De
traficantes de personas a homicidas
Cobran entre 6 mil y
10 mil dólares por cruzarlos a Estados Unidos, para después estrangularlos y
tirar sus cuerpos en calles y lotes baldíos de Tijuana. Son bandas que operan
independientes y enganchan migrantes en la Zona Centro y en el área serrana, a
la altura de la caseta de cuota Tijuana-Mexicali
Tenía los ojos
inyectados de sangre como resultado del ahorcamiento: el migrante michoacano de
37 años no podía creer por lo que había pasado, trataron de matarlo, lo
lanzaron de un auto en movimiento y ni cuenta
se dio.
Despertó sobre la
calle Del Toro de la colonia Villaurrutia, subdelegación Los Pinos en Tijuana.
Era la madrugada del lunes 28 de abril de 2014. Estaba golpeado, vendado, atado
de manos y pies.
Lo poco que recordó
es que minutos antes de perder el conocimiento, a él y a otro hombre que
intentaba cruzar la frontera hacia Estados Unidos, los subieron a una vagoneta de transporte
público (calafia). Tenía más de una semana en Tijuana y antes ya lo habían
cambiado de un domicilio en la Zona Centro, a una casa en Otay.
Las direcciones y
ubicaciones, las especificó la Procuraduría General de Justicia del Estado
(PGJE), ya que el hombre no sabía por dónde lo traían.
Los dos traficantes
de personas y el calafiero, circulaban ya en la colonia Villaurrutia cuando el
joven michoacano vio que empezaron a golpear a su compañero migrante “Sergio
N”. Ni siquiera tuvo oportunidad de reaccionar, al momento siguiente él también
recibía puñetazos, luego sintió que le pasaron algo por el cuello y se desmayó.
No volvió a saber de
sí hasta que escuchó a lo lejos los ladridos de perros, se recuperó y se dio
cuenta que habían matado a su compañero de travesía. Como pudo se levantó y
caminó por varios minutos hasta encontrar a alguien que le hiciera favor de
llamar a la Policía.
Desconoce el motivo
por el que intentaron matarlo, sabe que su familia y la de “Sergio N” pagaron
por cruzarlo a Estados Unidos, pero eso no evitó la violencia en su contra, la
cual inició desde el domingo 27 de abril.
La noche de ese lunes,
dos hombres llegaron a la casa donde los cuidaban, uno traía pistola y los
amenazó mientras les ordenaban tirarse al piso “…a mí y al que mataron”.
Mientras los tenían amedrentados, las víctimas escucharon a uno de los
delincuentes decir que conocía a un calafiero que se “había aventado varios
jales” y que los podía ayudar por 2 mil pesos.
Ya durante la
madrugada del martes 29 de abril, los sacaron de la casa con los ojos vendados
y amarrados con cinta adhesiva gris, después los golpearon, asfixiaron y los
tiraron a la vía pública, creyendo que ambos estaban muertos.
La localización del
cadáver de “Sergio N” fue reportada por
el Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando a las 7:15 am del 28 de
abril, la causa de muerte aparente registrada fue “estrangulamiento”.
Éste, no es un caso
aislado.
Por lo menos 15
migrantes asesinados en lo que va de 2014 en Tijuana, y 61 que presentaron
denuncia por haber sido secuestrados.
A batazos, puñetazos
y mayormente asfixiados, así están asesinando a los migrantes, algunas de las
bandas de tráfico de personas establecidas en las zonas Centro y Otay en
Tijuana.
Por lo menos un jefe
y dos homicidas de dos células distintas han sido detenidos, pero ninguno ha
mencionado la razón de los homicidios en sus declaraciones ministeriales; los
cómplices han señalado que escuchan a sus cabecillas mencionar que se debe a que
“la familia del lado americano se ha negado a pagar”.
Pero en el
seguimiento de los casos, las autoridades han corroborado que es mentira.
Familiares han pagado entre 6 mil, 8 mil y 10 mil dólares a cambio del traslado
y la vida de los suyos, pero igual los matan.
El primer caso de un
migrante asesinado -en esta nueva ola de ataques- identificado como tal por las
autoridades, se localizó en Tijuana en noviembre de 2013, desde entonces la
PGJE ha acumulado más de una docena de expedientes.
De los 148 asesinatos
registrados en Tijuana en el primer cuatrimestre del año, 15 fueron
identificados como migrantes, sin
embargo, también se localizaron otros 40 cadáveres, que por su estado de
descomposición, no se ha podido determinar si son locales o personas que
buscaban cruzar a Estados Unidos.
Respecto las razones
de los homicidios, solo han dado dos: porque no pagaron, o porque jefes de las
bandas ordenaron la ejecución.
En cuanto a las
familias que denuncian que alguno de sus parientes despareció en su intento por
cruzar a Estados Unidos, esos reportes se pasan al Centro de Apoyo a Personas
Extraviadas o Ausentes (CAPEA), entidad que registró cinco denuncias en los
primeros cuatro meses del año.
Actualmente la
Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lleva a cabo un programa en el que
toma muestra de ADN a las familias que reportan la desaparición de un pariente
en su intento de cruce, para compararla con la de los cadáveres localizados a
lo largo de la frontera.
Adicionalmente, los
archivos de la PGJE contienen, hasta el último día de abril, 29 expedientes
abiertos por secuestro de migrantes, cuyas víctimas suman un total de 61. Las
estadísticas de 2010 a la fecha, reflejan que los criminales están escalando:
* En
2010, 98 migrantes secuestrados interpusieron denuncia.
* En 2011,
106.
* Para 2012,
el número de denuncias de secuestro de migrantes disminuyó a 75.
* 2013
registró un incremento de 128 migrantes secuestrados ese año.
Al comparar 2014 con
el año anterior, se aprecia que mientras en 2013 secuestraban un promedio de 10
migrantes por mes, actualmente están privando de la libertad a 15 mensualmente.
“Esos son los que tuvimos a la vista, están los que no denuncian, desconocemos
la cifra negra”, reconoció, a pregunta expresa, Miguel Ángel Guerrero,
coordinador de la Subprocuraduría contra
la Delincuencia Organizada en Baja California.
De la escalada
violenta que afecta a los migrantes detalló:
“Primero era un
acuerdo verbal; ‘te cruzo, te pongo del otro lado y me pagas’, pero cuando se
reforzó la frontera empezaron a abandonarlos en los cerros cuando el Grupo Beta
los empezaron a rescatar, y los traficantes siguieron con las privaciones de la
libertad, les pagaban a través de Western Union y Elektra, y los soltaban.
“Cuando se descubrió
y se capturó a los cómplices en ciertas sucursales de las tiendas donde
cobraban los rescates, cambiaron, ahora tienen cómplices del lado americano que
cobran el dinero en propia mano, y en algunos casos, están asesinando a los
migrantes secuestrados”.
LOS DETENIDOS
En cuanto a las
bandas de traficantes de personas que están asesinando a sus “clientes”, Miguel
Ángel Guerrero indicó que tienen identificadas dos, pero no significa que sean
las únicas que lo están haciendo.
Una es la encabezada por Heriberto González Paredes “El
Ruso”, quien en compañía de Gerardo Cervantes Díaz “El Gera’’, cometía los
asesinatos. Ambos fueron detenidos y presentados el 24 de abril de 2014 con sus
cómplices: Kenneth William Hooper “El Kenny’’, Manuel Alberto Gómez Paulino “El
Chaparro’’ y Francisco Saúl Rocha Gómez “El Chilango’’, quienes pudieron
acreditar como presuntos responsables del homicidio calificado en contra de dos
migrantes y dos de sus secuaces.
En este expediente,
aunque todos los delincuentes admitieron los delitos y señalaron al jefe,
González Paredes se reservó su derecho a declarar y no ha admitido nada.
Adicionalmente
existen tres órdenes de aprehensión contra Celia Ramírez, Carlos Pérez y
Guillermo Ricardo Loza Villalvazo “El Flaco”, este último detenido la tercera
semana de abril, pero un policía municipal lo dejó escapar. Pagó una fianza de
50 mil pesos en la PGJE para llevar el juicio por evasión de reo en libertad.
Precisamente “El
Flaco” Villalvazo fue el hombre que reclutó el migrante y se lo entregó a otra
banda de traficantes de personas, que el lunes 28 de abril, fue arrojado a la
calle por sus captores, creyendo que lo habían asesinado.
LA SEGUNDA BANDA DE TRAFICANTES
Por información de
inteligencia relacionada con tráfico de personas y detenciones previas de la
banda criminal, el mismo martes fue localizado el domicilio del fraccionamiento
Tres de Octubre donde “cuidaban” al migrante michoacano y al fallecido “Sergio
N”. En el lugar encontraron a dos hombres, uno procedente de Durango, de 22
años, y otro de Guanajuato, de 36; uno tenía 11 días en Tijuana y el otro ocho, ambos habían acordado pagar
entre 8 mil y 9 mil dólares para que los
llevaran a Los Ángeles, California junto a las otras víctimas. Comentaron que
los traficantes de personas sí habían intentado cruzarlos al lado americano,
entre el martes 22 y el lunes 28 de abril, por una cerca, y por una puerta, los
hacían esperar en un parque ubicado cerca de las garitas de cruce. Vieron
cuando se llevaron a sus compañeros en una camioneta, pero no supieron por qué.
La casa era habitada
por Luis Abraham Pérez Meza “El Filter” y Lizeth Sarahí Palomares Rojas, “La
Tía”, además, los 8 mil dólares pagados respectivamente por las familias de
ambas víctimas de homicidios en diversos grados, fueron depositadas a nombre de
ambos sujetos, por lo que fueron presentados por la PGJE el lunes 12 mayo de
2014 como “…implicados en los delitos de secuestro agravado, homicidio
calificado y homicidio calificado en grado de tentativa en grado de
coparticipación; delitos cometidos en contra de dos personas migrantes, una de
las cuales fue encontrada sin vida, y otra que sobrevivió a pesar de que la
dieron por muerta”, indica un boletín.
OTROS LIBRES
Para las
autoridades, el evadido, Guillermo Ricardo Loza Villalvazo “El Flaco” es un
enganchador de migrantes que opera con diferentes grupos, y tiene una estrecha
relación con otra mujer, detenida , interrogada y liberada después de que uno
de los migrantes sobrevivientes informara que había estado bajo su cuidado.
Se trata de “Doña Mari”, una vieja residente
de la Zona Norte en Tijuana, quien tiene un restaurante en Calle Primera y F.
Su hija también
engancha migrantes, y la pareja de la
joven, apodado “El Trucha”, se está iniciando en la actividad ilícita de
cruzarlos a Estados Unidos sin papeles.
“Doña Mari” y su
familia hacen las veces de cuidadores, albergan a los migrantes, les dan comida
dos veces al día, ellos pagan 500 pesos y permanecen con ella entre una y dos
semanas. El nombre y la dirección de esta mujer, han salido a relucir en muchas
de las entrevistas hechas a los migrantes detenidos al cruzar por las
autoridades de Estados Unidos, pero nunca ha sido detenida, salvo para ser
entrevistada por autoridades operativas.
Tras el rescate del
michoacano que sobrevivió al intento de homicidio, la mujer y sus familiares
fueron detenidos, pero negaron dedicarse al tráfico de personas, mientras que
en sus domicilios, las autoridades no encontraron
nada para inculparlos.
Conforme a los
reportes de inteligencia, “Doña Mari” se dedica acomodarlos con los diferentes
“polleros” que operan como células independientes, algunos de los cuales están
asesinando a sus clientes. Pero no han encontrado indicios que les permitan
ligar a la mujer con los homicidios y extorsiones.
JORNALEROS
Los migrantes
legales también tuvieron problemas esta semana en Tijuana, cuando un grupo de
309 jornaleros que iniciaron trámites para solicitar permisos para laborar como
trabajadores del campo legales en Estados Unidos, quedaron varados dos días en
esta frontera.
Un hombre que dirige
una empresa tramitadora con sede en Durango y con servicio en toda la
República, fue detenido en el Aeropuerto
de Tijuana porque al pasar su maleta por los Rayos X, se dieron cuenta que
traía más de 300 pasaportes mexicano, y al preguntarle la razón, explicó que
eran documentos que él había ayudado a tramitar a cambio de un pago, que eran
de los jornaleros que tenían citas en el Consulado americano.
Las autoridades le
pidieron comprobar que en efecto era dueño de la empresa, y presentó una copia
del acta constitutiva -es un requisito establecido-, pero le advirtieron que
debía ser original, y como los militares no podían saber si era falsificada o
estaba diciendo la verdad, lo consignaron a la Procuraduría General de la
República.
Como portar
documentos aunque no sean propios, no es delito, el hombre solo debía comprobar
a qué se dedicaba, lo hizo mediante el acta original, además, la SRE corroboró
que se trataba de pasaportes originales y el Consulado de Estados Unidos
confirmó que los titulares tenían cita para solicitar la visa de trabajo entre
el 12 y 16 de mayo. Así que quedó libre.
Como el lunes 12 de
mayo, la PGR aún tenía retenidos los documentos, el Consulado atendió la
emergencia y acordaron reagendar, para la misma semana, la cita de los
jornaleros afectados.
De acuerdo a
información del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, en el año fiscal
2012, 2 mil 535 visas fueron otorgadas para trabajadores agrícolas y ganaderos
en California. La mayoría de éstas corresponden a campos de fresas, seguido por
el cultivo de lechuga, tomates y manzanas. En promedio, cada jornalero recibe
un sueldo de 9.57 dólares por hora.
ASESINAN PORQUE PUEDEN
Dijeron no
pertenecer a ninguna banda delictiva organizada, se identificaron como
consumidores de droga y vendedores al menudeo independientes, Jesús Eliberto
Ramírez “El Beto”, Juan Ramón García Regalado y Silvia Mariscal “La Chimuela”
fueron detenidos el miércoles 14 de mayo en posesión de 12 y 18 paquetes de
cristal los dos primeros, los traían en los bolsillos de sus pantalones
mientras circulaban a pie por la calle Benito Juárez en el fraccionamiento La
Mesa de Tijuana.
Poco antes de las
tres de la tarde, un denunciante anónimo se acercó a los policías y les
describió el físico y dio la ubicación de García, señalándolo por intentar
venderle droga, este hombre aseguró que el enervante era de su jefe y los llevó
con “El Beto”, quien estaba acompañado de su pareja sentimental, quien ya ha
sido detenida con pequeñas dosis de droga por las diversas policías operativas.
Mientras lo
procesaban, los policías aprehensores aseguran que Eliberto Ramírez los amenazó
advirtiéndoles que ya había matado antes.
Se refirió al
asesinato cometido el 3 de marzo en las afueras del Oxxo de colonia Castillo,
en ese homicidio Eliberto fue identificado por los testigos como “tirador de
droga” de la zona, y declararon que mató a balazos a Alan Campos después de
perder en una pelea cuerpo a cuerpo. El homicida aseguró que lo acabó porque el
fallecido le robó droga, unos días antes mientras ambos consumían.
El segundo homicidio
que se atribuyó fue el de un hombre localizado el 12 de mayo de 2014, muerto
dentro de un tambo en una propiedad en la colonia Herrera, a la cual llegaron
las autoridades tras la denuncia por olores fétidos. A éste dijo haberlo
asesinado por problemas suscitados siendo pareja sexual de uno de sus
cómplices.
También dijo que
tiró un cadáver en un panteón de la ciudad porque se lo pidió “El Roco”, pero
no ofreció más datos.
En el expediente
abierto por la muerte de Campos, testigos afirmaron que no era la primera vez
que “El Beto” asesinaba en la misma zona.
En “El Hongo”, ex
Marine recuerda llamada al 911
Detenido por el
delito de portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, portación
de armas de fuego sin licencia y posesión de cartuchos, Andrew Paul Tahmooressi
se encuentra en el centro penitenciario “El Hongo II”, al cual fue trasladado el
9 de mayo de 2014 y desde donde enfrentará su proceso judicial.
Como se dio a
conocer en la edición 2093 de ZETA (9 de mayo de 2014), el ciudadano
norteamericano había cruzado la frontera en diversas ocasiones, y cuando lo
hizo la noche del 31 de marzo de este año, no mostró intención por regresar a
Estados Unidos.
Pero el 15 de mayo,
el congresista norteamericano Duncan Hunter difundió la grabación de una
llamada de emergencia realizada por Tahmooressi, a las 11:30 de la noche desde
el patio fiscal mexicano.
Justo una hora
después de haber llegado al punto de revisión.
En la grabación,
publicada en el portal del periódico The San Diego Union Tribune, el joven de
25 años le dice a la operadora “crucé la frontera por accidente y tengo tres
armas en mi camioneta, están intentando quitarme mis armas”.
Sin embargo, la
telefonista del número de emergencia le responde que si ya ingresó a territorio
mexicano, “no hay nada que pueda hacer para ayudarlo”.
La llamada tiene una
duración de un minuto y medio y, aunque el ex militar insiste en que no vio un
retorno, la operadora le indica de diversos señalamientos “grandes” a un lado
de las dos autopistas que conducen a “El Chaparral”.
En el audio, se
puede escuchar a Tahmooressi preguntar si los oficiales tienen el derecho de
tomar sus armas y, aunque dice desconocer si se encuentra en México, la
operadora le reitera que si son autoridades mexicanas las que revisan su
automóvil, es porque cruzó la línea divisoria.
De acuerdo al
periódico sandieguino, el joven veterano recordó esta llamada la noche del
miércoles 14 de mayo, mientras hablaba por teléfono con su hermana.
Por su parte, el
Sistema Estatal Penitenciario confirmó que el oriundo de Florida continúa
recibiendo visitas de su abogado, su pastor y de personal del Consulado en el
Centro de Reinserción Social (CERESO) ubicado en la carretera Tecate-Mexicali.
Aunque se encuentra
en una celda de observación y tratamiento, tiene acceso al patio y a realizar
llamadas telefónicas, además de recibir tratamiento de psicólogos, criminólogos
y psiquiatras pertenecientes al CERESO.
Mientras permaneció
en el penal de Tijuana -del 3 de abril al 9 de mayo- se le diagnosticó con
síndrome de estrés post traumático, a raíz de su experiencia como soldado en la
guerra de Afganistán.
La más reciente
evaluación psicológica realizada a Tahmooressi data del 14 de mayo, y los
especialistas darán a conocer los resultados después de un periodo de cinco
días. (Inés García Ramos)
Seguridad
ridiculizada
El martes 14 mayo de
2014, en la oficina de Comunicación de la Procuraduría General de Justicia del
Estado, presentaron a los homicidas Erick García y Alejandro Suárez, quienes
asesinaron al repartidor Arturo Esteban el 2 de mayo, cuando éste se negó a participar
en el robo de un camión cargado de llantas, al que antes había accedido.
Uno de los agentes
ministeriales que llevó a los detenidos y se colocó a un costado durante la
toma de imágenes, decidió ponerse la capucha al revés, donde semeja una calavera
y encima unos lentes.
Al ser cuestionados
sobre el aspecto, los ministeriales se rieron y dijeron que la siguiente semana
asistiría “La Parka”, haciendo alusión a uno de los protagonistas del
espectáculo de lucha libre mexicana.
Cuando sus jefes le
llamaron la atención, el agente aseguró que se la puso invertida por descuido,
y así de fácil salió del problema.
(SEMANARIO
ZETA/ Rosario Mosso Castro/ 22 de Mayo del 2014 a las 16:00:00)
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