Las
refriegas que se han presentado en Jalisco entre las fuerzas federales y grupos
armados durante este 2015, han sido de las más violentas y costosas en vidas.
Es una señal del fortalecimiento del crimen organizado en el estado, como
sucedió en la región de La Ciénega este mismo año
5 oficiales
de la PF murieron en marzo en Ocotlán al enfrentar al CJNG
5,000
oficiales tuvo la Gendarmería para arrancar operaciones, en 2014
8 efectivos
de la Sedena perdieron la vida en 2006 en Villa Purificación
Los
enfrentamientos que las fuerzas federales han sostenido en Jalisco durante este
año con grupos armados se han colocado entre los más cruentos y con mayores
bajas de efectivos, en todo lo que va de la estrategia de combate al crimen
organizado que se lanzó desde 2006 en el país.
El
hecho del 19 de marzo pasado, en el municipio de Ocotlán, donde murieron cinco
oficiales de la División de Gendarmería de la Policía Federal, en un choque con
gatilleros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es hoy el tercero más
violento para esa institución, y las consecuencias pudieron ser mucho peores.
Aquel
destacamento de Gendarmería que patrullaba las calles de ese municipio de
Jalisco, se encontró repentinamente en medio de una lluvia de disparos por
sujetos que se movilizaban en una decena de vehículos, que dejó además otros
ocho oficiales heridos.
El
asalto de Ocotlán, según lo confirman los archivos de la Policía Federal, quedó
registrado como el primer enfrentamiento que puso a prueba a la recién creada Gendarmería,
cuyas operaciones iniciaron el 22 de agosto de 2014 con 5 mil oficiales, en un
anuncio encabezado por el Presidente Enrique Peña.
Antes
de esa refriega en Ocotlán, donde murieron otras seis personas (tres agresores
y tres personas ajenas al conflicto), la Policía Federal ni siquiera registraba
caídos en Jalisco por enfrentamientos.
Sentaba,
pues, un precedente del fortalecimiento que había alcanzado el CJNG, que así
como emprendía ataques directos al Ejército en Guachinango, ahora emboscaba a
los gendarmes a pesar que el patrullaje de estos en Ocotlán se realizaba a
bordo de siete vehículos.
Hasta
el 10 de abril pasado ese persistía como el único enfrentamiento por el que
había pasado la Gendarmería en todo el país.
De
acuerdo con los registros de la corporación y otros periodísticos, la Policía
Federal y sus Divisiones únicamente han tenido dos choques peores al de Ocotlán
con el crimen organizado:
El
del 14 de junio de 2010, en Zitácuaro, Michoacán, atribuido a La Familia y que
le costó la vida a 12 policías federales, 10 de ellos fallecieron en el lugar
de los hechos y dos más mientras estaban hospitalizados.
Aquello
fue una emboscada que habría sido ejecutada por cerca de 35 integrantes del
cártel y ordenada por Nazario Moreno “El Chayo” (fundador de La Familia, que se
dio por muerto equivocadamente en diciembre de 2010, pues murió en un operativo
del 9 de marzo de 2014).
El
segundo peor enfrentamiento en los registros de la Policía Federal data del 27
de mayo de 2008, en Culiacán, Sinaloa, contra una célula del Cártel de los
Beltrán Leyva que dejó a ocho oficiales sin vida.
MUERTOS DE JILOTLÁN
Casi
un año después de la emboscada de Zitácuaro donde murieron 12 policías
federales, esta corporación realizó una operación en Jilotlán de los Dolores,
Jalisco, contra ese mismo cártel, La Familia, donde abatió a 15 de sus miembros
en ese municipio vecino a Michoacán, el 27 de mayo de 2011.
Ese
incidente aparece en los archivos de la Policía Federal como el enfrentamiento
con más agresores fallecidos desde 2006, pero esto es debido a que aún no
registra su intervención en Tanhuato, Michoacán, el 22 de mayo pasado, donde 42
presuntos miembros del CJNG quedaron sin vida en el Rancho El Sol.
Aquel
día en Jilotlán se detectó una reunión convocada por el líder de La Familia,
José de Jesús Méndez “El Chango” –que sería detenido casi un mes después, el 21
de junio de 2011-, a muy poco del surgimiento de Los Caballeros Templarios, en
marzo de ese año, tras la fractura del cártel michoacano.
El
Gobierno federal anunció en ese entonces: “El 27 de mayo del presente en
Jilotlán de Dolores, Jalisco, se tuvo conocimiento de la presencia de personas
armadas pertenecientes a ‘La Familia’ y resultado de un operativo fueron aseguradas 40
personas. En este operativo perdieron la vida un total de 15 presuntos
delincuentes”.
Finalmente,
el tercer choque con más agresores muertos por la Policía Federal se dio en
Valparaíso, Zacatecas, el 27 de febrero de 2012, fallecieron 11 y ningún
oficial; se atribuyó a Los Zetas.
VILLA VIOLENTA
En
los archivos obtenidos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sobre
sus enfrentamientos con grupos armados desde 2006, no hay ninguno tan grave
para el Ejército como el de Villa Purificación, Jalisco, el 1 de mayo, donde
ocho efectivos suyos perdieron la vida.
Ese
choque con el CJNG donde murió además una policía federal, no se trató tan solo
del primero donde un helicóptero militar caía derribado con un lanzacohetes, es
también el que más bajas le ha dejado al Ejército en todo el país en estos 10
años, otra señal de las capacidades que desarrolló ese grupo delictivo.
Hasta
antes de ese 1 de mayo en que inició la Operación Jalisco, los dos
enfrentamientos más graves para la Sedena según sus archivos son estos en los
que murieron 10 de sus miembros:
Uno
ocurrido el 1 de mayo de 2007, en Carácuaro, Michoacán, donde cayeron cinco
soldados y un presunto delincuente; y otro del 3 de agosto de 2013, en Reynosa,
Tamaulipas, con cinco efectivos muertos y ningún agresor.
Jalisco
ya estaba entre los estados donde el Ejército había tenido choques muy
cruentos, debido particularmente al ataque del 12 de mayo de 2014 del CJNG, en
Guachinango, tras un operativo contra el robo de combustible, y donde murieron
cuatro soldados.
Ese
día el camión donde viajaban los soldados fue chocado de frente por una
camioneta y luego se le prendió fuego por los miembros del cártel.
Solo
hay otros dos hechos en el país donde también cayeron cuatro soldados en cada
uno, ambos ocurrieron en Tamaulipas, uno en Reynosa, el 24 de agosto de 2010 y
otro en Ciudad Mier, el 13 de noviembre de 2010.
En
cambio, las tres refriegas con más agresores abatidos por el Ejército son:
La
del 2 de septiembre de 2010, en Ciudad Mier, Tamaulipas, murieron 28 agresores,
ningún soldado.
La
del 10 de febrero de 2009, en Ciudad Juárez, Chihuahua, murieron 20 agresores y
un soldado.
La
del 6 de junio de 2009, en Acapulco, Guerrero, murieron 16 agresores y dos
militares.
En
sus registros no está el hecho de Tlatlaya, Estado de México, donde fallecieron
22 personas, el 30 de junio de 2014, y en el que está pendiente el juicio de
los militares que participaron por presuntas ejecuciones extrajudiciales.
La
Sedena apunta que su estadística de agresores fallecidos en estos choques se
actualizó hasta el 5 de abril de 2014, pero no se hará más: “esta Secretaría ya
no da continuidad a la estadística en este rubro por no ser parte de sus atribuciones”.
(REPORTE
INDIGO/ LUIS HERRERA/ Jueves 6 de agosto
de 2015)
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