sábado, 25 de junio de 2016

PAN SONORA: ¿CHOQUE DE TRENES O NEGOCIACIÓN ENTRE GRUPOS?


La Viña del Señor
La noche de los cuchillos largos iniciada en el PRI el mismo domingo 5 de junio, cobró la cabeza de Manlio Fabio Beltrones, cuya defección fue disfrazada de renuncia y denuncia. Mientras caían los resultados del PREP que confirmaban la derrota, Luis Videgaray hizo una llamada: “Se acabó el mito de Manlio Fabio”. La “democracia dirigida” había arrollado al sonorense. En el estado la orfandad se presiente.

En el PRD, la depuración llevada a cabo por las corrientes y tribus que hacen ingobernable al partido y más cuando el árbitro no pertenece a alguna de ellas, expulsó a Agustín Basave de su dirección.

Dentro del PAN, su presidente Ricardo Anaya, consolidó su liderazgo con el triunfo en 7 gubernaturas y lo metió de lleno en carrera por la candidatura presidencial que ya sentía en la bolsa el grupo calderonista en la persona de la ex primera dama Margarita Zavala.

Ese resultado y la obvia fortaleza del “Niño Maravilla”, de rozón benefició a su segundo de abordo en el CEN panista Damián Zepeda Vidales, fallido candidato a la alcaldía de Hermosillo en 2015, quien de la noche a la mañana se convirtió en uno de los sonorenses mejor posicionados en el ámbito nacional, mientras que otros con aspiraciones de convertirse en factores dentro del partido, como el exgobernador Guillermo Padrés o el ex candidato a gubernatura Javier Gándara, deben de cargar con la cruz de la derrota y los señalamientos de corrupción.

Una eventual obtención de la candidatura presidencial por Anaya, para posteriormente abanderar una alianza PAN-PRD que casi lo pondría en las puertas de Los Pinos en 2018, colocaría a Zepeda en los cuernos de la luna.

LA RUTA AL PODER: DE LA SENADURÍA A LA GUBERNATURA

Así como la carrera de Padrés se fincó en la senaduría y de donde brincó a la gubernatura, Damián, finca sus esperanzas en conducirse por ese mismo recorrido.

Cuauhtémoc Galindo, el alcalde de Nogales y uno de los panistas invictos en cuanto a candidaturas ha disputado, es otro de los serios aspirantes de buscar una curul en el Senado en 2018.

La ruta que deberá seguir “El niño teleférico” comprende como primera aduana conquistar la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN para David Secundino Galván.

Lograr lo anterior implica dejar en la lona al candidato de Guillermo Padrés, el ex secretario general del partido Adrián Espinoza, quien vuelve de un exilio dorado en España, país en donde terminó luego de ser apabullado por el ex secretario de gobierno del Nuevo Sonora Roberto Romero López.

SE ATRINCHERAN LAS TRIBUS AZULES

A estas alturas del partido se da por hecho una posible renuncia de las aspiraciones de Ernesto Munro a dirigir al panismo y sumarse a Espinoza, llevando detrás a David Figueroa, Enrique Torres y a Pancho García Gámez, sus aliados en la aventura.

Con Galván, están el CEN panista y la mayoría de los alcaldes blanquiazules. Javier Gándara, Gildardo Real y los suyos están con él.

Uno de sus detractores más aferrados es Francisco Bueno Ayub, pues a David le tocó destapar la cloaca que el Paco dejó en la dirección de Alcoholes cuando lo sustituyó a su salida de la dependencia.

Adrián Espinoza, juega su rol de oposición a la imposición de Galván y ya le dio por denunciar la línea a su favor y los dados cargados.

Afines a él se destaparon los diputados locales azules, apartados de la fracción en el Congreso del Estado, Carolina Lara y Lisette López Godínez, mientras Manuel Villegas Rodríguez, por no militar en el PAN, solo le brindó su apoyo moral, o sea casi nada.

En Guaymas, el grupo de Paco Bueno, que incluye a Omar Núñez Caravantes, Francisco Manzanares, Santiago Samaniego, los ex alcaldes César Lizárraga y Bernardino Cruz, Javier “Tacitas” Peralta y otros, apoyan a Espinoza.

Con Munro están el ex secretario Alonso Arriola, quien coordina su campaña, además de Luis Felipe Valenzuela.

LA FANTASIOSA CONSTRUCCIÓN DE UNA CANDIDATURA

Por cierto a “El Villeguitas”, después de apoyar el paquete financiero de Claudia Pavlovich, lo ven con “sospechosismo” en Acción Nacional, lo que le valió ser apartado de la fracción panucha, lo que aunado a su cercanía con el coordinador de la fracción tricolor Epifanio “Pano” Salido Pavlovich, desde que ambos integraban la Sub 17 al lado del “Maloro” Acosta, Ernesto “El Pato” de Lucas Hopkins, Antonio Astiazarán, Natanael “El Pitillo” Guerrero y una pléyade de entonces jóvenes priístas liderada Juan Carlos “El Chino” Lam, en el gobierno de Eduardo Bours, lo mantiene bajo vistilla y la desconfianza. Y ahora, le urge ser adoptado por algún grupo panista en Guaymas, para de ir catapultarse a la candidatura a la alcaldía, una vez desechada la idea de buscarla como independiente.

Zorruno, pero con fama de mentiroso incurable, ve conveniente rifársela con alguno de los suspirantes a suceder a Leonardo Guillén, mientras espera la ocasión de saltar a la palestra, pues dentro de sus cálculos están que la figura de Susana Corella no despega y de que Alfredo “El Chapo” Suárez, se encuentra impedido, para ser candidato a la alcaldía por el PRI.

A eso le apuesta y a la desmemoria, las ambiciones y las necesidades de los panistas del puerto.

Su base de despegue comprende desde los seccionales priístas, los cuales conformó cuando fungió como secretario en la administración del Toño Astiazarán, algunos trasnochados miembros del MAS como Víctor Marín, su suplente y parte de la disidencia blanquiazul, que lo mira como posible mecenas ante la ruina.

En 2015, dicha plataforma comprobó su eficacia cuando lo llevó a agenciarse por primera vez en la historia del PAN la diputación por el XIII distrito local, hazaña que Alfredo Ortega López, no logró en 2009, a pesar de su pasado rojo y ni César Lizárraga alcanzó en 2012, por los 89 votos escondidos en el closet del Consejo Distrital Electoral, que los mapaches que mandó Sergio Alexanders, a despanzurrar los paquetes electorales no encontraron.

El 2018, no será para el PAN como el 2015 de pesadilla. En un año el partido tiene un nuevo posicionamiento a nivel nacional. El beltronismo sonorense está herido y los tiburones blanquiazules ya olieron la sangre.

Lo bueno de todo, es que la política tiene sus fuertes dosis de ficción… y de adicción.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ LA VIÑA DEL SEÑOR/ COLUMNA INVITADA / 23 Junio 2016) 

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