El presunto líder de la pandilla de los
"BRS 18", José Manuel Roman Casanova.
La pandilla se dio a conocer después de
difundir en redes sociales una brutal golpiza a una estudiante de 13 años, en
un rito de iniciación en Cabo San Lucas. Actualmente operan 30 bandas en el
destino turístico de Baja California Sur, siendo “Los Norteños” y “Los Sureños
las más numerosas
Cabo San Lucas, Baja
California Sur.- El sonido de la rumba en toda la cuadra. Sobre el piso de
tierra, y recargados sobre una pared grafiteada de la que alguna vez fue una
tienda de abarrotes, un viejo modular de color negro, toca la canción que
alrededor de 30 jóvenes corean, y algunos hasta bailan, levantando las piernas
casi al pecho y agitando las manos de izquierda a derecha:
“Hoy es día, de pistear con caguama, trucha,
es día de pelear con la banda, pónganse bien alertas, listos para tirar piedras
(…) Vámonos de party, puro 18, ya sabes que transa, te topas con nosotros, te
topas con la muerte, ese. No te metas con mi gente, piénsale dos veces antes de
entrar a esta colonia (…) Chavalo, tú no eres bienvenido, aquí puro norteño, 18
de corazón, hoy, hay que tomar caguama, con toda mi raza para brindar por toda
mi raza…”.
Los reporteros observan desde un vehículo -a
una distancia de entre 300 y 500 metros- a los pandilleros de entre 11 y 20
años, tomando cerveza y fumando tabaco y marihuana en vía pública de la colonia
Tierra y Libertad.
Los vecinos parecen estar
familiarizados, sin siquiera voltear, a pesar del escándalo, y de las señas con
brazos y manos que los jóvenes hacen a cada persona que circula por lo que
llaman su territorio.
En medio de la fiesta
juvenil, algunos juguetean, otros se avientan y se corretean entre sí, y las
parejitas, se besan y se tocan entre sí, pero la música sigue:
Magdalena García, la principal
agresora en el rito de iniciación de Jenny Díaz en la escuela secundaria técnica
No. 36 en Cabo San Lucas.
“… Se llegó la noche, saquen las
caguamas y un poco de mota, la vida loca, con todos estos batos, no te
olvidamos y hasta te esperamos, tú sabes quién, para ti no sé, y cuando
regreses una party hay que hacer (…) Hoy es día, de pistear con caguama,
trucha, es día de redada, banda pónganse bien alertas, listos para tirar
piedras, el final del cotorreo que nadie lo para. Mira carnal, pistearemos toda
la madrugada, ni las vecinas lo van a evitar, aunque llamen a la chota no le
vamos a parar…”.
Los aproximadamente 30
pandilleros actúan como si fueran los dueños de la calle, donde ni por
casualidad circulan patrullas de las policías Municipal, Ministerial, Estatal o
Fuerzas Armadas.
La melodía, interpretada por
el grupo juvenil Mafia Klank, es el himno de quienes forman parte de la
organización “North Side”, también conocidos como “Los Norteños”.
En el último mapa delictivo
de vandalismo y delincuencia juvenil elaborado por autoridades municipales y
estatales, “Los Norteños” aglutinan oficialmente alrededor de 150 miembros,
cuyas células provienen de las siguientes bandas:
* “Los BRS 18”.
* “Los Sombra 7”.
* “Los Grabe”.
* “Los Krones”.
* “Los Berso”.
* “Los BLF 17”.
* “Los RST 33”.
* “Los LDI 18”.
* “Los RSA 14”.
* “Los Norteños 13”.
No obstante, en la red social
Facebook, la banda “North Side”, administrada por el presunto líder pandillero
José Manuel Román Casanova, tiene integrados a 456 miembros en su lista del
grupo.
RITO DE INICIACIÓN
El 30 de mayo de 2016,
integrantes de la banda “BRS 18” protagonizaron un rito de iniciación, al
grabar una salvaje golpiza que subieron a Facebook.
En la videograbación se
observa a la víctima de 13 años, cuando es atacada a puñetazos y patadas por
tres jóvenes en un arroyo aledaño a la Escuela Secundaria Técnica Número 36 de
Cabo San Lucas.
La víctima debía superar la
prueba de 18 segundos de golpes limpios, en caso de que quisiera incorporarse
como miembro de la banda, o dicho en términos pandilleros, “brincar al barrio”.
El rito consiste en que el
aspirante es rodeado por varios miembros de la pandilla, y tras recibir la
señal, los integrantes comienzan a golpearlo, sin que tenga permitido devolver
los golpes y tampoco tratar de cubrirse.
El pandillerismo es una grave
amenaza que ninguna autoridad quiere reconocer, a pesar de que las pandillas
evolucionan, y pasan de ser grupos vandálicos a células criminales de los
carteles del narcotráfico.
“Es un bautismo de fuego”,
explicó a ZETA un experto en delincuencia juvenil, quien detalló que “la
salvaje golpiza es una exhibición de la violencia que vivirá desde ese momento
en adelante en la pandilla”.
En el video, el joven que
graba cuenta del 1 al 18, y después de que la estudiante de secundaria es
bautizada, queda tirada e inconsciente por la paliza, mientras todos comienzan
a reír.
“A partir de ese momento, y
terminado el conteo, la joven pasó a formar parte de esa pandilla, como una
especie de nuevo soldado, y comenzará a vivir la vida loca, de estar a las
órdenes del jefe, cumplir todas las atrocidades encargadas sin discusión, y dar
la vida por la pandilla”, dijo el experto.
El resto de los pandilleros
“ahora serán como sus hermanos y cualquier problema que tenga como individuo,
se convierte en problema de todos. La pandilla cuidará de su espalda, y ella,
después de bautizarse, cuidará de la pandilla y luchará por la causa de pelear
en contra de las otras pandillas, y ser la pandilla dominante”, comentó.
La joven estudiante, de
nombre Jenny Díaz, salió a la defensa de sus agresoras identificadas como
Magdalena Alonso, Azucena Ramírez y Magdalena García, estudiantes de la Escuela
Secundaria Número 36 y de la Preparatoria CBTIS 256.
En un video subido a Facebook
aclaró y pidió:
“Yo son Jenny, la niña del video, y
quiero decir que todo es un error, ellos no me golpearon porque sí, no porque
llevan mi sangre. Por favor, quiero que quiten todo eso. Ese video está
incompleto y yo quise nomás pelearme porque sí, fue por mi propia voluntad y
por favor quiten todo eso…”.
LAS REACCIONES
Respecto a la golpiza
propinada a la estudiante, el representante de la Secretaría de Educación
Pública de Los Cabos, René Hernández, anunció una investigación, a fin de saber
el nombre de la víctima y las victimarias y tomar medidas pertinentes por la
agresión.
Oficialmente no se habían
anunciado acciones al respecto, a pesar de que todas las involucradas habían
sido identificadas como estudiantes de secundaria y preparatoria.
Por su parte, la presidenta
de la Asociación de Padres de Familia de Los Cabos, Adriana López Monge,
comentó que este rito de iniciación no es el primero que ocurre.
“Ya se han tenido más casos
al respecto, pero lo más preocupante es que ni las autoridades ni los padres de
familia hemos podido hacer algo al respecto”.
La madre de familia señaló
que desde un principio han trabajado en el asunto de las pandillas, y
desgraciadamente para los padres, no es algo preocupante o algo fuera de la
realidad o cotidianidad.
Desde su punto de vista,
todos se echan la bolita, porque las autoridades municipales y escolares
afirman que es responsabilidad de los padres de familia, y supuestamente tienen
la culpa por no educar a sus hijos, todos reparten culpas, pero a final de
cuentas, nadie asume su papel.
Sin embargo, lo más grave es
el crecimiento del pandillerismo y la amenaza de la socialización de la
delincuencia.
El propio director de la
Policía Preventiva, Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Los Cabos, José
Jorge Ontiveros Molina, informó que oficialmente tienen detectadas alrededor de
30 pandillas en el destino turístico, las cuales van desde los 10 integrantes
hasta los 150.
En el mapa delictivo de la
delincuencia juvenil, algunas pandillas como “Los Norteños” y “Los Sureños” tienen
una tendencia muy violenta.
No obstante, actualmente el
gobierno municipal trabaja en la creación de dos programas: Jóvenes en Riesgo y
Jóvenes en Conflictos, encaminados a atender a ese sector de la población y
brindar las herramientas para descargar sus inquietudes a través de
competencias deportivas, culturales y artísticas.
La guerra declarada entre
“Los Norteños” y “Los Sureños”.
Advirtió que “el tema de las
pandillas no es exclusivo del gobierno municipal de Los Cabos”, sino del Estado
y la Federación, quienes conjuntamente buscan mecanismos adecuados para
desalentar actividades delictivas cometidos por pandilleros juveniles.
Desde su punto de vista, “el
problema del pandillerismo” no es alarmante, pero reconoció que las colonias
más conflictivas son Mesa Colorada y Las Palmas en Cabo San Lucas, donde su estrategia “no es hacer rondines y
confrontar a los pandilleros”, porque “no somos sus enemigos”, sino identificar
a los cabecillas de las bandas, ubicarlos y ofrecer pláticas sobre prevención del
delito.
EL MAPA DELICTIVO
Un estudio elaborado por la
iniciativa privada, titulado “Vandalismo y Delincuencia Juvenil”, cuya copia
obra en manos de ZETA, establece que los jóvenes que decidieron participan en
pandillas, lo hacen por las siguientes razones:
* Vienen de familias con una fuerte carga de violencia
intrafamiliar.
* Son hijos de madres o padres solteros que trabajan
todo el día, quienes dejan a sus hijos a
su suerte o al cuidado de extraños.
* Traen una cultura de violencia porque provienen de
entidades como Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán y Sinaloa, principalmente.
El número de pandillas que
operan en Los Cabos, son de alrededor de 34 activas e integradas por jóvenes
desde 11 hasta 30 años de edad, donde el común denominador es el alto consumo
de alcohol, drogas, promiscuidad y participación en actos vandálicos y
delictivos, pasando por riñas callejeras entre ellos y enfrentamientos
violentos con las fuerzas de seguridad.
Acorde con el estudio, la
mayoría de las pandillas se concentran en Tierra y Libertad, Mesa Colorada, Las
Palmas, Paraíso del Sol, Chula Vista, El Arenal, Leonardo Gastélum, Los
Venados, Los Cangrejos, Caribe Bajo y Caribe Alto y Valle del Cabo en Cabo San
Lucas. En tanto, en San José del Cabo, es en las colonias El Zacatal, Luis
Donaldo Colosio y La Ballena.
Durante los últimos años, el
fenómeno del pandillerismo ha cobrado fuerza y crecido en su estructura social
por las razones que a continuación se exponen:
* Algunas pandillas gozan de la protección oficial y
de partidos políticos, pues sirven como grupos de choque en campañas
electorales.
* Fungen como instrumentos de control político en
zonas habitaciones, especialmente en las invasiones.
* Ofrecen a los jóvenes un atractivo menú de
actividades de alta producción de adrenalina, sexo, drogas y alcohol.
* Cuentan con una amplia red de candidatos a reclutar,
entre jóvenes provenientes de familias disfuncionales.
* No encuentran resistencia organizada y sistemática
ni de parte de las autoridades, ni de la sociedad.
De ahí que, según un experto
en delincuencia juvenil, las principales causas de formación de pandillas
obedecen a:
– La evidente
impunidad, ya que al ser menores de edad, y tras una riña, son puestos en
libertad sin mayores consecuencias.
– Los vacíos legales en materia de delincuencia
juvenil, ya que los jóvenes desafían a sus
propios padres.
– El desdén de las autoridades escolares y
municipales, quienes bajo una concepción populista, prefieren no entrar en
conflicto con esa parte de la sociedad y solapan pleitos y conflictos,
manteniéndolos b ajo cierto control; es decir, no eliminan a esos grupos
sociales.
El experto en delincuencia
juvenil consultado por ZETA indicó:
“Lo peor que puede pasar es
el crecimiento de estos grupos, los cuales evidentemente tienden a crecer en
capacidad de fuego y de recaudación de recursos a través de ilícitos, a grado
tal que se puedan constituir como una verdadera estructura del crimen
organizado y se dediquen formalmente a cometer robos, asaltos, extorsión,
secuestros, crímenes por encargo, prostitución y el tráfico de droga”, tal y
como ocurre en ciudades como Ciudad Juárez, Tijuana y San Diego.
“Las pandillas evolucionan,
cuando no se hace nada, y pasan de ser grupos vandálicos a integrar su propia
organización criminal con vida y decisiones propias, así como pasó con la
llamada Mara Salvatrucha, la cual inició en El Salvador y empezó a expandirse a
Guatemala, Honduras, Belice, México, Estados Unidos y Canadá”, detalló.
El único escenario para
desmantelar estas estructuras, “es el trabajo conjunto de autoridades de los
tres niveles de gobierno, bajo un esquema de represión selectiva que descabece
a las bandas y reintegrar a sus seguidores a la vida de la comunidad en un
trabajo multidisciplinario que privilegie las opciones deportivas, culturales,
artísticas y de espaciamiento sano”, aunque por su dimensión, se tendría que
generar una respuesta conjunta entre sociedad y gobierno.
De acuerdo con el estudio
“Vandalismo y Delincuencia Juvenil”, las pandillas detectadas en la región son:
“Los Kachakos”, “Los Kachakos 13”, “Los
28 Inocentes”, “Los Sureños 13”, “La Sombra 7”. “Bola 8”, “Los Guazones”, “Los
Chemos”, “Los Pelones”, “La Jauría de Lokotes”, “Los Fantasmas 18”; “Los Vatos
Firmes”, “Los LDC 420”, “Los Guadalupanos”, “Los Norteños 13”, “Los BRS 18”,
“Los Grabe”, “Los Berso”, “Los Krones”, “Los BLF 17”, “Los RST 33”, “Los LDI
18”, “Los RSA 14” y “Los West Side”.
(SEMANARIO ZETA/ Reportajez BCS/ Gerardo Zúñiga /Martes, 14 junio, 2016 12:00
PM)
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