México, D.F., (apro).- La Procuraduría General de Justicia de
San Luis Potosí giró una orden de aprehensión contra el exsacerdote
Eduardo Córdova Bautista, quien fue denunciado penalmente por drogar y
violar a niños y adolescentes durante más de 30 años.
El procurador estatal Miguel Ángel García Covarrubias señaló que
siguen sin conocer el paradero de Córdova, y adelantó que podría
solicitar el apoyo de la Interpol para ubicarlo.
“Estoy investigando el paradero y recurriré a todas las entidades de
la República para su localización y, si es necesario, a la alerta roja
para que la Interpol nos apoye”, dijo García Covarrubias.
La orden de aprehensión se emitió después de varias semanas de
haberse interpuesto las denuncias contra Córdova, tanto por parte de las
víctimas como de la propia arquidiócesis de San Luis Potosí, ya que las
mismas autoridades eclesiásticas investigaron por su cuenta al
sacerdote y lo hallaron culpable de cometer actos de pederastia.
Antes de denunciarlo penalmente, la arquidiócesis le retiró el
ministerio sacerdotal a quien fuera párroco del templo de Nuestra Señora
de la Anunciación.
El castigo contra el sacerdote pederasta no requirió la aprobación
del Papa Francisco, pues se trata de una “sanción ex officio”, producto
de un proceso administrativo que no requiere la intervención papal.
El pasado 23 de abril la Arquidiócesis de San Luis Potosí impuso a
Córdova Mendoza la suspensión de sus funciones y atribuciones
ministeriales, a instancias del propio Vaticano.
Dicha suspensión, que trascendió a finales de mayo, no fue más que
una medida cautelar –impuesta porque las acusaciones contra el clérigo
tenían fuertes indicios de verosimilitud– aplicada por los tribunales de
la Santa Sede mientras concluía el procedimiento.
La conclusión del proceso contra el inculpado se dio pocos días
después de la visita “ad limina apostolorum” que los obispos mexicanos
realizaron a Roma y en cuyo último grupo estuvo justamente Cabrero
Romero.
/25 de junio de 2014)
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