Reforma
México, DF.-
Inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) intentaron
clausurar un restaurante de la colonia Roma, luego de que Andrea Benítez
González, hija del titular de esa dependencia, Humberto Benítez Treviño, se
enojara porque no le dieron la mesa que quería.
Gabriela López,
propietaria del restaurante Máximo Bistrot Local, ubicado en Tonalá 133,
informó que la joven acudió el pasado viernes con una amiga alrededor de las
15:00 horas sin tener reservación previa y como el establecimiento estaba lleno
le pidieron esperar a que se desocupara una mesa.
“Estábamos llenos y
le dijimos que podía esperar a que alguna mesa se desocupara. A la media hora
se desocupó una mesa afuera, pero yo tuve que sacar a unos comensales que con
anterioridad me habían pedido que en cuanto hubiera mesa afuera los sacáramos porque
querían fumar su puro”, explicó.
“La señorita se
molestó, dijo que a ella ya le tocaba y que ella también quería afuera. Le
expliqué que teníamos que seguir el orden y que le podía ofrecer una mesa
adentro, y cuando la iba metiendo al restaurante me empezó a amenazar y me dijo
que su papá era el procurador, que le iba a hablar y que a ver a quién le
creían más”.
La joven no aceptó
la mesa y se retiró, no si antes volver a presumir su relación con Benítez
Treviño y asegurar que haría que clausuraran el restaurante. “Me dijo que nos
iba a mandar una revisión de la Profeco porque su papá era el procurador”,
indicó López.
Dos horas después,
tres inspectores de la Profeco llegaron para realizar una revisión. Solicitaron
información sobre el sistema de reservaciones y pidieron datos sobre la carta y
las bebidas que se servían.
“Me querían
clausurar con el argumento de que el mezcal sólo puede tener una especie de
agave, que es el espadín, y como yo en mi carta tengo mezcales de otro tipo de
agaves, me dijeron que no puedo estar haciendo eso y que por eso me iban a
clausurar”, relató la propietaria.
“(Además) porque no
tengo en la entrada un aviso de cómo se toman las reservaciones y cuál es el
tiempo de espera que alguien tiene que aguardar para una mesa”.
Mientras los
funcionarios realizaban la revisión, Benítez González en su cuenta de Twitter,
en la que se identifica como Andy Benítez dio como ubicación la Profeco y se
quejó del “Pésimo servicio, no tienen educación... No volvería nunca”.
En el establecimiento,
los inspectores comenzaron a colocar sellos a pesar de que había comensales.
Esto, señaló Mauro
Ángel Vera Romero, abogado del restaurante, provocó que los clientes se
indignaran y comenzaran a grabar con sus teléfonos celulares a los inspectores,
quienes interrumpieron la colocación de los sellos, tomaron sus cosas, salieron
corriendo del inmueble y abordaron su camioneta.
Luego llegaron
policías capitalinos, a quienes el litigante les pidió que detuvieran a los
verificadores, pero éstos se encerraron en la camioneta y esperaron a que
llegaran abogados de la Profeco. “Cuando llegaron sus abogados se bajaron de la
camioneta diciendo que ahora sí a ver de a cómo nos tocaba.
Los tres sellos que
colocaron los inspectores, dijo López, se quedarán ahí hasta que subsane las
supuestas faltas que reportaron los verificadores.
“Todo esto es a raíz
de la inconformidad de una niña que no le pude dar la mesa que ella quería, a
la hora que ella quería, y pues así es este país, las personas con influencias
pueden hablarle a su ‘papi’ y arruinarte la tarde”, lamentó la empresaria.
(ZOCALO/ Reforma/ 28/04/2013 - 04:00 AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario