Durante la agresión
en contra de agentes municipales, ocurrida después del mediodía del miércoles
en la avenida Benito Juárez, actuó un sólo gatillero, quien portaba una pistola
en cada mano accionándolas “como si fuera un vaquero”, establecen testimonios
recogidos en el lugar.
Los agentes,
indicaron, estaban concentrados revisando a un hombre cuando el agresor arribó
en un vehículo, del que descendió con las armas ocultas en su espalda y al
llegar a corta distancia comenzó a disparar contra los agentes.
Debido al incidente,
ayer por la mañana se registró una gran movilización de oficiales de la Policía
Municipal, mientras que se observó también que elementos del Ejército Mexicano
realizaron patrullajes por el sector.
El hecho provocó que
la incertidumbre y el temor se apoderaran de la comunidad de comerciantes
establecidos y ambulantes de la avenida Benito Juárez.
A lo largo de la
acera poniente de la arteria, entre las calles Tlaxcala y Azucenas, un camino formado por cientos de
gotas ennegrecidas generadas por las hemorragias que sufrieron las víctimas
ofrecen testimonio de lo que ocurrió horas antes.
Incluso un pedazo de
gasa con sangre estaba tirada sobre la intersección de Juárez y Azucenas.
Las personas que
alcanzaban a notar el rastro prefirieron brincar o rodear las huellas que,
hasta ayer, nadie se acomidió a limpiar.
Aunque muchos de los
testigos decidieron callar lo que observaron, algunos dijeron a condición del
anonimato que fue sólo un tirador, pero que portaba dos pistolas, una en cada
mano.
“Estaba sentado allí
afuera de la casa de cambio y pasó un carro… se paró en la esquina y se bajó un
bato con una pistola en cada mano atrás (de la espalda)”, expresó uno de los
entrevistados.
Los agentes estaban
“basculeando” a un hombre, cuando el agresor se acercó y comenzó a disparar
utilizando ambas manos, luego se regresó al vehículo de donde bajó antes y la
unidad se alejó rumbo al oriente por la calle Tlaxcala.
“Disparó, así como
los vaqueros”, comentó uno de los declarantes.
Los testigos
señalaron que en el área se encontraba un elemento de la Dirección general de
Tránsito Municipal (DGTM) aplicando una infracción, quien fue el que pidió
auxilio a sus compañeros y describió el automóvil, de color hueso, que recogió
al agresor.
“No sé cuántos
balazos fueron, pero yo sentí mucho miedo”, comentó otro de los testigos.
Uno de los oficiales
cayó al suelo de inmediato, mientras que el otro –a quien se refiere como “el
moreno”– salió corriendo a pesar de estar sangrando, pero no hizo frente al
atacante.
Algunas de las
personas que laboran en el sector que fueron entrevistadas, quienes se negaron
a proporcionar su identidad, dijeron que todo pasó muy rápido, en cuestión de
segundos.
Incluso muchos de
los transeúntes no alcanzaron a dilucidar lo que ocurría y siguieron su
apresurado camino hacia el puente internacional paso del Norte, ubicado a sólo
una cuadra al norte de donde ocurrieron los hechos.
“La gente no se daba
cuenta, siguieron su camino como si nada, algunos sí alcanzamos a tirarnos al
piso, otros se quedaron como piedra”, dijo un vendedor de la zona.
Otro comerciante
señaló que ayer por la mañana se registró una nutrida presencia de policías de
la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), quienes hicieron
diferentes recorridos y entrevistaron a algunas personas, pero luego se
retiraron.
RESURGE EL TEMOR
Aunque consideraron
el hecho como atípico ya que hace meses que no se registraban actos de
violencia en el sector, comerciantes y vendedores plantearon la pregunta de por
qué el ataque se dio de forma directa en contra de esos elementos de la
Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Aunque al menos una
veintena de vendedores, taxistas y trabajadores de los negocios establecidos en
el área aseguraron que no estuvieron presentes o que no vieron algo, otros
contaron que pudo haber más lesionados, pero la providencia no lo permitió.
“Mi compañero estaba
arreglando una sombra, y apenas se sentó cuando comenzaron los balazos y una
bala pegó aquí”, dijo un taxista del “Nuevo Tívoli” mientras señalaba los
orificios que dejó el proyectil tanto en el anuncio del servicio como en la
pared.
Si hubiera estado de
pie, caviló, a lo mejor le hubiera pegado en la cabeza.
Otro testigo
mencionó que un hombre joven estaba siendo revisado por los elementos
policíacos cuando fueron atacados, aunque se puso pecho a tierra, las balas
agujeraron su camiseta.
“El chavalo se tiró
de pecho, pero en la camisa tenía dos agujeros de bala, pero no le pegaron en
el cuerpo”, dijo.
Luego de verificar
que no estaba herido, el individuo procedió a alejarse del lugar, contó el
declarante que solicitó la reserva de su identidad por temor.
AMBIENTE NORMAL
Ayer el ambiente en
la avenida era normal, tan como antes de que ocurriera la agresión en contra de los elementos policíacos.
“La gente ya está
acostumbrada a este tipo de cosas, aquí casi no se ha hablado de lo que pasó”,
mencionó una persona que labora en un negocio ubicado en torno a la escena del
ataque.
Todos los negocios
del sitio abrieron sus puertas, mientras que los trabajadores que remozan las
banquetas de Benito Juárez entre Tlaxcala y Gardenias realizaban sus faenas con
normalidad.
“Cuando algo así
pasa dura mucho tiempo calmado, a ver qué onda”, señaló un hombre que aunque
traía un gafete colgado en el cuello declinó dar a conocer su identidad.
Sin embargo, algunos
comerciantes si previeron afectaciones en la zona debido al hecho violento.
“Desgraciadamente
esperamos que esto si nos vaya a afectar”, espetó el presidente de Centros
Cambiarios, José Luis García Arenas, quien recorrió la escena de la agresión y
platicó con otros comerciantes del sector sobre ese asunto.
Dijo sentir temor de
que la gente deje de acudir a la zona por miedo a que ocurra en medio de los
esfuerzos que se están realizando por revivir la actividad comercial en ese
corredor que conecta al centro histórico de la ciudad con el Puente
Internacional Paso del Norte.
“Da tristeza que
ocurra algo así, estamos levantando la avenida y pasó esto, ya ve que resultó
una niña herida, entonces van a tener miedo venir”, expresó.
Dijo que minutos
después del evento muchos de los transeúntes que caminaban hacia El Paso o de
regreso a Ciudad Juárez y que no se habían dado cuenta de la agresión
pisotearon los lugares don de las víctimas cayeron, incluso él resguardó
durante algunos minutos los casquillos, contó al menos 10, que estaban tirados
alrededor.
“La gente iba como
si nada, luego duramos casi cuatro horas paralizados porque ni dejaban entrar
ni salir del acordonamiento”, recordó.
El comerciante
señaló el impacto que causó uno de los proyectiles disparados, el que pegó en
el segundo piso de su negocio, a una distancia de casi 75 metros de donde se
originaron los disparos.
“Sí quedo temor,
estamos todavía asombrados por lo que pasó, hacia mucho tiempo que no ocurría
algo así”, declaró.
En medio de lo
ocurrido, tanto García Arenas como otros entrevistados destacaron la
solidaridad con la que actuaron decenas de personas que se prestaron a atender
a los lesionados.
“Eso si, hubo mucha
solidaridad, principalmente de los vendedores ambulantes”, expresó el
representante de los casacambistas.
El entrevistado no
pudo evitar recordar que entre el 2007 y el 2010 en las calles colindantes se
registraron casi 50 homicidios, luego la violencia se calmó, por lo que estaba
seguro que este tipo de eventos no se repetirían más.
Mencionó que sobre
la avenida Benito Juárez existen 165 locales, de los cuáles 135 están abiertos,
por lo que es un sector con una economía en crecimiento, aunque hechos como los
que se registraron el miércoles frenan esa inercia de recuperación.
“Estamos muy
agradecidos con el Gobierno estatal y federal por las obras para remozar que se
están haciendo, pero con este tipo de sucesos la gente se va, cuando lo que
queremos es que regrese”, declaró.
Aunque con miedo,
decenas de vendedores ambulantes instalaron sus puestos o carritos a lo largo
de la arteria, aunque en algunos casos los comerciantes cambiaron de ubicación.
“Yo estaba más cerca
de la Tlaxcala, pero la verdad me dio miedo con lo que paso ayer, así que me vine
para acá, pero pues ya sabe uno que cuando le toca pues le toca, no hay de
otra”, comentó uno de los comerciantes ambulantes que trabaja en la zona.
(EL DIARIO, EDICION JUAREZ / MARTÍN ORQUIZ | JUEVES 24
JULIO 2014 | 22:57 HRS)
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