Redacción
MÉXICO D.F. (apro).-
La Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres y Trata de Personas
(Fevimtra) de la Procuraduría General de la República (PGR) recibió la primera
denuncia formal contra los integrantes de la secta denominada “Defensores de
Cristo” que operaba en el norte del país.
Se trata de una
mujer originaria de La Laguna cuyo nombre se omite por razones de seguridad, y
que, al enterarse de que los integrantes de dicha organización se encuentran
detenidos, decidió relatar la pesadilla que vivió a manos de los dirigentes de
la secta que, bajo el disfraz religioso, reclutaba mujeres para prostituirlas.
La denunciante huyó
del país hace dos años, aterrada por los abusos y maltratos que padeció dentro
de ese clan liderado por Ignacio González de Arriba, El Nuevo Jesucristo.
Las mujeres que
llegaron a la secta integrada en su mayoría por extranjeros, lo hacían, dijo,
movidas por las promesas de vida eterna, riquezas y el don de hacer milagros.
Sin embargo, según
la versión que dio al diario coahuilense
Vanguardia, todas ellas fueron abusadas sexualmente y obligadas a comer
vísceras de animales.
“Dormí con mi perro
en el patio (…) Cuando (mi esposo) se metía con prostitutas tenía que estar en
la recámara presenciando aquello, y si no lo hacía no había comida, no había
baño. Estuve hasta dos o tres días sin comer”, relató.
Según la
coahuilense, González de Arriba introdujo la religión al Centro de
Bioprogramación que instaló con su esposo, el venezolano José Losanger Arenas
Segovia, en 2007. Eso ocurrió primero en la colonia Paseo de la Rosita y
después en el centro de Torreón.
Apoyados siempre de
Arenas Segovia y Shoucri Elmernessi, crearon una red de feligreses que se
expandió a través de Internet en distintos lugares de Latinoamérica, hasta
acumular cerca de 10 mil seguidores en países como Argentina, Colombia y Perú,
explicó Olivia Castillo, otra de las denunciantes.
“¡Claro que nos
hacían acostarnos entre mujeres!”, denunció. “Él (González de Arriba) decía que
dentro de sus preceptos estaba permitida la poligamia, pero sólo de hombres.”
Añadió:
“Las mujeres tenían
que ser bisexuales. Ellos podían verte, más no tocarte. Ignacio disfrutaba
viendo orgías de mujeres”.
De acuerdo con las
mujeres, “Defensores de Cristo” prometía la vida eterna, riquezas y el don de
hacer milagros porque Ignacio González, que en España se hacía llamar Maestro
Fénix, supuestamente había muerto y resucitado.
El Nuevo Jesucristo
les decía que necesitaba tener sexo con tres mujeres al día porque eso le daba
magia, y pedía a sus seguidoras que tuvieran relaciones con él o le
consiguieran prostitutas.
“Papá Dios me dijo
que promovamos la poligamia como algo bendito a los ojos de Dios, y la riqueza
económica como algo importante”, argumentaba el hombre actualmente detenido, a
quien se acusa de abuso contra mujeres y menores, y trata de personas.
Los supuestos
líderes de la secta –Ignacio González de Arriba, español; José Losanger Arenas
Segovia, venezolano, y Tito Schourci Mohammed, colombiano– fueron capturados el
pasado 25 de enero, luego de que el Instituto Nacional de Migración y la PGR
aseguraron la finca donde realizaban sus fechorías, en el kilómetro 14 de la
carretera 85 Nuevo Laredo-Monterrey.
El grupo plagiaba
migrantes de diferentes nacionalidades, a cuyos familiares exigían fuertes
cantidades de dinero, al que denominaban “pago de diezmo”.
Durante la
aprehensión de los dirigentes de “Defensores de Cristo”, quienes se encuentran
en el penal de Matamoros, fueron rescatados seis españoles, dos brasileños, dos
bolivianos, dos venezolanos, un argentino, un ecuatoriano y 10 mexicanos.
(PROCESO/Redacción/13 de febrero de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario