Táctica militar: atacar a
la organización del Chapo Isidro para reducir la violencia en Sinaloa
Alejandro Sicairos
En julio de 2012, la Secretaría de la Defensa Nacional recomendó al
entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa golpear a la organización criminal
que encabeza Isidro el Chapo Meza Flores, como una estrategia para reducir los
niveles de violencia asociada al narcotráfico en Sinaloa.
En un documento clasificado, el estudio Posiciones, incidencias y combate de
los cárteles “satélites” en México —elaborado por los Servicios de Inteligencia
Militar— plantea que son las células criminales pequeñas, que han escindido de
los grandes cárteles del narcotráfico, las que mayor labor violenta ejercen.
Establece que la alianza del Chapo Isidro con el cártel de los Beltrán
Leyva, cuya zona de influencia abarca el norte de Sinaloa, algunas zonas
serranas del centro del mismo estado y con fuerte influencia en Sonora, “está
identificada por hechos violentos de gran impacto y saña que tienen que ver con
el 75 por ciento de los asesinatos cometidos en Sinaloa”.
En contraparte, el informe militar considera que el cártel de Sinaloa, que
lideran Joaquín el Chapo Guzmán e Ismael el Mayo Zambada, había acordado reducir
su acción violenta y actuar solamente en respuesta a los ataques cometidos por
la organización enemiga que integran Isidro Meza y los Beltrán Leyva.
En ningún apartado del documento se plantea acción militar alguna contra el
cártel de Sinaloa, al cual menciona únicamente como referencia.
Sin precisarse si Calderón Hinojosa y su Gabinete de Seguridad atendieron o
no la recomendación del Ejército, la tesis castrense considera que en Sinaloa,
del total de mil 900 homicidios dolosos cometidos en 2011, alrededor de mil 400
de estos se relacionan con la disputa de territorios entre el Chapo
Isidro-Beltrán Leyva y Joaquín Guzmán-Ismael Zambada.
Precisa que en los municipios norteños de Guasave, Ahome, Angostura,
Sinaloa y El Fuerte, el 92 por ciento de los homicidios dolosos se le atribuyen
a la organización cuya cabeza más visible es Isidro Meza, para eliminar desde
“rivales de peligro” hasta a distribuidores y expendedores de drogas que operan
para el cártel Guzmán-Zambada.
El documento militar mantiene la misma asignación de los delitos de alto
impacto registrados en Sinaloa en el primer semestre de 2012: de los 790
homicidios dolosos, adjudica alrededor de 600 a la guerra local que libran los
dos grupos del narcotráfico “con rivalidad agravada”.
Es en razón de esos números analizados por las áreas tácticas de la Sedena
que se “sugiere” que la lucha contra las bandas del narcotráfico “se enfoque
hacia las células ‘satélites’ que operan en las diferentes regiones del
territorio nacional, que son las que mayor factor de violencia representan,
tratándose de hechos de alto impacto que acentúan en los ciudadanos la
percepción de inseguridad”.
La ofensiva
Al hacer el organigrama de la violencia generada por el narcotráfico en
México, el Gabinete de Inteligencia del Ejército Mexicano clasifica también al
cártel de los Arellano Félix como “organización débil” y en consecuencia, “al
volverse un grupo endeble ha ocasionado la penetración en el norte del país de
otros cárteles, previéndose una mayor violencia en dicha región por la disputa
de la franja fronteriza Arizona-California, antes dominada por los Arellano”.
En el caso de Los Zetas, cuya zona de control la delimita en toda la zona
del Golfo de México, hace referencia de que “el llamado cártel del Golfo se ha
convertido en una organización criminal en decadencia, que es posible combatir
por su alto grado de dispersión y pérdida de control, aunque se destaca que el
nivel de violencia generada por Los Zetas se mantiene en ascenso durante 2011 y
2012”.
El documento considera a la Familia Michoacana otra organización
minoritaria desplazada por el grupo criminal Los Caballeros Templarios que, al
igual que la banda de Isidro Meza en Sinaloa, La Familia Michoacana redujo su
fuerza pero incrementó su operatividad delictiva.
En la ofensiva que plantea contra las que llama “organizaciones criminales
débiles” u “organizaciones criminales ‘satélites’” (que orbitan alrededor de
los cárteles fuertes), la Sedena plantea las siguientes acciones:
1. Reclasificar como cárteles a células criminales que cobran fuerza en
varias regiones del país debido a su actividad criminal.
2. Incluir a sus cabecillas, jefes de sicarios y a las familias de estos en
los informes sobre empresas, transacciones financieras y demás propiedades
vinculadas al narcotráfico.
3. Infiltrarlas para contar con un mapeo preciso sobre sus logísticas
criminales.
4. Organizar el despliegue de tropas para asestar golpes a los centros
neurálgicos de las organizaciones criminales pequeñas.
5. Involucrar a las policías federales y de los estados en los operativos
contra esos grupos que mayor violencia aportan.
6. Bloquear todo tipo de colaboración que reciban de parte de autoridades,
policías y ciudadanos.
7. Fijar un sistema binacional México-Estados Unidos de recompensas para
coadyuvar en la ubicación y detención de los capos de las “células secundarias
del narcotráfico”.
8. Pedir la colaboración de sistemas internacionales de rastreo, con tal de
localizar sus márgenes de operatividad.
Táctica sesgada
Una semana después de que el gobierno de Felipe Calderón recibió la
“recomendación” de la Sedena, la Secretaría de Gobernación la sometió al
análisis de despachos externos en materia de seguridad nacional, solicitando le
dieran un diagnóstico urgente.
Los consultores, en su mayoría ex funcionarios de la Procuraduría General
de la República, ex jefes policiacos y ex procuradores de los estados del país,
así como académicos de universidades mexicanas, etiquetaron como “altamente
inadecuada” la estrategia militar para llevar a cabo operativos de
desmantelamiento de las organizaciones criminales numérica y tácticamente más
débiles.
“Advertimos que se trataba de una estrategia sesgada que en vez de inhibir
los índices de violencia, en corto plazo la exacerbarían. Es el caso de Sinaloa
donde se puede probar fehacientemente que por cada embestida contra la célula
del Chapo Isidro la reacción ha sido mayor violencia y con creciente índice de
impacto”, dice a Ríodoce uno de los expertos consultados.
El diagnóstico hizo notar que el combate sesgado a los grupos o cárteles
del narcotráfico debía sustituirse por una estrategia integral contra el
tráfico de drogas y las consecuencias indistintas que derivan y que colocaron
al país durante seis años en el centro de la crítica internacional por el
número de víctimas y por la sensación predominante de terror.
“En esa posición nos sostuvimos los consultores externos: combatir a una
célula o a un cártel del narcotráfico, y colocar a otro grupo criminal en
situación de excepción, no es la función del Estado mexicano que, de incurrir
en tal desequilibrio, estaría fortaleciendo a una facción delictiva y a la
larga el costo en seguridad sería terrible”, agrega el asesor entrevistado.
En realidad, puntualiza, le hicieron llegar la observación en tal sentido a
la Presidencia de la República y nunca supieron —“porque no era nuestra función
saberlo”— si desde Los Pinos se autorizó o no al Ejército a implementar la
estrategia para combatir solo a las que llamó organizaciones criminales
“satélite”.
Clasificación de cárteles
De acuerdo con la reclasificación de las organizaciones delictivas con
actividades de narcotráfico que realizó la Secretaría de la Defensa Nacional a
finales del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, estas se categorizan de la
siguiente manera:
Cárteles
Los Zetas
Cártel de Sinaloa
Caballeros Templarios
Nueva Generación
Cártel de Acapulco
Cártel del Milenio
Gente Nueva
Células “satélites”
Los Matazetas
Cártel de Guadalajara
El Chapo Isidro-Beltrán
Leyva
Los Pelones
Los Güeros
La Barredora
Los Aztecas
La Línea
Bitácora de guerra
En un ataque atribuido al Chapo Isidro Meza Flores, el 6 de marzo de 2010
fueron asesinados seis policías cuando trasladan en convoy a detenidos, en
emboscada registrada cerca de Guasave.
El 15 de julio de 2010 murieron otros once policías estatales y un civil,
al ser atacada la escolta del entonces secretario de Seguridad Pública,
Francisco Córdova Celaya. El hecho ocurrió en el entronque de la carretera
México 15 y la 19, zona bajo control del Chapo Isidro, también en Guasave.
En mayo de 2011 fue detenido Giovanni Salazar Ontiveros, supuesto jefe de
sicarios de Meza Flores. A raíz de esta captura la Procuraduría de Justicia dio
a conocer los nombres de los principales lugartenientes del Chapo Isidro.
El 30 de enero de 2012, tres militares fueron asesinados cuando perseguían
a presuntos sicarios al servicio del Isidro Meza Flores en el centro de la
ciudad de Guasave.
El 2 de mayo de 2012, elementos del Ejército se enfrentaron a una célula
del Chapo Isidro que se hospedaba en un hotel de Estación Bamoa, muriendo dos
militares y diez sicarios, entre estos Mario Flores, el Chonte, considerado uno
de los lugartenientes de Meza Flores.
En julio de 2012 cayó abatido Juan Pablo Osuna Lizárraga, el Cien, otro de
los hombres fuertes del Chapo Isidro, durante una emboscada a elementos de la
Policía Ministerial en las inmediaciones de Tetamboca, El Fuerte.
Durante la Semana Santa de 2012 se dio un enfrentamiento en el balneario
Las Glorias entre fuerzas del Chapo Isidro y policías federales. Se dijo que
Meza Flores escapó de la balacera.
El 20 de enero de 2013, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos
boletinó a Isidro Meza Flores y a varios miembros de la familia como parte de
una organización de tráfico de drogas.
(RIODOCE.COM.MX/
Alejandro Sicairos/ febrero 10, 2013)
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