Humberto y Rubén Moreira, los hermanos
que han gobernado Coahuila por ya casi
12 años, dejan en esa entidad, de acuerdo con cifras y denuncias en México y
Estados Unidos, una cauda de pendientes en el tema de la seguridad y muchas dudas
ligadas a la mala administración de recursos públicos, además de diversos
escándalos por presunta corrupción en los dos sexenios en que han administrado
ese estado.
Ciudad de México, 4 de junio
(SinEmbargo).– Humberto Moreira Valdés, quien iniciara su carrera profesional
como profesor a mediados de los años 80, se inclinó por la política más de una
década después de escalar a través de varios cargos en el sector educativo.
Sería hasta el año 2003 cuando se incorporaría de lleno a la política, cuando
fue electo Presidente Municipal de Saltillo hasta 2005, mismo año en el que el
Partido Revolucionario Institucional (PRI) pondría sus ojos en él para
abanderarlo como su candidato para la elección estatal.
Humberto salió vencedor en
las elecciones locales con la mayor cantidad de votos registrada en la historia
de Coahuila. Ya para 2011, las ambiciones de Moreira se volverían más grandes:
ahora aspiraba para la presidencia de su partido a nivel nacional, razón por la
que pediría licencia como Gobernador. En marzo de ese año su carrera se consolidaría
al frente del tricolor, sin embargo el gusto le duraría apenas nueve meses,
debido a las acusaciones de corrupción que surgieron en su contra.
En otro camino, pero paralelo
al de su hermano menor, estaba Rubén Ignacio Moreira Valdez, quien inició su
carrera política de manera más temprana. En 1991 se convirtió en adjunto
particular del Secretario de Gobierno de Coahuila, cargo que le permitió
escalar en varios puestos también relacionados con la Secretaría de Educación
de su estado.
En 2007, Rubén lograría ser
electo como presidente del comité estatal del PRI y dos años después se
convertiría en Diputado federal de Coahuila, puesto en el que se quedaría poco
tiempo, pues se postularía en 2010 para ocupar el cargo que dejó su hermano, la
gubernatura del estado, mismo que asumió el 1 de diciembre de 2011 y que
mantiene hasta la fecha.
Rubén Moreira “investigó” y exoneró a su
hermano Humberto desde mayo de 2015: Reforma
EL GRAN LEGADO: LA DEUDA
Humberto Moreira recibió el
Gobierno del estado con una deuda pública de 323 millones de pesos, pero el
priista la aumentó a 8 mil 267.1 millones para 2010 y, para 2011, año en el que
dejó el Gobierno y se fue a dirigir el CEN del PRI, era cuatro veces más
grande: 36 mil 509 millones de pesos, de acuerdo datos de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público de México (SHCP) publicados en SinEmbargo.
El aumento desmedido de la
deuda que se originó desde 2008, según condignó tres años después la Auditoría
Superior del Estado, se debió a la falsificación de documentos oficiales y la
manipulación de la información.
La megadeuda de Coahuila –de
36 mil 509 millones de pesos– heredada por Humberto fue elevada por su hermano
mayor, Rubén, al incrementarla 4 por ciento, hasta 2015, cuando se situó en 38
mil 008 millones de pesos. Esta deuda, dividida entre sus casi 3 millones de
habitantes, corresponde a 12 mil 862 pesos; es decir, cada coahuilense deberá
pagar esa cantidad para salvar sus estado.
Rubén Moreira presume su éxito, pero la
deuda de Humberto sigue intacta: 37 mil millones de pesos
CORRUPCIÓN COMO MOHO
La administración de Humberto
Moreira estuvo plagada de corrupción, de acuerdo con diversas denuncias que se
han hecho públicas en México y Estados Unidos. La deuda pública de 36 mil 509
millones de pesos que dejó en su estado brotó de los malos manejos que el ex
Gobernador dio al dinero público y gracias también a la complicidad de su
hermano y sus cercanos.
Por este motivo, Moreira se
vio obligado a dejar la presidencia de su partido que apenas le había durado
unos meses, pues las acusaciones sobre los desvíos que originaron la mega deuda
pesaron en su contra y en la imagen del PRI, entonces inmerso ya en el proceso
rumbo a las elecciones presidenciales de 2012, y con Enrique Peña Nieto como su
seguro candidato.
En 2015, el ex líder del PRI
fue acusado por una Corte Federal de Texas, Estados Unidos, por el desvío de
recursos de Coahuila, investigación con la que iniciaría un largo camino de
imputaciones, pero sólo por parte de autoridades extranjeras. La Procuraduría
General de la República (PGR), hasta hoy, nunca lo ha investigado.
Esa Corte de Texas dio a
conocer un acuerdo de culpabilidad firmado por el empresario de medios de
comunicación y presidente del Corporativo Núcleo Radio Televisión, Rolando
González Treviño, acusado por el desvío de dinero de Coahuila en mayo de ese
año.
El diario estadounidense San
Antonio Express fue el que reveló el
documento en el que Humberto Moreira sería identificado como el “co–conspirador
1 (CC1)” aunque no se mencionara su nombre. Dicho escrito describe al “CC1”
como un ex funcionario del Gobierno de Saltillo que llegó a la gubernatura del
estado en 2005.
El personaje “CC1” fue quien
tomó recursos del estado para transferirlo a empresarios relacionados con su
gobierno, consignó.
En 2009, dos reuniones
habrían sido el punto clave para la compra-venta de medios de comunicación con
recursos estatales. Estas citas se desarrollarían una en el Club Sonterra, de
San Antonio, Texas, y la otra en la casa del propio Rubén Moreira en esa ciudad
texana.
San Antonio Express también
reportó que fiscales de EU acusaron que Moreira trasladó 25 millones de pesos a
Texas, tomados del Gobierno de Coahuila, para controlar estaciones de radio en
Monclova, Sabinas y Múzquiz.
En esa misma investigación
saldrían los nombres de otros 13 personajes, la mayoría ex funcionarios de la
administración de Humberto, a los que la prensa estadounidense llamaría
“Conexión Coahuila”.
“Conexión Coahuila” estaría
integrada primero por Héctor Javier
Villarreal Hernández, quien fue ex titular del Servicio de Administración
Tributaria del Estado de Coahuila (SATEC) en el Gobierno del profesor Moreira.
Villarreal Hernández era
señalado desde octubre de 2011 por la presunta falsificación de documentos con
los que Coahuila contrató un préstamo por más de 3 mil millones de pesos.
En 2012, Villarreal Hernández
fue acusado en Estados Unidos de lavado de dinero, por realizar operaciones
millonarias en el sector inmobiliario en la zona de Texas, presuntamente con
dinero del erario coahuilense.
En 2013, el funcionario,
junto con el ex Gobernador interino, Jorge Torres, fue acusado un año después,
nuevamente ante una Corte estadounidense de fraude, robo y transferencia ilegal
de fondos, luego de la incautación de millones de dólares. En 2014 se entregó a
las autoridades en El Paso, Texas, y meses después fue liberado luego de que,
en documentos presentados en la Corte federal en Corpus Christi, acordara la
entrega de 2.3 millones de dólares de una cuenta bancaria de las Bermudas,
recursos que los fiscales aseguran, es dinero robado de las arcas del estado de
Coahuila.
Ya para 2016, el ex
Gobernador acusado un sin número de veces por partidos de oposición y
organismos ciudadanos de aumentar irregularmente la deuda en Coahuila, fue
detenido el15 de enero en España, lugar donde vivía desde 2013 y en el que
estudiaba la maestría en Universidad Autónoma de Barcelona con una beca del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Las acusaciones
fueron lavado de dinero, cohecho y crimen organizado.
En ese país, describió la
prensa, Humberto vivía con lujos: habitaba un chalet en Valldoreix, un
exclusivo barrio de Sant Cugat –el segundo Municipio más rico de Cataluña– por
el que pagaba al mes 3 mil 500 euros (unos 55 mil 300 pesos), de acuerdo con
información de la inmobiliaria AMAT que se puede consultar en el portal
LaComunity.
La detención de Moreira
dudaría poco. Siete días después de ser capturado, un juez de la Audiencia
Nacional española decretó su libertad. Dos semanas después, el 3 de febrero,
estaba de regreso en México y se declaró inocente.
“Es un daño que me han hecho
a mí y a mi familia”, habría dicho para el periódico Reforma durante su arribo
al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El 2017 comenzaría difícil
para él, pues las acusaciones en su contra seguirían. Luis Carlos
Castillo-Cervantes, conocido como “El Rey de los Dragones”, quien se declaró
culpable en una Corte de EU por los cargos de lavado de decenas de millones de
dólares a, través de su empresa dedicada a la construcción, elevaba el costo de
las obras que realizaba en Coahuila. Aunque Moreira Valdés no fue acusado formalmente.
En febrero de este año,
autoridades de subastaron la casa de Herminia L. Martínez de la Fuente, suegra
de Humberto Moreira, en 515mil dólares por haber adquirido la propiedad de
manera ilícita. Esto se logró tras un acuerdo entre Martínez de la Fuente con
el Gobierno de estadounidense, debido a una demanda civil en su contra.
No obstante, no fue sino
hasta abril de este año que el PRI sacara de sus filas a Humberto Moreira, pero
no por los casos de corrupción mencionados, sino por haberse registrado como
candidato “a cargos de elección popular por partidos políticos [el Partido
Joven] distintos al Revolucionario Institucional”.
EPN y PRI esconden la vergüenza de los
Moreira, dicen Guadiana y Anaya; irán por ellos, prometen
EL NARCO AL ACECHO
Además de los escándalos de
corrupción que ya pesaban en su contra, Humberto Moreira tuvo un duro episodio
en su vida que desataría sospechas por una supuesta relación con el
narcotráfico.
El 4 de octubre del 2012 su
hijo mayor, José Eduardo Moreira Rodríguez de 24 años de edad, fue asesinado en
Piedras Negras, Coahuila, por una supuesta venganza de Miguel Ángel Treviño
Morales, alias “el Z40”, líder de Los Zetas, tras la muerte del sobrino del
capo.
Esta hipótesis se sustentó
por narcomantas que apreciaron con la leyenda “Familia por familia”.
En marzo de 2016, cuando
Moreira trataba de limpiar su imagen por su detención en España, autoridades de
ese país lograron la detención del narcotraficante mexicano apodado el “El
Mono” Muñoz, detenido en Madrid en marzo de 2016, acusado de delitos de
blanqueo y narcotráfico, afirmó en una conversación telefónica mantenida desde
España, que el Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, se interesó por sus
negocios para que le entregara una cantidad de dinero.
En la transcripción literal
de la conversación, “El Mono” dice que Moreira le había mandado saludos y que
“se ofrecía y que estaba preocupado” por sus negocios porque “quería una lana”,
de acuerdo con información de la agencia de noticias EFE.
Un año después, “El Mono” fue
extraditado a estados Unidos, donde es acusado de liderar a Los Zetas.
España detiene a nueve colaboradores de
“El Mono” Muñoz, capo vinculado a Humberto Moreira
LOS MUERTOS EN EL “MOREINATO”
Cuando Humberto Moreira
asumió el cargo como Gobernador de Coahuila, el 25 de diciembre de 2005,
recibió la entidad con un registro de 139 casos de homicidios dolosos ese año y
ni uno en cuanto a secuestro. Sin embargo, la administración priista volaría
estos números hasta hacerlos máximos históricos en violencia en el estado del
norte.
En diciembre de 2011, para
cuando terminaría su gubernatura, Humberto dejaba a Coahuila lastimada por el
atropello de grupos delincuenciales, puesto que los homicidios dolosos se
elevarían hasta 660 ese año y el secuestro a 16, de acuerdo con cifras del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Cuando Rubén tomó posesión
del estado, la violencia no cesó. Fue en esta administración donde los números
se rebasaron y Coahuila se convirtió en un peligro para sus habitantes. De
hecho en los primeros cuatro meses de este 2017 se han registrado 84 homicidios.
Ambas gubernaturas harían de
Coahuila una entidad de riesgo: de 2006 a 2016 se han registrado 4 mil 042
homicidios dolosos, y en cuanto a secuestro se reportaron 248 casos, siendo el
2010 donde despuntaría este delito con 91 secuestros.
De acuerdo con las denuncias,
estas cifras revelan que antes de entrar los Moreira al Gobierno local la tasa
por cada 100 mil habitantes de acuerdo a homicidios dolosos era en 2005 de 5.37
y en el cambio de gubernatura de hermano a hermano esta cifra alcanzó el 27.01,
su índice más alto.
… Y LOS DESAPARECIDOS
De acuerdo con cifras
oficiales del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas y
Desaparecidas (RNPED) de la Secretaría de Gobernación (Segob), actualizadas
hasta el 30 de abril de este año, en Coahuila hay un total de mil 619 de
personas no localizadas.
En un desglose del registro
de desaparecidos de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos
en Coahuila (FUUNDEC) durante las administraciones de los Moreira, se observa
que en 2011 hubo un número mayor de desapariciones con 164 casos, seguido del
2009 con 111 ausencias y 2010 con 106. Años en los que las personas no
localizadas aumentó significativamente.
Ante este panorama, en mayo
de 2014 entro en vigor en la entidad la Ley para Declaración de Ausencia por
Desaparición de Personas con el objetivo de reconocer y garantizar los derechos
de una persona desaparecida y así poder
brindar protección a sus familiares por medio de la percepción de salarios del
familiar ausente, así como sus prestaciones.
Sin embargo, esta Ley no ha
rendido frutos. De acuerdo con el periódico local Vanguardia, únicamente uno de
cada seis casos reportados para solicitar la declaración de ausencia le es
otorgado el apoyo.
El periódico cita datos de
Tribunal Superior de Justicia (TSJE), donde hasta junio del 2016 – dos años
después de ser promulgada la Ley– sólo 212 casos de mil 286 habían conseguido
la declaración.
Activistas que revelaron “campo de
exterminio” de Patrocinio, Coahuila, hallan 5 mil restos óseos en Viesca
(SIN EMBARGO.MX/ Bianka Estrada / junio
4, 2017, 2:25 pm)
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