Le llovió candela a
la diputada panista que con un gesto
festivo o quizá nervioso, alienta la irritación social que de la calle brincó
al recinto parlamentario.
Héctor Froylán
Campos Macías
HERMOSILLO.- “¡Véanla. Es una traidora. Que
se devuelva al tianguis. Mírenla: qué calidad moral puede tener!.
Y a la panista Perla
Zuzuki Aguilar se le dibuja una leve sonrisa. Ese gesto festivo o quizá
nervioso, alienta la irritación social que de la calle brincó al recinto
parlamentario.
“¡No más impuestos!
¡No más impuestos!¡No más impuestos!”. Bajo ese ensordecedor coro irrumpió el
grupo de manifestantes desde el umbral del palacio Legislativo hasta el amplio
salón de comisiones donde la directiva de Diputación Permanente abrirá su
primera sesión del año.
Pero la legisladora
de Acción Nacional creyó tener la voz completa para encarar el escarnio.
Decenas de voces la maldicen. Una pancarta raya en la grosería, el insulto. El
malestar ciudadano cruza los límites de la decencia. No deja resquicio para el
decoro.
Y se ensaña con
quienes han decidido que, son ellos, los contribuyentes, los sonorenses, la
gente, quienes deben pagar los “platos rotos” del desorden financiero.
Zuzuki Aguilar está
encorvada sobre el micrófono. Estoica asume que fue una de las que votaron el
presupuesto donde se incluyó el cobro del impuesto a la tenencia vehicular.
“Pero estoy segura
de que cuando vean los resultados de lo que se va a hacer….”.
Hasta ahí llegó su
defensa. Una sonora bulla de los inconformes le arrebató su alegato.
Más allá del
mediodía, los diputados integrantes de la directiva congresista, parecen
congelados en sus sillones. Doña Perla, tiene los cachetes rojos. Acaso, José
Lorenzo Villegas Vázquez, rompe por un instante su pose seria, circunspecta. Es
hora de abrocharse los cordones de su zapato izquierdo.
Y el empalmense
Carlos Enrique Gómez Cota, el que más tarde aceptaría que fue uno de los firmó
el dictamen –el otro: el diputado presidente Próspero Ibarra Otero— que bajó al
pleno en la sesión del 13 de diciembre pasado, da cuenta del “cerro” de
correspondencia acumulado en estos días de asueto y de protestas citadinas y
caravanas vehiculares.
El perredista Carlos
Navarro López se abrió paso para buscar acomodo. Bajo el brazo lleva un lance
tan complicado como imposible: la iniciativa para derogar el impuesto que grava
la tenencia y uso de vehículos en Sonora. Le apodan COMUN. Pero su nombre
completo es Contribución al Fortalecimiento Municipal.
Y es que, la
propuesta luce improbable de prosperar porque, ningún panista –incluido
Villegas Vásquez, panista de cepa, actualmente asilado en el grupo
parlamentario de Nueva Alianza— está dispuesto a “dar marcha atrás”.
Pero el titular de
la Representación Parlamentaria del PRD explora otras vías jurídicas. Reveló
que el pasado lunes presentó un juicio de amparo ante los tribunales federales
para exigir se reponga el procedimiento legislativo. Alega que nunca se
discutió, ni se votó el resolutivo en la sesión de las comisiones unidas de
Hacienda. Ese hecho –arguyó— violentó sus derechos como legislador.
“El paquete
económico de este año no está legalmente aprobado”, advirtió Navarro López.
Cuajado en las lides de los movimientos populares, el diputado del PRD se siente mimado.
Aplauden su empeño.
Que no es otro que
el mismo que apremia el priista Humberto Jesús Robles Pompa, quien a punto de
concluir el encuentro le puso las banderillas a la plebe. El de Nogales atisbó
la oportunidad y aprovechó el escenario. Y vaquereó a ese grupo de ciudadanos
que ya no está dispuesto a seguir “agachando la cabeza”, como dijo la señora
Quintana.
“Vamos por dos
diputados que tengan la voluntad de derogar el impuesto a la tenencia”, instó
Robles Pompa cuando los panistas que lo flanquean –Perla Zuzuki y José Serrato
Castell— hicieron mutis a pesar de su ruego: “vean por el futuro, no por el
gobernador”, decía.
Y los gritos no
cesan, cuando el presidente del Congreso tomó la decisión de amainar lo que a
su juicio parecía más que una sencilla consulta, careo o emplazamiento, un
linchamiento público.
“¿Está a favor de
derogar la tenencia si o no?” –emplazaban hombres y mujeres que entre la
gritería apelaban, buscaban una salida que no encontraron.
“Se les acabó su
proyecto”, dijo uno de los manifestantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario