"LA PATRONA" YA ESTÁ AQUÍ

Pepe Solares/ El Diario de El Paso

Distrito Federal— Ser una patrona no es fácil, hay que ganarse el respeto y la lealtad de los que están alrededor, hay que trabajar duro y sacrificar lo que sea necesario para colocarse encima de todo y de todos y además hay que ser un poco cínica para salirse con la suya cada vez que se pueda. Eso y mucho más son algunas de las cosas que ha tenido que adoptar como parte de su vida diaria la actriz chihuahuense Aracely Arámbula que hoy debuta como protagonista en la telenovela de la cadena estadounidense Telemundo, ‘La Patrona’.

La ojiverde  concedió en días pasados una entrevista exclusiva a El Diario durante las grabaciones de la historia que la trae de regreso a la pantalla chica, su última aparición en un melodrama fue en el 2009, cuando estelarizó para Televisa el remake de ‘Corazón Salvaje’.

En la dramática historia de ‘La Patrona’, que se graba desde finales del pasado mes de octubre en locaciones naturales, que incluyen haciendas, bosques, minas y calles de Querétaro, Zacatecas y la Ciudad de México, Arámbula  interpreta a una mujer minera que trabaja en un ambiente hostil, dominado por hombres que además no la aceptan como parte de su equipo de trabajo y constantemente la acosan, humillan y agreden.

Y aunque haya tenido que sacrificar el glamour y enfrentar algunos de los desafíos más extremos a lo largo de su carrera, Gabriela Suárez es hasta hoy, el personaje que más ha enamorado a Aracely Arámbula desde el inicio de su carrera, declaró la actriz.

“Gabriela Suárez es sin duda el personaje más intenso que he interpretado, con mucho carácter, con una personalidad muy fuerte, estoy enamorada de ella”, dijo. “Y la verdad es que tenemos poco en común, ella es ruda, siempre está con botas y usando herramientas, yo soy muy femenina, me encantan los tacones y los aretitos, pero aún así, me identifico con ella y es por un detalle muy especial, ella también es madre y eso me ayuda a entender muchas de sus actitudes”, agregó.

A vencer el miedo

Otro desafío al que Aracely se ha tenido que enfrentar ha sido el de vencer sus miedos ya que durante las grabaciones se han realizado varias escenas dentro de una mina real a varios metros de profundidad, en la que el pánico por la claustrofobia no tardó en hacerse presente, entre el polvo, la oscuridad y una constante sensación de peligro, la actriz todavía tenía que realizar su trabajo y grabar su parte de la historia.

“Es realmente un trabajo muy duro, mis respetos para los mineros, ahora imagínate siendo mujer. Me tocó bajar hasta la parte más profunda de la mina y sí, llegué a sentir claustrofobia, estando dentro incluso me corté con una piedra porque son muy filosas, fue algo leve, pero todo esto estaba pasando justo cuando teníamos que grabar, así que o me concentraba en hacer mi trabajo o me dejaba vencer por el miedo”, comentó.

A pesar de tener que enfrentar arriesgados retos físicos, trabajar en inhóspitas locaciones en las que a veces tiene que aguantar bajas temperaturas y los maratónicos horarios de grabación de ‘La Patrona’, Aracely Arámbula dice que lo único que para ella en realidad representa un sacrificio, es dejar de ver por tantas horas a sus hijos.

“Esta novela y este papel me fascinan, porque son reales; no estamos todo el tiempo encerrados un set, y los escenarios no son cartón, pero eso complica la situación para que a veces mis hijos puedan acompañarme y los tengo que dejar de ver por mucho tiempo”, expresó la actriz.

“Como yo, Gabriela es una madre soltera; eso es algo que compartimos. Para ella y para mí es importante luchar por nuestros hijos. Lo más duro para una madre es querer estar con sus hijos y no poder hacerlo”, aseveró la mamá de Miguel y Daniel, de cinco y tres años, fruto de su relación con el cantante Luis Miguel.

Y a propósito de sus hijos, la actriz dice que a ambos les nota facultades artísticas y que no duda que en algún momento puedan mostrar interés por desarrollar su talento, pero que sólo será si ellos se lo piden, que los involucrará en actividades artísticas.

“De momento para mi lo más importante es que sean niños, ya si después quieren ser cantantes o actores, futbolistas, doctores o lo que sea, pues entonces yo los apoyaré”, puntualizó.

Agradecida y feliz

Sin titubear, Aracely dice estar en el mejor momento de su vida, plena, satisfecha, realizada y enamorada.

“Sólo puedo estar agradecida, la vida me ha dado de sobra y este momento sin duda es el mejor de mi vida, estoy feliz en mi trabajo, como mamá, en el amor, en mi familia, en fin, me siento muy bendecida y espero que eso se note en mi trabajo”, comentó la actriz que actualmente mantiene una relación sentimental con el protagonista de ‘Amores Verdaderos, Sebastián Rulli.

Dedicado a sus paisanos

Orgullosa de ser chihuahuense, Aracely Arámbula no dejó pasar la oportunidad para dedicar su trabajo a sus paisanos y mencionó además que se consideró grabar las escenas de la mina en este estado, pero que la ubicación era muy lejana para transportar al equipo de producción.

“Yo me siento muy orgullosa de ser chihuahuense, siempre que puedo lo digo y con ese mismo orgullo, hago mi trabajo para representar lo mejor que pueda a mi gente, así que espero que les guste y que lo disfruten mucho porque lo hago con todo el cariño para ellos”, dijo la actriz, quien además comentó que visita con mucha frecuencia su ciudad natal ya que todavía tiene familia ahi.

“Yo voy muy seguido a Chihuahua y Juárez, además de que me encantan los burritos, y bueno porqué negarlo, también me gusta ir de compras a El Paso, de hecho estas botas que traigo hoy, las compré allá”, dijo.

Sinópsis

Gabriela Suárez (Arámbula) es la única mujer que trabaja en la mina de oro que le da vida y nombre al pueblo de San Pedro del Oro.

Cuando el dueño mayoritario de la mina fallece, quien es amigo y protector de Gabriela y su padre, la mayoría de las acciones pasan a ser propiedad de su esposa, Antonia Guerra (Bach), conocida por todos como ‘La Patrona’.

Su hijo mayor Alejandro Beltrán (Pila) se ocupa de la mina y su encuentro con Gabriela va a ser una sucesión de enfrentamientos y atracción.