega, sin embargo, a ofrecer nombres y a precisar montos. “No
hemos accedido (a esas ofertas). No somos tontos”, dice. Y es que considera que
dichos medios podrían cerrar el blog, manipular la información o exponer a los
informantes anónimos.
LA VENGANZA DEL ‘CHAPO’
Morir por la verdad
relata episodios de la guerra entre cárteles y de las fuerzas gubernamentales
contra éstos, en los que aparecen datos reveladores. Es el caso del secuestro
de la esposa de Beltrán Leyva o la supuesta orden del capo Ismael El Mayo
Zambada de realizar matanzas en venganza por el robo de un cargamento de 134
toneladas de mariguana que le habrían hecho perder al Cártel de Sinaloa 400
millones de pesos.
O la supuesta
presencia de Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas, en la emboscada en la que
asesinaron a Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI al Gobierno de Tamaulipas,
el 28 de junio de 2010. “De una camioneta bajó Heriberto Lazcano y supervisó
toda la acción. Torre Cantú fue masacrado frente a los ojos del narco”, apunta
el relato.
Otro ejemplo: La
venganza de El Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, por el asesinato del
hijo de un amigo suyo.
(PROCESO/ Redacción/
2013-04-27 | 22:25)
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