Porque
su mamá no la dejaba salir, una menor de 16 años de edad buscó salir
por la puerta falsa, al ingerir fuerte dosis de barbitúricos, la tarde
de ayer en Guaymas Norte.
“Soledad” fue trasladada al Hospital General de Guaymas, donde fue estabilizada y canalizada al Centro de Integración Familiar, para el seguimiento respectivo.
“Soledad” fue trasladada al Hospital General de Guaymas, donde fue estabilizada y canalizada al Centro de Integración Familiar, para el seguimiento respectivo.
Según vecinos de la adolescente, ayer discutió con su madre y amenazó
con irse de su casa, luego se encerró en su cuarto y tomó varias
pastillas; fue encontrada inconsciente.
Hasta hace unas semanas, la adolescente tenía un comportamiento
normal y, a decir de conocidos de la familia, no había dado muestras de
depresión ni aislamiento.
En esta semana, es el tercer intento de suicidio en el puerto de
jóvenes rebeldes que tras una riña familiar, intentan acabar con su
vida.
Para Areli Beltrán Ochoa, especialista en psicología, los
adolescentes no quieren morir, sino que buscan llamar la atención y
obtener lo que quieren, con el riesgo de perder la vida en el intento.
Por eso es que son perfiles muy diferentes, porque en realidad no
están deprimidos, es un acto de rebeldía, no una enfermedad, consideró,
pero debe atenderse con la misma seriedad.
Dijo que como todos los casos que involucran a menores, son los
padres de familia quienes tienen la mayor responsabilidad y deben
mantener comunicación con sus hijos.
Convivencia constante, disciplina y atención a amistades y lugares
que frecuentan, fue lo que recomendó la especialista para evitar el
deterioro de la relación padre–hijo.
(EL VIGIA DE GUAYMAS/ Karla Montaño/ 10 de Enero 2014)
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