La cruzada de Alfredo Castillo contra
las federaciones deportivas mexicanas llevan un sello de imposición que ha
caracterizado durante años al que fuera considerado el “apagafuegos” de Peña
Nieto. ¿Su presencia terminará dejando a México fuera de Río 2016?
Desde su llegada a la Conade, Castillo
le ha sido fiel a su historial. Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México, 29 de
noviembre (SinEmbargo).- Alfredo Castillo Cervantes llegó a la Comisión
Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) sin ningún antecedente en este
rubro. Sin embargo, detrás de él llevaba arrastrando una serie de escándalos.
Con esa misma tónica incursionó en el deporte y no ha defraudado a su historial
turbulento.
Su mandato en este sector ha
hecho gala de la misma intolerancia que caracterizó su paso previo como
Comisionado para el desarrollo integral de Michoacán, la Procuraduría del
Estado de méxico, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y otros
lugares e instituciones que ha pisado. Con esta misma tendencia, ahora busca
imponerse en su nuevo cargo sin medir las consecuencias.
El primer paso de Castillo
Cervantes fue fiscalizar el dinero que la Conade daba a las federaciones y al
encontrar irregularidades como facturas falsas, largos periodos de dirigencia,
abusos de autoridad y desfalcos, decidió abanderarse en una cruzada que ahora
tiene a la participación mexicana en Río 2016 pendiendo de un hilo.
Las medidas despertaron
inconformidades de inmediato. Sin embargo, lejos de relajar su imposición,
decidió llevar las cosas un paso más allá y pidió a Federaciones
Internacionales que desconocieran a sus filiales en México y realizó otro tipo
de maniobras como apoyar las ligas de beisbol profesional para que se
desvinculen de su Federación.
La primera “desconocida”
internacionalmente fue la federación de Lucha Olímpica y ante la situación
otras nueve federaciones mexicanas (box, atletismo, pesas, boliche, lucha, tiro
con arco) se unieron para emitir un comunicado al Comité Olímpico Internacional
(COI) que explicaba lo que se estaba viviendo.
Carlos Padilla, titular del
(Comité Olímpico Mexicano) COM, se encargó de enviar el mensaje a Thomas Bach,
titular del COI y, según Padilla, éste considera que ya es una intromisión
excesiva del Gobierno federal, acción que va en contra de la Carta Olímpica.
“A los que se les va a
revertir es a los hoy quejosos, porque va a quedar exhibidos internacionalmente
como lo que son, presuntos delincuentes, gente que le ha hecho daño al
deporte”, dijo el directivo respecto a los señalamientos del COM y las
distintas federaciones que se han mostrado en desacuerdo con las medidas
implementadas por Castillo Cervantes.
“Lamentó que en el país
tengamos un comité olímpico que está más preocupado por el COI que por México”,
agregó.
ADMINISTRADOR SEVERO
Las federaciones nacionales
en México son Asociaciones Civiles que reciben dinero del Gobierno federal para
desarrollar su deporte. Sin embargo, a pesar de que deben comprobar ese recurso
a la Conade, la rendición de cuentas de todo su trabajo se la deben a sus
federaciones internacionales.
Las intromisiones de la Conade en las
federaciones deportivas ha acarreado más problemas que los que ha resuelto.
Foto: Cuartoscuro
No obstante, Castillo se
empeña en defender el dinero del Estado como si fuera suyo y, al menos
tratándose de eventos realizados en nuestro país, afirma que no está dispuesto
a perder más dinero.
“No queremos seguir gastando
cientos de millones de pesos sólo por amenazas”, dijo el directivo refiriéndose
al preolímpico de basquetbol, por el que se tuvieron que pagar unos 74 millones
de pesos a la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) para garantizar que
la competencia se realice en México.
La renuencia de Castillo no
sólo se extiende al basquetbol. Actualmente la Conade sostiene un juicio en
Suiza, sede de la Federación Internacional de Natación (FINA), debido a un pago
que exige el organismo internacional por el contrato que no se cumplió al renunciar
al mundial de la especialidad que se realizaría el año pasado en Guadalajara.
“Nos estamos enfrentando a
federaciones que quieren que se pague, pero no queremos seguir regalando
dinero”, agregó el directivo.
Simultáneamente, la Conade ha
dejado de darle recursos a algunas federaciones, sin importarle que dicho
presupuesto estuviera etiquetado desde el año pasado. Esto ha afectado a
atletas, como los de tiro con arco, entre los que se encuentra la medallistya
olímpica Aída Román, que deben pagarse sus viajes para competir o los
boxeadores que “botearon” en la calle para ir al Mundial, por plaza olímpica.
Ante las intromisiones y
falta de apoyo al deporte olímpico mexicano, por parte del Gobierno Federal, el
COI piensa sancionar a Mexico y tomará la decisión entre el 8 y el 10 de
diciembre, cuando se lleve a cabo la reunión del Comité Ejecutivo del
organismo, en donde se tocarán los problemas del deporte mexicano. El castigo
puede ser que las insignias nacionales (Himno y Bandera) no aparezcan en Río 2016.
Respecto al destino de los
atletas, una delegación de México con deportistas nacionales clasificados a Río
2016 podrían competir, pero estos portarían las insignias olímpicas y, en caso
de ganar una medalla de oro, sonaría el himno del COI.
UN PASADO TURBULENTO
Desde hace más de una década,
a Castillo Cervantes lo ha caracterizado una tendencia preocupante a estar
ubicado en puntos de conflicto, ya sea por nombramiento o por sus mismas
acciones.
El paso de Castillo Cervantes por
Michoacán dejó una estela de irregularidades. Foto: Cuartoscuro
Castillo fue asesor de la
Procuraduría General de la República (PGR) en 2002, con Rafael Macedo de la
Concha; fue director del área de Planeación Estratégica de la ahora extinta
Agencia Federal de Investigación (AFI) de la PGR. Después de esto, estuvo en la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP) como director de Concertación,
Modernización y Profesionalización y director de Servicios de Seguridad
Privada. Años después ya era subprocurador regional de Cuautitlán Izcalli, y en
mayo de 2010, el entonces Gobernador Enrique Peña Nieto lo designó como titular
de la Procuraduría del Edomex cuando Alberto Bazbaz renunció por el escandaloso
caso de la desaparición y muerte de la niña Paulette. Nunca se responsabilizó a
nadie por la muerte de la menor.
Como Procurador también tuvo a su cargo la captura de Óscar
Osvaldo García, alias “El Compayito”, líder de la organización delictiva
conocida como La Mano con Ojos, conformada por células del cártel de los
hermanos Beltrán Leyva.
Uno de los golpes más
polémicos de Castillo al frente de esta dependencia fue la detención de 17
personas involucradas en el robo y la violación de siete menores que se
encontraban en un campamento en el lugar conocido como “El Colibrí”, en Chalco.
La presentación del video en el interrogatorio a los detenidos y la crudeza con
la que se hablaba de los hechos, principalmente las violaciones, generó una serie de críticas por la difusión
de los mismos en los medios de comunicación.
Se recibieron distintas
quejas por parte de los familiares de las víctimas pues las declaraciones de
los presuntos culpables fueron transmitidas por cadena nacional y se detallaban
los ultrajes a las víctimas.
Castillo también presentó
ante las cámaras la detención de Armando Librado Legorreta, mejor conocido como
“El Coqueto”, un chofer de autobús acusado de siete feminicidios, seis de ellos
ocurridos en la entidad mexiquense y el otro en la Ciudad de México. Una vez
atrapado, se dio a la fuga en la Subprocuraduría de Barrientos, Tlalnepantla, a
causa de un descuido de los policías que lo resguardaban, quienes
posteriormente también huyeron.
Después de su aventura en la
justicia del Edomex fue designado Procurador federal del consumidor luego de
que Humberto Benítez dejara esa dependencia por otro escándalo. Sin embargo, el
mejor ejemplo de la marcada preferencia que el Gobierno Federal tiene por él se
dio cuando se le nombró titular de la Comisión para la Seguridad y el
Desarrollo Integral de Michoacán, tras lo cual se le acusó, entre otras cosas,
de meter a prisión al doctor José Manuel Mireles con cargos no comprobables.
Castillo fue nombrado
Comisionado el 16 de enero de 2014 en medio de una crisis en la que el gobierno
de Fausto Vallejo Figueroa fue incapaz de frenar los enfrentamientos entre
grupos de autodefensas y el cártel de Los Caballeros Templarios.
Desde entonces, a Castillo
Cervantes le llovieron todo tipo de calificativos y se convirtió en una especie
de “virrey” al que todos en la entidad tenían que rendirle cuentas. Las
críticas no demoraron.
“Si Peña Nieto lo designó
mediante un decreto ¿le va a rendir cuentas al Congreso de la Unión? ¿Le va a
rendir cuentas al congreso local? ¿A quién le va rendir cuentas? Será una
suerte de virrey con plenos poderes sin ningún contrapeso, sin ninguna
responsabilidad legal ante ninguno de los poderes establecidos. Eso es la
autocracia”, dijo en su momentos Jesús Zambrano Grijalva, cuando era presidente
nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Para entonces, si algo
caracterizaba ya a Castillo Cervantes, era su función de apagafuegos de Peña
Nieto. Siempre sus actuaciones fueron espectaculares y estuvieron bajo los
reflectores. Sin embargo, sus medidas siempre dejan un rastro de imposición. Las
relaciones actuales entre la Conade y el COM son el ejemplo claro de esto. No
obstante, ahora no se trata de cuestiones judiciales, sino del futuro deportivo
del país.
“Castillo sabrá de política,
de cómo meter a la cárcel a delincuentes y desafortunadamente estamos
recibiendo un trato como si fuéramos delincuentes, yo me siento así”, expresó
en semanas pasadas Aida Román, medallista olímpica mexicana.
(SIN EMBARGO.MX/ Redacción / Sin Embargo
noviembre 29, 2015 - 00:00h)
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