Los costos financieros de un accidente aéreo alcanzan los millones de dólares, pero son las aseguradoras las que terminan absorbiendo este costo. Las aerolíneas no registran pérdidas por estos sucesos
A pesar de estas pérdidas, analistas del sector indican que la industria
aseguradora de aviación alrededor del mundo se mantendrá bien capitalizada
en el futuro, y es probable que las primas permanezcan bajas
1.7
mil
millones de dólares es el costo estimado al que hasta ahora se
enfrentan las aseguradoras, tan solo en daños a propiedad, debido
a los incidentes aéreos de los últimos meses
0.41
pérdidas
por cada millón de vuelos, la tasa global de accidentes aéreos
registrada durante el 2013, reporta la Asociación Internacional de
Transporte Aéreo
A pesar de que el viajar en avión es mucho más seguro hoy que hace algunas décadas, en la última semana tres vuelos de aerolíneas comerciales han sufrido desastrosos incidentes, resultando en la pérdida conjunta de cientos de vidas humanas y millones de dólares en propiedad destruida.
Sin embargo, cuando estos desastres ocurren no son las aerolíneas las
que sufren inmediatamente el costo financiero, pues las aseguradoras
inmediatamente cubren el valor de los aviones perdidos.
Esto quiere decir que las aerolíneas pueden incluso reportar una
ganancia financiera inmediata a partir del incidente, como le ocurrió a
American Airlines en mayo de 1979, cuando uno de sus aviones, valorado
en 10 millones de dólares y asegurado por 26 millones, se estrelló en
Chicago.
Aunque desastres como estos resultan en un gasto considerable para
las aseguradoras, se supone que la improbabilidad de estos sucesos
limita el impacto financiero que éstos tienen sobre el desempeño
financiero de las aseguradoras en el largo plazo.
Pero en los últimos meses, accidentes aéreos y conflictos armados
alrededor del mundo han resultado en una gran pérdida de aviones, y por
lo tanto en grandes pérdidas para las aseguradoras cuyas pólizas los
cubren.
El Financial Times reporta que, tan solo a causa de cuatro incidentes
ocurridos en los últimos meses, la industria aseguradora ya se enfrenta
a costos que en total rebasan los 1.7 mil millones de dólares.
Estos incluyen las pérdidas de los vuelos MH370 y MH17 de Malaysia
Airlines, por un costo de más de mil millones de dólares, y los daños
ocasionados a aviones en los aeropuertos de Trípoli y Karachi, en Libia y
Pakistán, respectivamente, debido a conflictos armados, con un costo
total de hasta 600 millones de dólares.
A esto habrá que agregar las pérdidas ocasionadas por los otros dos
incidentes ocurridos esta semana: el vuelo GE222 de TransAsia que se
estrelló en Taiwán, y el vuelo AH5017 de Air Algérie, que fue derribado
sobre territorio de Mali.
Además, es necesario considerar que todos estos costos solo se
refieren a la pérdida de los aviones, y a esto hay que agregar los
costos incurridos en la compensación de los familiares de los pasajeros
fallecidos.
Costos a la alza
Las principales aseguradoras y reaseguradoras que se han visto
afectadas por los incidentes recientes han sido la británica Atrium
Underwriting (parte de Lloyd’s), y las alemanas Allianz, Munich Re y
Hannover Re, y la suiza Swiss Re.
A pesar de estas pérdidas, analistas y expertos del sector han
indicado que la industria aseguradora de aviación alrededor del mundo se
mantendrá bien capitalizada en el futuro, y es probable que las primas
en general se mantengan bajas, siguiendo la tendencia registrada en la
última década.
Sin embargo, se prevé que un nicho de seguros en específico sí vea
alzas importantes en sus costos. Se trata de los seguros de riesgos de
guerra, que cubren daños físicos a aviones debido a actos hostiles, ya
que algunos estiman que las primas de estos alcancen niveles el doble de
altos que los actuales.
El New York Times reporta que tan solo en los últimos cinco meses, se
estima que las reclamaciones en este rubro rebasen los 600 millones de
dólares, una suma considerable para un sector que solo recolecta 65
millones de dólares al año a través de sus primas.
Compensación tardía
Las aerolíneas utilizan múltiples pólizas de seguro para cubrir sus operaciones contra diferentes riesgos.
La principal de estas es una póliza amplia “contra todo riesgo” que
cubre la mayor parte de los gastos relacionados con un accidente. Esto
incluye lo que suele ser el principal gasto: compensar a los familiares
de los pasajeros fallecidos.
Pero Fortune reporta que, a diferencia de los pagos que las
aseguradoras realizan a las aerolíneas por la pérdida de propiedad,
estos pagos de compensación son cada vez menores y se tardan más en
llegar, con procesos que frecuentemente toman años en resolverse antes
de que los familiares reciban el dinero.
Y aunque las aerolíneas reciben sus pagos inmediatamente, los
desastres siguen representando un problema sustancial para estas
empresas, incluso más allá del golpe que sufre su reputación ante los
consumidores.
En entrevista con Fortune, Michael Boyd, presidente de la consultora
de aviación Boyd Group International, indica que “una aerolínea siempre
preferiría tener un avión en el cielo (en lugar del dinero de la
aseguradora)”, ya que el avión genera ingresos constantes, mientras que
el pago del seguro representa un ingreso único.
Viernes 25 de julio de 2014)
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