sábado, 25 de junio de 2016

SE FUE BELTRONES: ¿EL FIN DE UNA ERA EN EL PRI O RETIRADA TÁCTICA?

La Viña del Señor
En su novela “La fiesta del chivo” Vargas Llosa, pone en boca del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, “El Jefe” o “El Benefactor”, la memorable frase de que “la política es abrirse paso entre cadáveres”.

La estrepitosa derrota del PRI el 5 de junio, no le fue perdonada a su presidente Manlio Fabio Beltrones, quien no alcanzó a cumplir el año frente al partido en el gobierno, parece confirmarla.

Como a la selección de futbol, le metieron siete, dice la voz popular y no la aguantó. Si el equipo pierde, el entrenador anda mal. Como Juan Carlos Osorio, Manlio es señalado como director técnico fallido.

Su renuncia era necesaria para el presidente Enrique Peña Nieto. Alguien debía cargar con la culpa de la debacle. Su poder de “encantador de serpientes” no le alcanzó esta vez.

UN PASO ADELANTE, DOS ATRÁS

Forjado a la vera del jefe del policía político del régimen priísta Fernando Gutiérrez Barrios, Manlio entregó su cabeza por presión de los grupos priístas ligados a precandidatos y funcionarios pertenecientes a los clanes de Atlacomulco y la Familia Real de Hidalgo, lideradas por Luis Videgaray y Miguel Angel Osorio Chong, respectivamente.

Durante el salinato fue legislador haciendo mancuerna con Luis Donaldo Colosio, gobernador de Sonora, interrogó a Mario Aburto en playas de Tijuana el mismo 23 de marzo de 1994 y videodestapó a Ernesto Zedillo como candidato sustituto por órdenes de Carlos Salinas.

Con Zedillo en la presidencia pasó a la congeladora durante todo el sexenio. Durante el foxiato su pleito con Elba Esther Gordillo, por la coordinación de los diputados del expartidazo fue de antología. En 2011 se hizo a un lado ante la cargada a favor de la candidatura presidencial de Peña en el PRI.

La noche de la elecciones de este año en el programa de Joaquín López Dóriga, el “Joven Maravilla” del PAN Ricardo Anaya lo hizo ver como aprendiz de la grilla. Los que lo conocen consideran que su oportuno alejamiento de los reflectores y del golpeteo es una retirada táctica para reinventarse, como tantas veces lo ha hecho el sonorense.

“Un paso adelante, dos atrás”, recomendaba Lenin, el líder de la Revolución Rusa.

Un día después a su renuncia afirma que no piensa en una candidatura, que tomará una pausa en su vida política, que se dedicará a la reflexión, que para el 2018 el PRI debe definir primero su proyecto y después con quien va.

Respetado y temido, el exgobernador de Sonora, era el único precandidato ajeno al círculo peñista con bastión en el Estado de México. En la entidad su enfrentamiento con el entonces gobernador Eduardo Bours, cercano a la maestra Elba Esther Gordillo, fue de antología, a grado tal de que “El Chapo” llegó a hablar de “La Manlio negra”, cuando algo le movía el tapete.

Como coincidencia, Agustín Basave, renunció a presidir el PRD. Su ADN nunca compaginó con el de las tribus solaztequinas. El riesgo es que ese partido termine siendo una especie de PVEM del PAN, en un escenario en donde MORENA es para el PRD lo que PODEMOS es para el PSOE en España.

El deslinde necesario: El gobierno actúa y el partido resiente
“Lo que los gobiernos hacen, sus partidos lo resienten” dijo al presentar su renuncia, recalcando la frase de Luis Donaldo Colosio, como deslinde del gobierno federal.

Y si dentro del PAN, al grupo de Gustavo Madero luego de la derrota de 2012 le urgía tomar distancia del calderonismo, lo cual recomendó Vicente Fox hasta para Margarita Zavala, en el PRD a los Chuchos de la Nueva Izquierda, como tribu dominante, también les apuraba hacerlo del Peje y Cuauhtémoc Cárdenas y todo lo que oliera a nacionalismo revolucionario y neocardenismo.

Esa toma de distancia, dice el analista Jesús Silva Herzog Márquez, hizo posible llegar a acuerdos con Peña Nieto, lo que se reflejó legislativamente en las reformas impulsadas desde el Pacto por México.

A cuatro años de distancia de esa componenda, al estilo de las “concertacesiones” salinistas que hicieron posibles las primeras gubernaturas panistas en Baja California y Guanajuato, el Pacto ya no existe y las mentadas reformas son fuente de conflicto. La fiscal puso en alerta a buena parte del empresariado, la energética deja muchas dudas ante la quiebra de Pemex, la laboral no significó ningún avance, la de telecomunicaciones favoreció a Televisa y encabritó a Carlos Slim, el mexicano más rico del mundo y la educativa tiene en llamas al país.

La soberbia de Aurelio Nuño y los que le siguen el rollo, ensangrentaron la plaza pública. Nochixtlán es una nueva derrota del presidente Peña.

El desencanto provocado por todo ello, aunados a los escándalos de corrupción y la imparable violencia, evidenciaron la debilidad de la presidencia y tiene a Peña entre los presidentes con más baja popularidad y convertido en un lastre para el PRI, de ahí que para sus candidatos en la elección de 2015 fue un innombrable.

En 2016, aunque pesaron más que el factor Peña, la mala imagen y gestión de gobernadores como Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borje y Edigio Torres, la división interna, el activismo del Clero, la imposición de candidatos, la guerra de lodo y el fuego amigo, el paquete arrasó al de Villa Juárez.

Lejos habían quedado los días de gloria de 2015 cuando recuperó Sonora con Claudia Pavlovich o a principios de año el triunfo en Colima, ambas elecciones operadas por Manlio.

¿FIN DE LA DUPLA DEL PODER?

Beltrones había llegado a conformar con su compadre Emilio Gamboa Patrón, quien se inició en la política como secretario particular de Miguel de la Madrid, una dupla eficiente en materia de operación política. Fue tanta su importancia que en un momento se intercambian el rol que ejercían y si uno coordinaba a los diputados federales tricolores y el otro a los senadores de su partido, en la siguiente elección uno pasaba a ocupar el cargo del otro.

Y si a Gamboa, identificado como un bróker del poder, le tocó encarar a la clase empresarial con motivo de la reforma anticorrupción y justificar la inclusión en la 3 de 3 a quienes hagan negocios con el gobierno, a Manlio le tocó rendir cuentas por el descalabro electoral de un PRI que se había convertido en el partido del presidente, un papel que con Ernesto Zedillo dejó de jugar, con la rebelión priísta de Roberto Madrazo Pintado, a quien decidió sacrificar para calmar las aguas en la elección de Tabasco, el fin de la línea en 1997 con la sana distancia entre el aprtido y el gobierno y por haber operado al margen del exinvencible en la elección de 2000, según Francisco Labastida Ochoa, quien sucumbió ante Vicente Fox.

Si la derrota de Madrazo en 2006 catapultó a Beltrones a desempeñar una cartera de vicepresidente de facto en el gobierno de Calderón como elemento de gobernabilidad, una década después deja los primeros planos de la política “por la puerta de atrás” y ante el regocijo del grupo político peñanietista.

La misma noche del 5 de junio en las oficinas del gabinete económico hubo festejos y aplausos por el resultado, reportan algunas crónicas.

Sus quejas ante Peña fueron que se castigaran a los traidores dentro del PRI, como Videgaray y José Antonio Meade, por operar en contra y en beneficio del PAN y procesar a Javier Duarte por corrupto.

El desenlace estaba más que escrito.

Suenan para sucederlo Emilio Gamboa, el secretario de agricultura José Calzada y Osorio Chong, a quien la CNTE goleó en Oaxaca y le urge iniciar el diálogo.

REACOMODO EN SONORA: EL FIN DE UNA ERA

Todavía está por verse como repercute en Sonora, la caída en desgracia del padrino de la gobernadora, cuando gente de su entorno ocupan algunas de las principales carteras, como su asesor financiero Raúl Navarro, en la Secretaría de Hacienda.

Cuenta Manuel Espino que en 1996, Felipe Calderón entonces jefe del PAN nacional, lo envió a Hermosillo a rescatar al partido, entonces controlado por el gobernador Beltrones Rivera. “El mobiliario y los carros eran del gobierno del estado y hasta en la nómina había panistas incluidos”, sostenía. De ese tamaño fue su poder y su encanto hasta con la oposición.

“Es suave en sus formas, está siempre impecablemente peinado y arreglado. Exuda confianza”, decían los cables del departamento de Estado filtrados por Wikileaks.

Varias preguntas son las que rondan las mesas de café en el estado y entre los propios seguidores de Beltrones: ¿Se acabó el proyecto de Manlio para Sonora?, ¿Finalizó la carrera política de su hija Sylvana?, ¿Quedó huérfana la gobernadora Claudia Pavlovich?

Por lo pronto, en el sur del estado brincan de alegría ante el reacomodo obligado de fuerzas, pues los grupos de aquella región se adjudican haber dado la batalla contra el padrecismo a través del Movimiento No al Novillo y ya se promueve Ricardo Bours Castelo, para una candidatura al Senado.

¡El rey ha muerto, viva el rey! Que siga la fiesta….      


(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ LA VIÑA DEL SEÑOR/ COLUMNA /22 Junio 2016)

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