CIUDAD
DE MÉXICO, 22 de julio.- Un director técnico no pudo controlarse y descargó su
furia en contra de un rival, al darle una patada y provocar la indignación de
los presentes.
La
causa. El árbitro del encuentro no marcó una falta.
Indignado
por la acción, el entrenador Pablo Martel esperó al jugador del equipo
contrario, que controlaba el balón, para soltar una patada cerca del saque de
línea y cortar la jugada.
Pero
no paró ahí la escena, el estratega recriminó la acción previa al jugador
rival.
Después
de eso, los técnicos de ambos equipos se enfrascaron en una discusión verbal.
La
acción se suscitó en el duelo entre Unión Santiago y Comercio de Santa Sylvina
en el futbol argentino.
(EXCELSIOR/ADRENALINA/
Redacción / 22 de Julio de 2015)
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