Se trata de un pleito de muchos millones de pesos donde está involucrada Energía Costa Azul -filial de Sempra Energy-, la dueña del terreno donde la trasnacional se ha asentado, era María del Refugio García Sánchez.
Del lote de 9 hectáreas que la señora vendió en
aproximadamente 25 millones de pesos, solo recibió 100 mil dólares
-cerca de un millón 250 mil pesos-, pero resultó que por un terreno
aledaño y de similar extensión, la trasnacional pagó 80 millones de
pesos a un hijo de la misma señora, quien además le ayudó a ésta con los
primeros trámites de la venta de su tierra.
Recientemente la señora de 89 años de edad interpuso una demanda civil ante el Juzgado Tercero Civil de Ensenada.
“Los directivos, los empresarios no están ayudando a la
gente, vienen a hacer negocios a costa del pueblo”, expone el abogado de
la señora, Elías Flores Gallegos.
El origen del problema tiene relación con la venta del
llamado Lote 28 de la colonia Costa Azul -donde ahora la empresa tiene
los tanques y oficinas-, en la zona costera entre Ensenada y Rosarito,
donde Sempra Energy se instaló desde hace varios años.
El terreno en cuestión -8.93 hectáreas exactamente-, la
señora García lo adquirió en diciembre de 1962 junto con su esposo,
Manuel Chávez Lucas (ya fallecido). El título está firmado por el
entonces Presidente de la República, Adolfo López Mateos.
Pero el 14 de julio de 2008, García Sánchez celebró un contrato de compraventa con Energía Costa Azul.
Antes de eso se había hecho un avalúo del terreno por parte del perito
Cruz Rolando Quiñonez Lara, determinando la cantidad de 25 millones 956
mil pesos como valor comercial del inmueble.
Esa cantidad sirvió de base para la operación,
otorgándosele a la propietaria un adelanto de 100 mil dólares -mediante
la promesa de compraventa- de un precio finalmente pactado en 25
millones de pesos. El resto le sería depositado mediante transferencia
electrónica en su cuenta bancaria. Pero ésta nunca llegó.
“Decido de buena fe aceptar la oferta de vender la
propiedad del bien inmueble referido, sin imaginar que mediante ésta
manera me inducirían al error”, expuso la señora en la demanda
interpuesta ante el Juzgado Civil de Ensenada.
En toda la operación, la señora recibió el “apoyo” de uno de sus hijos, Manuel Chávez García, quien ya falleció.
“Lo que supimos es que le pagaron el hijo”, sostiene el
abogado Flores Gallegos en alusión a Manuel Chávez, quien era el
apoderado de la señora, pero no tenía facultades ni siquiera para
recibir dinero.
Debido a que la señora no había recibido el pago, en junio de 2012 se presentó un requerimiento ante Energía Costa Azul
por el pago, pero en caso de haberlo hecho, se solicitó que acreditara a
quién, cómo, cuándo y donde, según explica el abogado mexicalense.
Hasta la fecha esperan la respuesta. “Se nos hizo muy extraña esa
situación”, afirma Flores Gallegos, ya que el siguiente paso fue
preparar la demanda contra la empresa trasnacional.
En la investigación se dieron cuenta que la misma
empresa adquirió el lote aledaño -al hijo de la señora- en 80 millones
de pesos, pese a ser de un tamaño similar al de García Sánchez.
“Aquí el que determinó el valor fue un perito, y en las
dos escrituras el perito fue el mismo, aquí es donde está lo grave”,
expone Flores Gallegos, quien asegura, no hay justificación para que un
terreno valga 25 millones y el de un lado se valúe en 80 millones.
Además, el pago de impuestos y toda la transacción se siguió bajo esa
evidente irregularidad.
El abogado considera que hubo una suerte de “cuchupo”
dentro de la empresa, ya que los dos lotes evidentemente valían lo mismo
-aproximadamente 25 millones de pesos-, pero en el segundo la cifra se
magnificó. ”Esto solo se pudo haber logrado con la complicidad de la
empresa”, sostiene el abogado cachanilla.
Ahora están demandando la nulidad de la escritura y del
contrato de enajenación en este juicio ordinario civil -con el número
de expediente 1040/2012-, interpuesto a finales del año pasado.
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