martes, 15 de diciembre de 2015

LAS NARCOEMPRESARIAS DEL CJNG


Al menos media docena de mujeres han sido identificadas como el alma de los negocios criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación. Les acusan de dirigir empresas fachada para blanquear el dinero ilícito del narcotráfico y de pelear en tribunales contra multas, permisos e impuestos. Las esposas del “Mencho” y “El Cuini” solicitaron amparos en Guadalajara para no ser detenidas. El poder que ostentan estas damas del narco no las excluye de la victimización social y familiar de género, señalan expertos

(EDICIÓN IMPRESA) Fuerza, inteligencia, ambición y poder de decisión, son las características que poseen las mujeres que hoy dirigen las riendas del lavado de dinero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Contrastan con su delicadeza y la preocupación de enviudar, ser abandonadas o desplazadas por sus parejas.

Mientras que los hombres del narcotráfico se dedican al trasiego de drogas y al ejercicio de la violencia contra rivales y representantes de autoridad, las féminas se han convertido en el alma de las empresas, a través de las cuales los recursos financieros de procedencia ilícita se convierten en dinero “legal”.

Así lo ha probado la historia en las organizaciones criminales convencionales mexicanas, como los cárteles de Sinaloa o de los hermanos Arellano Félix, donde las mujeres cumplen roles fundamentales en el blanqueo de capitales y la gerencia de las compañías que manejan grandes flujos económicos inyectados no solo del tráfico de drogas, sino producto de otros delitos.

Figuras en el bajo mundo, como Enedina Arellano Félix, que dirigió empresas en Jalisco y Baja California para la mafia más poderosa de América Latina en los años ochenta y noventa; Sandra Ávila Beltrán “La Reina del Pacífico”, de la dinastía de la familia de los Beltrán Félix; y Guadalupe Gastélum Payán, esposa del narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, prominente empresaria del mundo inmobiliario, fueron los ejemplos a seguir.

Todas ellas mencionadas en investigaciones ministeriales y judiciales mexicanas y norteamericanas, han encontrado impunidad, pues han sido más difíciles de rastrear, detener y enjuiciar, que los propios hombres de sus respectivos clanes. Con excepción de “La Reina del Pacífico”, que fue juzgada en México sin éxito y en los Estados Unidos, donde fue condenada a 70 meses de cárcel por asesorar a un traficante de cocaína.

Hoy los nombres que saltan a la luz pública en las pesquisas del narcotráfico y lavado de dinero son los de las mujeres ligadas con los grupos delictivos del Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Cuinis, calificados estos últimos -hermanos de apellidos González Valencia de Michoacán- como los narcos más ricos del planeta, quienes no solo inundan el mercado americano de las drogas -cocaína y metanfetamina-, sino que llevan su producto ilícito a Europa.

LAS QUEENAS

Al menos media docena de mujeres dirigen los destinos de las finanzas del CJNG  a través de empresas operadoras de turismo, inmobiliarias, restaurantes, clínicas de belleza y boutiques, de las cuales el gobierno de los Estados Unidos ha detectado por lo menos 15 compañías en Jalisco, Quintana Roo y el Estado de México.

Con la información del Departamento del Tesoro norteamericano y pesquisas propias, las autoridades mexicanas han identificado a estas mujeres, familiares y personas cercanas a las dos familias que encabezan las organizaciones del CJNG y Los Cuinis:

* Rosalinda González Valencia. Michoacana, esposa de Nemesio Oseguera Cervantes, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación. Ama de casa, con domicilios en Zapopan y Puerto Vallarta, Jalisco.

* Jessica Johanna Oseguera González. Michoacana, hija de Nemesio y Rosalinda, hermana de Rubén Oseguera González “El Menchito”, actualmente preso en el CEFERESO 3 en Matamoros, Tamaulipas. Dirige los restaurantes Mizu Sushi en Zapopan y Puerto Vallarta.

* Jennifer Beaney Camacho Cázares.  35 años, sinaloense, esposa de Abigael González Valencia “El Cuini”, con domicilios en Zapopan y Canadá. Dirige las empresas AG & Carlón, S.A. de C.V. y Grupo Dijema, S.A. de C.V., en Guadalajara.

* Wendy Dalaithy Amaral Arévalo. 36 años, sinaloense, esposa de Gerardo González Valencia “El Lalo”, con domicilio en Zapopan. Dirigía el corporativo W&G Arquitectos en Tepatitlán, Jalisco y en el Estado de México, así como la firma HD Collection S.A. de C.V. y el Hotelito Desconocido, asegurado por la Procuraduría General de la República a mediados del mes de agosto en la Costa Norte de Jalisco.

* Diana María Sánchez Carlón. 36 años, sinaloense, vecina de Guadalajara, función gerencial y de enlace entre empresas del CJNG. Responsable directa de las empresas Ahome Real Estate, S.A. de C.V.; Grupo Dijema, S.A. de C.V.; Consultoría Integral La Fuente, S.C.

* Silvia Romina Sánchez Carlón. 29 años, hermana de Diana, vive en Guadalajara. Atiende los negocios Ahome Real Estate, S.A. de C.V.; Consultoría Integral La Fuente, S.C.; Intercop Legoca, S.A. de C.V.; Firma Miranda, S.A. de C.V. y Xaman Ha Center en Playa del Carmen, Quintana Roo.

* María Elena Márquez Gallegos. 29 años, originaria de Santa María de los Ángeles, Jalisco, vecina de Guadalajara. Dirigía la clínica de salud vaginal Dilava y Grupo Dijema, S.A. de C.V. junto a Diana Sánchez Carlón.

Las mujeres de los líderes del CJNG no solo dirigen las empresas, sino que se encargan personalmente de tramitar permisos de construcción, realizar las contribuciones fiscales, pelean los pagos excesivos de impuestos y recuperan cuentas de cartera vencida. Toda la fachada de las empresarias preocupadas por su negocio.


EDGARDO BUSCAGLIA

Para Edgardo Buscaglia, investigador académico principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia en Estados Unidos, “no hay que asociar solamente a la mujer con ser esposa, pero cuando lo son, representan el canal primario por el cual se canalizan los mecanismos de prestanombres”.

En entrevista con ZETA, Buscaglia refirió que “las mujeres como cónyuges, como esposas de estos delincuentes, a veces son delincuentes las mismas mujeres y son las jefas. O sea, a través de las mujeres, y después, a través de los hijos, después a través de socios comerciales, luego a través de fideicomisos y así, se van generando canales para ocultar el origen ilícito de los recursos”.

El argentino, autor del libro ‘Lavado de dinero y corrupción política’ (octubre 2015, Editorial Debate), aseguró que indagar a las mujeres de los criminales y de los políticos corruptos puede llevar a la detección de bienes para que se les inmovilice. “Hay que expandir la investigación a todas estas personas que Usted nombra: la señora, sus relaciones comerciales, personales y de todo tipo, fideicomisos y todo tipo de empresas donde estas personas han tenido alguna relación comercial durante los últimos 10 años”.

VALOR Y MIEDO

A través de la actividad de las narcoempresarias en los tribunales, es posible advertir la fuerza con que han combatido resoluciones administrativas en contra de autoridades municipales y hacendarias, obteniendo en varios de los casos resultados a su favor para construir, abrir negocios o pelear la suspensión de servicios. Pero también, de manera reciente, se puede ver su miedo a ser detenidas, por lo que ya tramitan juicios de amparo.

Jennifer Beaney, la esposa de “El Cuini”, presentó una demanda de garantías ante el Juzgado Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal del Estado de Jalisco en contra de “la ilegal detención que se pretende realizar en contra de mi persona disfrazada de orden de citación, presentación, comparecencia, arraigo, aprehensión, reaprehensión”.

Antes, en 2014, la señora Camacho Cázares se amparó en Juzgados administrativos en contra de una orden de demolición de una finca en el fraccionamiento Los Gavilanes, en Tlajomulco de Zúñiga, y en contra del corte del suministro de agua potable en una de las empresas del cártel en la Zona Metropolitana de Guadalajara debido a adeudos con el organismo que dota del líquido.

Por su parte, su concuña Wendy Dalaithy Amaral, esposa de Gerardo González Valencia, no ha interpuesto amparo en materia penal. Sus antecedentes la ubican en Juzgados administrativos, donde obtuvo un fallo en 2010 en contra del Ayuntamiento de Guadalajara para que se autorizara el dictamen de trazo, uso y destinos específicos de la obra de una unidad plurifamiliar vertical en la zona del Bosque de Los Colomos, a pesar de la incompatibilidad con el uso de suelo.

Amaral Arévalo también resultó beneficiada en 2013 en amparo contra la Ley de Ingresos del Estado de Jalisco por impuestos relacionados con la compraventa de un inmueble.

La esposa de Nemesio Oseguera, mandamás del CJNG, Rosalinda González Valencia, tramita un juicio de derechos fundamentales para no ser aprehendida ante el Juzgado Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal del Estado de Jalisco. Fue presentado el 22 septiembre de 2015 y se resolverá a finales de año.

Jessica Johanna Oseguera González, hija del “Mencho”, también hizo lo propio ante el Juzgado Quinto de Distrito de la misma materia y ciudad. La veinteañera pidió protección ante una posible “orden de aprehensión, detención, citación, presentación, comparecencia, arraigo o reaprehensión”. Causó sobreseimiento el 13 de octubre por no existir el acto reclamado.

Sin embargo, Jessica Johanna advirtió que su cuenta bancaria en una sucursal de Banco Mercantil del Norte (Banorte), S.A. fue inmovilizada desde octubre pasado, por lo que promovió otro amparo ante el Juzgado Octavo de Distrito en Materia Administrativa del Estado de Jalisco, reclamando “la orden de embargo precautorio, congelamiento o inmovilización de la cuenta bancaria, su ejecución y sus consecuencias”.

Oseguera González pretendía se le concediera la suspensión provisional para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado en que se encontraban antes del aseguramiento y se le permitiera la libre disposición, manejo y uso de las cuentas bancarias de su propiedad, pero el juez le negó la medida cautelar.

Las hermanas Diana María y Silvia Romina Sánchez Carlón acudieron en busca de la protección constitucional ante el Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal del Estado de Jalisco, presentado el 27 de octubre de 2015 en contra de una orden de aprehensión. Temen ser citadas, presentadas, detenidas o arraigadas debido a las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la República después de que sus nombres aparecieron en las listas del Departamento del Tesoro norteamericano en agosto.

CRIMINALES Y VÍCTIMAS


Lydia Cacho Ribeiro, periodista y activista de derechos humanos, aseguró que en una sociedad machista como la mexicana se ha minimizado el papel y los roles de la mujer, aun en las actividades criminales. “Lo cierto es que las mujeres tenemos las mismas capacidades de inteligencia, las mismas capacidades de hacer política, pero también para cometer crímenes, sin duda”.

En entrevista con ZETA, la autora de los libros “Esclavas del poder” y “Los demonios del edén” aseguró que “apenas ahora, suceden dos cosas. Apenas ahora estamos mirando a las mujeres que están dentro de la delincuencia organizada. Yo creo que han existido siempre. Siempre han estado ahí”.

Cacho Ribeiro destacó que las primeras incursiones de las mujeres en ámbitos delincuenciales acontecieron en los prostíbulos, donde ya dirigían grupos de personas. “A las mujeres en lo positivo se les ha negado la existencia, pero también a las que están en lo negativo. Y ahora lo que estamos haciendo es mirándolas ¿no?”.

Las mujeres siempre han estado dentro del narcotráfico, en todos los cárteles, desde en las grandes mafias italianas y ya no se diga en México. “Ellas son las administradoras de las empresas, claro, las gerentas, las que están detrás, encargadas como de toda la parte operativa de los recursos y operativas del trasiego, incluso”.

La periodista señala que aunque estas mujeres tienen un gran poder de influencia en sus empresas criminales, en ese propio contexto, siguen viviendo discriminación y violencia, y violencia de pareja y violencia familiar. “Entonces no cambia nada un hecho de que una mujer sea víctima en su contexto familiar a que crea que es bueno el negocio de la delincuencia organizada, que no solo hablamos del narco, sino de todas las demás actividades criminales que se han investigado a lo largo de los años”, dijo la experta.

Un grupo de terapeutas que han tratado con las esposas y viudas de narcotraficantes, y que por obvias razones pidieron la reserva de su identidad, coinciden en que “las mujeres de los criminales son muy fuertes y muy vulnerables a la vez. Saben de quiénes son pareja y se portan como tales. Tienen que ser reconocidas y respetadas, pero a la vez están muy asustadas”.

“Todo su mundo gira alrededor de su pareja. Les preocupa mucho ser abandonadas, encontrarse bien o mal y saber si su pareja les permite seguir o no. No quieren decepcionarlo. Viven muy bien económicamente y no desean descender en su posición”, declaró una de las profesionistas.

Otra de las psicólogas destacó que las narcoempresarias “se sienten especiales, pero a la vez no son felices, no están satisfechas. Es como una sensación de vacío, porque saben que en cualquier momento pueden ser desplazadas o van a perder a ese hombre y van a quedar desprotegidas”.

“Me ha tocado trabajar con algunas mujeres de narcotraficantes que han sido eliminados y ellas lo toman como muy natural, como que ya sabían que iba a ocurrir, como si estuvieran preparadas desde el principio a esperar la muerte de su pareja. A lo que no están preparadas es al futuro. A cómo van a salir adelante económicamente con el ritmo de vida y la protección que tenían porque ellas presienten que una vez que ellos mueren o desaparecen todo su mundo se derrumba. Además, pueden terminar detenidas”, concluye otro testimonio

PRESO HERMANO DEL “MENCHO”

La operación fue sigilosa. Fuerzas Federales detuvieron sin ruido ni aspavientos a Antonio Oseguera Cervantes “Tony Montana”, hermano del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Rubén o Nemesio Oseguera, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, la tarde-noche del jueves 4 de diciembre.

Fueron más las movilizaciones que realizaron las policías municipales y la estatal de Jalisco al enterarse de la detención de uno de los hombres más importantes de la organización delictiva, y aunque no activaron el llamado “Código Rojo”, sí se reforzaron los patrullajes en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Sin muchos detalles, la Policía Federal informó el viernes 5 que la captura de Antonio ocurrió cuando conducía un automóvil en el referido municipio. El presunto narcotraficante intentó escapar al verse descubierto, pero fue interceptado sin necesidad del uso de las armas.

Durante una revisión al automotor del aprehendido se localizaron dos armas de fuego largas, una corta y un paquete con droga, por lo que fue trasladado inmediatamente a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en la Ciudad de México, donde quedó a disposición de un fiscal.

El comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos, calificó la aprehensión de Oseguera Cervantes -que se hacía pasar por Joel Mora Garibay- como  “un importante golpe financiero a ese grupo criminal”.

Algunas de las funciones del consanguíneo del “Mencho” consistían en obtener información sobre operativos que realizaban las autoridades y conseguir armamento para el CJNG.

HISTORIAL CRIMINAL

Antonio es uno de los cuatro hermanos de Nemesio Oseguera Cervantes. Estuvo preso en una penitenciaría de Mississippi, Estados Unidos, donde cumplió con una condena por el delito de daño en propiedad ajena, de acuerdo con datos de la Policía Federal y registros de la Oficina Federal de Prisiones de la Unión Americana.

De “Tony Montana” no se conocen antecedentes penales en México; sin embargo, se sabe de su participación en el clan delictivo desde la década de los noventa cuando ya colaboraba para la organización de Los Cuinis, cuñados de su hermano “El Mencho”.

Tan es así que la madrugada del 2 de agosto de 2006 resultó herido por las esquirlas de una de las cuatro granadas que fueron arrojadas a un palenque del municipio de Tonalá, Jalisco, donde brindaba servicio de escolta a los hermanos González Valencia, originarios de Aguililla, Michoacán.

Rivales de Los Cuinis intentaron asesinar a José Luis, Édgar y Abigael González Valencia en las instalaciones de “El Carril”, donde éstos participaban en peleas de gallos. En el lugar estallaron las granadas y se escucharon ráfagas de disparos. El saldo fue de cuatro muertos y 28 personas lesionadas, entre ellas “Tony Montana”.

José Luis González Valencia “La Chepa” resultó herido en uno de los brazos, mientras que otro familiar del “Mencho” y de Antonio, identificado como Saúl Díaz Oseguera “El Cangrejo”, de 52 años, vecino del Naranjo de Chila, Michoacán, perdió la vida. El cuerpo de este último fue reclamado por su prima Adela Valencia Oseguera, quien declaró que el fallecido era agricultor.

Tanto los heridos como los testigos de los hechos quedaron en libertad, pese a poseer vehículos blindados y localizarse en el sitio dos fusiles AK-47, se trataba de las víctimas del atentado. Abigael “El Cuini” se había ocultado tras la identidad de Luis Ángel González Valencia, pero en febrero de este año fue detenido en Puerto Vallarta.

LA CONSIGNACIÓN

Antonio Oseguera Cervantes fue internado en el Centro Federal de Readaptación Social Número 11 en Hermosillo, Sonora, donde quedó a disposición del Juez Cuarto de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales de Jalisco, quien en horas recientes le dictó auto de formal prisión por delitos contra la salud y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

 (SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Investigaciones ZETA / Fotos. Cortesía/   15 de Diciembre del 2015 a las 07:55:33)


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