lunes, 27 de junio de 2016

UTILIZA PAVLOVICH DURAZO GUARDIAS BLANCAS PARA EVITAR REINTEGRAR PREDIO DESPOJADO A EL BAJÍO


Uno de los custodios armados, informó a la comitiva de ejidatarios que había hecho del conocimiento de Pavlovich Durazo de la intención de los ejidatarios para recuperar el predio y que las instrucciones eran no permitir el acceso y que estaba dispuesto a negociar con una comisión de ejidatarios sobre  el asunto.

Caborca, Son.- Guardias blancas armados con rifles de asalto apostados en el acceso principal de a la mina La Herradura evitaron que  miembros del ejido El Bajío, del municipio de Caborca, Sonora, tomaran posesión legal de las tierras que  de manera mañosa e ilícita s apropió el empresario Rafael Pavlovich Durazo, la cuales fueron restituidas a sus legítimos dueños en  sentencia definitiva del Tribunal Unitario Agrario de Sonora.

En la asamblea de socios realizada la mañana de este domingo26 de junio de año en curso en las instalaciones del jardín de Niños del núcleo agrario El Bajío, los ejidatarios acordaron unánimemente hacer acto de presencia en las instalaciones de la mina para hacer  valet el auto restitutivo de sus tierras dictado la víspera por la máxima  autoridad agraria, que incluye la orden de que Pavlovich Durazo desista  de permanecer dentro de las instalaciones del complejo minero y regrese lo que ilegalmente usufructua tres meses atrás.

El grupo de alrededor de 30 agraristas, en su mayoría mujeres, enfilaron en sus autos en  caravana   por los caminos de terracería hacia el acceso a la mina La Herradura  y en forma pacífica conminaron a los guardias armadas que resguardan el acceso y  permitirles toma posesión de sus tierras, sin que el reclamo fructificara.

Tras exhibir ante los custodios  armados copia fiel de la sentencia de Tribunal Agrario donde se ordenaba a Pavlovich abandonar “de inmediato” los terrenos ejidales  y  poner bienes e instalaciones a disposición de  a sus legítimos dueños, el apoderado legal del ejido El Bajío, Jesús Thomas emplazó a los guardias a no incurrir en la ilegalidad y acatar el ordenamiento de la autoridad jurisdiccional  en materia agraria.

Uno de los custodios armados, informó a la comitiva de ejidatarios que había hecho del conocimiento de Pavlovich de la intención de los ejidatarios para recuperar el predio y que las instrucciones eran no permitir el acceso y que estaba dispuesto a negociar con una comisión de ejidatarios sobre  el asunto.

Los ejidatarios a través del abogado defensor negaron cualquier posibilidad de negociar con el citado Pavlovich Durazo bajo el argumento de que en el ejido El Bajío no se negocia con delincuentes.



(DOSSIER POLÍTICO/ FERNANDO GUTIÉRREZ R. / 2016-06-26)

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