Aeronave
decomisada por el Ejército en Culiacán aparece en Guanajuato con 400 kilos de
cocaína
En
2008, la avioneta Cessna matrícula XB-JSO fue asegurada en el aeropuerto
Internacional de Culiacán, y nueve años después la hallaron con 400 kilos de
cocaína en Guanajuato.
La
aeronave fue una de las 103 que el Ejército Mexicano y la Procuraduría General
de la República (PGR) decomisaron en los hangares de la terminal aérea en
febrero de 2008.
Ese
año en Sinaloa, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó
operativos constantes en aeródromos y aeropuertos como parte de la estrategia
de combate al narcotráfico.
La
Cessna 210 matrícula XVB-JSO, blanca con franjas azules, estaba en uno de los
hangares del aeropuerto de Culiacán.
Ese
día de febrero de 2008 el Ejército tomó el área de hangares de la terminal de
Bachigualato y tras revisar todas las aeronaves, puso a disposición de la PGR
103 avionetas, tres helicópteros y seis hangares.
El
lunes pasado la aeronave fue encontrada en el municipio de San Felipe, en
Guanajuato, con un cargamento millonario de droga.
En
el interior había 400 kilos de cocaína con valor de más de 50 millones de
pesos, el mayor decomiso de droga realizado en ese estado.
En
el Registro Aeronáutico Mexicano de la Dirección de Aeronáutica Civil de la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes, actualizado hasta 2015, la aeronave
aparece con estatus de asegurada en Culiacán.
En
el nombre del último propietario lo registra como privado.
El
hallazgo ocurrió durante la madrugada, en la comunidad Sierra de Lobos.
De
acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad, la noche del domingo el personal
de la Policía Federal fue avisado mediante una llamada anónima que una avioneta
realizaba un vuelo irregular en la zona.
La
aeronave aterrizó de emergencia en el aeródromo La Junta, aparentemente porque
se quedó sin combustible y la dejaron abandonada.
Cuando
los elementos federales llegaron, no localizaron a ninguno de los tripulantes.
Dentro
del vehículo había 356 paquetes con cocaína con un peso de 400 kilos de
cocaína.
La
pista está ubicada en los límites entre los estados de Guanajuato y Jalisco.
Hasta
el viernes, elementos de las fuerzas federales mantenían en resguardo el
aeródromo y la avioneta que continuaba en el lugar.
La
delegación Guanajuato de la PGR dio a conocer que investiga el origen y destino
de la aeronave, así como quién es el propietario de la aeronave y de la droga.
En
2008, esa avioneta fue integrada a la averiguación previa
AP/SIN/CLN/178/2008/M-I, abierta por los delitos de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita, Violación a la Ley de Aeronáutica, Violación a la Ley General de
Aviación y Violación a la Ley General de Telecomunicaciones.
El
Agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Mesa I de
Procedimientos Penales “A”, decretó el aseguramiento de las avionetas
localizadas en el aeropuerto de Culiacán, entre ellas la matrícula XB-JSO, el 2
de junio de 2008.
En
agosto, debido a que la fiscalía desconocía el nombre y domicilio de los
propietarios, mediante un edicto, el representante social los llamó a
manifestar lo que a su interés conviniera en un plazo de 90 días, o de lo
contrario causarían abandono a favor del Gobierno Federal.
El
ministerio Público notificó que se habían practicado las diligencias necesarias
sobre las aeronaves por lo que ya no era necesario que continuaran a
disposición de la autoridad.
Las
avionetas, señaló, no había sido declarados como inutilizables, sino que eran
susceptibles de administración.
Las
aeronaves quedaron a disposición de la Delegación del Servicios de
Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público bajo custodia y
vigilancia del Ejército.
Los
bienes a disposición del Servicio de Administración y Enajenación cuando no son
reclamados, son vendidos en subastas públicas.
En
los catálogos de subastas del SAE de 2009 a 2016 no aparece la avioneta
matrícula XB-JSO.
Entre
2009 y 2015, por lo menos cinco de las avionetas decomisadas fueron devueltas a
sus propietarios mediante amparos.
Los
Jueces de Distrito consideraron que hubo irregularidades al decretar el
decomiso y ordenaron devolver las aeronaves.
La
avioneta fue asegurada cuando el Ejército mantenía operativos en los aeródromos
y aeropuertos locales para “cortar las alas” al narco.
La
estrategia de atacar la flota aérea de los grupos delincuenciales era dirigida
por el entonces comandante de la Novena Zona Militar, Noé Sandoval Alcázar.
No
solo aseguraban las aeronaves, los militares también decomisaban aeródromos
completos. Un
mes antes habían asegurado 15 avionetas en el aeródromo La Perla, 28 en la base
La Luna y seis en El Tapacal, todos en la sindicatura de Villa Juárez,
Navolato.
En
la base La Perla robaron cinco avionetas que estaban aseguradas y días más
tarde encontradas en un rancho en la sindicatura de Villa Adolfo López Mateos,
El Tamarindo, en Culiacán.
Meses
más tarde, las pistas de los tres aeródromos fueron liberadas y volvieron a
operar, pero las avionetas decomisadas continuaban a disposición de la PGR.
El
mismo día que en Culiacán, en el aeropuerto de Los Mochis decomisaron otras 46
aeronaves
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