FOTOS: especial ZETA
La construcción del Hospital General de
Ciudad Constitución está repleta de reportes falsos, apócrifos y alterados para
supuestamente justificar a la Federación avances irreales en el proceso de
edificación de una obra que debió terminarse en enero de 2015
El 13 de
noviembre de 2014, el ex supervisor de obras de la Subdirección de Infraestructura
de la Secretaría de Salud de Baja California Sur, Adalberto Arcángel Peralta
Espinoza, hizo entrega formal de reportes presuntamente apócrifos y alterados
en el proceso de construcción del Hospital General “René Thomas Guijosa Habiff”
en Ciudad Constitución.
En aquel entonces la
información fue entregada personalmente al contralor general del Estado, Ismael
Peñaloza Pineda, luego de que el caso de corrupción fue archivado y
sospechosamente no prosperó cuando llegó a manos de la ex contralora general y
actual presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la XIV
Legislatura, Maritza Muñoz Vargas, donde se exponía la ineficiente y negligente
actuación de los siguientes funcionarios:
* Othoniel Marrón Amao. Subdirector de
Infraestructura, quien dicho sea de paso, es prestanombres del ex gobernador
Narciso Agúndez Montaño.
* Ernesto Trasviña García. Jefe de
Mantenimiento y Conservación de la Subdirección de Infraestructura.
* Leonor Mendoza Nevárez. Ex directora
de Administración y Finanzas, y actual administradora de la Beneficencia
Pública de la Secretaría de Salud.
La corrupción que va del ex
secretario de Salud, Virgilio Jiménez Patiño hasta la del actual titular, Víctor
George Flores. A un costado, Elmer Tarazón Moreno, director de Servicios de
Salud, y quien también tiene muchas cosas que explicar sobre los actos de
corrupción al interior de la institución.
Según el expediente
CGE/QD/047/2014, el denunciante había fungido como supervisor de obra, del 1 de
agosto de 2013 hasta el 3 de julio de 2014, en la Subdirección de
Infraestructura de la Secretaría de Salud, y durante ese tiempo pudo darse
cuenta de la negligencia, omisión y corrupción que rodea la obra gubernamental
iniciada el 3 de octubre de 2012, la cual debió haber concluido el 30 de enero
de 2013, en el cuatrienio del ex gobernador Marcos Alberto Covarrubias
Villaseñor.
Después de mil 355 días, es
decir, tres años y 260 días, como se pudo constatar en un recorrido efectuado
por ZETA, actualmente la obra de construcción del nuevo Hospital General
presenta un avance del 60 por ciento en los primeros ocho meses del sexenio del
mandatario Carlos Mendoza Davis.
Aunque oficialmente, según un funcionario de
la Secretaría de Salud consultado por este Semanario, registra un avance del
90% en su totalidad.
En otros términos, e
independientemente del porcentaje de avance, la obra de construcción registra
un retraso de mil 234 días, o bien, tres años y 135 días en el proceso original
de edificación, lo que obviamente terminó por elevar el valor del proyecto
hasta en 40 millones de pesos, generando un gravísimo desfalco al erario
público sin que hasta el momento se hayan deslindado responsabilidades
administrativas, incluso penales.
Por el contrario, los
presuntos responsables siguen despachando campantemente en sus cargos de
gobierno.
El hoy ex supervisor de obra
hizo “la entrega de pruebas irrefutables en formato digital de los reportes de
obra quincenales apócrifos y modificados, reportes del 6 al 10, emitidos por la
compañía supervisora externa de nombre Circulo Arqs, y entregados a la
Subdirección de Infraestructura de la Secretaría de Salud”, esta última,
encargada de verificar y avalar los procesos constructivos, así como de
supervisar y aprobar las estimaciones y pre-estimaciones en el proceso de
construcción de la segunda etapa del Hospital General.
La denuncia en poder de este
Semanario, transcribe: “(…) descubrí que la compañía supervisora externa,
llevaba dobles números en el porcentaje de avance de la obra real, pues los
reportes en los números de porcentajes reales ejecutados son irreales, dado que
se tenían que sustentar con las pre-estimaciones autorizadas verbalmente por el
subdirector de Infraestructura”.
Maritza Muñoz Vargas.
Protegió la corrupción en la Secretaría de Salud, desde la Contraloría General
del Estado.
El arquitecto contratado
originalmente en la supervisión de la obra de construcción del Hospital General
de Ciudad Constitución, dijo que “en su momento puse al tanto al subdirector de
Infraestructura, Othoniel Marrón Amao, y le pedí no pre-estimar, porque esto
constituía un delito del orden federal, tratándose de recursos de procedencia
federal”, pero “hizo caso omiso a mis
recomendaciones, por lo que procedí a informar de las irregularidades a los
asesores del secretario de Salud (en aquel entonces), Héctor José Angulo
Espinoza (actual secretario particular del secretario de Salud, Víctor George
Flores), Francisco Jiménez Patiño y Juan Plata Medina, entregando en mano
propia al secretario Virgilio Jiménez Patiño, las pruebas de los reportes
quincenales de obra falsos, apócrifos y alterados impresos, y con su debida
explicación de las irregularidades flagrantes del subdirector de
Infraestructura, en contubernio con la compañía supervisora externa, Círculo
Arqs”.
El denunciante explicó que
después de evidenciar la corrupción en el proceso de construcción, y sobre todo
la falta de ética y profesionalismo de la compañía Círculo Arqs, los cuales son
corresponsables de la corrupción en la construcción del hospital,
inmediatamente modificaron los reportes quincenales de obra falsos del número 6
al 9, y los volvieron a enviar al subdirector de Infraestructura, a fin de que
fueran reemplazados y así evitar un escándalo.
No obstante, tras verse
descubiertos, el despacho de arquitectos no alcanzó a modificar el reporte
número 10, pero aún así, se quedaron con el formato digital en forma de avance,
el cual entregaron en una memoria USB.
Según el expediente de la
Contraloría General del Estado, la entonces directora de Administración y Finanzas
de la Secretaría de Salud, Leonor Mendoza Nevárez, apoyó incondicionalmente al
subdirector de Infraestructura, Othoniel Marrón Amao, y al jefe de
Mantenimiento y Conservación, Ernesto Trasviña García, así como a la compañía
de supervisión externa Círculo Arqs, quienes sin ninguna ética y
profesionalismo, en una serie de correos electrónicos enviados entre ellos
argumentaron que procedieron “a falsear la información de los reportes
quincenales de obra, por el hecho de que la gestión de las estimaciones ante la
federación eran muy tardadas, y para cuando las estimaciones fueran pagadas al
constructor, ya se habría alcanzado entonces el porcentaje de obra redactado en
los reportes.
“Es un hecho de que la
gestión del recurso ante la federación es tardada, de eso no tenía duda ni
objeción; pero sí estuve en pleno desacuerdo, y en todo momento me negué a
participar en un hecho de que se le estaba mintiendo al secretario de salud,
del hasta entonces estado de avance real ejecutado de obra, según Círculo Arqs,
y que a su vez, el secretario de salud, con el desconocimiento propio, le
presentaba al gobernador (en aquel entonces) Marcos Alberto Covarrubias
Villaseñor, datos irreales, una mentira al decir que todo iba bien, que todo
iba sobre la marcha en tiempo y forma en el proceso de construcción del nuevo
hospital general”, transcribió.
Finalmente, y de acuerdo con
la denuncia del ex supervisor de la obra, Adalberto Arcángel Peralta Espinoza,
quiso evitar precisamente lo que hoy en día se está viviendo en torno a la obra
que tiene un vergonzoso atraso, la cual, a final de cuentas, no pudo ser
entregada en tiempo y forma, como quedó establecido y firmado en el contrato
del proyecto de construcción del nuevo Hospital General.
La copia de la denuncia del
ex supervisor de obra de la subdirección de infraestructura de la Secretaria de
Salud, Adalberto Arcángel Peralta Espinoza, recibida el 13 de noviembre de
2014, sobre reportes falseados, apócrifos y alterados en la obra de construcción
del hospital general de Ciudad Constitución
Después de presentar la queja
en la Contraloría General del Estado, el denunciante fue cesado del cargo.
No obstante, por lo anterior
se reprogramó una segunda fecha de entrega al 27 de enero de 2015, la cual
después de 508 días de retraso, sigue sin ser consumada.
LA MAGNA OBRA
El 26 de agosto de 2012, el
entonces gobernador del Estado de Baja California Sur, Marcos Alberto
Covarrubias Villaseñor, anunció el arranque del nuevo Hospital General en
Ciudad Constitución.
Durante una gira de trabajo
por su natal Comondú, el mandatario dijo que en octubre arrancaría la obra de
construcción, en la cual tenían previsto invertir 195 millones de pesos en
infraestructura y equipamiento, además de dar respuesta a las necesidades más
apremiantes de los pobladores comundeños.
El gobernador sudcaliforniano
adelantó que el ambicioso proyecto contaría con 30 camas, servicio de urgencia,
laboratorio, una decena de consultorios, incluido uno especializado en
ginecoobstetricia y equipado con la más alta tecnología en laboratorio,
ultrasonido y rayos X.
El nuevo hospital -según
presumió- pretendía ser la magna obra de su administración en Comondú, ya que
reemplazaría al viejo hospital que tenía en ese entonces 37 años de antigüedad
y de ofrecer servicio a los comundeños, por lo que era prácticamente obsoleto.
El gobernador recordó que el
Estado había duplicado su número de población, por lo que la demanda de
servicios de salud había crecido de manera importante, sobre todo con el
lanzamiento del llamado Seguro Popular.
En números concretos, la
Secretaría de Salud atendía al 34% de los sudcalifornianos, y la tasa neta de
crecimiento de los servicios era del 4.1%, por lo que el nuevo nosocomio
elevaría de vida de los comundeños.
El proyecto original
consistía en edificar y equipar el nuevo Hospital General entre 15 y 18 meses,
aproximadamente.
Después del anuncio del
gobernador de aquel entonces fue lanzada la licitación pública, bajo el número
de expediente LO-903006996-N7-20112, donde fue sometido a concurso el proyecto
de construcción del nuevo hospital de Ciudad Constitución.
Conforme a la convocatoria,
los recursos provendrían del Fideicomiso del Sistema de Protección Social en
Salud, cuyo gasto fue autorizado el 31 de julio de 2012, bajo el número de
folio SNP1/153210/277/2012, expedido por Banobras.
El expediente remitido al órgano
de control interno de la Secretaria de Salud, y el cuyo caso paso a manos de la
jefe de la unidad, Ariadna Aracey Ocampo Ávila, nombrada por el interior
titular, Virgilio Jiménez Patiño
Las compañías interesadas en
participar en la construcción del nuevo hospital -según copia de la licitación
en poder de ZETA– fueron:
* Anáhuac Organización Constructora,
S.A. de C.V. Representada por Jesús Manuel de la Peña Manríquez.
* Integradora Peninsular de
Constructores de Baja California Sur, S.A. de C.V. Encabezada por Rafael Meza
Osuna.
* Constructores Asociados de
Teotihuacán, S.A. de C.V. Representada por Martha Elizabeth Rodríguez Flores.
* Maranges Arquitectos, S.A. de C.V.
Liderada por Mario Monterrubio Cotija.
El 26 de septiembre de 2012,
el Comité de Obra Pública de la Secretaría de Salud, emitió el fallo de
adjudicación, entregando la obra Maranges Arquitectos, S.A. de C.V. e
Integradora Peninsular de Constructores de Baja California Sur, S.A. de C.V,
por considerar que eran las propuestas técnica y económicamente solventes.
LAS CONFESIONES
En el expediente
CGE/QD/047/2014, abierto por Contraloría General del Estado, aparecen una serie
de correos enviados entre Othoniel Marrón Amao, subdirector de Infraestructura
de la Secretaría de Salud, a través del correo arqothoniel@hotmail.com; y
Gilberto Buitrón Escobar, jefe de supervisión externa de Círculo Arqs, quien
utiliza el correo gbuitron@circuloarqs.com.mx
En una de las conversaciones,
el supervisor confiesa:
“En base a tus indicaciones
para autorizar la estimación No. 6, te adjudico tabla comparativa, y señalo en
las columnas el avance acumulado hasta la estimación No. 5, el avance real
ejecutado, dato de Círculo Arqs, y por último, la estimación No.6, autorizada
verbalmente por ti”.
El jefe de supervisión del
despacho de arquitectos expuso:
“En referencia a tus
indicaciones, me presente en la oficina del Arq. Oscar Arévalo, superintendente
de Maranges Arquitectos, S.A. de C.V, en referencia a que no estaban de acuerdo
con los avances presentados por supervisión, y no se tuvo una respuesta, dato,
etc, el cual descalifique el avance señalado por la supervisión, por lo tanto,
no aceptamos que se descalifique un avance, sin tener las justificaciones y
argumentos técnicos, la constructora no tiene precisado cual es su avance real
ejecutado”.
Finalmente, el representante
de Círculo revela:
“En referencia a los
anterior, y en base al avance real ejecutado y a los avances pre-estimados, el
informe quincenal No.8, es irreal, debido a que se reflejaran porcentajes para
cubrir los avances pre-estimados”.
La información de la denuncia
fue remitida al contralor interno de la Secretaría de Salud, Julio Buenrostro
de Dios, bajo el oficio número CGE/3442/2014, solicitando abrir una
investigación y rendir un informe de avance de investigación.
El entonces contralor Ismael
Peñaloza Pineda, se lavó así las manos y remitió la denuncia al órgano de
control interno por presuntos actos de corrupción cometidos por servidores
públicos de la Secretaría de Salud, de ahí que requiriera “un informe de avance
de todas y cada una de las actuaciones que a la fecha haya realizado como parte
de las investigaciones relacionadas al expediente”.
Las confesiones sobre
pre-estimaciones consideradas como delito federal por tratarse de recursos de
Gobierno de la Republica
El contralor Julio Buenrostro
de Dios, quien dicho sea de paso, es esposo de la diputada federal por el
Partido Acción Nacional, Gisela Páez Martínez, fue separado de su cargo a
finales de la administración pasada, siendo reemplazado por Ariadna Aracely
Ocampo Ávila.
Sobre estos hechos, y durante
el recorrido por la obra en construcción, ZETA obtuvo información de que “la
edificación había sido muy irregular y constantemente estaba parada”, pues
según uno de los vigilantes, “la Secretaría de Salud no tiene dinero para pagar
a las empresas, las cuales única y exclusivamente trabajan cada vez que sale
pago”.
La segunda etapa de la
construcción registra un avance del 60%, pero no puede ser culminada, por lo
que continúa en obra negra y sin señal alguna de cuándo podría ser terminada.
El 26 de enero de 2016, el
gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, hizo un recorrido por
la obra de construcción del nuevo hospital, acompañado del alcalde de Comondú,
Francisco Pelayo Covarrubias, y el secretario de Salud, Víctor George Flores.
El mandatario se dejó llevar
por la información del subdirector de Infraestructura de la Secretaría de
Salud, Othoniel Marrón Amador, y emocionado, dio el banderazo de los trabajos
de supuesta conclusión del hospital “René Thomas Guijosa Habiff”.
Oficialmente, se habló de un
avance del 90% en la edificación del nuevo nosocomio, y durante una entrevista,
el gobernador adelantó la posibilidad de inaugurar la totalidad de la obra
negra entre agosto o septiembre, e iniciar el proceso de equipamiento en
diciembre próximo.
ZETA solicitó una entrevista
con el secretario de Salud, Víctor George Flores, la cual no pudo ser concedida
por encontrarse éste fuera de la ciudad, siendo este medio canalizado al
titular de Administración y Finanzas, Renato Carlos Cuevas López, quien se
limitó a informar que la obra “presenta un avance del 90% en la construcción, y
está por ser entregada oficialmente”.
Sobre el grave retraso nadie
quiso hablar, pero según un funcionario de la Secretaría de Salud, quien no
autorizó publicar su nombre, por no ser la voz oficial, “la principal causa del
atraso fue por una serie de desacuerdos y conflictos internos que en la administración
pasada surgieron entre las empresas constructoras, los supervisores externos de
Círculo Arqs y funcionarios de la Secretaría de Salud”.
“Eso no permitió avanzar,
incluso la obra estuvo parada a finales de 2015, porque la Secretaría de Salud
no pagaba y el constructor, no avanzaba porque no le pagaban”, situación que
prácticamente se resolvió en febrero pasado, y desde entonces, la obra no para
de construirse.
Acorde con el funcionario, lo
que vino a destrabar el problema “fue sacar de la supervisión externa a la
compañía Círculo Arqs” como una medida para poder reiniciar la obra por parte
de las compañías constructoras.
Sobre las irregularidades, la
contralora general del Estado, Sonia Murillo Manríquez, se abstuvo de hablar al
respecto, pues a través de su secretario, indicó que el caso estaba en manos de
la jefa de la Unidad de Contraloría Interna de la Secretaría de Salud, Ariadna
Aracely Ocampo Ávila, quien prácticamente no sabe ni dónde está parada.
En entrevista con este
Semanario, la funcionaria se negó hablar del tema, al -según ella- no estar
“autorizada para dar información que obra en los expedientes de procesos que
estamos investigando”.
Cuestionada sobre el estatus
del expediente o de la investigación, y completamente renuente, pidió solicitarlo
“por escrito, a través de la Unidad de Transparencia, y yo le daré respuesta”.
— Lo único que queremos saber
es si el expediente está abierto o cerrado, se le hizo saber, planteó ZETA, a
lo que Ocampo contestó:
“No sé si está abierto o
cerrado, porque no me tocó a mí recibir la denuncia”.
— Sí, pero usted maneja los
expedientes o los archivos, ¿nos podría decir si está abierto o cerrado el
expediente?
“No puedo, porque ni siquiera
sé qué hay en los expedientes”, expresó despreocupada.
Obviamente, la respuesta dejó
en evidencia el grado de seriedad, responsabilidad y preocupación de la
funcionaria del gobierno de Carlos Mendoza Davis.
El contrato de supervisión
externa de la obra de construcción del nuevo Hospital General de Ciudad
Constitución a favor de la compañía Círculo Arqs -según el contrato
ISSBCS-SUPHGCC-2015/07- fue adjudicado de manera directa, y sin haber entrado
siquiera a licitación pública, tal y como lo establece el Artículo 53 de la Ley
de Adquisiciones, Arrendamiento y Servicios, sobre compras superiores a 316 mil
pesos.
Según el contrato, la
compañía con razón social Círculo Arquitectos Asociados, S.A. de C.V. firmó un
jugoso contrato con el hoy ex secretario de Salud, Virgilio Jiménez Patiño, y
la ex directora de Administración y Finanzas, Leonor Mendoza Nevárez.
El contrato fue por 3
millones 858 mil 672 pesos con 40 centavos, más 617 mil 387 pesos con 58
centavos del 16% de IVA, para un total de 4 millones 476 mil 059 pesos con 98
centavos.
Según el documento en poder
de este Semanario, el tiempo de
contratación fue del 29 de enero al 27 de junio de 2015, es decir, un plazo de
150 días naturales por concepto de formular cada quince días un reporte de
revisión y autorización de estimaciones, y turnarlas a la Subdirección de
Infraestructura de la Secretaría de Salud.
Después de los conflictos con
la compañía constructora, y tras la denuncia presentada en Contraloría General
del Estado, Círculo Arqs fue separado de la obra de construcción.
Cabe destacar que la
inversión inicial del nuevo Hospital General de Ciudad Constitución, estaba
estimada en 195 millones de pesos, pero luego de tantos meses de retraso, subió
a 235 millones de pesos, es decir, 40 millones de pesos más por concepto de
ampliación del presupuesto, gestionado y entregado en la administración pasada;
sin embargo, no fue ejecutado por los conflictos internos entre la compañía
constructora, el despacho Círculo Arqs y la Subdirección de Infraestructura de
la Secretaría de Salud.
(SEMANARIO ZETA/ Gerardo Zúñiga /Martes,
21 junio, 2016 12:00 PM)
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