Colonos enfrentan la avaricia e indolencia del
gobierno estatal
Hostigados por dos frentes, quienes habitan en el
polígono de tierra que reclama el Ejido Javier Rojo Gómez afrontan por un lado
la amenaza de los ejidatarios de ser desalojados si no reciben una
indemnización del gobierno del Estado.
La autoridad
bajacaliforniana evade implicarse legalmente, instando a los colonos a
ampararse o prescribir las propiedades
María Isabel Mercado
Escudado con la
última resolución agraria que le fue favorable, de un litigio de más de dos
décadas, el Ejido Javier Rojo Gómez busca poner fin a la disputa legal por la
posesión de terrenos en los que se asientan cinco colonias de Tijuana, aunque
para ello optó por la medida más rápida y menos desgastante: ser indemnizado
por el gobierno de Baja California.
Por eso, con
amenazas de desalojo obliga a los colonos que habitan en el polígono en pleito
a presionar a la autoridad estatal a pagar al núcleo ejidal los lotes que
comercializó a través de Inmobiliaria del Estado, hoy Instituto para el
Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda para el Estado de Baja California
(INDIVI).
De esta manera se
evita confrontar directamente al gobierno, o tener que emprender más de 20 mil
demandas para hacer valer su derecho agrario, lo cual, además de desgastante,
le podría llevar más de 20 años de embrollos legales.
La administración
estatal, por su parte, también evade implicarse directamente en el altercado agrario, por lo que exhorta a
los vecinos a recurrir a amparos o, en su defecto, prescribir las propiedades,
acción que lo mantendría al margen del litigio.
Sin dar certeza
jurídica de los más de 7 mil títulos de propiedad que expidió a nombre de
Inmobiliaria Estatal, a los que buscan el amparo de quienes les vendieron
terrenos a razón de 85 mil pesos, les aconseja acudir a la Calle Quinta esquina
con Niños Héroes, a pedir asesoría de los licenciados de oficio.
En medio de la
incertidumbre jurídica, las familias que habitan en los asentamientos La Morita
I y II, Terrazas del Valle Primera y Segunda Sección, y Lomas del Valle se
dicen manipuladas y reclaman al gobierno dar la cara por ellos. “Finalmente
nosotros a quien le compramos nuestros lotes fue al estado”, esgrimieron.
Y mientras el
gobernador José Guadalupe Osuna Millán garantiza que combatirá hasta sus
últimas consecuencias la decisión del Tribunal Agrario, INDIVI exige a los
colonos ponerse al corriente con el pago que oficialmente suspendió en 2004,
con todo y los intereses generados.
El acoso
Los desplegados
publicados en un diario local, haciendo hincapié en el dictamen del Tribunal
Unitario Agrario Distrito 45 fueron colocados en cada uno de los negocios
ubicados en las colonias La Morita I y II, Terrazas del Valle Primera y Segunda
Sección, así como Lomas del Valle.
La advertencia era
clara, “nos desalojarían con el uso de la fuerza pública el 9 de diciembre (de
2012) si no les pagábamos el costo de los lotes que habíamos comprado a
INDIVI”, expusieron los vecinos.
Los asustados
ciudadanos se reunieron con el núcleo ejidal a finales de noviembre, ahí los
ejidatarios les propusieron dos opciones: Pagar el costo del terreno al ejido,
o presionar al estado para que sea éste quien cubra el costo de cada lote que
comercializó. La indemnización que exige
es de 3.5 dólares por metro cuadrado.
De no lograr el
beneficio económico para febrero de 2013, advirtió que iniciaría con la
inhabilitación de títulos y, entonces sí, proceder al desalojo, compartieron
los vecinos, mostrando la grabación de la reunión y el boletín del Tribunal
Superior Agrario publicado en octubre de 2011 que el ejido les pidió hacer
llegar a las autoridades del estado.
Son alrededor de 35
mil familias las que habitan en las cinco colonias cuyos terrenos están en
disputa, algunas adquirieron su terreno con el Estado, otras con los pequeños
propietarios y unas más han llegado por cuenta propia a invadir los terrenos, a
ninguna se le da la certeza de ser posesionaria legal del pedazo de tierra en
la que edificó su vivienda.
Al conocerse
públicamente la situación legal de estos asentamientos del este de Tijuana, sus
habitantes son constantemente acosados por licenciados que les piden mil
dólares a cambio de ampararlos contra un lanzamiento.
Con título en mano,
los colonos acudieron a INDIVI a demandar que el gobierno hiciera valer esos
documentos, pero la respuesta oficial fue evasiva, “nos dijeron que exigiéramos
a los pequeños propietarios solucionar este conflicto, ya que ellos fueron
quienes vendieron la tierra, que el Estado solo actuó como intermediario de
bienes raíces, así se lavan las manos”, refirió Nubia Estrajón.
“Nos recomendaron
ampararnos, ¿pero contra quién?”, se cuestionó a su vez Araceli Venegas.
“Si nosotros pagamos
al Estado éste nos tiene que responder, pero en lugar de eso nos exige que nos
pongamos al corriente con los pagos que INDIVI suspendió en 2007, incluso hasta
intereses nos está queriendo cobrar, yo debía 20 mil ahora quiere el gobierno
que le pague 40 mil pesos, no es justo”, se dolió Juana Parra, habitante de
Lomas del Valle.
A los vecinos
también INDIVI les ha recomendado prescribir los lotes para que no ser sujetos
de desalojo, acción que los afectados consideran innecesaria toda vez que
cuentan con títulos expedidos por una autoridad.
“El gobierno se
quiere hacer a un lado, pero nosotros queremos que el gobernador dé la cara”,
demandó Sandra López.
Sin definir situación jurídica
Por su parte, el
gobierno de Baja California dice no estar ajeno al conflicto entre el Ejido
Javier Rojo Gómez y los pequeños propietarios del Valle de El Florido.
Pero hasta el propio
gobernador José Guadalupe Osuna Millán reconoce que éste “es un lío tremendo”,
apunta no estar de acuerdo con la última resolución agraria y confía en revocar
tal decisión.
¿Cómo dotar (de
tierra) a ejidatarios que nunca han sembrado la tierra?, se preguntó.
El Delegado de
INDIVI, Juan Ramón López Medina, precisó que una comisión especial se encuentra
en la Ciudad de México gestionando ante la Secretaría de la Reforma Agraria se
cancele el dictamen del Tribunal Unitario Agrario del Distrito 45, a la par que
el Estado se prepara para no ser demandado “y poder ayudar a las personas, sin
meternos en el pleito a través de los juzgados”, esgrimió.
“No somos ajenos al
problema, ni queremos deslindarnos de ninguna forma, reconocemos que estamos en
medio porque fuimos quienes regularizamos los predios y metimos
infraestructura, pero buscamos salir de este problema sin que nos amedrente el
Ejido”, dilucidó.
A los colonos les
dice: “Tienen el derecho, se lo han ganado todos estos años, incluso pueden
prescribir, no es el caso porque el organismo está de por medio, no se salgan
de su casa ni le den dinero a nadie”, abundó.
También aceptó
recomendar a los vecinos acudir con los abogados de oficio a pedir información.
El ejido se ha
dedicado a litigar en los medios de comunicación, e intentan asustar a los
colonos con sacarlos de sus casas cuando ni siquiera tienen instrucción de
desalojo, de hecho ni la sentencia han suscrito “y nunca lo va a hacer”,
prosiguió.
El funcionario
calificó la resolución del juez a medias: “No es lo suficientemente clara ni
para el ejido, ni para la autoridad, ni para quienes viven en ese polígono, por
ello no se ha hecho ninguna sola acción en el Registro Público de la Propiedad
para cancelar las partidas”.
También cuestionó el
derecho del ejido a la posesión de las tierras, “nunca han sembrado nada, ni
una hectárea de maíz, ni han criado animalitos, ni actúan como ejido, ellos se
dedican a vender terrenos o efectuar negocios con el suelo, menos a cumplir con
la finalidad de un ejido”.
Si el gobierno no ha
intervenido jurídicamente es para evitar que el ejido vaya a pedir dinero,
“pero al final de cuentas el Gobierno del Estado va a responder a través de sus
entes jurídicos, eso es lo que va a pasar, para ello se elabora una
estrategia”, concluyó.
“Desde el momento en
que hay una resolución, presidencia somos ejidatarios, no es requisito para la
dotación tener vacas o tierras sembradas, como tampoco es requisito traer botas
y sombrero para tener derechos”, esgrimió Óscar Robles Santana, asesor del
Ejido Javier Rojo Gómez.
El abogado acepta
que sus representados están conscientes de la problemática social el hacer
valer su derecho a la posesión de las tierras, pero aún así no están dispuestos
a quitar el dedo del renglón en su lucha por hacerse de ese polígono.
Cuestionado sobre la
posibilidad de obtener una dotación de terreno distinta, en la que no se
afecten intereses de terceros, su respuesta fue categórica: “No le convendría
al ejido, no vamos a cambiar una zona urbana de alto valor por un cerro, sobre
todo en esta área donde no hay agricultura ni nada”.
La única forma de
dejar el pleito jurídico sería que el gobierno del Estado les remunerara el
valor de esas tierras, “así se lo hemos manifestado abiertamente, aunque no los
hemos ido a buscar”, aclaró.
Negó que de parte
del ejido haya presión hacia los colonos y amenazas de desalojo: “Solo en el
extremo que nos paguen la tierra, o no negocie (el gobierno) se va a proceder,
por eso les decimos págale al ejido y reclámale a INDIVI”, mencionó.
Sin embargo, subrayó
que el ejido no quiere llegar a esos extremos, demandar a cada habitante le
llevaría de 20 a 25 años, por lo que optan por esperar una respuesta del Estado
que les sea favorable.
“Le apostamos a la
cordura y reconocimiento del problema por parte del Gobierno del estado, si la
gente está alterada y presiona les decimos adelante, a nosotros eso nos ayuda
para tener un acercamiento con las autoridades, pero no lo promovemos”, acotó.
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