La Jornada
Distrito Federal— La
asamblea del comité de huelga de la sección 49 del Sindicato Nacional de Trabajadores
Petroleros de la República Mexicana (STPRM) de Cadereyta Jiménez, Nuevo León,
para pedir un aumento salarial acababa de terminar y, saliendo del evento, un
comando de encapuchados fuertemente armado secuestró a varios petroleros
durante una semana: en total, fueron privados de su libertad 38, entre ellos el
secretario general de esa sección.
Era mayo de 2007 y
desde entonces el silencio de Pemex, del líder del STPRM, Carlos Romero
Deschamps, y el resto de autoridades estatales y federales, que nunca se
pronunciaron sobre este caso, sorprende e indigna a familiares de las víctimas,
que continúan buscándolos.
Basados en las
últimas informaciones que hablan de un remplazo de Romero Deschamps al frente
de uno de los sindicatos más poderosos del país, luego de tres reelecciones, 18
años en el poder, tres veces diputado federal y dos senador; los familiares ven
una luz de esperanza con la posible llegada de un nuevo líder sindical, que por
fin haga algo por los petroleros desaparecidos.
Mi papá era muy
allegado a don Carlos (Romero Deschamps), era su amigo, pero él nunca hizo nada
por él, ni por ninguno de los 38 petroleros desaparecidos, dice en entrevista
Josué Hilario Vega Estrada, hijo del líder sindical de la sección 49, Hilario
Vega Zamarripa, y sobrino del petrolero David Fernando Vega Zamarripa, también
desaparecido.
Rosario Ibarra de
Piedra, fundadora del Comité Eureka, no tiene dudas: Por estatutos, Hilario
Vega Zamarripa era el sucesor natural de Carlos Romero Deschamps como líder
nacional del sindicato. No sabemos si eso le molestó. Tal vez a eso obedece su
silencio, dice en entrevista con La Jornada.
Casos similares
A los 38 petroleros
desaparecidos en Cadereyta Jiménez se unen otros casos, como los 16 secuestros
desde 2007; nueve en Tamaulipas, dos en Campeche, Veracruz y Tabasco y uno más
en Nuevo León. En 2010 secuestraron a 10 petroleros, uno en 2009 y dos en 2008.
Hace ocho meses,
petroleros que buscan la democratización de la sección 34 enviaron una carta a
Felipe Calderón, porque las desapariciones ocurrieron durante su mandato y las
familias de los petroleros desaparecidos quedaron en la indefensión:
“Los petroleros de
planta, y en especial los que estaban comisionados y los que tenían cargos
sindicales, fueron sacados de la nómina de tal forma que a partir de enero de
2009 ya no les depositaron su salario. El argumento fue que estaban
comisionados por el sindicato y el 31 de diciembre de 2008 concluyó el periodo.
Sin hacer ningún tipo de investigación, ¿sin saber que estaban desaparecidos? A
los trabajadores transitorios les fue peor: a ellos les dejaron de pagar de
inmediato, al no presentarse a laborar se les tomó como renuncia. Incluso se
sugirió a los familiares que hicieran el trámite de fallecimiento”.
Y añaden: “¿Por qué
los altos funcionarios de Pemex están empecinados en ocultar información y en
no reconocer la desaparición de 38 trabajadores de esa industria, entre el 16 y
el 21 de mayo de 2007? Cuando sus familias existen y están tratando por todos
los medios de dar con ellos y encontrarlos. Como ellos dicen, ‘vivos se los
llevaron, vivos los queremos’... Porque en realidad es impresionante que
desaparezcan 38 personas y las autoridades se queden calladas, y cuando las
familias de los desaparecidos les preguntan, digan que no saben nada. Este
hecho no puede ser más lamentable”.
(DIARIO DE JUAREZ/La Jornada | 2013-02-17 | 09:06)
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