El 11 de
septiembre, Abelino Montoya Saracho, pariente del senador y aspirante a
candidato a gobernador del PAN en Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis,
fue detenido en posesión de casi siete toneladas de marihuana en San Diego,
California. El presunto integrante del Cártel Arellano Félix estaba acompañado
de cuatro individuos más, acusados de conspiración por tráfico de drogas en la
Unión Americana
San Diego,
California, Estados Unidos.- Abelino Montoya Saracho era un hombre de tres
caras. En La Paz, Baja California Sur, lo conocían como un empresario próspero.
En Tijuana, Baja California, lavaba dinero, y en San Diego, California, se le
identificaba como un traficante de drogas del Cártel Arellano Félix. Y en el
campo político, es conocido como el concuño del senador Carlos Mendoza Davis.
La madrugada del 11
de septiembre de 2014, Montoya Saracho fue capturado en posesión de 6 toneladas
639 kilos 60 gramos de marihuana, distribuidas en mil 116 paquetes.
El traficante de
drogas había cruzado, a bordo de un tráiler, la zona fronteriza entre México y
Estados Unidos. Se dirigió hacia una agencia aduanal anexa a la Garita de Otay,
para estacionarse justo en el domicilio 9346 de la Customhouse Plaza de San
Diego, California.
Según un reporte de
la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el
vehículo de Abelino ingresó cerca de las 4:10 am a territorio estadounidense,
cuya trayectoria fue seguida por un vehículo aéreo no tripulado, el cual
comenzó a transmitir información y datos del movimiento de la unidad
sospechosa, al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
El avión conocido
como dron captó el momento en que el tráiler se estacionó, punto hasta donde
llegó otro vehículo automotor, se echó de reversa y se estacionó. Entonces
sus tripulantes comenzaron a transferir
paquetes de un vehículo a otro.
Por las
características de los empaques -según el reporte de la DEA-, las autoridades
supusieron que se trataba de un cargamento de marihuana, por lo que se emprendió
un operativo en el que agentes del Departamento de Seguridad Nacional, lograron
detener a las siguientes personas, cuando intentaron darse a la fuga:
* Abelino
Montoya Saracho
* Alejandro Ramírez López
* Jorge García Chávez
* Jesús Sánchez Hernández
* Julio César Vargas.
Según la causa
penal, los detenidos fueron acusados de posesión ilegal con intención de
distribuir una sustancia controlada y conspiración para distribuir marihuana,
en violación del Artículo 21 del Código Penal de Estados Unidos, sección 841
(a) (1) y 846. En sus primeras declaraciones, se pudo constatar que:
* Abelino
Montoya Saracho negó conocer que el cargamento contenía narcóticos, pero
admitió que recibiría un pago por ayudar a transferir la mercancía de un
vehículo a otro.
* Alejandro
Ramírez López admitió conocer que se trataba de narcóticos, su pago sería de 4
mil a 5 mil dólares por transferir la mercancía.
* Jorge
García Chávez, Jesús Sánchez Hernández y Julio César Vargas, admitieron saber
que se trataba de narcóticos y recibirían un pago por ayudar a transferir la
droga de un lado a otro.
LA CAPTURA DEL CONCUÑO INCÓMODO
La captura de
Abelino Montoya Saracho hubiera pasado desapercibida -como cualquier otra en
Estados Unidos- de no ser porque es concuño del senador y virtual candidato a
gobernador del Partido Acción Nacional (PAN) en Baja California Sur, Carlos
Mendoza Davis.
El propio legislador
reconoció en una carta difundida el lunes 27 de octubre, su parentesco
político, y admitió que su esposa Gabriela es hermana de Valeria Guadalupe
Velázquez Dipp, cónyuge de Abelino desde hace 13 años. Sin embargo, dijo no
saber nada de él desde 2013, cuando dejó la ciudad de La Paz y se fue a vivir a
Tijuana.
Desde el 12 de
septiembre, es decir, un día después de su captura, el pariente de Mendoza y
los otros cuatro detenidos quedaron a disposición del Juez de Primera Instancia
del Juzgado del Sur de California, Estados Unidos, Nita L. Stormes, bajo los
expedientes 14-MJ-3175-NLS y 14-CR-2915-BEN.
El gobierno de
Estados Unidos transcribió en los expedientes que “los detenidos conspiraron
intencionalmente, a sabiendas que distribuir y/o importar 50 kilogramos de
marihuana o más de sustancias controladas, es un delito federal que no tiene
derecho a fianza, el cual habrá de ser resuelto por el Gran Jurado”.
Desde el momento de
su detención, el gobierno de Estados Unidos, designó a David L. Baker como
abogado defensor de Abelino Montoya Saracho, hasta el 17 de septiembre, cuando
a petición del interesado fue sustituido por John Cotsirilos.
El familiar del
senador del PAN quedó en el estatus de “convicto”, cuando la juez Nita L.
Stormes libró orden de detención en espera de que sean resueltos los dos
juicios que deberá enfrentar en Estados Unidos. Así lo transcribió:
“… Por la presente
se ordena que el acusado sea detenido en espera del juicio y, si es declarado
culpable, la sentencia en estos asuntos, sin perjuicio o renuncia del derecho
del acusado a solicitar más tarde la libertad bajo fianza, y las condiciones de
la liberación, y sin perjuicio o una renuncia de los Estados Unidos a buscar
detención en el caso de una solicitud por el acusado…”.
Asimismo, “… se
ordena, además, que el acusado se compromete a la custodia de la Procuraduría
General o su representante designado por el confinamiento en una instalación
separada de la correccional, en la medida de lo posible, de las personas en
espera o que cumplan condena, o bajo custodia en espera de la apelación. El
acusado se dio oportunidad razonable para la consulta privada con el abogado…”,
además, “… mientras que en la custodia,
previa orden de un Tribunal de los Estados Unidos a petición de un abogado de
los Estados Unidos, la persona a cargo de la institución correccional deberá
entregar al acusado al Mariscal con el propósito de una aparición en la
conexión con un procedimiento judicial o cualquier otro aspecto que se estipula
por la defensa y los abogados del gobierno…”.
Por último, “… esta
orden se dicta sin perjuicio de la modificación por este tribunal y sin
perjuicio de la aplicación por el acusado de su derecho a la libertad bajo
fianza y una audiencia de detención en una fecha futura… así se ordena…”.
EL DESLINDE DE MENDOZA
Como suele suceder
en estos casos, el primero en desligarse de Abelino Montoya Saracho por sus
cargos criminales fue el senador Carlos Mendoza Davis.
Aunque al cierre de
esta edición, la noticia no había sido difundida por algún medio de
comunicación local, salvo algunos comentarios en columnas de análisis político
con datos muy generales, el legislador fijó su postura el 27 de octubre, con
las siguientes precisiones:
* “El señor Abelino Montoya Saracho es esposo de (su
cuñada) Valeria, desde hace 13 años, por lo que me une con él un parentesco
político”.
* “Desde el año 2013, el señor Abelino Montoya, vive
en la ciudad de Tijuana. En ese lapso, hemos tenido muy poco contacto, pese a
que mi cuñada y sobrinos permanecen en esta ciudad”.
* “Solicité información al respecto. Efectivamente, me
fue confirmado que el señor Abelino se encuentra detenido en Estados Unidos, sujeto
a una investigación y pendiente de determinarse su situación jurídica”.
* “Este caso ha sido sumamente doloroso para nosotros
como familia. Nuestro principal interés es el bienestar de mis sobrinas,
sobrino y cuñada, que siempre contarán con todo nuestro cariño y comprensión”.
* “Cada quien debe hacerse responsable de sus actos.
Nadie puede responder por las decisiones de otro. La Ley determinará, como
corresponde, lo conducente en este caso”.
A punto de ser
nominado como candidato oficial del PAN -entre noviembre y diciembre próximos-,
en virtud de que no tiene rival al interior del blanquiazul, Mendoza Davis
refrendó su compromiso con la legalidad y la transparencia:
“La educación que doy a mis hijos, se basa en
la honradez, la decencia y la rectitud, así pueden avalarlo quienes me conocen…
espero que este caso lamentable sea resuelto en términos legales, y que se
respete la seguridad y tranquilidad de mis sobrinas, sobrino y cuñada”.
ZETA solicitó una
entrevista con el senador, quien, antes del cierre de edición, quedó en
reportarse. Lo que sí envió a la redacción fue una carta donde se deslinda de
las actividades criminales de su concuño, misma que se transcribe íntegra a
continuación:
Adela Navarro Bello
Codirectora General del Semanario ZETA
Presente. —
El pasado 24 de
octubre, el Señor Víctor Octavio García en la columna ABCdiario que aparece en
diversos medios de esta ciudad, hizo referencia a un asunto que aqueja a la
familia de mi cuñada, hermana de mi esposa, Valeria Guadalupe Velázquez Dipp.
Al respecto, me
permito hacer las siguientes aclaraciones, mismas que hice llegar públicamente
al Señor García el pasado día 27 de los corrientes.
1)El Señor Avelino
Montoya Saracho, es esposo de Valeria, desde hace 13 años, por lo que me une
con él un parentesco político.
2) Desde el año
2013, el Señor Avelino Montoya vive en la ciudad de Tijuana. En ese lapso,
hemos tenido muy poco contacto, pese a que mi cuñada y sobrinos permanecen en
esta ciudad.
3) La noticia la
recibí a partir de la columna del Señor García, por lo que solicité información
al respecto. Efectivamente, me fue confirmado que el Señor Avelino se encuentra
detenido en los Estados Unidos, sujeto a una investigación y pendiente de
determinarse su situación jurídica.
4) Este caso ha sido
sumamente doloroso para nosotros como familia. Nuestro principal interés es el
bienestar de mis sobrinas, sobrino y cuñada, que siempre contarán con todo
nuestro cariño y comprensión.
5) Cada quien debe
hacerse responsable de sus actos. Nadie puede responder por las decisiones de
otro. La ley determinará, como corresponde, lo conducente en este caso.
Refrendo mi
compromiso absoluto con la legalidad y la transparencia. La educación que doy a
mis hijos se basa en la honradez, la decencia y la rectitud. Así pueden
avalarlo quienes me conocen.
Espero que este caso
lamentable sea resuelto en términos legales y que se respete la seguridad y
tranquilidad de mis sobrinas, sobrino y cuñada.
Atentamente.
Carlos Mendoza Davis
La Paz, Baja California Sur
EL PROCESO
Según el calendario
del Juzgado del Sur de Distrito de San Diego, California, Abelino Montoya habrá
estar presente en audiencia el próximo 18 de noviembre, cuando tenga de frente
a la Juez Primero de Primera Instancia, Nita L. Stormes, para escuchar de viva
voz las acusaciones en su contra en dos expedientes: el primero penal y el
segundo migratorio.
El acusado deberá
oír las acusaciones en presencia de su abogado defensor, John G. Cotsirilos;
también habrá de estar presentes los otros cuatro implicados en el caso.
ZETA consultó a un
despacho de abogados con experiencia en juicios en Estados Unidos, a fin de
conocer el proceso penal que habrá de enfrentar Abelino Montoya Saracho.
El abogado, quien
solicitó no revelar su identidad, expresó que el 90 por ciento de los casos
terminan en un pacto de declaración de culpabilidad, porque es una manera de
evitar un juicio tedioso y tenso.
En el caso de
posesión de drogas -y de acuerdo a su experiencia-, “un juez puede incluso ser
convenido a retirar las cargas a cambio de la declaración de culpabilidad, cuyo
caso pueda terminar en un programa de rehabilitación, y si es muy grave,
dependiendo los cargos criminales, entre cinco y diez años de prisión”.
No obstante,
“algunos son duros” y “no son dóciles negociando”, por lo que enfrentan
procesos con una convicción tiesa potencial, donde el indiciado pierde posibles
privilegios y hasta derechos.
Según el abogado, el
procesado en Estados Unidos, debe tomar en cuenta cinco factores:
* Una declaración en disputa o no reconocer su
culpabilidad, es tener que enfrentar en el proceso las cargas.
* La aceptación de culpabilidad implica una convicción
criminal que aparecerá como un antecedente penal.
* El no reconocer el delito a pesar de las cargas, es
arriesgarse a perder los posibles privilegios y derechos.
* Admitir haber cometido un delito equivale a una
declaración de culpabilidad.
* La negociación de una declaración de culpabilidad
puede tener como resultado un proceso más rápido y ligero, inclusive
posibilidades de entrar en un programa de rehabilitación.
Datos recabados por
este Semanario en La Paz, refieren que Abelino Montoya Saracho era un próspero
hombre de negocios, presunto propietario de una cadena de comercios de
alimentos preparados, mariscos y refrescos, popularmente conocida como Los
Laureles. En las licencias comerciales, sus hermanos aparecen registrados como
los dueños de las cocteleras en las siguientes direcciones:
* Altamirano casi esquina con Sinaloa, Colonia Pueblo
Nuevo.
* Avenida Álvaro Obregón, casi esquina con Allende,
Colonia Centro.
Mientras que la esposa del detenido, Valeria Guadalupe
Velázquez Dipp, figura como propietaria de los siguientes establecimientos
comerciales:
* Marisquería Los Laureles 2, en Avenida Luis Donaldo
Colosio y Bordo de Contención, Fraccionamiento Las Grullas.
* Boutique Peques, Colonia Centro de La Paz.
Según las actas
constitutivas de sociedades, los familiares de su esposa aparecen como
propietarios de otros negocios, como es el caso de los hermanos Juan Manuel,
Fernanda Carlota y Gabriela Margarita Velázquez Dipp, así como el propio
senador Carlos Mendoza Davis.
Para la Procuraduría
General de la República, Abelino Montoya Saracho forma parte de los lavadores
de dinero del Cártel Arellano Félix, y está vinculado directamente con Edgardo
Leyva Escandón y “Los Abaroa”, quienes aparecen en la lista negra del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
(SEMANARIO
ZETA BCS /Investigaciones ZETA/ 04 de Noviembre del 2014 a las 12:00:01)
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