Foto: Manuel Ayala
Pese
a que directivos del Servicio Médico Forense manifiestan que en las
instalaciones en Tijuana se trabaja sin problema y de forma regular,
trabajadores de dicha institución y de funerarias contradicen tal versión;
aseguran que ahí “no se dan abasto”, sobre todo por la ola de violencia que se
vive en la ciudad, aunado a que a los refrigeradores les falta mantenimiento,
provocando que los cuerpos se descompongan de forma muy rápida y después no
sirvan para su identificación
Cuerpos
apilados en mesas porque no alcanzan los espacios para su refrigeración,
líquidos y fluidos que se esparcen por los pasillos, un olor fétido que se
impregna en cuanto las personas se acercan a la recepción y una gran cantidad
de cuerpos no reconocidos y enviados a la fosa común, es la manera en que
trabajadores describen las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo),
derivado principalmente de la intensa ola de violencia que se vive a diario en
la ciudad.
Violencia
que hasta el jueves 7 de septiembre había dejado mil 108 personas asesinadas, según la
Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), cuerpos que conforme ha
pasado el tiempo, se han estado acumulando en las instalaciones, debido a que
solamente se cuenta con capacidad para 120 cuerpos debidamente instalados en
refrigeración para mantenerlos estables para su futuro reconocimiento.
En
estas circunstancias “no se está dando el ancho”, como bien señaló a ZETA el
trabajador de una funeraria que lleva más de 30 años en el oficio y 25
laborando directamente con el Semefo. El hombre, quien prefirió el anonimato,
agregó que parte del problema se agrava debido a que también “hace falta
personal, los refrigeradores no sirven del todo y el Ministerio Público está
tardando mucho para liberar los cuerpos”.
TERCERA OCASIÓN QUE SUFREN DE
ACUMULACIÓN, SEGUNDA EN EL AÑO
Esta
es la tercera ocasión que se presenta una acumulación de cuerpos, como bien
señalaron los trabajadores, la primera se dio en los años noventa, de la cual
no existe demasiado antecedente, pero la más reciente fue en enero del presente
año, la cual se dio a consecuencia que diciembre de 2016 fue el mes más
violento, con 112 víctimas, y a que el propio Ministerio Público cambió las
formas y requisitos para liberar los cuerpos que se reclaman.
Sobre
esa situación, ZETA reportó el 20 de enero la denuncia de algunos familiares
porque en el lugar había un “problema de insalubridad en las instalaciones”,
puesto que se habían acumulado los cuerpos y estos no estaban siendo entregados
a los familiares que los reclamaban, incluso se mencionó que algunos de estos
familiares inconformes llevaban más de tres días esperando las liberaciones,
debido a que eran muchos los cadáveres, en reclamo a que no se estaban dando
abasto.
Sobre
esa ocasión, el propio Poder Judicial de Baja California aceptó que “debido a
la gran cantidad de cuerpos que se recibieron en las instalaciones durante
diciembre de 2016, los trabajos propios de la institución se habían acumulado”,
situación que los orilló a llevar personal de otras delegaciones de Semefo en
la entidad para que les ayudaran con los trabajos, sobre todo con los trámites
correspondientes para destinar cuerpos no reclamados a la fosa común.
INCREMENTA LA VIOLENCIA, INCREMENTAN LOS
CUERPOS DE LAS VÍCTIMAS
Sin
embargo, esta situación se pudo solventar durante algunos meses gracias a que
llegó una nueva persona encargada precisamente de los trámites para enviar los
cuerpos no reclamados a la fosa común, pero conforme se fue agravando la
situación de violencia en la ciudad, las víctimas fueron incrementando y por
ende los cuerpos se han venido acumulado y saturando la capacidad del Semefo.
Incluso
se ha contratado a dos médicos legistas más (antes había nueve, ahora son once)
para poder solventar la carga de trabajo, como lo hizo saber a ZETA el doctor
César Raúl González Vaca, coordinador general del Semefo en el Estado, ya que
son estos quienes se encargan de hacer las autopsias y los reconocimientos de
los cuerpos que ingresan.
CUERPOS EN EL PISO DE SEMEFO TIJUANA
El
coordinador aceptó que han tenido un incremento en la recepción de cuerpos con
relación a años pasados, sobre todo de aquellos que ingresan con heridas de
arma de fuego, pero no proporcionó una cifra porque el Servicio Médico Forense
no contabiliza los cuerpos como tal, sino que la Procuraduría General de
Justicia del Estado (PGJE) se encarga de determinar si algunos fueron por
suicidio, por homicidio o de forma accidental, aunque reiteró que han tenido un
incremento significativo en ese sentido.
A
pesar de que el trabajador de la funeraria confió a este Semanario que los 120
espacios en refrigeración están llenos y hay mesas con cuerpos apilados
constantemente, el doctor González Vaca refirió que por ahora sí andan al
límite, pero solamente con 100 y 120 cuerpos, cantidad que varía de acuerdo a
las salidas y entradas que se presentan.
MINISTERIO PÚBLICO RETRASA LIBERACIÓN DE
CUERPOS
El
trabajador de la funeraria acusa que otro de los problemas es que el Ministerio
Público genera esta situación porque retrasa y complica la liberación de los
cuerpos, lo sabe bien porque desde hace 25 años trabaja haciendo lo mismo y
recorre día con día las entrañas del Semefo porque la PGJE tiene un convenio
con las funerarias para que realicen labor de levantar los cuerpos del área
donde se encuentren y llevarlos al Forense.
Situación
que el doctor González Vaca parece compartir cuando señala que es precisamente
durante el trámite de la liberación de cuerpos donde llegan a trabarse un poco,
al estar a expensas del propio Ministerio Público.
El
proceso se activa una vez que ingresa el cuerpo a sus instalaciones,
posteriormente el Ministerio Público les hace llegar un oficio para
solicitarles si se va a hacer autopsia o reconocimiento del mismo, ya que se
realizan esos trámites, pasa la familia para identificar el cuerpo mediante
fotografías, o si quieren hacerlo con el cuerpo presente; una vez que se
reconoce, se manda un oficio a la PGJE para que emita la carta de liberación.
Cuando
un cuerpo no se identifica, se dejan pasar 15 días, que es lo que establece la
Ley, y se envía una lista al Ministerio Público para informarles que ya tienen
más de 15 días y no han sido reclamados, son ellos quienes le dicen al Semefo
“cuál sí y cuál no se manda a fosa común”, ambas situaciones provocan que
algunos cuerpos se quedan un periodo más, algunos porque siguen bajo
investigación.
Es
en este paso, el coordinador general refiere que “a veces nos trabamos un poco
porque estamos a expensas de ellos”, además, porque en los trámites para fosa
común participan diversas instancias como Panteón Municipal, Regulación
Sanitaria, Registro Civil, PGJE, DIF, Semefo, entre otros.
De
todos los cuerpos que se mandan a la fosa común se hace un libro de registro,
es decir, la procuraduría toma muestras de restos óseos y el Semefo de
fotografías con todas las señas particulares de los cuerpos, para que las
personas que tengan algún familiar desaparecido puedan ir a corroborar y, si
identifican el cuerpo, se les dice dónde está enterrado, por si desearan
exhumarlo.
Al
momento se han ido 581 cuerpos a la fosa común porque no se identificaron o
aunque lo hicieron, muchos no fueron reclamados porque “no les interesa”,
compartió el coordinador, sin embargo el empleado de la funeraria dice que
fácilmente han salido unos 900 cuerpos directamente para la fosa, es decir, un
promedio de 100 por mes, según sus cálculos.
Un
porcentaje que jamás había visto en los más de 20 años que lleva trabajando
ahí, situación que en los casos que corresponden a cuerpos por homicidio, los
familiares ya no los reclaman por miedo o lo hacen una vez que llegaron a la
fosa común para no levantar sospechas de los rivales y así evitarse alguna
consecuencia.
CUERPOS EN DESCOMPOSICIÓN,
REFRIGERADORES SIN MANTENIMIENTO
El
hecho de que los cuerpos no se liberen de manera más rápida, provoca también la
acumulación y, refiere el empleado de la
funeraria, los refrigeradores que tienen en las instalaciones no funcionan
adecuadamente, les falta mantenimiento y no se dan abasto con todo ello.
Aunado
a que los cuerpos que se quedan afuera se descomponen en tres o cuatro
días, los que se quedan durante más
tiempo se “queman”, es decir, que se ponen negros por tanta refrigeración y ya
después no son tan fáciles de identificar por los familiares, quienes los dejan
porque no están seguros de que se trate de su ser querido.
Al
respecto, el coordinador general reiteró que cuatro refrigeradores están
cumpliendo un “uso rudo” durante las 24 horas los 365 días del año, por lo
tanto, sí requieren un mantenimiento constante, y Servicios Generales del Poder
Judicial siempre está al pendiente de cuando lo necesitan.
“Lo
que pasa es que cada refrigerador tiene dos motores y a veces se descompone uno
de ellos y comienza a subir la temperatura. Para mantener un cuerpo en estado
de conservación debe estar el refrigerador entre 3 y 5 grados Centígrados, hay
ocasiones que llegan a los 12 grados y es cuando llegan a presentarse los malos
olores en el lugar”, justificó.
Sin
embargo, también es imposible evitarse ello por las condiciones climáticas de
cada localidad, en este caso puede influir que los cuerpos se descompongan
prontamente por el calor, cosa que en otros lugares del país se tarda mucho,
pero han estado al pendiente de todas estas situaciones, como el hecho de que
no cierren bien las puertas y demás.
Defiende
que tiene que ver porque obviamente para eso de la refrigeración se requiere de
un mantenimiento y es muy costoso, por ello tienen que estar muy al pendiente
porque en cualquier momento algo puede suceder y le tienen que dar la solución
lo más rápido posible para no tener las instalaciones insalubres con el olor
fétido que provoca.
Para
evaluar dicha situación, durante dos semanas se hizo la petición al personal
correspondiente del Poder Judicial para hacer un recorrido en las instalaciones
y comprobar que el funcionamiento fuera adecuado, sin embargo, nunca se
respondió a dicha solicitud a pesar de las constantes llamadas y mensajes.
AUN ASÍ, BUSCAN ACREDITACIÓN COMO UNO DE
LOS MEJORES
El
doctor González Vaca agregó que actualmente están en constante actualización
del personal y siendo evaluados por un programa estadounidense para su
posterior acreditación; en tal valoración, el Semefo Tijuana salió como el
segundo mejor calificado en ese sentido, después del de Mexicali.
“Ahorita
estamos funcionando bien, sí tenemos necesidades como cualquier Semefo del
país, pero creo que se han estado solventando de manera satisfactoria todas
estas necesidades y se ha estado haciendo el trabajo de manera adecuada”,
manifestó.
Pero
el empleado de la funeraria remató que más allá de lo que se diga, “los
gusanos, los fluidos derramados en el suelo y los olores fétidos jamás se van a
terminar”, sobre todo si no se da un buen mantenimiento tanto a los
refrigeradores como a las instalaciones.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA /
MANUEL AYALA /LUNES, 11 SEPTIEMBRE, 2017 12:00 PM)
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