El hacinamiento fue un tema que se
debatió durante la administración del alcalde Pablo Alejo López Núñez, cuando
se construyeron más de 50 mil viviendas, algunas de 35 m2. Residentes de la
zona noroeste viven encarcelados por la inseguridad, defendiéndose de robos y
narcomenudeo, relegados del gobierno que no presta servicios públicos
eficientes; las autoridades municipales implementan operativos en la zona que
no parecen ser suficientes para frenar la violencia
Ensenada.- Mientras la Procuraduría General de Justicia
del Estado (PGJE) invierte miles de pesos en tapiar viviendas abandonadas que
operan como “picaderos”, los consumidores de droga se burlan reabriendo con
pico y palas esas mismas casas.
Como ejemplo, en el
fraccionamiento Villas del Prado II, sobre la calle Paseo Pino Suárez, se
encuentra una casa protegida como parte del programa “Procuraduría en tu
Colonia”, en Ensenada, en el que han tapado una decena de propiedades en
distintas zonas consideradas conflictivas, sin embargo, la autoridad no da
seguimiento a las campañas.
“Esta casa la taparon porque
dentro se la pasaban los malandros drogándose hasta que vinieron a cerrarla,
pero después la gente la agarró de tiradero. Yo pago para que limpien, pero es
imposible, hasta perros muertos me dejan”, denunció un vecino, quien vio la
transformación de la propiedad que habitada a centro de vicio, cerrada por la
policía y ahora convertida como basurero.
Este es un ejemplo del
descuido, miseria, drogadicción e inseguridad en la que viven familias de los fraccionamientos de interés
social Villas del Prado, Villas del Cedro, El Roble y Encinos, quienes conviven
con líderes del narcomenudeo.
“El delincuente anda
libremente en las calles, se mete a las casas a pesar de que protegemos con
rejas las ventanas, puertas y ponemos cercos; ponemos todo lo que encontramos
para nuestra seguridad”, se quejó el señor Rubén, quien hace unos meses fue
víctima de la delincuencia cuando entraron a robar a su casa y lo dejaron sin
nada.
El común denominador entre
los residentes entrevistados por Semanario ZETA en esa zona, es que llaman al
911 para pedir intervención de la Policía Municipal, pero “nunca llegan” o
inspeccionan sin detenido.
Basta con recorrer los
barrios para constatar la situación precaria, donde los residentes evidencian
con seguridad en uno, otro y más supuestos, lugares considerados “tienditas”.
Pero las denuncias sobre la
venta de la droga más consumida, que es la heroína, no son fáciles, sino que
requieren de un procedimiento, “tenemos miedo, pero la policía sabe
perfectamente dónde están ubicados”.
Durante una entrevista con la
vecina del predio de la calle Ignacio Zaragoza, esquina con Pino Suárez, el mal
olor que sale de los desechos amontonados en la vivienda tapiada y usada de
nuevo como “picadero”, es insoportable.
“Nuestros hijos viven
encerrados, no salen a jugar. Cerramos ventanas y puertas; vivimos muy mal”,
describió la residente de Villas del Prado, quien aseguró que ha hecho llamadas
a Servicios Públicos Municipales, pero le piden que haga la denuncia
personalmente en Palacio Municipal.
MUNICIPALES DE ZONA NORTE HACEN LO QUE PUEDEN
Juan Francisco Chávez Ibarra,
subdirector operativo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM),
reconoció que es una zona conflictiva e informó que han trabajando en la
recuperación de espacios como parte de una campaña que emprendió esta
administración, como por ejemplo el de “Sendero seguro”.
Explicó que se trata de
mejorar el lugar por donde cruzan los niños para ir a la escuela, en el caso de
las Villas del Prado hay un cañón entre el fraccionamiento y escuela, el cual
fue rehabilitado para el tránsito de los menores.
Consideró que deben trabajar
en coordinación con los vecinos, pues es una zona prioritaria donde la Base de
Operaciones Mixtas (BOM) se concentra.
Defendió el trabajo realizado
en la zona, en coordinación con la PEP, Secretaría de Marina, Secretaría de la
Defensa Nacional (Sedena), donde se ha logrado asegurar a personas con orden de
aprehensión y que además traían consigo dosis de metanfetaminas.
“No vamos a bajar la guardia,
sobre todo en las Villas del Prado, Villas del Sol, Colonia 89, Encinos, pero
pedimos sensibilidad a los vecinos que trabajen con nosotros”, concluyó.
NI LOS OXXO QUIEREN ABRIR DE NOCHE
Las tiendas de conveniencia,
que por lo general funcionan las 24 horas del día, en las Villas cierran a las
10:00 de la noche, debido a la cantidad de asaltos a mano armada que se
registran en los negocios.
El martirio que viven los habitantes de El Roble se extiende hasta
el amanecer. No hay descanso y es en la madrugada cuando más ruido se escucha:
“rechifla, música, gritos, peleas, disparos; es el pan de cada noche”, señalan
los vecinos.
“Las familias vivimos
encarceladas por indiscriminados asentamientos de tienditas de ICE que provoca
delincuencia y robos a casa habitación, mientras que las autoridades los dejan
trabajar impunemente a todas horas”, se quejó una habitante.
Otro caso de una madre
soltera con dos menores platicó, mientras señalaba los montones de desechos que
todos los días amanecen en su patio, “tengo que tener todo cerrado por mis
hijos”.
Además, “aquí hay mucho
malandro y hay que aprender a vivir con eso, tan solo anoche, cuando iba a
trabajar, dos tipos me iban a asaltar en la puerta de mi casa, pero me llegó el
taxi, se bajó y los corrió”, respondió la mujer que labora desde las 04:00 de
la mañana en una empresa maquiladora, como muchas otras vecinas de la zona.
Ella sale por la mañana y ve
a la gente drogándose. “Aquí en la
mañana están los muchachos con el foco, eso es de uno; el olor a mariguana es
algo cotidiano. La verdad, uno aprende a vivir con eso, aunque mi infancia no
haya sido así”, recordó.
“Antes podías salir a la
calle, aquí ya no se puede, es una correteadera de malandros, no queda de otra
que vivir dentro”.
LA PEP TIENE MAYOR PRESENCIA
El pasado miércoles 1 de
noviembre, precisamente en la Avenida Guadalupe Victoria de Villas del Prado,
un hombre que estaba bajo los influjos de la droga, con tres armas en su poder,
se atrincheró dentro de su vivienda y desde ahí amenazaba con matar a su esposa
e hijo, para después suicidarse. La Policía Estatal Preventiva (PEP) implementó
un operativo para rescatar primero al menor y después a la mujer.
Se trata de Joel “N”, de 39
años de edad, originario de Guadalajara, Jalisco, quien por voluntad propia
entregó a la autoridad las siguientes armas: un revólver calibre .357
milímetros, un arma corta calibre 9 milímetros, tres cartuchos 9 milímetros,
así como un cargador con nueve cartuchos .357 milímetros.
Tan solo en octubre hubo al
menos diez detenciones en esa zona, por parte de la policía estatal, todos
portaban armas, a los que también se les atribuyeron cargos de robo equiparado
y droga.
IP HIZO MILLONES CON CASAS DE INTERÉS
Durante 2017 se han
registrado cinco homicidios con arma de fuego en la zona de Villas del Roble,
Villas del Prado y Libramiento. Según Estadísticas del Consejo Ciudadanos de
Seguridad Pública del Estado (CCSPE), la zona norte es un foco rojo donde hay
todo tipo de robos a casa habitación, comercio y vehículo, con y sin violencia.
Antecedentes periodísticos de
comunidades refieren que en 2007 iniciaron los planes para la construcción de
al menos 50 mil nichos habitacionales de interés social en la zona Noroeste y
Sur del municipio, todos desarrollados por empresarios desarrolladores.
Pero los altos costos de las
casas, sumado a los intereses por parte del Instituto del Fondo Nacional de
Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), provocaron que un alto porcentaje
de éstas no se terminaran de pagar, las deshabitaron y ahora son un peligro.
Los fraccionamientos no están
debidamente entregados al Ayuntamiento, por lo que el servicio público es
deficiente, sobre todo porque no hay áreas de esparcimiento. El hacinamiento
fue un tema que se debatió en el gobierno del alcalde Pablo Alejo López Núñez,
por las consecuencias sociales y para esto no hay fianza que valga.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / LORENA LAMAS
/LUNES, 27 NOVIEMBRE, 2017 12:00 PM)
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