De acuerdo con información de la Sedena,
entregada a El Sur en respuesta a una solicitud de información pública, en seis
años han desmantelado 31 laboratorios clandestinos de goma; 13 en diferentes
estados de la República y 18 en Guerrero. Los municipios de esa entidad con el
mayor siembra de amapola son San Miguel Totolapan, Heliodoro Castillo,
Chilpancingo y Leonardo Bravo, y también son en los que más laboratorios
clandestinos han desmantelado.
Cultivo de amapola en Tlacotepec,
Guerrero. Foto: Cuartoscuro
Rosalba Ramírez García
Ciudad de México, 25 de mayo
(SinEmbargo/El Sur).- En Guerrero se han ubicado 18 de los 31 narcolaboratorios
de goma de opio que en los últimos seis años ha desmantelado la Secretaría de
la Defensa Nacional (Sedena), lo que representa el 58 por ciento del total
nacional.
De éstos, Heliodoro Castillo
(Tlacotepec) es el municipio con mayor número de laboratorios clandestinos en
todo el país desmantelados por los militares, en los que se procesaba goma de
opio para obtener heroína.
Los 31 laboratorios
clandestinos localizados y desmantelados por la Sedena se utilizaban únicamente
para procesar la goma de opio y obtener diferentes drogas, principalmente
heroína, pero también morfina.
De acuerdo con información de
la Sedena, entregada a El Sur en respuesta a una solicitud de información
pública, en seis años han desmantelado 31 laboratorios clandestinos, 13 en
diferentes estados de la República y 18 en Guerrero, lo que significa que en
Guerrero se desmantelaron casi tres quintas partes del total nacional; el 42
por ciento restante de los laboratorios hallados estaban en Sinaloa, Nayarit,
Morelos y Durango.
La Sedena proporcionó una
tabla en la que se describe la cantidad de narcolaboratorios desmantelados en
todo el país, seccionada por estados, y también se precisa en qué municipios
fueron ubicados.
Estos laboratorios
clandestinos estaban ubicados en los municipios que tienen más cultivos de
amapola, la flor que al marchitarse sus pétalos deja a la vista los bulbos de
los que se extrae un látex que se procesa hasta obtener opio, la materia prima
para elaborar la heroína que se obtiene tras sintetizar la morfina, la droga
más adictiva y una de las más caras en el mercado negro, principalmente de
Estados Unidos, donde consideran la adicción a ese narcótico como un problema
de salud pública.
De acuerdo con la información
sobre destrucción de cultivos que da el Ejército, los municipios con mayor
siembra de amapola en el estado son San Miguel Totolapan, Heliodoro Castillo,
Chilpancingo y Leonardo Bravo, y también son en los que más laboratorios
clandestinos han desmantelado.
Según información oficial,
publicada por El Sur, en 1999 el Ejército mexicano destruyó en Guerrero el 63
por ciento de los plantíos de amapola erradicados a nivel nacional, es decir, 7
mil 681 de un total de 12 mil 181 hectáreas, y en 2015 se erradicaron 9 mil 466
de las 26 mil 246 en todo el país. Es decir, que en 2015 en Guerrero se produjo
el 36 por ciento del total nacional.
De acuerdo a la información
de la Sedena, Guerrero es el mayor productor de amapola en el país, pero
también es el estado en el que hay más laboratorios clandestinos que procesan
la goma de opio para obtener la heroína o, por lo menos, es la entidad donde
más se desmantelaron.
Contrario a las visión de que
Guerrero es únicamente productor de amapola, y que los carteles acudían a la
sierra a comprar la goma de opio para procesar la heroína en otros sitios, los
datos oficiales confirman que ahora la droga también se procesa en los
municipios donde se cultiva la planta.
Tan sólo en Heliodoro
Castillo (Tlacotepec), de 2010 a 2015 se desmantelaron nueve narcolaboratorios;
en 2010 fueron dos, en 2011 ninguno, en 2012 ubicaron dos, en 2013 uno, en 2014
fueron cuatro, y el año pasado ninguno.
En marzo de 2014, el entonces
comandante de la 35 Zona Militar, Juan Manuel Rico Gámez afirmó que el
constante desmantelamiento de laboratorios clandestinos, principalmente en
Tlacotepec, “es un indicio de que en Guerrero ya no sólo se produce opio”, ya
se procesaba y se vendía la droga en el mismo estado.
Heliodoro Castillo es un
municipio serrano conocido por la siembra de amapola; en los últimos cuatro
años se ha informado de miles de desplazados por la violencia generada por
grupos criminales que obligan a los pobladores a trabajar para ellos en la
siembra de amapola o generan un ambiente hostil para que las familias huyan
dejando pueblos fantasmas y así apoderarse de los lugares y sus parcelas.
En estas páginas se ha
informado de desplazamientos de familias y comunidades enteras; los nombres que
se repiten, por ser los poblados más afectados y en varios de los casos por la
violencia más agudizada por su colindancia a San Miguel Totolapan son Acatlán
del Río, en El Caracol, en Tepehuaje y Las Parotas; y en Huautla, Tetela,
Durazno del Rosario, El Tequimil y Chicahuales.
Incluso, en agosto de 2014,
después de que durante varias semanas pobladores y autoridades solicitaron la
presencia del Ejército, los ciudadanos crearon un grupo de autodefensa en
Acatlán del Río, que colinda con San Miguel Totolapan.
También se denunció en estas
páginas que ganaderos de Tlacotepec remataban sus ranchos para abandonar el
municipio a consecuencia de la violencia, y en agosto de 2013 los pobladores
tenían el registro de unos 40 de ellos levantados.
Heliodoro Castillo famoso por
la siembra de amapola, la inseguridad y el alto número de desplazados, ahora es
también el municipio con más laboratorios clandestinos en los que se procesa la
goma de opio desmantelados de todo el país.
En Chilpancingo, también
fueron localizados y desmantelados tres laboratorios clandestinos, uno en
Coyuca de Catalán, cuatro en Leonardo Bravo, uno en Zirándaro más los nueve en
Tlacotepec suman los 18 sólo en Guerrero, que forman parte de los 31 ubicados
en el país en el mismo lapso de tiempo.
El narcolaboratorio desmantelado
en Coyuca de Catalán en 2012 fue el decomiso más grande de heroína del que la
Sedena tenía registro hasta el 14 de marzo de ese año, como informó en un
comunicado.
El comunicado decía, “se
desmanteló un laboratorio clandestino en la comunidad de Las Mesas de Pineda en
Coyuca de Catalán en la sierra de Guerrero, en el que incautaron 3 mil 640
litros de heroína, el decomisos mas importantes de los realizados en México de
esa droga hasta la fecha”.
Ahí también decomisaron 16.7
kilos de goma de opio y 22 kilogramos de semilla de amapola.
Fueron nueve los laboratorios
clandestinos para procesar goma de opio desmantelados en un sólo municipio
serrano de Guerrero, mientras que en el mismo periodo de tiempo se
desmantelaron cinco en Sinaloa, en cinco diferentes municipios.
En el estado del noreste se
desmantelaron casi la mitad de los laboratorios clandestinos de los que se
ubicaron sólo en Tlacotepec, municipio serrano vecino de la capital de
Guerrero.
En Nayarit, la Sedena
encontró y desarmó cuatro narcolaboratorios, en Morelos dos y dos más en
Durango, de 2010 a 2015.
LOS NARCOLABORATORIOS
Los laboratorios clandestinos
para procesar la goma de opio para obtener la heroína son similares en todos
los estados, la diferencia es de los tamaños, probablemente ante la cantidad de
droga que se procesa en cada uno.
Fotografías difundidas en
comunicados de la Sedena y de la Procuraduría General de la República (PGR)
muestran una clara similitud entre los laboratorios clandestinos de todo el
país.
Se trata de construcciones
rústicas, sin paredes, de piso de tierra y en zonas rurales, en las orillas de
comunidades o en zonas de difícil acceso po brechas de terracería.
Por ejemplo, un laboratorio
clandestino en Sinaloa desmantelado en 2014 tenía capacidad para unas 13 tinas
de aluminio, más de 28 tambos y decenas de garrafas empolvadas con químicos
para sintetizar la morfina y convertirla en heroína.
Pero a pesar de tamaño del
lugar, éste era muy rústico y construido prácticamente a la intemperie, la
misma imagen se repite en diferentes narcolaboratorios en todo el país.
Sólo algunos casos, como el
de un laboratorio clandestino de Morelos estaba dentro de un rancho, en una
galera junto a la casa grande; otro caso es el de la fotografía de un
narcolaboratorio en Tlanicuilulco, en Quechultenango.
Fue en marzo de 2014 cuando
la Sedena aseguró un laboratorio clandestino en el que se procesaba la goma de
opio para obtener morfina y ésta se sintetizaba para tener la heroína como
producto final, de acuerdo con el comunicado, en esa ocasión se decomisaron 15
costales, cuatro cajas de cartón y dos lonas conteniendo 243 kilogramos
mariguana, 3 kilogramos de semilla de mariguana; 2 mil 759 kilogramos de
heroína en proceso a partir de goma de opio; cinco garrafas conteniendo un
líquido transparente, una botella de vidrio con la leyenda “ácido clorhídrico”,
y 5 kilogramos de un polvo blanco, todos ellos precursores químicos.
Pero a pesar de que en el
comunicado de la Sedena se habla de un “laboratorio improvisado” para procesar
estupefacientes que se encontraba en un sótano del inmueble, en la imagen se
observan tinas de plástico grandes en el piso, debajo de unos depósitos de
aluminio bien afianzadas a las paredes y al piso, conectadas a un suministro de
gas.
(SIN EMBARGO.MX/ El Sur/ Redacción / Sin
Embargo mayo 25, 2016 - 6:03 pm)
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