Es
el sentimiento de los damnificados ante los actos de rapiña y vandalismo
Los
Cabos, Baja California Sur.- El huracán Odile ha pasado ya a la historia
moderna sudcaliforniana como el más fuerte en golpear a la península.
Con
vientos de más de 160 kph y seis horas de lluvia, Odile impactó al destino la
noche del domingo 14 de septiembre, amaneciendo el día 15 con cortes masivos de
electricidad, inundaciones y falta de agua en todo el municipio.
Hoteles
como el recientemente inaugurado Hyatt Place o el Best Western Aeropuerto
quedaron completamente inservibles. Mientras que el Sheraton, Mayan Palace o
Westin Regina parecen -de acuerdo a trabajadores- “zonas de guerra”.
Aún
no habían pasado ni ocho horas del siniestro cuando iniciaron los saqueos de
super mercados y tiendas de conveniencia, llevándose no sólo alimentos sino
artículos electrodomésticos como televisiones de plasma, lavadoras,
refrigeradores e incluso juguetes, aparatos para hacer ejercicio y hasta
colchones.
Se
estima que más de 3 mil familias asentadas en zona de arroyo quedaron sin
hogar, por lo que actualmente continúan en los albergues habilitados en
planteles educativos tanto de San José del Cabo como de Cabo San Lucas.
Más
de 30 mil turistas nacionales y extranjeros quedaron varados en Los Cabos y
poco a poco han sido enviados de regreso a casa a través de vuelos a Tijuana,
Mazatlán, Guadalajara o Ciudad de México. El Aeropuerto Internacional de Los
Cabos también ha quedado semi destruido y únicamente entran y salen vuelos con
turistas. Los vuelos comerciales se encuentran cerrados.
Los
actos de rapiña han preocupado sobre manera a la población ya que ha habido
reportes de robos a casa habitación: aseguran vecinos de diversas colonias, ha
habido ya intrusiones a hogares para robar, por lo que vecinos de diversas
colonias han formado sus propias guardias nocturnas, colocando barricadas y
fogatas y donde vecinos de ambos sexos y de todas las edades custodian entradas
y salidas armados con bates de béisbol, palos de golf y hasta machetes.
“No
podemos decir que seamos autodefensas ya que no tenemos armas de fuego, sólo
queremos asegurarnos de que no le pase nada a los nuestros. Ya acabaron estos
lacras con la comida de los supermercados y ahora quieren meterse a nuestras
casas”, comentó Ricardo Chávez, quien montaba guardia junto con su hijo
adolescente y otros vecinos.
“Odile
no fue lo peor, sino está gente inconsciente”, comentó Claudia Gálvez; “parece
que no piensan, ahora ocasionarán un desabasto que no era necesario,
organizados alcanza para todos”.
En
una conocida tienda de vitaminas donde se podía ver salir a la gente con
enormes tarros de proteína en polvo, bolsas repletas de multi vitamínicos y
otros productos usados principalmente por deportistas.
Muchas
personas dijeron sentirse avergonzadas de la imagen que se está proyectando
hacia el exterior y no es para menos: tan sólo en el complejo comercial donde
se encuentra (encontraba) Mega Comercial Mexicana, fueron saqueados tiendas de
helados, ópticas, cafeterías, hasta una conocida tienda de vitaminas donde se
podía ver salir a la gente con enormes tarros de proteína en polvo, bolsas
repletas de multi vitamínicos y otros productos usados principalmente por
deportistas. Era posible también observar a personas arrastrando la caja fuerte
de un negocio o incluso a señoras “bien vestidas” agarrando decenas de pares de
zapatos de alguna boutique.
“Vieja
ratera”, le gritó una adolescente que veía indignada lo sucedido, mientras que
la mujer -de unos 50 años- no se inmutaba en lo más mínimo.
“No
es posible ver Hummers cargadas de televisiones y muebles.
No
creo que alguien que tiene una Hummer necesite robar”, comentó Patricia
González, ama de casa.
“Yo
trabajo en el departamento contable del City Club. Hasta a las oficinas se
metieron, se robaron las computadoras, documentos de contabilidad hechos
pedazos, no se vale, de veras que no”, dijo con lágrimas en los ojos Valeria R,
contadora.
Los
ciudadanos criticaron la falta de acción de las autoridades para detener estos
hechos delictivos, por lo que piden que se suban fotos a las redes sociales
para “por lo menos quemarlos, si no van a ir a la cárcel, mínimo una buena
quemada hay que darles”, opinó Rosalba Higuera, estudiante.
En
la zona de desastre estuvo el presidente Enrique Peña Nieto acompañado de su
gabinete y sostuvieron una reunión con el gobernador del Estado, Marcos
Covarrubias para evaluar los daños mediante un vuelo de unos 50 minutos por la
cabecera municipal y la delegación de Cabo San Lucas.
EPN
enfatizó que habrá el respaldo de la Federación para reconstruir la economía
turística de Los Cabos y, a través de Luis Videgaray, Secretario de Hacienda,
se anunciaron medidas inmediatas para permitir la deducción inmediata y al
ciento por ciento del pago del impuesto sobre la renta (ISR) de todas las
inversiones que lleven a cabo las empresas del estado para la reconstrucción;
tales como diferir a tres meses el pago de IVA, ISR y cuotas obrero patronales
al IMSS, y un programa con la banca de desarrollo para Mipymes vía Nafin, y
para grandes empresas a través de Bancomext, así como interponer oficios para
el pago expedito de los seguros.
Las
largas filas de coches y personas a pie o bicicleta en las gasolineras son
frecuentes, la ciudadanía en ocasiones tiene que esperar hasta seis horas para
que le despachen 200 pesos de gasolina, aunque con una propina pueden llenar el
tanque. Se recomienda ir a las gasolineras muy temprano por la mañana o después
de las 11 de la noche, cuando las colas son mínimas.
(PENINSULAR
DIGITAL/ Redacción/ 19/09/2014)
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