La
empresa Kaven Company, ubicada en Los Ángeles, California y su propietario, Kam
Wing Chan, se declararon culpables de tráfico de totoaba y abulón, especies
marinas en peligro de extinción, las cuales pretendían vender por millones de
dólares en Asia.
De
acuerdo a la Fiscalía del Sur de California, el empresario de origen asiático y
residente de California, utilizó su compañía, la cual hacía pasar como una
importadora de muebles en Asia, para comprar estas especies capturadas en
México, importarlas hacia Estados Unidos y de ahí enviarlas al mercado
asiático.
Tanto
la totoaba como el abulón son utilizados en Asia como ingredientes principales
en la preparación de sopas con fines médicos y terapéuticos. De ahí su gran
demanda en esta parte del mundo.
En
el caso de la totoaba, se utiliza la vejiga flotante, la cual se puede comprar
a pescadores en México por mil 800 dólares, pero alcanza hasta los 20 mil
dólares en Asia, por lo que las ganancias son nueve veces mayores cuando llega
al continente asiático.
Chan,
quien se declaró culpable de los cargos en su contra, admitió que entre uno de
los múltiples de cruces de contrabando, el 9 de octubre de 2013, ingresó a
Estados Unidos con casi 17 kilogramos de abulón seco y 58 vejigas flotantes de
totoaba, estas últimas valuadas en 285 mil dólares en el mercado negro de
Estados Unidos y más de un millón de dólares en Asia.
Los
mariscos fueron exportados, de manera ilegal a compañías en China, cuyos
propietarios son familiares de Chan.
Entre
las medidas establecidas por la Corte Federal de Estados Unidos, Chan deberá
entregar los especímenes traficados que permanezcan bajo su poder y pagar una
restitución de 55 mil dólares al gobierno de México por concepto de “pérdida de
recursos naturales”, además de pagar un monto de 14 mil 500 dólares en multas.
Si
bien, la totoaba es una especie endémica del Golfo de California, perteneciente
a Baja California, entre marzo y mayo, un gran número de estos animales pueden
llegar hasta la boca del Río Colorado que cruza el suroeste de Estados Unidos.
De
acuerdo a información de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), ya que en México es ilegal la pesca de la totoaba, los pescadores
solo extraen las vejigas de los animales con vida y los dejan morir en el mar.
Cientos de cadáveres han sido localizados de esta forma.
La
totoaba es una especie protegida tanto en México como en Estados Unidos e
incluso de acuerdo a Tratados Internacionales.
Tras
declararse culpable de tráfico de dos especies en peligro de extinción, Kam Wing
Chan podría enfrentar una pena máxima de 20 años de prisión y una multa de 250
mil dólares o bien, el equivalente al doble de las ganancias ilícitas que
resultaron del tráfico de estos mariscos.
(SEMANARIO
ZETA/ GENERALEZ/ Inés García Ramos / 21
de Julio del 2015 a las 16:22:21)
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