La elección por la gubernatura del
Estado de México, que se celebrará este próximo domingo 4 de junio, se perfila
a resolverse en los tribunales electorales por la gran cantidad de
irregularidades y anomalías que se han presentado en la campaña
El equipo de campaña de Josefina Vázquez
Mota buscaría repetir el modelo de impugnación que impulsó en la elección en
Colima, en 2015
“Se está configurando una auténtica
elección de Estado, no reconocerlo así implica ser cómplices”
Josefina Vázquez Mota
Candidata del PAN al Gobierno de Edomex,
en una carta al INE
Los morenistas revelaron la supuesta
existencia de un documento en el que se reparte la tarea electoral en Edomex a
funcionarios federales
“Ni modo que nos atengamos al INE, al
Trife o, hay uno que se llama la Fepade, algo así, si no sirven para nada (…)
están de alcahuetes”
Andrés Manuel López Obrador
Presidente nacional de Morena
La línea de denuncia de los morenistas
sería el presunto uso de recursos públicos de nivel estatal y federal
Politólogos consideran
difícil que los partidos encuentren una prueba contundente para llevar la
elección a tribunales
Expertos consideran que la
elección podría judicializarse sólo si el ganador es declarado por menos de
cinco puntos
La elección en el Estado de
México se encamina a ser una de las más judicializadas en la historia de esa
entidad.
Múltiples quejas y denuncias
han sido presentadas a lo largo de la campaña, que culmina este miércoles.
El PAN, incluso, ha pedido al
Instituto Nacional Electoral (INE) que atraiga la elección. Morena ha acusado
al Gobierno federal de intervenir directamente en el desarrollo de los
comicios.
Los partidos sientan ya las
bases de lo que puede ser una impugnación del proceso de este año, que podría
culminar en la anulación de toda la elección.
Y es que la elección en el
Estado de México es la más competida de toda su historia. No hay nada para
nadie y el futuro de la entidad podría definirse en los tribunales.
En su artículo 78 bis, la Ley
General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral establece que
“Las elecciones federales o locales serán nulas por violaciones graves, dolosas
y determinantes” y que “dichas violaciones deberán acreditarse de manera objetiva
y material. Se presumirá que las violaciones son determinantes cuando la
diferencia entre la votación obtenida entre el primero y el segundo lugar sea
menor al cinco por ciento”.
Varias encuestas revelan que
la diferencia entre el puntero y el segundo lugar en la campaña electoral
podría ser menor al 5 por ciento.
Esto nunca había ocurrido en
la entidad mexiquense. Antaño, el PRI arrasaba en las elecciones.
En el 2011, Eruviel Ávila
(PRI) venció al segundo lugar, Alejandro Encinas (PRD), por una diferencia de
41 por ciento de los sufragios (más de 1 millón 997 mil votos). En el 2005,
Enrique Peña Nieto (PRI) quedó arriba de Rubén Mendoza (PAN) por 22.8 por
ciento (864 mil votos).
Uno de los márgenes más
reducidos fue el que hubo en 1999 entre Arturo Montiel Rojas (PRI), que venció
a José Luis Durán Reveles (PAN) por apenas 6.9 por ciento de los votos (225 mil
sufragios).
En 2017, por primera vez en
la historia, el PRI enfrenta un escenario en que no tiene la victoria en la
bolsa. Algunas encuestas lo ubican apenas 2 puntos porcentuales sobre Delfina
Gómez; en otras, de plano, lo colocan en segundo lugar.
Aunque no lo han dicho
abiertamente, los partidos de oposición pretenden emular lo que ocurrió en
Colima, en el 2015, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación anuló los comicios para elegir a un nuevo gobernador, luego de que
Jorge Luis Preciado (PAN) acusara la intervención del entonces gobernador Mario
Anguiano a favor del candidato priista Ignacio Peralta.
El INE atrajo esa elección
extraordinaria y convocó nuevamente a comicios. Volvió a ganar el tricolor.
¿Será similar la historia en
el Estado de México?
EL PAN SE PREPARA
Aunque en los discursos
aseguran que llevan la delantera y arrasarán en la elección del 4 de junio, lo
cierto es que en los cuartos de guerra de todos los partidos se prepara ya la
ofensiva legal en caso de que el resultado les sea adverso en las urnas.
El único que ha hablado
abiertamente sobre su intención de impugnar la elección es el Partido Acción
Nacional (PAN).
Tras su caída estrepitosa en
las encuestas, que ubican ahora a Josefina Vázquez Mota entre el tercer y
cuarto lugar en la contienda, Acción Nacional guarda su esperanza en que se
pueda determinar la invalidez de la elección y se convoque a nuevos comicios.
Han documentado y denunciado
las irregularidades cometidas en esta campaña y pretenden llevar sus quejas
hasta las últimas consecuencias.
“El PRI pone en riesgo el
proceso electoral y será el responsable si al final se impugna o se anula el
resultado”, ha dicho Vázquez Mota.
El principal argumento legal
que utilizará el PAN para impugnar la elección será la intervención del
Gobierno estatal y del federal en los comicios.
“En los últimos meses hemos
sido testigos de la intervención del Gobierno federal y del Gobierno del Estado
de México en las elecciones para favorecer al candidato del PRI. En su
desesperación, han roto todo tipo de reglas democráticas. Se está configurando
una auténtica elección de Estado, no reconocerlo así implica ser cómplices de
las trampas que el PRI-Gobierno está llevando a cabo”, escribió Vázquez Mota en
una carta que entregó la semana pasada al INE, pidiendo que atraiga la
elección.
Fuentes cercanas a la campaña
refieren que los panistas repetirían el modelo de impugnación que llevaron a
cabo en Colima.
El Tribunal Electoral
determinó en ese entonces que el gobernador había intervenido en la elección,
violando la Constitución federal y la de su estado.
La Carta Magna, en su
artículo 134, establece que el uso de recursos públicos no debe ser utilizado
con fines políticos.
“Los servidores públicos de
la Federación, las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones
territoriales de la Ciudad de México, tienen en todo tiempo la obligación de
aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su
responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos
políticos”, señala el artículo 134.
Esa será la base de la
ofensiva del PAN en caso de que se concrete un triunfo del candidato priista
Alfredo del Mazo por un reducido margen –pues la ley establece que solo puede
considerarse que la intervención influyó en el resultado de la elección si hay
una diferencia del 5 por ciento entre el primer y el segundo lugar-.
Esa disposición establecida
en la Constitución federal y en la Constitución Política del Estado de México.
“Los servidores públicos del
Estado y municipios, tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con
imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin
influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos”, dice el
documento en su artículo 129.
Pero los panistas también
preparan algo en caso de que Delfina Álvarez, candidata de Morena, se imponga
en los comicios, a través de la denuncia por presunto delito de peculado, al
retener y desviar millones de pesos que se descontaban a los trabajadores del
Ayuntamiento de Texcoco, que ella gobernaba.
EN MORENA, CON CAUTELA
Aunque Morena también ha
presentado diversas denuncias contra el PRI por supuesto financiamiento ilícito
y la supuesta existencia de un plan del Gobierno federal para intervenir en la
elección mexiquense, no han hablado abiertamente de la posibilidad de impugnar
la elección.
A pesar de ello, el equipo
jurídico de Delfina Gómez prepara ya la argumentación jurídica en caso de que
pierdan la elección por un pequeño margen de votos.
La línea de denuncia sería la
misma que la del PAN: el presunto uso de recursos públicos, provenientes tanto
del Gobierno del Estado de México como de la administración del presidente
Enrique Peña Nieto.
Hace una semana, Andrés
Manuel López Obrador dio a conocer la existencia de un documento en el que se
reparte la tarea electoral en el Estado de México a diversos funcionarios del
Gobierno federal.
Así, por ejemplo, dijo que la
estrategia electoral del PRI en Atlacomulco está a cargo de Nuria Mayorga,
comisionada para los Pueblos Indígenas; en Cuautitlán Izcalli, el encargado es
Aurelio Nuño, secretario de Educación; en Metepec, Rafael Pacchiano, secretario
de Medio Ambiente y Recursos Naturales; en Texcoco, Gerardo Ruiz Esparza,
secretario de Comunicaciones y Transportes; y en Ecatepec, José Narro, secretario
de Salud.
La fuente de López Obrador
para realizar esas acusaciones es un documento que le filtró “la gente”,
aseguró, que les ha estado ayudando pasándoles información.
El presidente nacional de
Morena advierte en su discurso que las autoridades electorales no son de fiar.
“Ni modo que nos atengamos al
INE, al Trife o, hay uno que se llama la Fepade, algo así, si no sirven para
nada, no ven esto, están de alcahuetes, se hacen de la vista gorda. Los
ciudadanos tenemos que luchar por la democracia y en el Estado de México, a
pesar de todo esto, vamos a ganar”, ha dicho el tabasqueño.
En el partido confían que
Delfina Gómez gane la elección y se evite así la llegada a los tribunales.
En los últimos días, los
morenistas mexiquenses han ido sumando apoyos para tratar de que sectores
completos apoyen a su candidata al gobierno mexiquense.
Primero, fue la declaración
de apoyo de Isidro Pastor, el malogrado candidato independiente a la gubernatura
que intentó llevar a cabo su propia campaña, pero que a los pocos días de que
le fue retirada definitivamente esa posibilidad, decidió dar el apoyo de su
estructura a la candidata de Morena.
Después ocurrió la
declinación de Óscar González Yáñez, candidato del PT, quien anunció su apoyo a
la candidata de Morena a pesar de que días antes había criticado fuerte a López
Obrador por no atender su llamado a concretar una alianza de partidos de
izquierda.
Además de ellos, Morena ha
ido sumando a sindicatos, organizaciones campesinas y sociales y militantes y
exmilitantes de otros partidos.
Se sumó incluso Julio César
Bautista, hermano del dirigente de la corriente perredista Alternativa
Democrática Nacional (ADN), Héctor Bautista, a la que pertenece el candidato
del sol azteca, Juan Zepeda.
SU TERRITORIO
De acuerdo con Morena, la
estrategia electoral del PRI en el Estado de México fue encomendada a algunos
secretarios:
Funcionario Secretaría Asignación
Nuria Mayorga Comisionada para los Pueblos
Indígenas Atlacomulco
Aurelio Nuño Educación
Cuautitlán Izcalli
Rafael Pacchiano Medio Ambiente y Recursos
Naturales Metepec
Gerardo Ruiz Esparza
Comunicaciones y Transportes Texcoco
José Narro Salud
Ecatepec
¿ESTRATEGIA QUE FUNCIONA?
Aunque todos los partidos han
realizado denuncias sobre diversas conductas en la elección mexiquense, lo
cierto es que a la hora de la verdad la lucha en tribunales podría quedar
también solo entre dos.
Para Fernando Dworak,
politólogo y académico del ITAM, es poco probable que el PAN se enfrasque en un
pleito jurídico para buscar la nulidad de la elección si su candidata obtiene
pocos votos en las urnas.
“Ningún partido tiene el
monopolio de las trampas electorales, ni de la compra de votos, ni de cualquier
otro tipo de fraude (…) en Colima hubo una nulidad de la elección ante la
confesión de un secretario de gabinete. El argumento en sí mismo no sirve, a
menos que haya una prueba contundente y, hasta donde sabemos, no existen
pruebas contundentes hasta el momento.
“Ahorita todas esas cosas con
amenazas, son tácticas para ganar votos; pero vamos a ver con qué margen va a
ganar el que gane la elección y qué tanta fuerza van a tener los partidos que
ahora amenazan, para ver si vale la pena o no un proceso así”, comentó el
experto.
El único escenario para una
judicialización real del proceso electoral en la entidad mexiquense sucedería
si las encuestas se mantienen y el triunfo del ganador es por pocos votos. Y
aunque eso ocurra, sin una prueba incontrovertible, es difícil que prospere.
“Sí se va a judicializar.
Ahora, ¿va a ser suficiente? Solamente si hay un escenario que sea
extremadamente cerrado. Si llega a haber una victoria por menos de cinco
puntos. Pero si no, es poco probable que los partidos impugnen. Y segundo, hay
que ver si el partido que amenaza con eso realmente tiene algo que ganar.
“De que va a haber viajes de
ida y de vuelta al INE y al Tribunal, los va a haber. De que eso sea una
estrategia triunfadora y que vaya a arrojar frutos, lo dudo mucho”, sentenció
Dworak.
El catedrático asegura que de
la elección del 2017 quedarán muchas enseñanzas a los partidos porque, aunque
no son el preámbulo de la sucesión presidencial, sí habrá lecciones sobre
tácticas, estrategias y formas de comunicación que se aplicarán en el 2018.
(REPORTE INDIGO/ IMELDA GARCÍA/Lunes 29
de mayo de 2017)
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