El gobierno del alcalde de Los Cabos,
Arturo de la Rosa Escalante, tiene trabajando en condiciones inhumanas a un
grupo de 50 agentes municipales por evidente venganza política. “Nos tienen
como animales”, explotan los elementos, quienes preparan denuncia ante la CNDH
San José del Cabo, Baja
California Sur.- “El alcalde Arturo de la Rosa Escalante ordenó mano dura en
contra dos policías que fueron grabados por un ciudadano cometiendo abuso de
autoridad, cuando detuvieron a un abogado en la playa El Médano de Cabo San
Lucas, bajo el argumento de que estaban violando el reglamento interno de la
Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los
Cabos, y yo quiero hacerle una pregunta públicamente:
¿Y a ustedes quién los
castiga?”, cuestionó el policía Rogelio Cota Estrada, portavoz de un grupo de 50 agentes inconformes que, desde el 29 de septiembre de
2015, vienen sufriendo presuntos abusos laborales, castigos y una terrible
persecución política por parte del edil y de la que llamaron “su camarilla”.
Cansado de la situación y a
nombre de sus compañeros, el agente Cota denunció tres presuntas anomalías que
se vienen registrando al interior de la corporación:
La explotación laboral,
porque dijo que son sometidos a intensas jornadas de trabajo de hasta 24 horas
de servicio por 24 horas de descanso, violando el reglamento interno de la
corporación, la Ley Federal del Trabajo y la propia Constitución Política de
México.
Los castigos a policías por
revanchismo político, los cuales son enviados a trabajar desde San José del
Cabo hasta las delegaciones de Cabo San Lucas, Santiago, Miraflores, La Rivera
y Buenas Vista, quienes deben pagar de su propio bolsillo los gastos de
transporte y alimentación.
La recontratación de mandos
que salieron de la administración pasada por haber reprobado el Examen de
Control y Confianza, y que regresaron a sus cargos; algunos hasta fueron
nombrados como mandos.
Durante una entrevista con
ZETA, el representante de los policías inconformes señaló:
“El principal problema es el
cambio de horario, porque nos están obligando a trabajar 24 horas a policías de
la zona urbana y zona rural, cuando el reglamento interior es bastante claro y
establece tres tipos de horario”, es decir, de ocho horas de servicio por 24 de
descanso, 12 horas de trabajo por 24 de descanso y 24 horas de servicio por 48
de descanso.
El director de la Policía,
Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Los Cabos, Capitán José Jorge
Ontiveros Molina, se defendió de las acusaciones de un grupo de 50 policías
inconformes, y quienes amenazan con tomar el palacio municipal y exponer el
problema directamente al alcalde.
Lo anterior violenta el
Artículo 123 de la Constitución Política de México, el cual transcribe:
“Toda persona tiene derecho
al trabajo digno y socialmente útil”, por lo que la duración de la jornada
laboral máxima será de ocho horas en el día, y en la noche, máximo de siete
horas.
En tanto, la fracción XXVII del mismo
artículo, en su inciso “a”, indica que no podrán ser obligados los
trabajadores, aunque haya quedado establecido en un contrato, en caso de que
sean sometidos a “una jornada inhumana por lo notoriamente excesiva, dado el
índole de trabajo”.
El agente de seguridad relató
que “las inhumanas jornadas laborales de 24 horas de servicio”, fuera de su
ciudad de origen, no permiten siquiera que puedan comer decentemente, o que sus
familias puedan llevarles alimentos por la lejanía, “porque con el bajo sueldo
que ganamos, a veces sólo nos alcanza para comer tortillas con sal, y en la
mayoría de las ocasiones, ni eso podemos.
“Estamos de servicio 24
horas, y no nos dan viáticos o alimentos, nos tienen como si fuéramos animales,
encerrados en las comandancias. Por si el alcalde no lo sabe, también somos
humanos y tenemos necesidades de alimentación, tres veces al día, además de que
ese horario de 24 horas de servicio por 24 horas de trabajo, se lo sacaron de
la manga y es completamente anticonstitucional, porque apenas terminamos
nuestro turno, cuando ya tenemos que irnos a trabajar, por lo que no
descansamos y no estamos en las mejores condiciones físicas para desempeñar
nuestro trabajo”, refirió.
En su caso, “yo vivo en San
José del Cabo, y tengo que viajar cada dos días alrededor de 90 kilómetros de
distancia de mi casa a mi lugar de trabajo en La Rivera, es decir, un día sí y
un día no, a veces de raite y otras en camión, gastando cuando me toca camión,
alrededor de 250 pesos de ida y vuelta, y sinceramente a veces no puedo comprar
ni siquiera comida, porque gano alrededor de 5 mil pesos quincenales y tengo
que pagar mi casa, alimentación y vestido y calzado de mis hijos,
independientemente de los servicios de mi vivienda.
“Yo la verdad ando tronando
igual que muchos de mis compañeros, porque ¿de dónde sacamos para costearnos
nuestros propios viajes de San José del Cabo a las delegaciones? Y encima de
ello, pagar una alimentación que se supone debe ser proporcionada por el propio
gobierno, cuando uno trabaja más de ocho horas laborales”, expuso, para
complementar:
“Y luego quieren policías
honestos, que no sean corruptos o pidan mordidas, pero con toda esta situación,
¿a qué nos orilla el gobierno municipal del alcalde de Los Cabos, Arturo de la
Rosa? ¿Qué hacemos?”. Para el policía, “desafortunadamente, y por el bajo
salario, no podemos seguir sufragando los gastos de transporte y alimentación”,
de ahí que se haya gestado un movimiento que viene cobrando fuerza y planean
iniciar una huelga para plantarse en la presidencia municipal de Los Cabos;
incluso adelantó que ya preparan una denuncia ante la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (CNDH) por presuntas violaciones a la Ley Federal del Trabajo
y la propia Constitución Política de México.
Asimismo, el agente policiaco
se considera víctima de una terrible persecución política:
“Estábamos en San José del
Cabo, y en cuanto llegó la nueva administración, comenzaron a seleccionar gente
ajena a sus intereses y mandarnos a las delegaciones, como una manera de
castigo, y casualmente a todos nosotros nos cambiaron el horario y nos están
obligando a trabajar 24 horas de servicio, el cual está completamente fuera de
la Ley”.
— ¿Cuál cree que sea la causa
de esta persecución?
“Lo que vemos es que quieren hacernos la vida
imposible sobre todo los mandos actuales que corrieron en la administración
pasada, porque según ellos, nosotros tuvimos la culpa que los haya dado de baja
en el anterior gobierno, pero nosotros no tenemos nada que ver. Que culpen a los
que los dieron de baja, pero nosotros, ¿qué?. Y sinceramente vemos que nos
quieren hacer renunciar, cambiándonos los horarios y castigándonos, enviándonos
a trabajar en las delegaciones”, relató a ZETA.
MÁS IRREGULARIDADES
Según el entrevistado, a
diferencia de ellos, “los policías que han grabado en la calle haciendo
desorden y abusando de la autoridad, como el caso de los agentes de la playa El
Médano, son los mismos que habían corrido en la administración por reprobar el
Examen de Control y de Confianza, y ahora hasta les dieron el grado de
comandante”.
Tal es el caso de José
Antonio Arreola Higuera, quien cuando fue dado de baja tenía el rango de
policía raso, y en el gobierno del alcalde de Los Cabos, Arturo de la Rosa
Escalante, fue recontratado y apareció con el grado de comandante.
Según el director de la
policía cabeña, únicamente los malos elementos han salido de la corporación,
como los policías Marcos Eddi García Arroyo y Miguel Álvarez Rosas, acusados de
asaltar turistas, y los cuales están recluidos en el Cereso de San José del
Cabo.
Lo mismo sucedió con el
comandante Raúl Barrios, quien después de haber sido dado de baja, reapareció
como supervisor operativo de la corporación municipal cabeña. Pero la
explotación laboral y los castigos a los han sido sometidos, son lo menos
cuando el policía describe la actual situación de las comandancias:
* Los centros laborales están en muy
malas condiciones físicas, al lucir despintados y sin ventanas.
* Los espacios no han sido fumigados
desde el arranque de la nueva administración.
* Las celdas no tienen candados.
A veces en la comandancia no
hay más que un solo policía porque unos están en cursos, otros descansan y
otros tienen vacaciones, y a veces tienen que cuidar y luego patrullar
completamente solos.
En palabras del policía
afectado, se supone que son tres policías por turno, pero en el caso de las
delegaciones municipales, eso no sucede.
“Ni siquiera voltean hacia la
zona rural, sólo para mandarnos castigados como si fuéramos animales”, dijo, y
que el motivo de la denuncia pública es porque el gobierno municipal no dejó
otra alternativa:
“Tiene comprados a todos los
medios de comunicación porque nos cansamos de buscar ser escuchados y nadie nos
abrió la puerta, porque están coludidos con el gobierno, de tal manera que por
eso recurrimos a ZETA”.
LA VERSIÓN OFICIAL
Sobre estas acusaciones, el
director de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los
Cabos, José Jorge Ontiveros Molina, minimizó las imputaciones y expuso que “eso
debe ser de alguien que tiene una inconformidad personal”, porque la mayoría de
los policías están contentos, “porque
estamos escuchando a todos al 100 por ciento”.
El capitán de fragata de la
Armada de México tomó protesta el 6 de abril como nuevo jefe de la Policía
cabeña, y exhortó a que “los policías que están denunciando eso, no deben tener
ninguna duda de que pueden acercarse conmigo y estamos abiertos a resolver su
problema, esa es la instrucción que tenemos y la carga de trabajo es para
todos, no para unos cuantos. Nada de explotación y persecución en contra de
nadie, no es mi estilo y no es mi clase, porque yo tengo claro que con ese tipo
de acciones, solamente voy a perder personal y el esfuerzo que se hace quedará
en nada”.
A pesar de la evidencia en la
lista de asistencia, el jefe policiaco aseguró que actualmente el turno es de
12 horas de servicio por 24 horas de descanso.
“Lo que sí te puedo decir es
que traemos mucho trabajo, porque estamos con lo de los cursos de capacitación
del Nuevo Sistema de Justicia Penal, necesario y obligatorio, y un buen número
de elementos entraron a capacitación y aparte tienen que venir a servicio”,
justificó.
“El nuevo modelo de justicia
está por entrar en vigor y tenemos que cumplir de que los policías sepan todo lo
relacionado al primer respondiente, de lo contrario, las consecuencias nos van
a pegar a todos nosotros, y esa es la carga de trabajo que tenemos
actualmente”, reiteró.
De igual forma, la principal
preocupación en este momento es que “todos estén capacitados” y puedan
coadyuvar con el Ministerio Publico y los jueces en el nuevo sistema de
justicia. La lista de asistencia pone en evidencia que los policías municipales
de Los Cabos, están laborando 24 horas de servicio por 24 horas de descanso,
violentando la Ley Federal del Trabajo y la propia Constitución Mexicana. Si
bien Ontiveros Molina rechazó que desde que tomó protesta en el cargo
“realmente no ha habido altas, no podemos dar de alta a nadie, es un mal
concepto eso de que haya sido de baja y luego se vuelva a reincorporar, no
existe, porque tiene que volver ir a la academia y actualizarse”.
No obstante, aceptó que el
comandante Raúl Barrios es supervisor, porque “él fue reinstalado en su trabajo
por un mal procedimiento en el proceso de Control y de Confianza en la pasada
administración”.
Su caso fue expuesto por ZETA
en un reportaje publicado en mayo de 2014, bajo el título “Centro de Control y
Confianza sin validez”, donde debidamente se informó que el Juez Primero de
Distrito de Baja California Sur, Javier Loyola Zosa, ordenó la restitución de
seis de 15 agentes cabeños que habían sido dados de bajo por presuntamente
reprobar el Examen de Control y Confianza.
Los policías reinstalados
fueron: Martín Barajas Valencia, Juan Carlos Quiroz Gómez, Verónico García
Miranda, Vicente de Jesús Morales, Mario Yuri Batidas Sandoval y Raúl Barrios
Reyes.
Los integrantes de la
Comisión de Carrera Policial no expusieron las causas por las que habían
reprobado el examen y tampoco les dieron oportunidad de defenderse.
(SEMANARIO ZETA/ FOTOS: cortesía/ Reportajez BCS Gerardo Zúñiga Martes, 14
junio, 2016 12:00 PM)
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