Café político
“El Gobierno ha
mantenido una connivencia y una complicidad directa con el narcotráfico”.
Anabel Hernández.
ENRIQUE Peña se
delata entre un dilema muy carajo: seguir ante la inseguridad el mismo esquema
y estrategia de Felipe, o ensayar una nueva ruta. Por ahora no hay cambios
notables: siguen los operativos conjuntos en que entran varias agencias
aparentemente conjuntas, pero al final ya sabemos cómo va la película: alguna
de ellas se alzará por encima de las demás y al final cada quien jala para su
lado.
Porque eso es lo que
indica el guión de Calderón: que compitan todos contra todos, y que nadie gane
nada.
Estado fallido;
narco fuerte: esa es la realidad ahora. Pero, hay que ver de dónde viene todo
eso (*).
1.- La revista
NEWSWEEK en español, de esta semana, nos trae un especial sobre el narco
mexicano que llama a las cosas por su nombre y nos aclara el panorama actual.
Anabel Hernández, periodista y escritora documenta el texto.
En el principio los
narcos eran poderosos, pero nada más: en los tiempos de Caro Quintero y demás
traficantes, éstos eran poderosos pero
no demasiado: ¿les daba dinero la droga?: sí les daba ¿se daban la gran vida?:
Si se daban LA GRAN VIDA; pero no tenían un gran poder económico y político,
como para competir con el Estado.
Con Carlos Salinas
de Gortari empieza a cambiar todo: su secretario particular, Justo Ceja, se
reúne constantemente con Amado Carrillo, y negocia; su pariente Raúl Lozano se
arregla y negocia con el cártel del Golfo (Juan García Ábrego y Juan N.
Guerra); y eso da lugar al cártel de Los Pinos, que no sólo trata y negocia con
ellos, sino que les convida parte del poder del Estado: los blinda, los asocia;
les da parte del poder gubernamental que ahora tienen. Me asusta pensar que
Salinitas, con esos antecedentes, sea hoy por hoy un poderoso operador de Peña
Nieto, como se sospecha y se afirma en todos lados.
(Falta todavía
aclarar qué tuvo qué ver el magnicidio de Colosio con todo esto: por eso
Zedillo le ajustó cuentas a Salinas pero no le alcanzó su poder; luego vinieron
Fox y Calderón para blindar a Salinas de nuevo, haciéndolo impune e
invulnerable).
En medio de todo
esto queda pendiente de investigar a fondo a Aburto, y determinar qué papel
jugó esta pieza de ajedrez en la tenebra salinista, en cosas que interesan a
todo el país. El PAN se confabuló con esto, transó, se perdió, y no volverá el
poder central, yo ceo que sólo una figura de izquierda, -no necesariamente
El Peje- podría desentrañar la tenebra
criminal completa. Porque el PRI de Peña todavía no da color. Y no parece
destinado a eso. Ya lo dijo Octavio Paz:
no, todavía no llega la hora de la total justicia.
2.- El poder de El
Chapo Guzmán creció desmesuradamente a partir de su fuga del Penal de Puente
Grande –llamado popularmente Penal de Puerta Grande-; y quien lo propició fue
Vicente Fox –así como la liberación de Raúl Salinas-.
¿Dónde está Joaquín
Guzmán, El Chapo?: según especialistas los gobiernos mexicano y estadounidense
saben dónde está, pero no quieren atraparlo por diversas razones: creo que hay
una cultura de la impunidad que alcanza al mismo gobierno actual de Peña Nieto.
El narco se ha expandido en todo el mundo, y México no es la excepción. La
narcoempresa de El Chapo es tan grande como poderosa; y lo más grave, lo más
terrible, es que ya le disputa poder al Estado mexicano y lo suple: una muestra
de este Estado mexicano fallido es que necesita de muletas, como el Teletón,
para mitigar la pobreza y marginación de millones de mexicanos: a medida que el
Estado benefactor perdió terreno, se instaló a sus anchas el poder del narco,
que es hoy por hoy una opción para
millones de mexicanos. Desgraciadamente.
Un taxista
michoacano lo marca así: mientras que los jóvenes no encuentran en el Estado
una opción profesional válida; “la Familia Michoacana” le ofrece a los jóvenes
que copta estos atractivos: 100,000 de entrada, diez mil al mes, y un seguro de
vida muy atractivo. ¿Y el Estado?: bien, gracias.
El Imperio de El
Chapo llega a países tan lejanos como Argentina, Uruguay, Colombia y Paraguay,
además alcanza a varios continentes; el Estado mexicano al blindar y apoyar a
El Chapo, se echó un alacrán al seno; y ahora falta ver cómo se lo va a sacudir...
¡salvo que quiera seguir a sus órdenes!
El Chapo Guzmán en
México se mueve libremente en los estados de Coahuila, Sonora, CHIHUAHUA,
Michoacán, Veracruz y Tamaulipas. En esto: sin apoyo de funcionarios públicos
gubernamentales El Chapo no podría seguir en libertad. Es el cártel de Los
Pinos el que lo hace fuerte y lo sostiene: el problema es que ya es más
poderoso El Chapo que el mismo Estado: un Estado poroso, básicamente corrupto,
elusivo, nada solidario. Incluso en Chihuahua la paz y tranquilidad en las
ciudades se deben no al control de las fuerzas del Estado, sino al control de
un SOLO cártel.
Tal que, mismos
personeros del Estado dicen cosas así:
- Cuauhtémoc está muy tranquilo, muy
controlado: dan ganas de vivir ahí, gracias a que un solo CÁRTEL, el de la
LÍNEA CONTROLA TODA LA REGIÓN Y NO DEJA ENTRAR a nadie: -menuda política es esa
de tipo NARCA, a la que se niegan estar sometidos la mayoría de los
chihuahuenses.
Esta cultura narca
suple a la cultura del Estado: esa es nuestra realidad.
Por eso postulo la realidad de México hoy en día:
NARCO FUERTE, ESTADO FALLIDO. Es triste, pero así es. ¿Hasta cuándo..?
(*) NEWSWEEK, en
español, 21 y 28 de enero de 2013.
El Diario de Chihuahua
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