Puebla, se ha señalado en meses
recientes, se ha convertido paulatinamente en un lugar de residencia y
operación de jefes del crimen organizado en el país. Los choques violentos entre
grupos delictivos y los arrestos de diversos capos así lo han revelado. Además,
los comunicados y mensajes enviados por criminales hacia sus enemigos en esa
plaza también muestran cómo esa presencia ha crecido en municipios poblanos e
involucra a prácticamente todos los cárteles del país.
En 2010, elemento de la Marina
realizaron un operativo en la zona residencial Puerta de Hierro, en Puebla,
donde fue capturado el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”.
Foto: Cuartoscuro
Fernando Montiel
Ciudad de México, 18 de
noviembre (SinEmbargo).– A principios de noviembre apareció una comunicación
que causó revuelo e inquietud en Puebla. Se trataba de un “Comunicado” firmado
por R19 Gente Nueva Cartel de Sinaloa en el que se anunciaban acciones
violentas (“…esto es una limpia la guerra no es contra el pueblo…”) que
tendrían lugar en un conjunto de municipios de Puebla y Oaxaca. Ahí se hablaba
de toques de queda (“…se le advierte a la población no salir de noche después
de las 10…”); se apuntaban enemigos (“…no estamos aliados con Golfos, ni
Jalisco ni mucho menos con con (sic)
Z…”), se identificaban aliados (“…somos Cartel De Sinaloa unidos con los Ántrax
Gente Nueva…”) y se señalaban líderes (“…comandado por el R19 o el LOCO”).
¿Qué tan veraz es la
información? A ciencia cierta, nadie lo sabe, y es que en materia de
narcotráfico nada puede darse por sentado. Sin embargo, es importante tratar de
dilucidar qué es y qué significa aquella comunicación.
El texto firmado por el R19,
Gente Nueva, Cártel de Sinaloa tiene mucha información y gracias a ello, ofrece
amplias posibilidades de análisis (por ejemplo: la relación detallada de los
municipios donde habrán de actuar, permitiría un seguimiento cronológico de los
eventos en esos lugares –en el pasado reciente y su evolución futura– con lo
que se podría confirmar –o refutar– en el corto y mediano plazos la veracidad
de lo anunciado en el escrito).
En cualquier caso, existen
dos grandes criterios que permiten evaluar en primera instancia la calidad de
la información: la credibilidad de la fuente y la posibilidad de verificación
independiente de los hechos. La debilidad en cualquiera de estos dos pilares
arroja un manto de duda sobre los datos.
(Ejemplo.– En la década de
los noventa la revista Proceso tenía la política de no dar a conocer
información cuya fuente fuera dudosa o no identificada: en aquellos años el
semanario se negó a publicar comunicaciones anónimas sobre el espionaje en el
Gobierno federal que le hizo llegar Marcela Bodenstedt, ex locutora, ex agente
de la Policía Judicial y vínculo entre el Cártel del Golfo con la Presidencia
de la República –al ser pareja sentimental de José Córdoba Montoya, entones,
secretario privado de Carlos Salinas de Gortari).
Si bien el análisis del texto
referido puede ser muy extenso, aquí nos limitaremos sólo a presentar algunos
apuntes.
El contenido del texto es
congruente y verificable en casi todos los puntos. Por ejemplo: efectivamente
existe un grupo de choque llamado Gente Nueva; efectivamente Gente Nueva está
asociado al grupo delictivo conocido como el Cártel de Sinaloa; efectivamente
existe un grupo llamado Los Ántrax; efectivamente Los Ántrax operan en
concierto con Gente Nueva y el Cártel de Sinaloa; efectivamente la
configuración actual de las disputas entre las organizaciones presenta al
Cártel de Sinaloa en colisión con aquellos señalados como enemigos
(“…Golfos…Jalisco…Z…”); efectivamente varios de los municipios referidos en el
documento coinciden con eventos recientes asociados a la delincuencia
organizada, para el caso de Puebla, entre otros: robo de combustible (Tehuacán
y Texmelucan), enfrentamientos armados (Quecholac) y ejecuciones (Tepeaca y
Palmar de Bravo) y el punto anterior además daría sustancia y lógica efectiva a
la amenaza de “limpia” con “la Barredora” en Puebla y Oaxaca –como anuncia el
texto los futuros choques armados.
Pero hay más.
La presencia de elementos de la
Secretaría de Marina se ha hecho ya constante en los municipios más importantes
de Puebla. Foto: Cuartoscuro
El comunicado difundido en
2015 coincide en su estructura y planteamientos generales con un breve anuncio
liberado –también mediante redes sociales– a mediados de agosto de 2014.
Decía íntegro:
GENTE NUEVA CONTINUARÁN LIMPIANDO MÉXICO DE RATAZZZ.
ESTO ES PARA ESOS RATEROS SECUESTRADORES
EXTORSIONADORES ESOS QUE COBRAN CUOTAS.. USTEDES ZETAS….LINEAS… TEMPLARIOS..
BELTRANES..
COMUNICADO GENTE NUEVA
LEVANTONES Y APARICIÓN DE EJECUCIONES AUMENTARÁN A
PARTIR DEL 17 DE AGOSTO.
ESTAREMOS TRABAJANDO LAS 24 HRS.
CIUDADANOS
EMPEZAMOS LA LIMPIA.
LAS RATAZ DAÑA A NUESTRA NACIÓN Y A NUESTRA GENTE
POBRE.. ASI QUE ESO NO SE VA A PODER.. GENTE NUEVA… ACTIVO Y ADELANTE…
Att: GENTE NUEVA…
CARTEL DE SINALOA
En ambos documentos, el de
agosto el 2014 y el de noviembre de 2015 se denuncia a los mismos actores (“…secuestradores, extorsionadores…”,
etcétera) y en los mismos términos (descalificándolos
como “ratas”). Si bien algunos de los adversarios cambian (en el texto de
2014 se menciona al hoy disminuido grupo de los Beltrán, y al derrotado grupo
de La Línea –brazo armado del Cártel de Juárez– y a la hoy casi desaparecida
organización de Los Caballeros Templarios) las alusiones e ilustraciones –a la
patria, a los pobres y a los desprotegidos– son similares como parecidas son
también las metáforas de “trabajo” y “limpieza”.
Todo lo anterior abona a la
hipótesis de que el “comunicado” difundido en noviembre de 2015 es algo digno
de ser tomado con seriedad.
[Lo que dicho sea de paso,
confirmaría la hipótesis central de mi artículo “La geografía del narco:
Puebla” –publicado en Gatopardo (Ago. 14, 2015) y reproducido después en
SinEmbargo (septiembre 22, 2015) y otros lugares–. ¿Y cuál era esa hipótesis?
qué los tiempos de paz en Puebla llegaron a su fin].
Como ya se señalaba, el
comunicado –ya sin comillas– de noviembre de 2015 es congruente en casi todos
los puntos.
Pero casi todos no es igual a
todos.
A diferencia del texto de
2014, el de 2015 no está escrito de manera casi telegráfica y en tercera
persona, sino de un modo más articulado en la narración y con expresiones en
primera persona, a veces del plural (“…vamos por todos los taxistas… vamos por
los extorsionadores…”) y a veces del singular (“…traigo apoyo del CHAPO al 100
mis plebes… hago un atento llamado… no me querrán de enemigo…). A diferencia
del de 2014, el de 2015 está firmado no sólo por un grupo (Gente Nueva) sino
por una persona también: el R19.
En el texto no hay más información
sobre su autor individual más allá de que está apoyado por Joaquín Guzmán Loera
y que otro de sus sobrenombres es El Loco. El medio que dio a conocer el
documento original (la página de Facebook, Historia del Narco el 2 de
noviembre) confirma esta información en una publicación (17:45 horas) –colocada
inmediatamente después de difundir el comunicado (17:44 horas)– en la que
aparece una mujer con el rostro difuminado y en la que se señala: “…Es una
chica con múltiples talentos respaldada por el su novio R19 o el loco escolta
del Chapo Guzman.”
Algún observador podría
recordar que un hombre llamado Joel Enrique Sandoval Romero fue detenido por la
Marina Armada en Culiacán en un operativo conjunto con la PGR y la Policía
Federal en febrero del 2014 como lo informó la Secretaría de Gobernación en el
Boletín 092/14.
¿Y esto por qué es relevante?
Porque según lo difundido por medios de información, Sandoval Romero se
desempeñaba como jefe de sicarios de Ismael El Mayo Zambada (es decir,
pertenecía como su jefe al Cártel de Sinaloa, liderado también por Guzmán
Loera) y –más importante para el tema que nos ocupa- porque sus sobrenombres
eran –siempre según lo publicado por la prensa en aquél momento– “El 19” y “El
Loco”.
¿Es “El R19” o “El Loco” que
firma el texto de noviembre de 2015 –en el que se habla de Puebla y Oaxaca– el
mismo hombre que fue detenido por la Marina en Sinaloa en 2014? Aunque sus
sobrenombres coinciden de forma idéntica en uno de los casos (“El Loco”)– y
ambos pertenecerían a la misma organización (el Cártel de Sinaloa)- el segundo
de sus apodos es diferente por una letra (“El R19” en el caso del primero y “El
19” en el caso del segundo). Es difícil que lo sea, ya que habría que
considerar la dificultad que conlleva liderar desde una prisión de máxima
seguridad los enfrentamientos anunciados: 96 horas después de su arresto,
Sandoval Romero fue consignado por la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) al Penal del Altiplano por los
delitos de delincuencia organizada, acopio y portación de armas de uso
exclusivo del Ejército.
La Marina ha realizado los arrestos más
importantes en fraccionamientos de la zona metropolitana de la capital poblana.
Foto: Cuartoscuro
En todo caso –y hay que
decirlo– hay muchas discrepancias en la información. El semanario Proceso dice
que Sandoval Romero era “encargado de las comunicaciones del Cártel de Sinaloa
en esa región” (“La cacería del Chapo, paso a paso” Proceso. No. 1947 Feb 23,
2014); La Jornada publicó –citando textualmente un comunicado conjunto de la
PGR, Semar y PF- que “El 19 o El Loco es considerado uno de los principales
operadores de El Mayo Zambada” a lo que luego agregó –ya sin comillas pero refiriéndose
al mismo documento- que “su función principal era coordinar la seguridad del
capo del narcotráfico.”; la información difundida por La Jornada es parecida a
la publicada por El Universal (“Presunto escolta de Zambada ingresa a penal
federal”. Feb. 17, 2014) pues dice que: “El 19 o El loco, es considerado uno de
los principales operadores del Mayo Zambada” pero atribuye esa afirmación a
“reportes de inteligencia” y no “un comunicado conjunto de la PGR, Semar y PF”
como lo hace La Jornada.
La detención de Salvador
Romero está consignada en un boletín de la Secretaría de Gobernación –emitido
el 14 de febrero- en el que no se menciona ninguno de los sobrenombres del
detenido (ni “El 19” ni “El Loco”), y en el que tampoco se habla de su función
dentro de la estructura del cártel de Sinaloa (ni como “jefe de escoltas de
Ismael El Mayo Zambada” –El Universal–, ni como “escolta de el Chapo” –Historia
del Narco–, ni como “encargado de las comunicaciones del Cártel de Sinaloa en
la región” –Proceso).
¿Y el famoso boletín conjunto
entre la PGR, la Marina y la Policía Federal que citan las fuentes
periodísticas? No aparece. Entre el 10 y el 20 de febrero de 2014 –cuando ya
los medios daban cuenta pública del hecho– no existe ni en el archivo de prensa
en línea de la PGR, ni en el de la Secretará de Marina, ni en el de la Comisión
Nacional de Seguridad ni en el de la Presidencia de la República: dato no menor
tomando en consideración que –siempre según las mismas fuentes periodísticas y
las autoridades– la detención de la célula de Sandoval Romero fue clave
(gracias a “tareas de inteligencia” dicen –una mentira–) para la aprehensión
posterior de Guzmán Loera, también en Sinaloa, 10 días después.
Muchas más cosas pueden ser
dichas [Por ejemplo.- sobre la ortografía. Si bien la del texto es mejor que la
acostumbrada en “narcomantas”, tampoco es impecable; pero se trata de un
detalle periférico, después de todo, Diego Osorno –quien tuvo acceso a las
memorias de Miguel Ángel Félix Gallardo para escribir su libro El Cártel de
Sinaloa (Grijalbo, 2009)– me ha dicho que la redacción del capo “no era tan
mala”].
Aquí se han presentado apenas
algunos ángulos del tema y sus análisis. Pero hay preguntas que permanecen. ¿Es
el autor individual del documento de noviembre de 2015 el mismo que se
encuentra hoy recluido en el penal de alta seguridad de El Altiplano en el
Estado de México? En temas de narcotráfico nada es seguro y todo es posible. En
todo caso, sí existen rastros –aunque tenues– de una persona apodada “El R19”,
vinculada con Gente Nueva, cuyas andanzas en el norte del país se registran
todavía en fechas posteriores a la detención de Joel Enrique Sandoval Romero.
Su identidad sigue siendo un misterio.
¿Es legítimo el anuncio que
advierte de confrontaciones en Puebla y Oaxaca? ¿Es parte de una estrategia de
presión/negociación –obviando el interregno de la mini-gubernatura– al nuevo
gobierno de cara a la sucesión sexenal? No es claro. Pero en lo que se refiere
al comunicado, creo que hay que tomarlo en serio.
Fernando Montiel. Es profesor
en la Cátedra Unesco en Ética y Cultura de Paz del Tecnológico de Monterrey,
Campus Ciudad de México. Analista en temas internacionales y especialista en
Estudios de Paz. Consultor en prevención de la violencia, manejo de conflictos
y construcción de paz. Autor de los libros “Morir por nada: Narcotráfico y
violencia de estado en México” (L.D. Books, 2012) y “Días violentos: 77
imágenes del conflicto en el siglo XXI” (TUP, 2011), entre otros.
fernando.montiel.t@gmail.com
@FmontielT
(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / NOVIEMBRE
18, 2015 - 00:00)
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