Las redes
sociales y blogs son el mejor canal para que las celebridades exploten el
e-commerce, incluso con mayor éxito que la publicidad en TV. Pero esta
tendencia solo hace del bienestar un lujo difícil de alcanzar
Antes, el enfoque
era el camino a la felicidad. Las estanterías estaban repletas de libros y más
libros de psicología pop que prometían revelar la receta mágica para ser feliz,
para alcanzar una vida plena, como si fuera un instructivo para armar un
juguete o un equipo de cómputo.
Conferencistas,
programas de televisión y radio, artículos, a excepción del costo del boleto de
una conferencia o un libro, la única inversión en el bienestar de uno mismo que
todos los promotores de la felicidad pedían al público para ser feliz era tener
una actitud positiva ante la vida.
“Solo está en
querer”, decían. Ahora, el énfasis va más allá de “ver el vaso medio lleno”,
porque pareciera que la nueva tendencia es la de hacer de la salud y el
bienestar un commodity de lujo.
Para lograr la mejor
versión de nosotros mismos, hay que sustituir lo que comemos por alimentos
orgánicos. Hay que ser asiduos consumidores de lo más sofisticado y menos
convencional si queremos obtener beneficios específicos para la salud, y así
contribuir al crecimiento del mercado global de salud y bienestar.
Uno de millones de
dólares, del que se espera que su crecimiento constante de 7.2 por ciento anual
continúe, para alcanzar, en 2017, ventas globales de un billón de dólares, de
acuerdo a Euromonitor International Research.
El sector del
llamado “turismo de bienestar”, por ejemplo, es uno que está a la alza en
Latinoamérica.
El turismo de
bienestar se define como "todos los viajes relacionados con la mejora del
bienestar propio”, señala un comunicado del Global Spa & Wellness Summit.
En octubre del año
pasado, durante el primer Congreso de Turismo de Bienestar Global (GWTC, por
sus siglas en inglés), una división del Instituto Global de Bienestar (GWI), se
presentó un informe que reveló que el mercado de viajes de bienestar en América
Latina crecerá a “un impresionante 13.4 por ciento anual (42 mil millones de
dólares) para el 2017, casi el doble de la tasa de crecimiento prevista para
los líderes de mercado establecidos de Europa y América del Norte”.
México, Chile,
Brasil, Argentina y Uruguay son los cinco principales mercados de más rápido
crecimiento de la región. Y figuran entre los 25 primeros a nivel mundial donde
se verá el crecimiento del turismo de bienestar para el 2017.
A nivel global, el
turismo de bienestar es un mercado de cerca de medio billón de dólares, lo que
representa 14 por ciento del total de ingresos turísticos mundiales.
Y todo esto gracias,
en parte, a los blogs y las cuentas de redes sociales personales de
celebridades que, literalmente, venden su estilo de vida, como una marca.
Un estilo de vida
que, entre líneas, da el mensaje equivocado de que para estar sano hay que
tener mucho dinero en el bolsillo.
VIVE COMO ELLAS
Con el lanzamiento
de su blog Goop, la actriz estadounidense Gwyneth Paltrow puede considerarse
como pionera en el marketing de estilo de vida.
En su sitio, se
ofrecen recetas como la calabaza kabocha rellena de quinoa, un aperitivo hecho
de pitaya (o “fruta del dragón”), un batido de jengibre chai como parte de una
detox de invierno, y otros sofisticados platillos –muchos sazonados, desde
luego, con sal pura, la sal kosher–.
También están en
venta accesorios, ropa y piezas exclusivas de diseñador, así como productos de
belleza como aceites corporales “ultra-lujo” para después del baño (de cerca de
100 dólares), entre otros artículos “esenciales que han sido curados para ti,
tu guardarropa y tu hogar”.
Paltrow también hace
reseñas de hoteles para quedarse un fin de semana si estás de visita en lugares
como Marruecos, así como spas para consentirse de pies a cabeza.
La actriz ganadora
del Oscar incluso dio a conocer una nueva forma de romper un matrimonio, cuando
dio la noticia de su divorcio de Chris Martin: “Conscious Uncoupling” (o
“Separación Consciente”).
A Paltrow le sigue
la actriz Blake Lively, quien esta semana lanzó su nuevo sitio de estilo de
vida “Preserve”, que cuenta con las categorías gastronomía, hogar, estilo,
intimidad, proyectos, cultura, bienestar y celebración.
Lively también
apuesta al e-commerce, con una tienda en línea que ofrece productos
“artesanales”, como salsas de barbacue de 25 dólares, una tabla de bambú para
cortar en forma del país de Estados Unidos para “mostrar el orgullo del pueblo
natal” (55 dólares) o una “sal marina pura con notas de roble, arce, nogal y
mezquite (10 dólares). Perfecta para frotar en las carnes rojas y las aves de
corral en una espectacular parrillada de verano”.
Aunque la
californiana asegura en su carta del editor que “no soy una editora, ni
artesana ni experta. Y ciertamente no soy un árbitro para decirte lo que
deberías comprar, ponerte o comer (… )”.
Pero Lively parece
saber lo que hace, al menos en entrevista para Vogue, dijo que “yo soy siempre
la primera persona en defender a Gwyneth Paltrow. O a cualquier mujer en una
posición de poder, como Martha Stewart u Oprah (…). Porque han allanado el
camino para muchas otras mujeres que están haciendo algo en lo que creen”.
Pero como menciona
un análisis de Time: “Martha Stewart construyó su imperio enseñando a las
mujeres cómo crear artesanías lindas (…) pero nunca dio una descripción
detallada de sus propias actividades del día a día, como los productos que
utiliza y su último entrenamiento”.
¿SEGUIRLES EL PASO?
¿Qué sucede cuando
un mortal decide aventurarse a adoptar el estilo de vida de una celebridad? La
escritora y periodista Rachel Bertsche vivió para contarlo. Lo hizo en su libro
“Jennifer, Gwyneth & me: The Pursuit of Happiness, One Celebrity at a
Time”, el resultado de haber pasado ocho meses viviendo la vida de celebridades
como Sarah Jessica Parker, Jennifer Aniston, Gwyneth Paltrow y Beyoncé.
Por ejemplo,
Bertsche intentó entrenar al estilo Aniston, con rutinas de “Yogalosophy”.
“Me acuerdo que
pensaba, ‘si tan solo pudiera tener los brazos de Jennifer Aniston’”, dijo a
New York Daily News.
El diario
estadounidense reportó que si bien la autora se encontraba en forma “después de
un mes de ejercicios intensos y de guisar toneladas de kale (berza)",
estaba aburrida.
“Necesitaba un break
y decidí que incluso Jennifer debe de tener días en los que se atasca de
Twizzlers (un dulce de Hershey’s)”, expresó Bertsche.
En entrevista para
Fox News, Bertsche confesó que la parte más difícil de su proyecto fue “la
cantidad de tiempo, dinero y acceso para hacer todas estas cosas. Para vivir
como Gwyneth… Los ingredientes para sus
recetas son costosos, no tengo un chef personal, entrenador o estilista, ese
fue el mayor obstáculo”.
Mientras que al
intentar trabajar como la actriz Tina Fey, “(…) en algún lugar durante ese
tiempo me di cuenta que no tenía que hacerlo. No tengo tanto que hacer, y en
cambio, simplemente me podría ir a dormir a las 10:00 de la noche. Entonces lo
hice”, dijo a Chicago Tribune.
Para quienes buscan
a las celebridades para obtener “consejos de vida o como modelos a seguir, solo
tienes que mantener una distancia saludable porque las estrellas no son ‘como
nosotros’ y no sabemos lo que pasa más allá de las puertas cerradas. No sabemos
si alguna de estas mujeres son felices en sus vidas. Nunca las he conocido.
Nuestra percepción es nuestra realidad”.
(REPORTE
INDIGO/ Eugenia Rodríguez / Viernes 25 de julio de 2014)
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