La
captura del coordinador de Protección Civil Municipal del XI Ayuntamiento de
Los Cabos, Joaquín Téllez Álamo, acusado del delito de robo por la PGJE,
evidencia la grave falta de control en la administración del alcalde José
Antonio Agúndez Montaño
Los
Cabos, Baja California Sur.-Al momento
de ser detenido -el 28 de septiembre de
2014-, Joaquín Téllez Álamo, coordinador de Protección Civil Municipal del XI
Ayuntamiento de Los Cabos, tenía en su vivienda 200 artículos robados en
negocios y supermercados de Cabo San Lucas.
De
acuerdo a un reporte, las primeras indagatorias de la Procuraduría General de
Justicia del Estado (PGJE) exhibieron que “el funcionario municipal estuvo
coordinando el pasado 16 de septiembre, parte del saqueo y pillaje de las
tiendas Walmart y Sam’s Club, a bordo de un automóvil de color blanco, con
logotipos oficiales, utilizando un aparato de radiocomunicación, cuando
estacionado y en circulación, operaba desde la colonia El Arenal en Cabo San
Lucas”.
Los
propios vecinos del servidor público, e inclusive algunos trabajadores del
responsable del sistema de Protección Civil Municipal, fueron los encargados de
echarlo de cabeza, ofreciendo información y datos que llevaron al hallazgo de
la mercancía sustraída ilícitamente, lo cual derivó en su captura.
La
Agencia del Ministerio Público del Fuero Común recibió la información detallada
en torno al caso y, de inmediato, inició la investigación, bajo el número de
averiguación previa CSL/611/AMP5/2014.
La
Policía Ministerial del Estado y la Unidad de Información e Inteligencia de la
PGJE comenzaron el trabajo de ubicación de los artículos robados en un negocio
particular del funcionario, después, en una vivienda en la colonia Miramar, y
finalmente, en su domicilio particular, que se localiza en el exclusivo
fraccionamiento El Tezal, en Cabo San Lucas.
Una
vez ubicados y con los elementos en la mano, la Procuraduría General de
Justicia del Estado requirió al servidor público, quien al verse descubierto,
entregó lo siguiente:
01.- Una motocicleta color verde, marca
Itálika.
02.- Cinco muebles para planchar.
03.- Cuatro bombas para inflar.
04.- Dos andaderas de color rosa.
05.- Seis llantas.
06.- Un equipo de sonido marca Nakazaki.
07.- Una estructura metálica.
08.- Dos sandwicheras.
09.-
Tres reproductores DVD.
10.- Una parrilla eléctrica.
11.- Cuatro vajillas.
12.- Tres carpetas de piel.
13.- Dos baterías de cocina.
14.- Dos abanicos para techo.
15.- Cinco cafeteras.
16.- Cinco mangueras de color verde.
17.- Un forro de asiento para vehículo.
18.- Una plancha.
19.- Tres hornos de microondas.
20.- Tres bocinas.
21.- Dos tablas para la playa.
22.- Dos raquetas.
23.- Dos limpiaparabrisas.
24.- Dos máquinas pulidoras.
25.- Un esmeril.
26.- Una bomba de aire eléctrica.
27.- Un costal de box de color negro.
28.- 60 cajas de juguetes.
29.- Tres bancos para barra.
30.- Un horno eléctrico.
31.- Dos cajas de ropa.
32.- Dos cajas de zapatos.
33.- Un camastro.
34.- Un condensador de aire
acondicionado.
35.- Un asador de color negro.
36.- Una bicicleta de color rosa con
cabeza de dinosaurio.
37.- Cinco galones de detergentes.
38.- Un extractor de jugos.
39.- Un exprimidor.
40.- Una patineta de color verde.
41.- Un peltre de color negro.
42.- Una tostadora, un bote de basura y
ocho películas.
En suma, 156 artículos robados.
El
funcionario del alcalde de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño, fue
presentado y fichado en la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común, para
después aparecer en una lista de 8 de los 62 saqueadores que, al cierre de
edición, habían sido detenidos por la PGJE en Los Cabos.
Según
datos recabados por ZETA, el servidor público no pisó la cárcel, únicamente fue
presentado a rendir su declaración en torno al origen de los artículos. De
acuerdo con su testimonio, “la mercancía había sido entregada por agentes de la
Policía Estatal Preventiva y de la Dirección de Seguridad Pública, Policía
Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, los cuales habían sido
recuperados después de haber sido sustraídos de algunos comercios, tras el paso
del huracán ‘Odile’”.
Téllez
Álamo se deslindó de haber participado en hechos delictivos, al justificar que
si tenía mercancía robada en su hogar, fue porque tomó la decisión de “brindar
mayor seguridad a los objetos, debido a las condiciones en que se encuentran
nuestras oficinas de la coordinación de Protección Civil Municipal, por los
daños causados por el huracán”.
En
su declaración, comentó que la mercancía fue colocada en una habitación adjunta
a su domicilio particular, y una vez que pasara la contingencia -explicó-, “iba
a ser entregada a la autoridad correspondiente”.
Inclusive
señaló que “no había entregado la mercancía en tiempo y forma, dado que
seguíamos con la evaluación de daños, apoyo en entrega de despensas, revisión
de escuelas y comercios, entre otras actividades en horarios extra, incluyendo
sábados y domingos”.
El
funcionario municipal agregó que el tiempo no le alcanzó porque “como cualquier
ciudadano, tuve daños en mi negocio y en mi casa, por lo que tuve que realizar
los trabajos de limpieza y reconstrucción”, además de reconocer: “Si bien es
cierto, la autoridad municipal no reaccionó en los saqueos, sí se hizo un buen
trabajo de prevención y auxilio a la población cuando pasó el huracán ‘Odile’”.
Obviamente,
el primero en negar que agentes de la Policía hayan entregado mercancía robada
para su resguardo al coordinador de Protección Civil Municipal, fue el propio
comisario de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito
Municipal de Los Cabos, Guillermo Marrón Rosas.
“No
es autoridad competente”, dijo tajante, para añadir: “Nunca entregamos ningún
objeto para su resguardo a él, porque nosotros lo sabemos, y menos para que
guarde los artículos en su casa; en dado momento tendría que haber sido en una
oficina pública”.
El
jefe policiaco retó que “sí (Téllez) dice haber recibido objetos de policías
municipales, que exhiba los inventarios o diga cómo recibió o dónde se entregó,
porque ya checamos con comandantes y mandos del sector, y nadie le entregó nada
al señor.
“En
nuestros archivos no obra nada de manera oficial, pero si hay algún elemento que
haya entregado algo, seguramente fue a título personal, y cualquiera que haya
sido tendrá que responder ante la justicia, por no hacer algo que no estaba
dentro de sus facultades”, detalló Marrón Rosas.
En
virtud del escándalo, Joaquín Téllez Álamo, quien además fungía como
coordinador de la precampaña a alcalde y gobernador de los hermanos Narciso y
José Antonio Agúndez Montaño, e integrante del Grupo Los Cabos, fue separado de
su cargo público de manera temporal, por la Contraloría Municipal de Los Cabos.
Según
el Órgano de Control Interno, el gobierno municipal no prejuzga al funcionario,
quien habrá de ser suspendido temporalmente con base en la Ley de
Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado, hasta en tanto, la
PGJE no resuelva en definitiva su situación jurídica.
“No
habrá tolerancia para ningún funcionario público que haya formado parte de los
actos reprobables en días pasados, por lo que independientemente de la
investigación ministerial, iniciamos un proceso de investigación en contra del
servidor público”, expuso la Contraloría en un comunicado de prensa.
Desde
el punto de vista del psicólogo Édgar García, el comportamiento del coordinador
de Protección Civil Municipal de Los Cabos, es “una actitud que exhibe a
servidores públicos sin escrúpulos, valores y educación en tiempos de una
tragedia, donde quedan en evidencia los graves vacíos de control del alcalde de
Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño.
“La
conducta retrata de cuerpo entero a la clase política que gobierna Los Cabos, donde
lo menos interesa es la vocación de servicio”, explicó a pregunta de ZETA.
OTROS IMPLICADOS
La
rapiña gubernamental no solo fue exclusiva de la coordinación de Protección
Civil Municipal de Los Cabos.
Los
otros implicados son comandantes, subcomandantes y agentes de la Dirección de
Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos,
incluso un regidor y un dirigente del Sindicato de Burócratas.
Desde
hace un par de semanas la PGJE recaba información, por lo que logró hacerse de
un set fotográfico de patrullas repletas de mercancía robada.
En
las imágenes se observa a policías que resguardan y cuidan celosamente decenas
de artículos y productos extraídos ilícitamente de las cadenas comerciales
Soriana, City Club y Walmart en Cabo San Lucas y San José del Cabo.
En
el juego de imágenes se observan pantallas de plasma, estéreos, abanicos, aires
acondicionados, computadoras, llantas, bolsas de ropa. Se aprecian también los
rasgos físicos de los agentes de seguridad que habrían participado entre el 15
y el 19 de septiembre en el saqueo y pillaje de negocios, tiendas de
convivencia y supermercados, tras el devastador paso del huracán “Odile” por
Los Cabos.
En
base al set fotográfico, las unidades oficiales identificadas hasta ahora y
presuntamente utilizadas en los actos de rapiña son:
* DST-863, del Sector 5.
* DST-753, de Tránsito.
* DST, con número ilegible, del Sector
1.
Las
fotografías son parte de las evidencias que la PGJE ha reunido en el inicio de
las investigaciones de los saqueos a negocios y supermercados, y pretende
acusar formalmente a los implicados en los delitos de robo a lugar cerrado y a
negocio.
Al
cierre de esta edición, la Unidad de Información e Inteligencia de la
Procuraduría del Estado había logrado identificar los primeros rostros de
servidores públicos involucrados en los hechos delictivos:
* Víctor Manuel Cota Burgueño.
Comandante de Vialidad y Tránsito de la Dirección de Seguridad Pública, Policía
Preventiva y Tránsito Municipal en Cabo San Lucas.
* Enrique Cosío González. Subcomandante
de la Policía.
* Alberto Pérez Castillo, agente.
Las
primeras investigaciones de la PGJE determinan que el modus operandi de los
policías, fue “en el punto más álgido de los saqueos, se colocaron a bordo de
unidades oficiales en el perímetro de negocios, tiendas de convivencia y
supermercados saqueados por una turba enardecida; comenzaron a detener personas
con cosas de valor, retiraban los artículos y los echaban en las cajuelas de
las patrullas”.
Según
las pesquisas, los elementos de la corporación “soltaban a los responsables y
los dejaban ir, y seguían quitando productos a la gente hasta llenar las
unidades oficiales, entonces se retiraban del lugar y llegaban otras patrullas
a repetir el procedimiento”.
Los
propios gerentes y empleados de las cadenas comerciales atestiguaron los hechos
y en determinado momento llegaron a pensar que los artículos serían devueltos
por la Policía, ya que el acuerdo con la gente que saqueó los establecimientos
comerciales, era que solamente podrían sacar víveres, agua e incluso ropa.
Sin
embargo, pasaron más de 15 días y nadie regresó.
Por
el contrario, según datos recabados por la PGJE, una buena parte de la
mercancía recuperada fue a parar a casas de policías y viviendas de familiares,
algunas fueron llevadas a bares, comercios y almacenes, cuyo paradero poco a
poco se ha venido develando con las últimas detenciones.
En
virtud de la presión ejercida, la Procuraduría ha tenido numerosas llamadas
sobre el abandono de artículos y productos robados en vía pública, logrando la
detención de personas que siguen apareciendo fotografiadas durante el punto
crítico del saqueo, evidenciadas en Facebook mediante una cuenta denominada
“Los Traidores de Los Cabos”.
LAS REACCIONES
El
caso de la rapiña gubernamental ha despertado la ira de la sociedad cabeña,
sobre todo porque -de acuerdo con el dirigente de la organización civil
Sociedad Organizada Sudcaliforniana (SOS), Armando Sánchez Salcido- “el
presidente municipal (José Antonio Agúndez Montaño) y hasta la Policía nos
abandonaron a nuestra suerte y nos dejaron a merced de toda clase de criminales
en el punto más álgido de los saqueos, la única presencia que hizo la Policía
Municipal fue para unirse a los delincuentes y uniformados, y con patrullas
oficiales, saquearon negocios y supermercados. Ahí están las fotografías que no
me dejan mentir.
“Tenemos
un fracaso completo y rotundo del gobierno municipal y estamos en un vacío de
autoridad espantoso, a tal grado que tuvieron que venir las fuerzas federales y
militares para lograr lo que hasta al día de hoy no están haciendo las
autoridades municipales”, expresó.
Para
el líder de la organización ciudadana, resulta “patético” y hasta “digno de dar
lastima” que el alcalde cabeño haya salido decir “ya podamos estar tranquilos
por la presencia de federales y militares”, reconociendo de esa manera su
incapacidad como gobernante.
Agregó
que el comisario de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y
Tránsito Municipal de Los Cabos, Guillermo Marrón Rosas, “es un jefe policiaco
inexistente, porque cada quien hace lo que quiere, y aunque hay una gran cantidad
de muy buenos policías, los malos son los que prevalecen y controlan la
corporación; no tiene la capacidad de entender que está totalmente rebasado, y
quienes estamos pagando las consecuencias de todo eso, somos los propios
ciudadanos”, acusó Sánchez Salcido.
Para
el representante de SOS, la crítica hacia la autoridad municipal es
prácticamente de toda la sociedad cabeña, lo cual quedó demostrado cuando en el
peor momento, la ciudadanía tomó las calles y colocó barricadas en sus
colonias, rechazando así la actuación de la Policía Municipal.
Sin
tapujos, pidió que el alcalde de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño,
renuncie de una vez al cargo, derivado del nacimiento de un movimiento social
que al cierre de esta edición, exigía la destitución del edil, al no demostrar
“más que ineptitud, omisión y ve tú a saber si haya hasta complicidad”, aseveró
el líder de la organización civil.
“Ojalá
las fuerzas federales y militares no se vayan a ir todavía, como comprometió el
Presidente de México, Enrique Peña Nieto, porque si eso pasa, esto se va a
poner terrible, la sociedad ya está hasta la madre de todo esto. Ya estamos
hartos de que esto esté fuera de control, porque estuvieron asaltando hasta a
los choferes de los camiones, pasajeros, taxistas, comercios, joyerías,
supermercados… hasta a turistas a plena luz del día y en pleno centro del
destino turístico. Es un fracaso. Estamos ahorita sin gobierno municipal en Los
Cabos”, remató Armando Sánchez.
Cabe
destacar que desde el 20 de septiembre, un grupo de ciudadanos creó una cuenta
en la red social Facebook, bajo el nombre “Destituyan a Tony Agúndez”, donde
las primeras 700 personas agregadas criticaron duramente la ausencia del
alcalde de Los Cabos en los primeros cuatro días de la contingencia, tras el paso
del huracán “Odile”.
Los
ciudadanos expresaron que “en tiempos de crisis es cuando un pueblo depende más
de sus gobernantes, y el nuestro brilló por su ausencia”.
“Seamos
el ejemplo de la comunidad en México, la que no dejamos que un empleado de sus
votantes nos use para cobrar un cheque que no se ganó. Seamos los primeros en
destituir a un funcionario público que no trabaja como debería y hagamos saber
nuestro coraje”, transcribe la introducción de la cuenta en red social.
(SEMANARIO
ZETA/ Gerardo Zúñiga Pacheco/ 08 de Octubre del 2014 a las 12:00:00)
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