Lejos de parar, la violencia entre
grupos armados en Michoacán alcanzó ya un punto de conflagración mayor. Ante la
expansión y la toma de municipios por los grupos de autodefensa que persiguen
al cártel de Los Caballeros Templarios, en una estrategia diseñada según
algunas fuentes por el propio gobierno de Enrique Peña Nieto, la policía y el
Ejército los dejan hacer. Como sea, y aunque otros grupos las acusan de ayudar
al Cártel de Jalisco Nueva Generación, las autodefensas consideran que pronto
“liberarán” Apatzingán, el bastión templario.
PARÁCUARO, MICH.- En la que
ya se decantó como una de las jornadas más violentas por los enfrentamientos
entre autodefensas comunitarias e integrantes de la organización delictiva Los
Caballeros Templarios, la correspondiente a la última semana se caracterizó
asimismo por bloqueos realizados en la carretera que comunica este municipio
con Apatzingán.
El viernes 10, por sexto día
consecutivo, presuntos templarios cerraron esa vía carretera, en la que
quemaron cinco vehículos y despojaron de sus pertenencias, cámaras fotográficas
y un automóvil a reporteros de la localidad y de medios nacionales que
acudieron a reportar lo que ocurría en el lugar.
Y mientras los grupos de
autodefensa tomaban nuevas localidades en municipios de la zona de Tierra
Caliente –como Antúnez, perteneciente a Tacámbaro, y 20 de Noviembre,
correspondiente a Coahuayana–, en Apatzingán hombres armados quemaron una
tienda Coppel y una Oxxo como parte de las acciones que realizaron durante la
semana contra aquéllos.
Desde el domingo 5 los
distintos grupos que se mantienen enfrentados a las autodefensas ciudadanas
iniciaron con bloqueos a la carretera que comunica Tacámbaro con Apatzingán;
luego quemaron una decena de autos y camiones. Pero este fin de semana aumentaron
sus acciones: incendiaron negocios en la ciudad Apatzingán y se instalaron a
las entradas de ésta para impedir la llegada de “los autodefensas”.
A bordo de camionetas, algunos de ellos armados
con rifles de asalto, se presentaron el viernes en el tramo bloqueado y
amenazaron e intimidaron a los periodistas: les ordenaron entregar las imágenes
que habían registrado y retirarse de la zona. Incluso trataron de levantar a
uno de los reporteros, quien logró zafarse de los hombres armados que lo
jaloneaban para llevárselo en una camioneta.
(Fragmento del reportaje principal que
se publica en Proceso 1941, ya en circulación)
(PROCESO/ JOSÉ GIL OLMOS/ 11 DE ENERO DE
2014 )
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