Sin recursos suficientes para reparar la vialidad
El gobierno del estado quiere entregarlo al ayuntamiento de Tijuana y éste se niega a recibirlo porque arguye que no está terminado. Para la rehabilitación de la vialidad y su posterior entrega en 2013 se estima un presupuesto de 55 millones de pesos, pero solo se otorgaron 20 millones de pesos.
La falta de inversión y un mantenimiento que no es
constante tiene al corredor Tijuana-Rosarito 2000 en un deterioro total,
convirtiéndolo en una zona de peligro para quienes por ahí transitan.
Los recursos aplicados en la vialidad son insuficientes
debido a que la obra “nació fallada, cuando la edificaron solo
rellenaron con tierra, además nunca la terminaron”, dijo un ingeniero
consultado por ZETA.
Lo anterior da como resultado que en la mayor parte de
la vialidad el concreto hidráulico esté cuarteado, generando cunetas y
baches. Además existen extensos tramos sin alumbrado público, camellones
sin terminar, por si lo anterior fuera poco, faltan tapas de hidrantes
de la Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPT) de Tijuana.
Comerciantes, fraccionadores y habitantes de la zona
sufren por la delincuencia, debido a la escasez de alumbrado,
señalamientos viales y rondines de la policía municipal, así lo externó
un vendedor de casas entrevistado por ZETA, al igual que Esther Sánchez, quien con frecuencia conduce por esta conflictiva zona.
Respecto al mantenimiento del Corredor 2000, la
Dirección de Obras Públicas Municipales externó que el Ayuntamiento no
puede hacerse cargo en tanto que el gobierno del Estado no la deje en
buen estado y concluida.
Por su parte, la Secretaría de Infraestructura de
Desarrollo Urbano (SIDUE), encargada de la manutención, externó que de
2008 a 2012 se aplicaron 73 millones de pesos (14 millones anuales
promedio). Para dejar la mega carretera en condiciones medianamente
aceptables son necesarios 55 millones de pesos más, cantidad con la que
no cuentan.
Contrario a lo que publicitó el gobierno de Eugenio
Elorduy Walter (sexenio en que se edificó), que el corredor
Tijuana-Rosarito 2000 detonaría gran parte de Rosarito y Tijuana, hasta
el momento no se ha cumplido del todo.
“Cuando se va a instalar una inversión se toma en cuenta
la conexión de las vialidades y la seguridad de las mismas. Las
condiciones de la vialidad no son las óptimas, esto demerita la
posibilidad de poder recuperar tu inversión de forma oportuna”, externó
Karim Chalita, Presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO).
En pésimo estado
El Corredor Tijuana-Rosarito tiene una longitud de 40.7
kilómetros. Cuenta con dos carriles por sentido, se edificó con concreto
hidráulico, tiene cinco nodos viales y 10 puentes. La inversión inicial
fue de mil 775 millones de pesos.
Un recorrido hecho por ZETA da cuenta de que la
mayor parte de la superficie de esta vialidad está hecha pedazos. En
cuanto al alumbrado público, de 200 lámparas contabilizadas el 70 por
ciento no sirve. La carencia de luz es evidente antes de llegar al
entronque con Otay, dado que el cableado no está completo. En el tramo
donde se ubica el complejo comercial Tijuana Paseo 2000 la luz mercurial
de plano no funciona. Aproximadamente son 60 lámparas las que están
apagadas.
En cuanto a los tanques de abastecimiento de agua para
quienes llegaran a quedarse sin el líquido vital, la mayoría se usa más
como depósitos de basura y no para lo que fueron hechos. Los
desperdicios de toda índole y los restos de perros atropellados forman
parte de este deprimente paisaje.
ZETA entrevistó a un ingeniero quien pidió el
anonimato, sin embargo expuso: “Para empezar, la carretera no ha sido
terminada.
Los camellones no están acabados y los carriles de
acotamiento no tienen las cunetas bien hechas. Estas dos situaciones han
ocasionado que se mine el agua por debajo del pavimento y con ello se
den las cuarteaduras del mismo, así como los hundimientos. Lo que la
hace peligrosa para transitar.
“Sobre la calidad del pavimento habría que hacer un
estudio a fondo, pero lo anterior es suficiente para que se presenten
deficiencias”, finalizó.
Abandonado; CANACO
“El corredor está mal iluminado, con mala calidad en sus
acabados, se han presentado accidentes e incidentes en los últimos dos
años. Algunos socios que están en aquella zona me han comentado que en
ocasiones hasta les llegan a aventar cosas a la carretera para que se
detengan y entonces asaltan. Se ha convertido en boca de lobos”,
puntualizó Chalita.
“Sigue prácticamente igual desde hace varios años. Me ha
tocado trasladarme a alguna de las colonias de la zona. El municipio
debe invertir en infraestructura en las colonias colindantes, además
está el tema del transporte público. Ése es uno de los bulevares más
importantes de la ciudad.
Agregó que al momento de que una compañía busca invertir
en una propiedad, ésta se hace atractiva por las arterias que colindan
con ella, además de los servicios. En la actualidad, afirmó, las
condiciones en la travesía en cuestión no son óptimas.
“Se ocupa trabajar de manera estratégica para cuidarlo y
que la plusvalía se vaya dando por sí sola. A lo largo de esta arteria
se podrían proyectar muchos conceptos de comercios y servicios e
industria para detonar esas áreas”, advirtió el líder empresarial.
Sin mantenimiento de CESPT
Por otro lado, para dotar de agua al Corredor 2000, la
CESPT tiene el sistema hidráulico Florido-Popotla con 40 kilómetros de
líneas de conducción de tuberías de acero, PVC y hierro dúctil. Y siete
tanques de regulación con una capacidad de 32 mil metros cúbicos en
total.
El mantenimiento de las tapas que cubren algunas
conexiones del suministro ha sido dejado de lado por la dependencia. El
reportero constató que por lo menos 20 tapas de metal de hidrantes han
desaparecido, lo que pone en riesgo a conductores ya que la unidad puede
caer con su correspondiente descompostura y hasta provocar una
volcadura fatal.
El mantenimiento del equipo es importante ya que el
sistema estaría manejando mil 300 litros por segundo. Con capacidad de
factibilidad de brindar agua a futuro para 400 mil habitantes.
Hacen lo que pueden
De acuerdo al Delegado de Secretaría de Infraestructura y
Desarrollo Urbano en Tijuana, Carlos Ceseño Gámez, en mayo de 2012 se
hizo una presentación al Congreso del Estado para informarle que son
necesarios 55 millones de pesos para dejar la vialidad en condiciones
aceptables y entregarla al ayuntamiento de Tijuana, por lo que están en
espera de los recursos para aplicarlos el presente año.
“En 2010 administraba la vialidad el Fideicomiso del
Corredor Tijuana-Rosarito (Ficotiro), que luego desapareció y le tocó a
SIDUE continuar con el mantenimiento. En 2011 se le asignaron 10
millones de pesos a través de un Fondo Metropolitano por considerar una
vialidad que une a la metrópoli que es Tecate, Tijuana y Rosarito, pues
cae en ese esquema. Los ayuntamientos y el gobierno del estado se ponen
de acuerdo que inversión se va para el mantenimiento, esperamos que nos
digan cuánto nos van a tocar, SIDUE lo que ha hecho es gestionar esos
recursos”.
El delegado dijo que el estado ha intentado entregar la
autopista al ayuntamiento, quien no lo recibe, por argumentar que no ha
sido terminado. Al recepcionarlo, la autoridad local tendrá que generar
60 millones de pesos anuales para su conservación.
“Sin embargo el ayuntamiento lo está explotando y
recauda dinero al otorgar diversos permisos para desarrollo económico a
los márgenes del corredor. Cobra todo y no le mete un solo centavo, por
cuanto al alumbrado público hay un fenómeno de vandalismo donde pones el
cable y vienen atrás robándotelo, está plagado de oficios para que
hagan redadas para terminar con el problema, pero no hay respuesta”,
finalizó.
En cuanto a los recursos otorgados a la carretera para
mantenimiento, el Secretario de Planeación y Finanzas Manuel Aguilar
Bojórquez dijo que en 2013 han sido asignados 20 millones de pesos,
cifra con la que esperan concluir los trabajos y entregarlo al
municipio.
Por otra parte, el funcionario estatal agregó que desde
la creación de la vía se presupuestó una recaudación de mil 775 millones
de pesos. Hasta el momento han recuperado 900 millones de pesos y les
falta por cobrar 800 millones más.
“Esto ha sido en efectivo y en especie. Hay que
recordar, que antes de crear la vialidad se estableció una derrama
económica en cuánto iba a costar y los beneficiarios, es decir a quienes
están en de la frente y quienes se beneficiarán de la misma carretera.
Con la mayoría de los propietarios donde pasó el corredor se acordó que
pagaran en partes o haciendo una donación de terreno para no desembolsar
en efectivo.
“Cuando se publica en el Periódico Oficial del Estado,
algunas personas que no tuvieron convenio anticipado llevaron a cabo
procedimientos o juicios de nulidad para no pagar ese beneficio que se
dio en la vialidad. Desde esa época han estado llevándose varios
juicios. Unos se han resuelto y otros siguen su proceso pero quedan
pendientes de pago pequeños predios”, finalizó.
Nodo en riesgo de colapso
Por si lo anterior fuera poco la construcción del nodo que une el
Corredor 2000 con la carretera libre a Tecate pone en riesgo esta última
vialidad, ya que la obra se realizó sin considerar la infraestructura
subterránea existente, causando con ello repercusiones negativas que, de
no corregirse, podrían desencadenar una afectación mayor, determinó un
estudio realizado por la CESPT.
Al edificarse la rúa Tijuana-Rosarito se colocó relleno en exceso
sobre la tubería pluvial, causando una posible ruptura del tubo, el cual
se observa dañado y obstruido por tierra y grandes piedras en su
interior, situación que deriva en acumulamiento de agua en ese punto,
expone la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana.
De ahí que los días de lluvia son de zozobra para quienes habitan en
circuito de Los Almendros, a la altura de Los Eucaliptos y otras calles
en la zona del fraccionamiento El Refugio, aledaño al citado nodo, pues
el drenaje pluvial no alcanza a desfogar el agua acumulada provocando la
inundación de parte de la vialidad y de las casas ahí ubicadas.
Esa problemática la enfrentan los vecinos a partir de la construcción
del Corredor 2000, obra que causó que la tubería ya instalada quedara a
una profundidad de ocho metros, lo que representa un peso superior al
que pueden resistir los ductos.
Personal especializado de la comisión recorrió las instalaciones
subterráneas con una Cámara de Inspección Circuito Cerrado de Televisión
(CCTV), encontrando también que un pozo de visitas de la red de la
CESPT no fue re-nivelado al instalarse el corredor, quedando oculto bajo
el puente vehicular, “lo que pone en riesgo la infraestructura
existente en el lugar”, indicaron en el informe.
Ese dictamen se hizo del conocimiento de la Dirección de Obras e
Infraestructura Urbana del municipio de Tijuana, a cargo de Esteban Yee
Barba en noviembre de 2012, instancia que en mayo de ese año había
requerido a la CESPT planos de las obras de infraestructura que se
hubieran rehabilitado por la repavimentación de la carretera libre
Tijuana-Tecate, a la altura de ese fraccionamiento.
La Dirección de Obras e Infraestructura Urbana Municipal (DOIUM), por
su parte, informó a la CESPT que el pluvial colapsado no ha sido
entregado al municipio por el desarrollador y que las modificaciones al
terreno fueron llevadas a cabo por el Fideicomiso del Corredor
Tijuana-Rosarito (FICOTIRO), quien, en todo caso, sería el responsable
del desperfecto.
Pero FICOTIRO ya desapareció y es la Secretaría de Infraestructura y
Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE) la dependencia a cargo del
mantenimiento al Corredor 2000, cuyo delegado en Tijuana, Carlos Ceseño,
admitió conocer la problemática, incluso estimó una inversión de 5
millones de pesos para corregirla, aunque carece de un proyecto concreto
para corregirla.
Sin nadie que asuma la responsabilidad, y con ese drenaje obstruido,
no solo existe el riesgo de que las viviendas del Circuito de Los
Almendros continúen inundándose, sino también de que la carretera
Tijuana-Tecate se colapse por el agua acumulada, concluye la CESPT.
El tormento de la edificación
El proyecto se bautizó como “Corredor Tijuana-Rosarito 2000”, ya que
según el Plan Estatal de Desarrollo Urbano de Baja California 1996-2001
contemplaba iniciar los trabajos en el año 2000.
Marzo de 2001.- Alejandro González Alcocer retomó el
trabajo después de la muerte de Héctor Terán Terán, quien inició con
trabajos de planeación. Según estimaciones la obra terminaba en abril de
2004.
Octubre de 2004.- Fue una promesa incumplidas de Eugenio Elorduy Walther al salir de su mandato.
Diciembre de 2004.- Enrique Díaz Félix fue nombrado director de PRODUTSA, fideicomiso que estaba a cargo de la vialidad.
Octubre de 2005.- Pluvial de más de 100 metros de largo ubicado bajo el corredor, a la altura del kilómetro 34 tenía fracturas en el piso.
Abril 2006.- 80 por ciento de avance de obra con 800 millones de pesos invertidos.
Agosto de 2006.- Eugenio Elorduy Walther podría ser
destituido por desacato de una orden judicial, por expropiación del
polígono 4 del Rancho Ontiveros. Desobedeció una suspensión de obra.
Febrero de 2008.- Inversión de cinco millones de
pesos para mantenimiento, señalamientos, equipamiento e instalación de
teléfonos de emergencia. A fines de ese año se invirtieron en el rubro
13 millones de pesos, donde se contemplaba el programa “auxilio vial”
con servicio las 24 horas, con motivo de los accidentes. Se prometió
cambiar el rostro, pero fue cosa que no se logró. Además el dinero fue
insuficiente.
Abril de 2008.- Aunque nunca fueron terminados los camellones y las cunetas la obra queda oficialmente concluida y el ex presidente Vicente Fox la inaugura. En ese año se reportó que el monto de la obra fue de mil 750 millones de pesos.
(SEMANARIO ZETA/ Francisco Navarro Fausto/ marzo 4, 2013)
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