Foto:
Antonio de Jesús Cervantes G.
Más
de 7 mil residentes ahora en refugios temporales, tres puentes caídos, cientos
de casas y edificios destruidos, es el saldo de la destrucción que dejó
“Lidia”, evidenciando a su paso la mala calidad y la corrupción en la obra
pública en la entidad. “No puede ser que tenga dos, tres meses una obra y llega
una tormenta y nos la tumba”, dijo a ZETA Tito Guillermo Fenech Cardoza,
presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de la República Mexicana
“En
esas afectaciones en Los Cabos vemos dos cosas: en cuanto a la obra privada,
vemos al amparo de permisos que se le concedieron en zona de riesgo, vemos un
problema grave, no sabemos de corrupción, los beneficios que haya obtenido.
Hubo afectaciones en obra pública como puentes y carreteras, habrá que ver cómo
se realizaron los cálculos, las avenidas de agua, es difícil determinar,
cierto, pero nosotros como ingenieros si recibimos una educación de que hay un
retorno de lluvias cada determinado tiempo y todo se debe hacer un cálculo”,
denunció Jorge Moore, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la
Construcción (CMIC), sobre los estragos del huracán “Lidia” en la región,
destapando serias omisiones, complicidades y hasta un brote de impunidad y
corrupción reflejadas en la ola de irregularidades en obras de construcción
pública y privada.
“Hacemos
un llamado a las empresas para que usen su código de ética para construir, no
jugar con el patrimonio y las vidas de las personas que ahí están”, exhortó
Moore.
Se
trata de dos casos distintos, entre estos el de Proyectos Inmobiliarios de
Culiacán, SA de CV (Homex), con dos construcciones en zona de alto riesgo, un
desarrollo inmobiliario en Chulavista, Cabo San Lucas; por otro lado, el del
fraccionamiento Puerto Nuevo en San José del Cabo, ambos en Los Cabos.
En
el ámbito público, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) con la
construcción del Puente Santa Anita o San Lázaro en el Kilómetro 45 de La Paz a
San José del Cabo; y la construcción de puentes en la autopista de San José del
Cabo al Aeropuerto Internacional, a cargo de Caminos y Puentes Federales
(Capufe) de la SCT.
Retomando
el caso de obra pública, de entrada la institución reconoce y justifica la obra
mal hecha: “Se vio cómo el cauce de los arroyos se amplió considerablemente”,
justificó Ricardo García, subdirector de Obras de la SCT en Baja California
Sur.
Lo
que no se justifica, es que la obra que costó 2 mil 500 millones de pesos y
38.7 kilómetros de longitud, en beneficio de 238 mil personas de La Paz y Los
Cabos, hoy se encuentra tirada, disfuncional y deben aplicarse sanciones al
respecto.
Con
bombo y platillo, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, cantó la
inauguración de la obra el 4 de noviembre de 2015, y a menos de dos años, quedó destruida por la
mala planeación y los malos cálculos.
“Estos
puentes del libramiento fueron construidos, bueno, se inauguró el libramiento
en 2015, se construyeron entre 2012 y 2015 porque tuvo una duración bastante
larguita la construcción, su tiempo de vida es de 50 años, es lo que da. Sin
embargo, las estructuras ahí están, lo que se fue es el terraplén, también
dentro de los estudios que están haciendo ellos, es construir unos claros
adicionales para que esto no vuelva a ocurrir”, refirió el subdirector de Obras
de la institución.
Empresas
establecidas en zonas de riesgo o cauces y escurrimientos fueron afectadas en
su totalidad por la descarga de agua de más de 750 milímetros en 24 horas.
“El
Santa Anita se está construyendo el terraplén para restituir el tránsito, ese
es en la (Carretera) Transpeninsular, en el Kilómetro 45, quedará en tres o
cuatro días; los puentes que se dañaron en la autopista están siendo atendidos
por Capufe, pero igual no fueron estructuras que se hayan caído, sino que
fueron terraplenes que se llevó la magnitud de la corriente que circuló por los
arroyos”, dijo Ricardo García.
El
problema es el mismo, pues “eso nos lleva a revisar nuestra metodología de
diseño, y no irnos al mínimo o al extremo, que ahorita estamos en el mínimo por
economizar, y sí plantearnos esos retornos extraordinarios que estamos viendo
en los fenómenos naturales y tomarlos en consideración en las obras”, denunció
Tito Guillermo Fenech Cardoza, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de
la República Mexicana.
Para
el Ejecutivo nacional es muy fácil justificar que las obras cuentan con seguro
y se reconstruirán, pero se harán con recurso público, además, la competencia
tiene retenido el tráfico vehicular en cierta medida.
“No
puede ser que tenga dos, tres meses una obra y llega una tormenta y nos la
tumba, tenemos que ponernos a pensar, van a decir algunos, ‘bueno, no importa,
tiene un seguro esa obra’; pues sí tiene un seguro esa obra, pero el seguro
también es pagado con el recurso público y los tiempos de recuperación de esa
obra. Tenemos que optimizar esos recursos y plantearnos esos modelos de diseño
para actualizarlos y tener una obra más segura, sin llegar a una obra demasiado
robusta y respetar los cauces de arroyos y zonas federales”, afirmó Tito
Fenech.
AUTORIDAD PUSO A LA POBLACIÓN EN RIESGO
“A
las mamás y los niños los tenían en un edificio, pero ya después que vieron que
el edificio cayó, los muchachos buscaron departamentos de allá solos, eran
muchachos de aquí de los edificios, como vieron cómo estuvo, ellos empezaron a
sacar a la gente, ya cuando se cayó el edificio agarraron a las señoras y se
las llevaron para arriba. En cuanto vieron que se cayó empezaron a hablar para
que vinieran a ayudar”, recuerda Jessie Mariel, una de las tantas madres que
vieron de cerca el peligro, tras caerse los condominios de Chulavista donde
vivían.
Unidades
habitacionales fueron arrancadas por completo en colonias como Puerto Nuevo en
San José del Cabo, y Chulavista en Cabo San Lucas.
Se
trató de dos edificios de cuatro plantas que la fuerza de los arroyos derribó,
los conjuntos habitacionales se encuentran en zona de riesgo, según revelaron
estudios que hicieran autoridades, incluso “se ha recibido una denuncia en
contra de una de las empresas que pusieron en riesgo a los habitantes”, expresó
Erasmo Palemón Alamilla Villeda, procurador general de Justicia en el Estado.
“Estaba
viviendo ahí, pero ya estoy buscando un lugar más por otro lado, yo digo, si
sigue lloviendo y vuelve a pasar algo más, se vuelve a comer más, se va a caer
aquel; y de hecho aquí intentaron arreglar varias veces, pero mire, nomás no”,
reconoció la ciudadana Jessie.
Toneladas
de ayuda se han movilizado a Los Cabos y el resto de los municipios por las
graves afectaciones de la poderosa “Lidia”.
Vecinos
del Fraccionamiento Puerto Nuevo en San José del Cabo, manifestaron la pronta
intervención del gobernador Carlos
Mendoza Davis en contra de la empresa Proyectos Inmobiliarios de Culiacán, SA
de CV, derivado a la compraventa donde fueron timadas y expuestas las familias,
las cuales colgaron mantas contra la empresa, exigiendo la intervención
gubernamental:
“SR. GOBERNADOR LOS VECINOS DE ‘PUERTO
NUEVO’ FUIMOS ENGAÑADOS Y DEFRAUDADOS POR HOMEX Y LOS QUE AUTORIZARON ESTE
PROYECTO, EXIGIMOS REUBICACIÓN Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES”.
Las
familias afectadas reclaman el castigo de los responsables de facilitar la
construcción de conjuntos habitacionales en zonas de riesgo, y que de no ser
por algunos ciudadanos, hoy se podría estar hablando de decenas de muertos tras
la caída de edificios.
“Estaba
construido el arroyo, pero con las mismas lluvias se empezó a llevar. Pero con
las lluvias anteriores, desde antes porque no hicieron caso, la gente desde
‘Odile’ pidió reubicación”, informó Jessie Mariel.
Situación
que podría incurrir en imputaciones directas a la empresa Homex, o bien,
autoridades como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), debido a que no se
revisó que el bordo de contención estuviese bien construido y apartado de la
zona federal y de riesgo.
Por
otro lado, la construcción se hizo durante el mandato de Narciso Agúndez
Montaño como gobernador de Baja California Sur (2005-2011), quien operaba con
el denominado Grupo Los Cabos, conformado por políticos y empresarios de la
zona; la autorización del cambio de uso de suelo estuvo a cargo del X
Ayuntamiento de Los Cabos, encabezado por René Núñez Cosío, quien votó en
contra y solicitó en su momento que dicho punto se sacara de la orden del día,
pero el Cabildo negó la petición.
La
votación por el desarrollo en Puerto Nuevo quedó establecida bajo la
certificación 0179, número de acta de sesión 23 ordinaria, con fecha 04/6/2009.
El resultado fue:
* Presidente municipal Óscar René Núñez
Cosío, en contra.
* Síndico municipal José Manuel Curiel
Castro, a favor.
* Primer regidor Enrique Pascual Navarro
Barajas, a favor.
* Segundo regidor Gildardo Rodríguez
Quiñónez, a favor.
* Tercer regidor Carlos Julio Miranda
López, en contra.
* Cuarta regidora Nélida Dolores de
Martina Alfaro Rosas, a favor.
* Quinto regidor Jaime Camacho Castillo,
a favor.
* Sexto regidor Gustavo Castro Sánchez,
a favor.
* Séptimo regidor Guillermo Sández
Puppo, abstención.
* Octavo regidor Felipe Ortiz Cruz, a
favor.
* Noveno regidor Héctor Aragón Agúndez,
a favor.
* Décimo regidor Maximino Alejandro
Fernández Ávila, a favor.
* Décimo primer regidor José Antonio
Gutiérrez Sarmiento, a favor.
La
votación por el desarrollo en Chulavista quedó establecida bajo la
certificación 0180; número de acta de sesión 23 ordinaria, con fecha 04/6/2009;
el resultado fue el mismo.
Incluso,
el Cabildo de René Núñez fue señalado en varias ocasiones, sobre todo hacia el
“primer regidor Enrique Pascual Navarro Barajas, como la persona que ha
amenazado y presionado por diferentes medios a servidores públicos para
autorizar una fusión de lotes en la marina de Cabo San Lucas para favorecer a
Homex, y no solo eso, muchos otros proyectos donde asoman la cabeza muchos del
corrupto Grupo Los Cabos que habrían de encabezar los Agúndez Montaño”, señaló
una fuente a ZETA.
Vecinos
de Chulavista demandaron la intervención del gobernador de BCS, Carlos Mendoza
Davis ante la imprudencia de la empresa “HOMEX” por construir en zona de alto
riesgo.
Leticia
Camargo, habitante de dichos condominios, denunció que “supuestamente es un
condominio, en residencial, condominio, te lo venden a un súper precio, súper
caro, doble, tres precios más de lo normal, y no hay nada de eso. Es un
edificio en zona de alto riesgo, muchísimo riesgo. No debieron haber autorizado
primeramente la construcción, tanto Infonavit, tanto las autoridades local,
estatal y nacional”, lanzó.
Los
predios son los siguientes: Chulavista consiste en una parcela ejidal número
276 Z8 P1/1, ubicada en el Ejido Cabo San Lucas, municipio de Los Cabos, Baja
California Sur, con una superficie de tierra disponible de 703 mil 668.43
metros cuadrados, en la que se pretende construir viviendas para personas que
ganan menos de cuatro salarios mínimos; contempla 120 viviendas por hectárea y
condominios de tres, cuatro y cinco niveles.
En
Puerto Nuevo, con un millón 446 mil 158.4 metros cuadrados, dichas parcelas se
ubican a dos kilómetros del Aeropuerto Internacional de San José del Cabo,
colindando con las colonias Ampliación Zacatal, Vista Hermosa y San José Viejo;
el mismo número de viviendas y condominios.
Una
vez aprobados los cambios de uso de suelo y licencias de construcción, para que
las construcciones se llevaran a cabo tenían que cumplir requerimientos en
otras instancias, como la Comisión Nacional del Agua (Conagua); Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); Comisión Federal de
Electricidad (CFE); Secretaría de Planeación Urbana, Infraestructura y Ecología
(SEPUIE); Organismo Operador Municipal de Agua Potable y Alcantarillado del
Municipio de Los Cabos; Dirección de Protección Civil Municipal; así como la
Dirección General de Planeación, Desarrollo Urbano y Ecología de Los Cabos.
Incluso
el propio gobernador en turno, Narciso Agúndez Montaño, pudo vetar el
resolutivo al “no publicarlo en la Gaceta Oficial del Estado”, pero fue omiso.
Tantos
seguros, tantas instituciones, tantos trámites pudieron impedir dicha atrocidad
y se hicieron de oídos sordos, algunos fueron cómplices por recibir un estímulo
económico.
Cabe
destacar que la empresa Construcciones Lizárraga, SA de CV fue subcontratada
por Homex para llevar a cabo los trabajos de urbanización de Puerto Nuevo y
Chulavista, entre estos los bordos de contención realizados en 2010.
Tito
Fenech, del Colegio de Ingenieros
Civiles en Los Cabos, indicó que se hicieron las observaciones al Cabildo del X
Ayuntamiento de Los Cabos, las cuales fueron ignoradas por algunos.
“Como
Colegio de la sección de Los Cabos, tengo los reportes de los ingenieros que
participaron, incluso en algunas reuniones técnicas, donde el Ayuntamiento se
negaba a recibir esos edificios y consultaba técnicamente al Colegio, y donde
se le instruyó a la empresa construir la obra de protección y no fue satisfactorio
lo que hicieron, el Colegio de Ingenieros Civiles de Los Cabos lo revisó y
solicitó una tercera opinión a un especialista en hidrología, las llamadas de
atención se hicieron y el Ayuntamiento no quiso hacer caso y hoy vemos lo que
sucedió”, externó.
Para
la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana, el
problema reside en que “no respetamos por invasiones que nosotros mismos
generamos, pues tenemos estas desgracias que hoy tenemos. La recomendación en
Baja California Sur y todo el país, es que tenemos una Ley muy marcada, tenemos
una Ley de Protección Civil muy clara, tenemos una Ley de Aguas Nacionales que
no deja en ambigüedad lo que es una zona federal, una zona de cauce, esas zonas
de amortiguamiento en caso de que las obras de protección fallen, esa área de
amortiguamiento es en caso de que falle la obra de protección y no lo estamos
haciendo”, refirió Tito Guillermo.
Lo
malo de todo el desarrollo de Los Cabos es que se permite la construcción en
zonas de alto riesgo por inundación, ya que “dan ‘mordidas’ para construir y
las consecuencias hoy se ven”, refirió un experto consultado y actualmente en
labores municipales.
Casos
antiguos como el Hotel Riu Palace, Riu Santa Fe y Villas del Palmar en Cabo San
Lucas, Country Club, Plaza San Lucas, supermercado Walmart, así como el
corredor de hoteles y negocios Villa Peñasco, Hotel Club Cabo Inn, banco HSBC y
el centro de servicios Bridgestone.
Además
de los negocios conocidos como City Express y la agencia Chevrolet, estos
fueron autorizados para colocarse en zonas de riesgo en la pasada
administración de Antonio Agúndez Montaño.
La
fuerza de los arroyos destruyó las vías de comunicación entre colonias de San
José del Cabo, dejando incomunicadas gran parte de las colonias.
“Y
lo estamos permitiendo todos, desde la autoridad que da el visto bueno, que da
una autorización condicionada. Tenemos bastantes obras con afectaciones
materiales y algunas pérdidas humanas por desgracia, no tengo los datos
completos, pero sí debemos tener consecuencias, hay responsables de estas obras
públicas y privadas”, finalizó.
La
Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), informó a ZETA que “se
cuentan con diez denuncias interpuestas en contra de una empresa que expuso a
la ciudadanía con obras en zonas de riesgo y que están en investigación”.
PEÑA IGNORÓ EL PROBLEMA POTENCIAL DE LOS
CABOS
“Ya
algunos están obstruidos, algunos con los rellenos de las mismas empresas o
algunos vecinos que hecho estos cauces estén más estrechos, y eso puede
repercutir que el cauce sea más estrecho, en que el tirante de agua pueda subir
y afectar a poblaciones que en otras épocas no les pudieran haber afectado.
Estos rellenos o materiales que han colocado, son importantes, incluso hemos
detectado materiales que se han instalado con altura de hasta dos metros, son
rellenos que han querido ganarle al cauce con volúmenes importantes, esto no se
debe hacer porque obstruye el escurrimiento”, comentó a ZETA Luis Alfonso
Martínez Plata, director local de la Conagua.
Antes
del impacto de “Lidia”, la Comisión Nacional del Agua ya conocía dos factores
importantes para salvar vidas y evitar una tragedia:
* Se venía un fenómeno fuera de lo
normal, con capacidad destructiva de arrasar con todo a su paso; la lluvia
superaría los registros en la historia.
* Los arroyos estaban taponados y nada
se hizo para liberarlos.
Incluso
en la visita que hiciera Enrique Peña Nieto en 2014 por el paso del huracán
“Odile”, catalogado como el peor desastre energético en la historia, dijo que
atendería el grave problema de invasiones y de zonas irregulares.
“He
instruido no solo a ellos, sino también que entremos a la atención de un
problema que se vivía particularmente en esta región de Los Cabos de tener
viviendas en zonas irregulares, en zonas de alta vulnerabilidad”, situación que
según el mandatario, “debería quedar resuelta para evitar futuras tragedias”.
Desde
entonces se conocía la gravedad de la situación por la que atravesaba Los Cabos
en cuanto a invasiones.
Días
previos, se sabía de la situación que prevalecía, decenas de colonias
instaladas en zonas de riesgo y no solo eso: empresas, construcciones y
negocios, incluso conjuntos habitacionales, todo fue ignorado.
“El
lunes (28 de agosto, 2017) recorrimos arroyos como Salto Seco de la parte baja
y la alta, también hemos estado en el Vado de Santa Rosa, El Zacatal, inclusive
en las lluvias pasadas (sábado 26 de agosto, 44 milímetros por tromba) en el
Arroyo de El Zacatal, se estaban llevando vehículos”, informó el director local
de la Conagua.
Antes
que “Lidia” desatara su furia sobre Los Cabos, el problema ya se conocía,
incluso desde “Odile”, tanto así que de nuevo Enrique Peña Nieto volvió a
comprometerse a reubicar a las familias en zona de riesgo.
Los
puntos detectados y que siempre han sabido que se encuentran en zona federal y
de riesgo, son el Arroyo San José parte alta y baja, Arroyo Salto Seco, Arroyo
El Saltito, Vado Santa Rosa y el cauce de El Zacatal, este último, uno de los
más riesgosos, debido a que no respeta el flujo natural.
Mientras
que las colonias susceptibles a inundaciones y desbordamiento de cauces de
arroyo en San José del Cabo, son la parte sur de Santa Anita, San Bernabé,
Arroyo Zacatal, Vado Santa Rosa, Cañada de los Perros, El Tildillo y La Choya.
En
Cabo San Lucas se contabiliza un mayor número: Lagunitas I y II, Lagunitas
Premier, La Esperanza, Los Cangrejos parte sur, Caribe Bajó y la invasión; toda
la zona de Arroyo Salto Seco, colonia Tierra y Libertad, Ampliación Progreso,4
de Marzo, Lomas del Sol, Los Venados y la parte oriente de Miramar.
Además,
con el taponeo de los cauces de arroyo, también fueron afectadas colonias que
no se contemplaban, como los fraccionamientos Chulavista y Puerto Nuevo.
El
problema es que los propios ciudadanos conocían los riesgos, incluso “con los
líderes de colonia solo pagamos unas cuotas para vivir aquí, supuestamente
empresas nos vendían o era como renta, pero pasó el grandísimo arroyo que se
desbordó todo. En mi casa definitivamente vivimos en el meritito arroyo, y la
pasó a llevar toda, nunca imaginamos nunca hemos vivido esta situación, ‘Odile’
nos dejó algo, esta vez nada”, explicó Griselda Gonzaga, habitante de la
colonia Real Unidad de Cabo San Lucas.
Muchos
fueron llevados a refugios temporales y así salvaron su vida, pero todo lo
demás se perdió, simplemente se quedaron con la ropa que traían puesta, pero ya
sabían que un fenómeno de esta naturaleza iba a arrasar algún día, incluso
algunos se quedaron en casa a cuidar lo poco. Y así como ellos, otros lo
hicieron, pero fueron arrastrados por la corriente.
“Queremos
reparar todo, no tenemos casa nos quedamos en la calle, mis hijos y yo somos
cuatro de familia, necesitan sus uniformes, van en la preparatoria y no
tenemos. Nos quedamos sin ropa toda la familia, zapatos comida, no tenemos para
comer, necesitamos una despensa que nos regalen”, reiteró Griselda.
“Estaba
dentro de la casa, afuera se escuchaban gritos de auxilio, pero yo me estaba
aferrando a mi familia, por todo el miedo que pasamos, me arrepiento de no
haberme ido a un albergue, pero gracias a dios vivo para contarlo”, refirió por
su parte Carlos Rogelio.
Decenas
se sientan a esperar la ayuda que llega poco a poco, según la autoridad, el
número oficial de refugiados fue de 7 mil. Griselda y sus tres hijos pasaron la
noche debajo de una lona que habilitaron entre las ramas torcidas de un árbol
que sobrevivió el paso de la tormenta y ahora buscarán ayuda para conseguir una
reubicación.
MÁS DE 7 MIL PERSONAS EN REFUGIOS
TEMPORALES
Desde
el inicio las autoridades veían venir lo peor, ante un pronóstico nada
alentador, lluvias por encima de lo normal, un fenómeno con mucha agua y
vientos superiores a los 120 kilómetros por hora, casi un huracán.
Los
trabajos para alertar a la ciudadanía iniciaron desde el miércoles 30 de
agosto, pues era obvio que la principal descarga llegaría directamente sobre la
parte sur de Baja California Sur, la joya de la corona, Los Cabos como el
principal punto de descarga y también la zona con más de 30 mil personas en
situación de riesgo por las inundaciones, por escurrimientos o que habitan
cerca o en un cauce.
Entre
los arroyos se encuentran vehículos sepultados por las toneladas de arena que
arrastraron aguas abajo las lluvias históricas que dejó “Lidia”.
“Lidia”
dejó más de 7 mil personas en refugios temporales, adicionalmente, 10 mil
dejaron sus viviendas para irse con vecinos a resguardarse, en muchos de los
casos, al menos en mil 100, según la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano (Sedatu), algunos hogares desaparecieron al 100 por ciento
y otros ni siquiera se pueden contar,
debido a que en el sitio no hay una sola muestra de que existió la cerca de la
vivienda.
Aunque
se trabajó por evacuar a las personas que habitan en zonas de riesgo, hubo
quienes pese a las indicaciones de Protección Civil y del Servicio
Meteorológico Nacional (SMN), hicieron caso omiso.
La
tragedia por la que atraviesa la familia García Noyola, es una historia que
será recordada por mucho tiempo y quedará grabada en la historia de Los Cabos y
de Baja California Sur; la noche del 31 de agosto, justo cuando se empezaron a
sentir los estragos de “Lidia”.
Thania
García Noyola, de 20 años de edad y embarazada, recuerda que esa noche, ella y
su padre, René Manuel García Gómez, de 40, fueron a recoger a su esposo José
Manuel Salas Ramírez, de 23; el joven “trabaja en la Ley de Mesa Colorada,
salió a las ocho de la noche, nosotros fuimos por él, porque nos estábamos
quedando con mi abuelita en Lomas Altas, ya de venida para acá, el agua estaba
más recio y fue ahí como llegamos hasta el bordo, ahí el agua arrastró el
carro, iba mi papá, mi esposo y yo. Mi papá dijo que nos bajáramos para tratar
de llegar a la orilla porque el agua se estaba llevando el carro”.
El
Arroyo de Lagunitas en Cabo San Lucas atravesaba la zona, la joven reconoció
que ya habían pasado de ida por el arroyo y traía agua, de regreso la fuerza de
la corriente arrastró al carro con ella en su interior, lo que la obligó a
descender de inmediato.
“En
cuanto yo pisé, me fui, me arrastró el agua hacia el arroyo, lo único que vi a mi esposo agarrado del carro y mi papá
fue atrás de mí para lograrme salvar, pero no me alcanzó, fue ahí cuando supe
que a mí y mi papá nos había arrastrado el arroyo, ya de mi esposo no supe nada
más. Yo sigo pensando que a lo mejor alguien lo ayudó, porque el carro lo
encontramos enterrado en el arroyo donde pasó, en el arroyo del bordo, por
Lagunitas”, relató.
Su
padre fue encontrado tres kilómetros abajo de donde fue arrastrado por la
corriente, en la Playa El Médano de Cabo San Lucas. La joven se aferró a una
rama que la mantuvo con vida, sin embargo, fue arrastrada y golpeada con los
objetos, árboles, fierros, autos y demás que arrastró el cauce. Como pudo salió
y fue hasta la mañana del viernes 1 de septiembre que pudo regresar a su casa.
Allí
se enteró que su padre fue encontrado sin vida, pero su esposo no apareció,
incluso a la fecha sigue pensando que quedó enterrado. El único interés es
encontrarlo para darle cristiana sepultura.
“Mi
mamá ya ha ido a Semefo, a la procuraduría, porque dijeron que ahí había muchos
cuerpos, les dejamos las fotografías de los dos, lo único que me dicen es que
me espere. Como sea, pero lo importante es que lo encontremos, hay muchas
personas que aún no encuentran. También han ido de sus amigos de trabajo para
buscarlo, se han ido al lugar del accidente, en el arroyo, hasta la playa,
porque ahí fue donde encontraron a mi papá; han ido a hospitales, a albergues,
a la Cruz Roja”, lamentó Thania, quien solicita ayuda a la ciudadanía y a las
propias autoridades para encontrarlo, la última vez que lo vio fue en medio del
arroyo.
Incluso
familiares y amigos se han dado a la dura tarea de buscarlo entre las toneladas
de arena.
“A
mi yerno todavía no lo encuentro, lo he estado buscando, la gente me ha
ayudado, hemos ido a buscarlo, las autoridades no hacen nada, como mi yerno no
tenía familia, él no es de aquí…. Lo hemos buscado en el vado, ha ido gente a
ayudarme, mi compadre, amigos, pero desgraciadamente no lo hemos encontrado, y
no creo ya, han pasado días”, declaró Lorena Donaciano Noyola, de 38 años,
originaria del Estado de Guerrero y madre de Thania.
Ante
la pérdida, lo único que los reconforta, es que en sus últimos momentos René
Manuel intentó rescatar a su hija y a su nieto, que aún se encuentra en el
vientre de la joven.
“Espero
que las autoridades hagan algo, porque fueron muchas familias, mucha gente que
murió, desgraciadamente; mi esposo se pudo haber salvado, pero salvó a mi hija
(llanto)… por salvar a su hija él dio su vida, fue un papá excelente, un héroe.
Ojalá nos ayuden”, finalizó la joven.
LA BÚSQUEDA DE CUERPOS
“Lo
único que te puedo comentar es que no hemos encontrado cuerpos, que podrían
existir algunos enterrados, no lo descarto, pero hasta que los encontremos te
puedo confirmar, hay muchas personas que están extraviadas, según los reportes
de familiares de fuera, que han tratado de comunicarse con ellos y no han
podido, pero poco a poco se han ido descartando porque hay comunicación”,
expresó un miembro de los cuerpos de rescate de Cabo San Lucas.
Por
diversos medios personas han sido reportadas como desaparecidas, incluso grupos
en Facebook, sin embargo, algunos ya han sido reportados como localizados, y
precisamente atendiendo el llamado de la población de fuertes olores fétidos en
los diferentes arroyos, cuadrillas de verdaderos “topos” del Heroico Cuerpo de
Bomberos de Cabo San Lucas se dan a la difícil tarea de escarbar en la búsqueda
de personas enterradas.
A
más de una semana del paso de “Lidia”, la cifra al cierre de esta edición,
según la Procuraduría General de Justicia del Estado, es de “seis carpetas de
investigación por muerte ligada al siniestro, uno en Loreto y cinco en Los
Cabos, además de dos personas reportadas como desaparecidas.
“Estamos
atendiendo los llamados de la ciudadanía a través de redes sociales y vía
telefónica al cuerpo de bomberos, lo que consiste es que nos reportan olores
fétidos en ciertos puntos donde hay vehículos o partes de casas semi
derrumbadas, acudimos, tratamos de identificar de qué es el olor, si es de un
cuerpo humano o es un animal, porque nos hemos encontrado animales también”,
refirió José Ledezma, Capitán del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas.
Los
reportes llegan sin cesar y hasta el momento todos han sido falsa alarma, en
algunos casos han encontrado vehículos enterrados junto a animales muertos o
derrames de combustible que confunde a la población. Con la ayuda de palas y
picos, y sobre todo el material humano, han dedicado horas y días enteros en la
búsqueda de personas. Aunque no hay estimado, siguen existiendo personas que no
se han comunicado con sus familiares.
“Estamos
destapando prácticamente todo lo que se nos reporta, para que no haya duda de
que haya algo adentro, una vez que no encontramos nada, dejamos la zona y nos
dirigimos a la próxima”, finalizó Ledezma.
Algunos
vehículos fueron arrastrados estando estacionados, la mayoría se encuentran aún
enterrados y los dueños han acudido al lugar, de momento solo una persona ha
sido localizada dentro de los vehículos.
“Las
autoridades recibieron reportes de que habían olores fétidos en el arroyo, y
vinieron a escarbar buscando vehículos y esperando lo peor, que hubiera
pérdidas humanos y que hubiera personas, este vehículo fue desenterrado y mi
hermana recibió notificación en redes sociales de que habían encontrado el
carro, por el número de placas y el color del vehículo supimos que era él”,
expuso Carlos Aragón, dueño de uno de los automóviles.
Sin
embargo, reconoce que el agua “llegó de pronto y sacudió la zona, arrastrando
todo a su paso, incluyendo la casa de la familia que tiene más de 40 años viviendo
ahí, y nunca ha había ocurrido algo similar”, expuso.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADAS BCS / ANTONIO CERVANTES / MARTES, 12 SEPTIEMBRE, 2017 12:00 PM)
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