Aunque la Justicia procesó al vicepresidente argentino Amado
Boudou por corrupción, la presidenta lo defiende y no quiere que
renuncie para evitar más caos en su gobierno
La prensa argentina considera que Cristina Fernández tiene miedo de las
repercusiones personales que el caso pueda traerle
60%
De los argentinos creen que el vicepresidente es culpable
30%
De nivel de popularidad tiene la presidenta, según el diario El Clarín
La
Justicia de Argentina azotó un duro golpe contra el gobierno de la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero ella está dispuesta a
defenderse.
El fin de semana, en un evento sin precedentes, el juez federal Ariel
Lijo decidió procesar oficialmente al vicepresidente Amado Boudou por
“cohecho pasivo y negociaciones incompatibles” al usar su influencia en
el Gobierno.
Ante la polémica del caso, la oposición ha pedido que la presidenta
separe a Boudou de su cargo para no entorpecer el proceso, pero ella lo
ha defendido y trabaja en una forma de apelar la decisión judicial.
Entre tanto, el vicepresidente realiza una gira diplomática por Cuba y
Panamá, donde pidió al Gobierno que lo alejara de los periodistas para
no enfrentar preguntas.
Mientras se mantenga en el puesto, el vicepresidente goza de un fuero
que le impide a la Justicia detenerlo, ordenar medidas restrictivas de
su libertad o allanar su casa.
La autoridad sí puede investigarlo, indagarlo, procesarlo y hasta condenarlo.
Acusaciones contra Boudou
El juez Ariel Lijo señala que cuando Boudou era ministro de Economía
aprobó un plan para que el fisco condonara una deuda millonaria de la
imprenta Ciccone Calcográfica.
Lijo asevera que Boudou, “aprovechando su condición de funcionario
público”, tuvo “injerencia” para salvar a la compañía y que quedara en
manos de un empresario que habría fungido como su prestanombres.
Los delitos por los que está acusado el vicepresidente le podrían valer hasta seis años de cárcel, según el Código Penal.
Además de Boudou hay cinco procesados por el caso.
El temor de Cristina
Las acusaciones afectan a todo el oficialismo, pues en el 2012,
después de que estallara el escándalo, el Congreso argentino estatizó la
empresa Ciccone gracias a la mayoría kirchnerista.
La prensa argentina considera que Cristina Fernández, quien no ha
emitido ninguna declaración al respecto, tiene miedo de las
repercusiones personales que el caso pueda traerle.
“(Cristina) decidió sostener al vicepresidente en medio del escándalo
judicial, considerando que Boudou es la última línea que queda para que
‘lleguen a ella’ como trascendió desde su entorno”, publicó ayer El
Clarín.
Los oficialistas señalan que todo es un cuento inventado por la
prensa para desestabilizar al Gobierno previo a las elecciones
presidenciales del 2015.
“Parece un cuento de hadas contado de forma fantástica para que los
medios lo puedan reproducir. Ojalá un día quede claro esto que no tiene
nada que ver con cohecho”, declaró a La Nación Diego Pirota, abogado del
vicepresidente.
El mismo diario argentino reveló que la estrategia de Boudou será
guardar silencio, hablar a través de sus abogados y apelar ante la
Cámara Federal.
Desconfianza ciudadana
El escándalo mostró que la mayoría de los argentinos desconfían del gobierno de su país.
Una encuesta del diario Perfil reveló que el 60 por ciento de la población cree que el vicepresidente es culpable.
Pero 59.9 por ciento de los encuestados creen que la Justicia lo absolverá de sus cargos.
El sondeo también mostró que el 66.3 por ciento piensa que si el
funcionario recibe una condena, se abrirá la puerta para hallar más
casos.
Las claves del caso
• Al vicepresidente Amado Boudou se le acusa de “cohecho pasivo” y “negociaciones incompatibles”.
• Ambos delitos podrían valerle hasta seis años de prisión.
• El juez cree que Boudou aprobó un plan para que la empresa Ciccone tuviera una condonación de impuestos.
• Boudou habría usado un prestanombres para adueñarse de Ciccone.
• La presidenta Cristina ha defendido la inocencia de Boudou hasta ahora.
• Ambos delitos podrían valerle hasta seis años de prisión.
• El juez cree que Boudou aprobó un plan para que la empresa Ciccone tuviera una condonación de impuestos.
• Boudou habría usado un prestanombres para adueñarse de Ciccone.
• La presidenta Cristina ha defendido la inocencia de Boudou hasta ahora.
Martes 1 de julio de 2014)
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