FOTO: NACHO RUIZ /CUARTOSCURO.COM
De los 35 países que integran
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México
ocupa la primera posición en muertes por arma de fuego, y la última en producto
interno bruto por habitante. Esto de acuerdo al análisis de la información
obtenida del Banco Mundial y de la Small Arms Survey.
Efectivamente, el listado
titulado “muertes por arma de fuego en países OCDE”, indica que en México
mueren por arma de fuego 86.5 personas por millón de habitantes, convirtiéndolo
en el país más letal en ese rubro y de los 35 que integran la OCDE. Otros tres
países resultan con un alto número de muertes por arma de fuego, pero ninguno
llega si quiera a la mitad de la estadística de México. Turquía ocupa la
segunda posición con 32.8 muertes por arma de fuego por cada millón de
habitantes, Estados Unidos 31.5 y Chile 20.9.
Respecto el producto interno
bruto por habitante (cuánto aporta cada habitante respecto la valoración
total), México ocupa el último sitio con 17 mil dólares, mientras los países
que le siguen en la estadística de mayor número de muertes por arma de fuego,
lo superan considerablemente: Chile 23 mil dólares, Turquía 25 mil, y Estados
Unidos 58 mil. El país con mayor producto interno bruto por habitante, en este
caso Luxemburgo con 102 mil dólares, es también uno de los que menores muertes
por arma de fuego registran, 1.7 personas muertas por arma de fuego por cada
millón de habitantes.
La relación entre bajos
ingresos y poca productividad contra altos índices de asesinatos por arma de
fuego es innegable ante la estadística oficial, argumentos que el gobierno de
la República Mexicana frecuentemente desoye.
En el sexenio de Enrique Peña
Nieto, hasta diciembre de 2017 en cinco años de administración, fueron
asesinadas 119 mil 561 personas. Aunque la cifra corresponde a datos oficiales
generados por el instituto nacional de estadística y geografía, o al sistema
nacional de seguridad, en la administración priísta se han encargado de
minimizar el tema una y otra vez desde el primer año en que los muertos se
fueron acumulando.
La misma información de OCDE
señala que los mexicanos –por lo menos en 2016- son los que más trabajan, un
promedio de 2 mil 255 horas al año, pero los que peores ingresos tienen, con
apenas 14.63 dólares, muy pero muy por debajo de la media de los 35 países, que
se ubica en los 50.21 dólares. Con todo ello, de manera sistemática, el
gobierno de Enrique Peña Nieto, y por cierto en su momento también la
secretaría de hacienda y crédito público dirigida por Antonio Meade, se ha
negado al incremento al salario mínimo, ya no digamos a la media delos países
de la OCDE, cuando menos a una cantidad que satisfaga las necesidades básicas
de los mexicanos.
Al tiempo en México existen
cada vez más células del narcotráfico y el crimen organizado, con más
narcomenudistas, distribuidores, sicarios. De los siete cárteles que había en
la década 2000-2010, hoy se cuentan más de diez (CJNG, de Sinaloa, Arellano,
Zetas, Caballeros, Familia, Beltrán, Golfo. Juárez, la Línea), y entre estos
unos 80 subgrupos delictivos que en estados como Baja California Sur, Colima,
Sinaloa, Guerrero, Tamaulipas, Baja California, sostienen guerras unos contra otros,
(los chapitos, los menchos, los rojos, los mayos, los teguripeños, y muchos
más).
El actual gobierno de México
encabezado por el priista Enrique Peña Nieto, no logró, ni combatir óptimamente
al narcotráfico y al crimen organizado, como tampoco tuvo éxito en el combate a
la pobreza. De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL), más de 53 millones de mexicanos continúan en la
pobreza. Y los estados que registran los mayores índices de pobreza son
precisamente aquellos administrados por gobernadores que han estado bajo la
sospecha de corrupción, el Estado de México con 8.2 millones de pobres, y el de
Veracruz con 5 millones de pobres, donde en el primero, el ex Gobernador
Eruviel Ávila de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación, desvió más
de mil 500 millones de pesos de recursos federales a distinto fin al
etiquetado, y en el segundo estado, pues el ex Gobernador Javier Duarte está en
prisión.
El México actual, el de Peña
Nieto, al mismo que contribuyó –de hecho en las últimas tres administraciones-
Antonio Meade, no tiene pues los mejores números. Respecto la paridad peso
dólar, a partir de 2012 cuando toma posesión el presidente y a la fecha, la
moneda mexicana ha sufrido una devaluación silenciosa y sostenida al pasar de
12.93 pesos por dólar, a 19.50 pesos por dólar este 2018, sin dejar de lado los
casi 22 pesos que llegó a costar cada billete estadounidense en 2017.
De acuerdo a las estadísticas
oficiales, los mexicanos ganan menos, los matan más, son más pobres, están
gobernados por corruptos, no les alcanza para comer, pagan más por servicios
(gasolina, energía eléctrica, gas), pero aun así hay quienes le apuestan al
continuismo. A las mismas políticas públicas que desde el gobierno federal nos han
llevado a ser, dentro de la OCDE, el país número uno con más muertes por cada
millón de habitantes, y el último, el de menor cifra en el producto interno
bruto por habitante.
Definitivamente el sexenio de
Enrique Peña Nieto pasará a la historia no solo como el más corrupto, también
como el que menos hizo por el desarrollo, el crecimiento, la productividad y la
prosperidad de los mexicanos. Ese será su legado, ahí para quien lo quiera
continuar a propósito de las elecciones.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS /
ADELA NAVARRO BELLO/JUEVES, 15 MARZO, 2018 12:33 PM)
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