Elementos de la Secretaría de
la Defensa Nacional (Sedena) descubrieron en Sinaloa, el narcolaboratorio de
drogas sintéticas más grande del que se tenga registro en el País, capaz de
producir hasta 200 kilos de cristal diarios, que le dejaba al Cártel de Sinaloa
una ganancia casi 2 millones de pesos cada día.
El narcolaboratorio
localizado a unos 40 kilómetros “en línea recta” de la capital Culiacán,
producía metanfetamina de alta pureza a escala industrial, en una zona casi
impenetrable por las condiciones geográficas.
Omar Díaz Alcaraz, comandante
del 110 Batallón de Infantería del Ejército, informó que el narcolaboratorio se
encontraba en el poblado llamado El Veinticuatro, de menos de 60 habitantes.
Tropas del Ejército que
realizaban labores de localización y erradicación de plantíos de amapola y
mariguana en esta región de Sinaloa, descubrieron el lugar el 7 de marzo de
2017.
Según el diario Milenio, que
hizo un reportaje especial al respecto, para llegar al lugar hay que hacer un
recorrido por una vereda de arena suelta, calle que se encuentra a 45 minutos
desde el camino más próximo, de terracería, imposible de detectar desde el aire
a través de sobrevuelos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), ya que las instalaciones
están cubiertas con malla del color de la tierra.
El mando militar señaló que
los narcotraficantes llegaban en mula o caballo, además de carretillas, pero
que se desconoce la fecha en que comenzó a funcionar.
Sin embargo, se estima que
pudieron tardar unas seis semanas en instalar las dos plantas industriales de
energía eléctrica, ventiladores, tanques de gas y todo el equipo necesario para
su operación.
Según el rotativo, la
“cocina” del narcolaboratorio contaba con 10 tinas para elaborar la mezcla y 40
ollas industriales, cada una conectada a un tanque de 45 kilos de gas LP para
la producción diaria.
Además, los militares
calculan que en el sitio laboraban al menos 15 personas, conocidas como
“cocineros”, que son los encargados de preparar la metanfetamina a través de
diversos procesos químicos.
“A pesar de haber sido
descubierto desde hace un mes, no se ha desmantelado por cuestiones de
seguridad, cuidados ambientales del suelo y de los mantos acuíferos así como de
la salud. Están en espera de los trámites de la [Procuraduría General de la
República] PGR y de una empresa especializada a la que pagarán para abatir el
lugar.”, señaló el medio.
El teniente coronel Jesús
Ochoa, vocero de la Novena Zona Militar, le dijo al rotativo que además de los
daños a la salud que los delincuentes provocaron con la venta de las
metanfetaminas, también causaron “una severa contaminación en la zona”, ya que
los químicos utilizados en la fabricación de metanfetaminas se filtran en el
agua y la tierra.
(SEMANARIO ZETA/ Carlos Álvarez/ Lunes,
24 Abril, 2017 08:34 PM)
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