Una mezcla de voluntarios, la Brigada de
Rescate Topos Tlatelolco y bomberos utilizaba perros entrenados y sus manos
desnudas para buscar entre los escombros sobrevivientes.
Uno de los esfuerzos de rescate más
desesperados ocurría en la escuela Enrique Rébsamen, en el sur de Ciudad de
México, donde un ala del edificio de tres pisos se derrumbó en un enorme montón
de losas de concreto.
Unos 39 edificios se colapsaron en zonas
del centro y sur de la capital, donde cientos de rescatistas, más de 3 mil 600
militares y numerosos civiles voluntarios retiraban escombros con sus manos.
Un
hombre es rescatado de un edificio derrumbado en el barrio de Condesa. Foto:
Pablo Ramos, Cuartoscuro
La
gente se prepara para sacar a un hombre vivo de un edificio derrumbado en el
barrio de Condesa. Foto: Pablo Ramos, AP
Voluntarios
revisan un edificio que se derrumbó luego de un terremoto en la Ciudad de
México. Foto: Eduardo Verdugo, AP
Cristopher
Sherman y Peter Orsi
Ciudad
de México, 20 de septiembre (AP).- Policías, bomberos y voluntarios buscaban
ansiosos bien entrada la noche entre los escombros de escuelas y viviendas,
buscando sobrevivientes del sismo más mortal en México en tres décadas conforme
la cifra de muertos confirmados crecía el miércoles a 224 personas.
Para
añadir angustia y un toque de surrealismo, el temblor de magnitud 7,1 del
martes ocurrió en el 32do aniversario de un sismo de 1985 que dejó miles de
fallecidos en la capital, y poco después de un simulacro a nivel nacional para
recordar este hecho.
Uno
de los esfuerzos de rescate más desesperados ocurría en una escuela primaria y
secundaria en el sur de Ciudad de México, donde un ala del edificio de tres
pisos se derrumbó en un enorme montón de losas de concreto. En el lugar, los
periodistas vieron a personal de rescate sacando al menos dos pequeños cuerpos
cubiertos por sábanas de entre los escombros.
El
doctor Pedro Serrano, voluntario en el lugar, logró colarse entre los huecos de
la inestable pila de escombros que había sido la Escuela enrique Rebsamen.
Llegó hasta un aula, pero encontró a todos sus ocupantes muertos.
“Logramos
entrar a un salón colapsado, vimos unos sillones, una mesas de madera, y de
allí lo primero que encontramos fue una pierna. De allí empezamos a mover
escombros, y encontramos una niña y dos adultos, una mujer y un masculino”,
dijo.
“Oímos
uno poco de ruido pero no sabemos si viene de arriba o abajo, de las paredes de
arriba o alguien pidiendo ayuda abajo”.
Una
mezcla de voluntarios del vecindario, policías y bomberos utilizaba perros
entrenados y sus manos desnudas para buscar entre los escombros de la escuela.
Aspectos
de los trabajos de búsqueda y rescate de los escombros del edificio ubicado en
las calles de Amsterdam y Laredo en la colonia Condesa. Foto: Galo Cabañas,
Cuartoscuro
En
la imagen, vecinos miran desconsolados los trabajos. Foto: Isaac
Esquivel/Cuartoscuro
Continúan
las labores de rescate y remoción de escombros en la calle Rancho del Arco,
colonia Los Girasoles, al sur de la ciudad. Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro
En
la imagen, vecinos miran desconsolados los trabajos. Foto: Isaac Esquivel,
Cuartoscuro
En
la imagen, elementos caninos buscan sobrevivientes entre los escombros. Foto:
Isaac Esquivel, Cuartoscuro
Voluntarios
cargan garrafones de agua para ayudar en los labores de búsqueda y rescate en
los escombros del edificio ubicado en Amsterdam y Laredo en la colonia Condesa.
Foto: Galo Cabañas, Cuartoscuro
Entre
una multitud de padres angustiados ante las puertas circulaban las noticias de
que dos familias habían recibido mensajes de texto de dos niñas atrapadas en el
interior, pero esto no pudo confirmarse.
Los
rescatistas tuvieron que apalancar las losas de concreto caídas con vigas de
madera para evitar que siguieran derrumbándose y aplastaran cualquier pequeño
resquicio de aire que quedara.
La
Secretaría de Educación indicó el martes por la noche que se habían recuperado
25 cuerpos del lugar, todos menos cuatro de niños. No estaba claro si las
muertes estaban incluidas en el total de 217 fallecidos reportados por la
agencia de Protección Civil.
El
Presidente de México, Enrique Peña Nieto, había informado antes durante una
visita a la escuela de 22 cuerpos y dijo que quedaban 30 niños y ocho adultos
desaparecidos en ese momento.
En
un mensaje de video difundido el martes por la noche, Peña Nieto hizo una
llamada a la calma y dijo que las autoridades trabajaban para llevar ayuda,
señalando que el 40 de Ciudad de México
y el 60 por ciento del cercano estado de Morelos se habían quedado sin
electricidad.
Sin
embargo, señaló, “La prioridad en este momento es continuar el rescate de
quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos”.
En
todo el centro del país, la gente acudió para ayudar a sus vecinos cuando
docenas de edificios se vinieron abajo. El alcalde de Ciudad de México, Miguel
Ángel Mancera, dijo que había derrumbes en 39 lugares solo en la capital,
después de que el temblor remeciera los rascacielos e hiciera que miles de
personas salieran en pánico a las calles.
Largas
filas de voluntarios pasaban restos de mano en mano en una planta textil
derrumbada donde murieron varias personas. Cuando se sacó a una persona con
vida, rompieron en gritos de “¡Sí, podemos!”.
Carlos
Mendoza, de 30 años, ayudó a remover escombros y auxiliar en el rescate de
víctimas en uno de los edificios caídos en la colonia Roma. Cubierto de polvo,
dijo que llevaba tres horas trabajando y había logrado sacar a dos personas
vivas del derrumbe. “Al ver esto, venimos a ayudar. Está fea, muy fea… Es muy
triste, alarmante”.
Unos
bloques más allá, en la colonia Roma, Alma González estaba en su departamento
cuando el terremoto colapsó el piso más bajo de su edificio y le impidió salir.
Sus vecinos la ayudaron montando una escalera en el techo para que pudiera
salir a través de una ventana.
El
responsable de la agencia, Luis Felipe Puente, publicó en su cuenta de Twitter
una cifra revisada de 217 muertos confirmados.
Al
menos 94 personas murieron en Ciudad de México, 71 en el estado de Morelos, 43
en Puebla, 12 en el estado de México que rodea la capital, cuatro en Guerrero y
uno en Oaxaca.
Cientos
de mexicanos intentan rescatar a personas con vida de los edificios colapsados
en Ciudad de México. Foto: José Méndez, EFE
Las
autoridades mexicanas elevaron hoy a más de 200 la cifra de víctimas mortales.
Foto: Mario Guzmán, EFE
Vista
aérea de ambulancias y rescatistas. Foto: Miguel Tovar, AP
Bomberos
y rescatistas buscan personas con vida en medio de edificios colapsados. Foto:
Mario Guzmán, EFE
Un
hombre herido es sacado de un edificio que se derrumbó durante un terremoto en
el barrio Roma Norte de la Ciudad de México. Foto: Rebecca Blackwell, AP
Foto:
José Méndez, EFE
En
el lugar de un apartamento derruido en Ciudad de México, los rescatistas
trabajaban sobre una pila de restos de tres pisos de altura, formando una
cadena humana que se extendía cuatro bloques, para retirar los fragmentos hasta
una zona donde amontonarlos.
A
lo largo del día, los rescatistas sacaron a personas cubiertas de polvo,
algunas apenas conscientes y otras heridas de gravedad, de unas tres docenas de
inmuebles derruidos. En un lugar se utilizaban carros de un supermercado
cercano para llevar agua a la zona de rescate y retirar escombros.
Al
caer la noche se colocaron grandes focos de luz en las zonas de recuperación,
pero trabajadores y voluntarios pidieron luces frontales.
En
el lugar donde colapsó un edificio de oficinas de seis plantas en la capital,
las hermanas Cristina y Victoria López Torres formaban parte de una cadena
humana para llevar agua.
“Creo
que es instinto humano lo que nos impulsa a todos a venir a ayudar a los
demás”, dijo Cristina López.
“Somos
jóvenes, no vivimos el 85, pero sabemos que es importante salir a la calle a
ayudar”, dijo su hermana Victoria.
Ricardo
Ibarra, de 48 años, sí recuerda el sismo de 1985, y dijo que no había visto
nada igual hasta ahora.
Vestido
con un brillante chaleco naranja y cargando una mochila con bolsa de dormir,
dijo que él y sus amigos sólo querían ayudar.
“Ahora
la gente es muy sensible porque precisamente hoy se cumple el 32do aniversario
de una tragedia”, dijo.
También
se derrumbaron edificios en el estado de Morelos, incluidos el ayuntamiento y
una iglesia local en Jojutla, cerca del epicentro. Una docena de personas murió
en Jojutla.
Parte
de una escuela secundaria local, el Instituto Morelos, se derrumbó, pero la directora
del centro, Adelina Anzures, dijo que el simulacro organizado por la mañana
había venido bien.
Cuando
llegó el sismo, dijo Anzures, niños y profesores salieron con rapidez y nadie
resultó herido.
El
Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) señaló
que el sismo registrado a las 13:14 (14:15 EDT) tuvo una magnitud de 7,1 grados
y que el epicentro se ubicó a cinco kilómetros al noreste de la localidad de
Raboso, en el estado de Puebla. El movimiento, que tuvo 51 kilómetros de
profundidad, se registró poco después de la una de la tarde hora local (18:14
GMT).
Buena
parte de Ciudad de México se alza sobre el lecho de una antigua laguna y el
terreno puede amplificar los efectos de temblores centrados a cientos de
kilómetros.
El
terremoto parecía no relacionado con el temblor de 8,1 grados de magnitud
registrado el 7 de septiembre en el sur del país, que también se sintió en la
capital mexicana y dejó 90 fallecidos.
Cientos
de personas ayudaron a remover escombros. Foto: Sandra Martínez/Cuartoscuro
En
las calles de Chimalpopoca y Bolivar la gente se reunión para ayudar a levantar
escombros. Foto: Sandra Martínez/Cuartoscuro
Continuaron
las labores de rescate de personas atrapadas en los edificios que colapsaron en
la ciudad. Foto: Luis Carbayo/Cuartoscuro
Las
personas se movilizaron para apoyar. Foto: Sandra Martínez/Cuartoscuro
(SIN EMBARGO/ AP/ SEPTIEMBRE 20, 2017, 10:41 AM)
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