Gabriela Cota
Mientras que el
culto a la Santa Muerte se incrementa en México y hasta en Estados Unidos,
existen quienes han optado por abandonar sus creencias para regresar al
cristianismo.
Lucy, de 52 años,
inició hace seis años con la veneración a imágenes de la “Niña Blanca”, a quien
poco a poco le entregó parte de su vida y a su nieto.
“Me inicié en esto
por venganza, por odio, quería justicia y me dijeron que ella me la podía dar.
Empecé a comprar imágenes, portar amuletos y demás, hasta que terminé por
convertirme en una bruja que hacía trabajos para los demás, desde amarres y
salaciones, hasta muertes”, aseveró la mujer en medio del llanto.
Dijo que aunque en
un principio todo parece fácil, “la flaca se cobra caro, ella te da poder, pero
también te quita lo que más quieres. No se metan en esto, yo llevo dos meses
tratando de salir y en verdad me es muy complicado”.
“Yo era bien
adoradora de la Santa Muerte, hasta hace dos meses; ahora que ya lo dejé estoy
pagando una factura muy grande. Quise dejarla porque hice muchos trabajos muy
pesados, de todo, yo no puedo confesar, pero ella se está cobrando feo
conmigo”, aseveró Lucy preocupada.
Era tanta la
devoción que mostraban a la imagen tanto Lucy como su esposo, que para ellos la
Santa Muerte era lo más importante.
La pareja
actualmente vive en compañía de uno de sus nietos de 5 años, a quien consideran
como un hijo.
Explicó que antes de
hincar relación con la “Niña Blanca”, es necesario ofrecerle algo, como símbolo
de la devoción que se le tendrá.
“Ella para mí era
como mi esposo. En una ocasión le pedí un trabajo muy fuerte y me lo concedió,
le dije ‘yo soy tuya y tú eres mía, y te ofrezco el alma de mi niño’ y me marcó
la palma de la mano con una ‘M’. Empecé en esto por odio hacia una bruja que
mató a mi hijo con brujería”, comentó la mujer.
Aseguró que las
personas que desean entrar al culto, son convencidas al comentarles el poder
que pueden llegar a obtener, aunque nunca el precio que hay que pagar.
“Hace un mes que
comencé a ir a un templo cristiano, de hecho ahí mismo pedí ayuda para quitar
el altar y todas las ofrendas que le tenía. Quiero salir de esto pero no puedo,
también involucré a muchas otras personas, desde gente grande, niños y narcos,
a todos los metía a las misas que yo le organizaba”, mencionó.
Lucy señaló que cada
día primero de mes se conmemora a la “Niña Blanca”, situación que dejó de hacer
desde hace dos meses.
Aseguró que su casa
anteriormente estaba llena de personas que buscaban un favor, además de que ahí
mismo contaba con un templo que era visitado por fronterizos y extranjeros.
“Decidí salirme, le
pedí perdón a Dios por todo lo malo, yo sé que él me está perdonando, porque se
lo he pedido con todo mi corazón; además mi niño fue el que me pidió que
fuéramos a la iglesia, él me dijo que ya no quería ver a la flaca”, agregó.
“Ya no quiero nada con
ella, tengo miedo a quedarme sola, no duermo bien, pero la flaca no me deja en
paz. Hay muchas personas que igual y se meten por juego, algunos hasta se
tatúan su imagen en un brazo o pierna, no saben que para poder hacerlo, uno
primero tiene que matar”, especificó.
Y aunque reconoció
que siempre conoció el precio que debía pagar por los “favores” concedidos,
ahora se arrepiente de lo que ha hecho.
“Yo sólo quería
matar a la bruja que mató a mi hijo, ya se está muriendo, pero ahora no me
gozo, ahora me da tristeza, estoy arrepentida de todo lo que hice”, aseguró
Lucy.
Agregó que aunque ya
se deshizo de todo lo relacionado con el culto, aún conserva una medalla y un
“trabajo” que no ha querido tirar a la basura, pues dijo que eso debe ser
enterrado en un panteón, para que finalmente su familia pueda estar tranquila.
(El Diario /Gabriela Cota/
2013-03-06 | 00:26)
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