Gobernará ahora 15 estados, el nivel más
bajo desde que comenzó a perder gubernaturas con la alternancia, hace 26 años
En un hecho inédito, el PRI
perdió la mayoría del control del territorio nacional. De acuerdo con los
resultados de las elecciones del domingo, gobernará sólo 46% de las entidades
del país, mientras otros partidos tendrán el control del 54% restante.
Así, el PRI se queda
únicamente con 15 estados, su nivel más bajo desde que comenzó a perder
gubernaturas con la alternancia, hace 26 años.
En cambio, el PAN encabezará
diez entidades federativas, el mayor número de gubernaturas en su poder; el PRD
cinco estados, que lo mantienen en su máximo histórico que registró en 2010; un
estado ya es gobernado por el Partido Verde, y un expriista, ahora
independiente, gobierna Nuevo León.
Cuando los nuevos
gobernadores asuman el cargo, el PRI pasará de gobernar 66 millones 368 mil 197
personas, a 53 millones 622 mil 427 habitantes de 15 entidades, lo que
representará una pérdida de 19.2% de su influencia de gobierno en el país.
Sobre los resultados, el
presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, reconoció la necesidad de
cambiar la estrategia del partido.
En entrevista con Adela
Micha, para Grupo Imagen Multimedia, Beltrones dijo que las derrotas del
domingo “son algo que tenemos que estudiar, qué fue lo que pasó, cómo pasó, por
qué pasó, y qué es lo que tenemos que hacer para que no vuelva a pasar”.
En un comunicado, el PRI dio
a conocer que analiza impugnar los resultados de siete estados.
EL PRI GOBERNARÁ
SÓLO EN 15 ESTADOS
Con el saldo del domingo
permitirá que el PAN gobierne en 10, el PRD en 5, Verde en una y El Bronco en
NL.
Por primera vez, desde su
surgimiento en la era revolucionaria, el PRI perdió el control de la mayoría
del territorio nacional, pues los resultados adversos del pasado domingo lo
llevarán a gobernar sólo 46% de las entidades del país, mientras otros partidos
tendrán el control de 54% restante.
El PRI se queda únicamente
con 15 entidades, el nivel más bajo desde que comenzó a perder gubernaturas con
la alternancia, hace 26 años. El PAN tendrá el gobierno de diez, lo que implica
el mayor número de gubernaturas en su poder; el PRD gobernará cinco entidades,
que lo mantiene en su máximo histórico que registró en 2010; un estado es
gobernado por el Partido Verde (Chiapas) y otro más por un expriista,
ahora independiente, Nuevo León.
De esta forma, a partir de que
los nuevos gobernadores que le arrebataron los triunfos al PRI tomen posesión,
los tricolores pasarán de gobernar a 66 millones 368 mil 197 personas, a
gobernar 53 millones 622 mil 427 habitantes de 15 entidades, lo que implica una
pérdida de 19.2% de su influencia de gobierno en el país; los priistas
gobernarán a 44.9% de la población, su nivel más bajo.
Jamás el PRI había tenido un
nivel tan bajo en el número de estados y, en consecuencia, de habitantes que
gobierna.
Cuando perdió la Presidencia
de la República en el año 2000, el PRI controlaba el poder en 19 estados, es
decir, su derrota en la máxima posición nacional no lesionó su penetración
electoral en el territorio nacional, pues tenía 19 gubernaturas; es decir, 60%
del poder en las entidades.
Luego, tres años después, en
el primer año de elección federal, de la era de la alternancia en la
Presidencia de la República, el PRI tenía el poder en 17 entidades, lo que
implicó 53.1% del poder estatal; sus gobernadores eran mayoría frente a los
emanados del PAN y el PRD.
A pesar de caer hasta el
tercer lugar de preferencias electorales a nivel federal, donde lo llevó su
candidato presidencial Roberto Madrazo, el PRI mantuvo el dominio territorial
con 17 gubernaturas; todavía tenía 53.1% de los estados del país y el poder de
sus gobernadores era cada vez mayor.
Para 2009, el PRI registró
una mejoría en el número de votos que obtuvo. Su poder en los estados aumentó a
18 gubernaturas, con lo cual elevó a 56.2% el poder de entidades.
Al siguiente año, en el 2010,
el PRI sufrió un fuerte golpe electoral al perder, ante la alianza PAN-PRD, los
estados de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, los tres con exmilitantes de sus filas,
pero un par de años después, en el año 2012, cuando ganó la Presidencia de la
República nuevamente, su poder electoral creció de manera inusitada hasta sumar
21 gubernaturas.
Así, el PRI arrancó su nuevo
sexenio presidencial con el dominio de 65.2% de los estados, con la
recuperación de entidades como Zacatecas, Michoacán y Jalisco, pero ese poder
volvió a descender a 19 gubernaturas, es decir, el mismo nivel que en el año
2000, cuando en 2015 perdió nuevamente Querétaro y Nuevo León.
Pero este domingo llegó a su
nivel más bajo en el poder estatal. Por primera vez no tiene la mayoría del
territorio nacional. A partir de la toma de protesta de los nuevos gobernadores
sólo conducirá 15 estados, que representan 46% del territorio y al 44.9% de la
población nacional.
LOS ESTADOS QUE
SE LE NIEGAN
Tal como lo informó Excélsior, los resultados
del domingo pasado merman los bastiones tradicionales priistas, porque los
estados de Durango, Tamaulipas y Veracruz se suman a la era de la transición y
provocan que los bastiones priistas, donde jamás se ha registrado la
alternancia, se reduzcan a Campeche, Coahuila, Colima, Hidalgo y Estado de
México.
Pero también se observa que
hay un grupo de cinco entidades que suman ya varios sexenios de negarse a
volver a ser gobernados por el PRI, como son Baja California, Baja California
Sur, Guanajuato, Morelos y Chiapas, pues si bien lo gobierna un partido aliado,
lo cierto es que no son las siglas del PRI las que tienen el poder del estado,
sino el Partido Verde.
El PRD tendrá el dominio en
Tabasco, Ciudad de México, Morelos, Michoacán y Quintana Roo, con Carlos
Joaquín González.
El PAN, que fue en alianza con
el PRD en Durango y Veracruz, también dominará en las dos Baja Californias,
Chihuahua, Tamaulipas, Querétaro, Puebla, Guanajuato y Aguascalientes.
ABSTENCIÓN, LA MARCA
En promedio, el
abstencionismo tocó a la mitad de los electores que el domingo tenían derecho a
elegir a sus nuevas autoridades, pero en la Ciudad de México y en Baja
California se registró el mayor abstencionismo, con 72%.en la capital del país
y 67% en Baja California.Sólo 28% de los capitalinos tuvo interés en elegir a
los integrantes de la Asamblea Constituyente y en Baja California la
participación fue de únicamente 33%, porque en ninguno de los dos se eligió a
autoridades centrales, sino a legisladores.Luego de ellas, el mayor
abstencionismo se registró en Sinaloa, con 55.71%; Puebla, con 55.34% y
Chihuahua, con 50.43 por ciento.El estado que tuvo el mayor nivel de
participación ciudadana fue Hidalgo, con 59.6% de electores.La entidad que tuvo
el segundo mayor nivel de participación en las urnas fue Oaxaca, con 58.8%.
SE CONFIRMAN DERROTAS DEL TRICOLOR EN 7 ESTADOS
Con casi el total de los
votos computados en la mayoría de los Programa de Resultados Electorales
Preliminares (PREP), en siete estados se ratificó la derrota del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) de los 12 que disputaron una elección para
gobernador el pasado domingo.
Empezando por el norte, el
candidato panista Javier Corral tenía, con 91.02% de las boletas
contabilizadas, 39.51% de los sufragios, seguido del priista Enrique Serrano
con 31.18%.
En Tamaulipas, el otrora
bastión tricolor, el panista Francisco García Cabeza de Vaca derrotó 50.15%
contra 36.03% al priista Baltazar Hinojosa, con casi 90% de los votos
computados.
Durango fue escenario de otra
derrota del tricolor, ya que José Rosas Aispuro, del PAN, derrotó al priista
Esteban Villegas con 46.00% de los votos contra 42.41% del aliancista.
Zacatecas fue para el PRI,
con 37.3% de la votación, seguido por Morena, con 27.22% de los sufragios. Ahí,
Alejandro Tello venció al morenista David Monreal.
Sinaloa también se lo llevó
el tricolor con 41.20% de los votos, adelante de Movimiento Ciudadano con
26.38% de los sufragios.
Quirino Ordaz Coppel derrotó
al candidato de Movimiento Ciudadano, Héctor Melesio Cuén, pero este último
demostró que en el occidente del país se está consolidando un corredor del
llamado movimiento naranja, que también tiene posiciones clave en Jalisco.
Veracruz también fue para la
alianza PAN-PRD, donde Miguel Ángel Yunes Linares derrotó a su primo Héctor
Yunes Landa, con 34.41% de los votos, mientras el del tricolor logró 30.53% de
los sufragios.
El morenista Cuitláhuac
García tenía 26.25% de los sufragios, aunque en los primeros resultados del
domingo aparecía en primer lugar.
El panismo recuperó
Aguascalientes con Martín Orozco, quien derrotó con 43.53% de las intenciones a
la priista Lorena Martínez, con 41.43% y con 100% de las actas computadas.
El bastión priista de Hidalgo
se mantuvo con la victoria de Omar Fayad, al obtener 43.30% de los sufragios,
contra 27.82% del panista Francisco Javier Berganza y casi 100% del PREP.
Tlaxcala también fue para el
PRI, donde Marco Antonio Mena derrotó con 33.46% de los votos a la perredista
Lorena Cuéllar, con 29.91%.
Puebla se convirtió en
bastión panista al ganar José Antonio Gali, con 45.35% de los votos, adelante
de la priista Blanca Alcalá, con 33.59 por ciento.
Oaxaca fue recuperado por el
tricolor con 32.03% de los votos de su abanderado Alejandro Murat, seguido del
aliancista José Antonio Estefan Garfias, con 24.96% de las intenciones de voto
y con 99.03% de las actas computadas.
En el sureste, Quintana Roo
fue escenario de la disputa por la gubernatura entre el aliancista Carlos
Joaquín González y el priista Mauricio Góngora. Con 100% de las actas
contabilizadas, Joaquín se llevó 45.68% de los sufragios y Góngora 35.69%.
CONGRESOS, DIVIDIDOS
Ni aun en Hidalgo y Sinaloa
el priismo tendrá mayoría aplastante.
La mayoría de los nuevos
gobiernos elegidos el pasado domingo
tendrán Congresos locales divididos, porque si bien el electorado decidió
reducir el poder del PRI, no lo nulificó en gran parte de los congresos, por lo
que los nuevos gobernadores estarán obligados a la negociación.
En Aguascalientes, por
ejemplo, el PAN tendrá la gubernatura y 11 curules de mayoría relativa, por
siete del PRI, es decir, los panistas tendrán mayoría simple, pero no les
alcanzará como para aprobar nuevos créditos, pues para eso requerirán del voto
de las dos terceras partes y tendrán que negociar con los priistas.
El domingo, los priistas
perdieron el dominio en la mayoría de los congresos que estuvieron en disputa,
pero produjo mapas de mayor pluralidad en la mayoría de ellos, sin que hasta
ahora, sin incluir los legisladores plurinominales, se prefigure mayorías
aplastantes.
En Tamaulipas, donde el
triunfo del senador con licencia, Francisco García Cabeza de Vaca, fue
contundente, sí existe un Congreso estatal dominado por el panismo, con 16
curules de mayoría, frente a sólo seis de los priistas. La inclusión de los
legisladores plurinominales no romperá esta mayoría abrumadora del blanquiazul,
porque incluso le alcanza para tener las dos terceras partes de los votos.
Un escenario similar tendrá
el nuevo gobernador de Oaxaca, el priista Alejandro Murat. El PRI ganó la
mayoría de los distritos, con lo cual se coloca como primera fuerza en el
Congreso del estado, el panismo se queda con seis y Morena, que es la tercera
fuerza en esa entidad, con tres curules por mayoría relativa.
Otro estado donde se registró
un triunfo contundente en la gubernatura fue Sinaloa, que la ganó el priista
Quirino Ordaz; sin embargo, el Congreso estatal está dividido en dos grandes
bloques.
El Programa de Resultados
Electorales Preliminares (PREP) muestra que el PAN ganó 24 distritos y el PRI
otros 22 distritos; es decir, el nuevo gobernador no cuenta con mayoría clara.
En Hidalgo, donde también
ganó un senador con licencia, el priista Omar Fayad Meneses, su partido obtuvo
la mayoría de los distritos electorales, pero la diferencia frente al PAN es de
sólo cuatro victorias, porque el panismo ganó en siete y los priistas en 11,
por lo que el nuevo gobernador deberá aplicar la dinámica de la negociación con
su Congreso.
Un nuevo gobernador que
carece de la mayoría en el Congreso estatal es el expriista y neoperredista
Carlos Joaquín, porque los resultados preliminares dejan ver que los priistas
se quedan con diez curules de mayoría relativa y los panistas con otros cinco,
que en este estado son sus aliados electorales; es decir, tendrá un contrapeso
evidente en el Poder Legislativo.
En Tlaxcala, el nuevo
gobernador, Marco Antonio Mena, también tendrá un Congreso estatal sin mayoría
para su fuerza política.
Veracruz, que será gobernado
por Miguel Ángel Yunes Linares, tiene un Congreso donde hasta ayer Morena era
la primera fuerza, con 12 distritos; seguido por el PAN con 10; el PRI con seis
y uno para el Verde y otro para el Panal.
(DOSSIER POLÍTICO/ TOMADO DE: LETICIA
ROBLES DE LA ROSA / EXCÉLSIOR/ 2016-06-07)
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