Nadie en Zacatecas cree que dure la relativa calma tras la captura del Z-40.
Informes de inteligencia militar prevén que, tan pronto se confirme al
nuevo jefe de Los Zetas para esta plaza (posiblemente Ismael Nava
Cortez, El Ostión, al que la Policía Federal dio por muerto en
2009), desatará una ofensiva contra el Cártel del Golfo para sacarlo del
estado. Lo alarmante es que se ha documentado una grave infiltración de
las corporaciones policiacas locales, que alimenta los ajustes de
cuentas.
ZACATECAS, Zac. (Proceso).- De dos pisos, derruida su fachada y sin puertas, la casa del empresario Arturo Guardado Méndez, en el número 106 de la avenida Huicot, en Fresnillo, es vigilada para que nadie se acerque a curiosear.
Procesado por su presunta participación en un plan para atentar contra el diputado federal y exgobernador Ricardo Monreal y de su hermano, el senador David Monreal, Guardado tenía al frente, como vecino, a Iván Velázquez Caballero, El Talibán, Z-50 o El 50, quien hasta su captura en septiembre de 2012 fue uno de los cabecillas de Los Zetas.
Mucha gente en Fresnillo sabía que El 50 vivía ahí hasta que la Marina lo atrapó en San Luis Potosí a raíz de una de las traiciones que cuartearon a la organización criminal, de acuerdo con testimonios contenidos en expedientes sobre Los Zetas –particularmente relacionados con los hermanos Treviño Morales– que están en poder de la justicia estadunidense (Proceso 1916).
Según dichos documentos, Velázquez Caballero fue entregado por Miguel Ángel Treviño luego de que supuestamente aquél se “acercara” al Cártel del Golfo para disputarle al Z-40 el control de San Luis Potosí.
Desde Fresnillo, donde a decir de la Marina llegó a comandar a unas 400 personas, El 50 operó la plaza de Monterrey, aunque antes se había encargado de Nuevo Laredo por una orden de Heriberto Lazcano, de quien fue mandadero al entrar en la organización.
Inconforme con el liderazgo del Z-40, El Talibán lo desafió. Esta división permitió que el Cártel del Golfo desatara una ofensiva por el control de Zacatecas, pero no ha podido arrebatárselo a Los Zetas. Recientemente estos últimos se dejaron ver en algunos de los pueblos más peleados. Se presentaron como el “Cártel del Noreste” y advirtieron: “ya regresamos”. La aparición tendría el propósito de “no calentar las plazas con el otro nombre” y reactivar su presencia en aquellos sitios donde, de acuerdo con informes internos del Ejército, el Cártel del Golfo logró dominar “sólo por un tiempo”.
Por ahora, tras la captura de Miguel Ángel Treviño Morales, transcurren días de inusitada calma en el estado, luego de meses sangrientos. Se esperan reacomodos por el nuevo liderazgo de Los Zetas y una nueva ofensiva contra el Cártel del Golfo.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1917, ya en circulación)
/27 de julio de 2013)
ZACATECAS, Zac. (Proceso).- De dos pisos, derruida su fachada y sin puertas, la casa del empresario Arturo Guardado Méndez, en el número 106 de la avenida Huicot, en Fresnillo, es vigilada para que nadie se acerque a curiosear.
Procesado por su presunta participación en un plan para atentar contra el diputado federal y exgobernador Ricardo Monreal y de su hermano, el senador David Monreal, Guardado tenía al frente, como vecino, a Iván Velázquez Caballero, El Talibán, Z-50 o El 50, quien hasta su captura en septiembre de 2012 fue uno de los cabecillas de Los Zetas.
Mucha gente en Fresnillo sabía que El 50 vivía ahí hasta que la Marina lo atrapó en San Luis Potosí a raíz de una de las traiciones que cuartearon a la organización criminal, de acuerdo con testimonios contenidos en expedientes sobre Los Zetas –particularmente relacionados con los hermanos Treviño Morales– que están en poder de la justicia estadunidense (Proceso 1916).
Según dichos documentos, Velázquez Caballero fue entregado por Miguel Ángel Treviño luego de que supuestamente aquél se “acercara” al Cártel del Golfo para disputarle al Z-40 el control de San Luis Potosí.
Desde Fresnillo, donde a decir de la Marina llegó a comandar a unas 400 personas, El 50 operó la plaza de Monterrey, aunque antes se había encargado de Nuevo Laredo por una orden de Heriberto Lazcano, de quien fue mandadero al entrar en la organización.
Inconforme con el liderazgo del Z-40, El Talibán lo desafió. Esta división permitió que el Cártel del Golfo desatara una ofensiva por el control de Zacatecas, pero no ha podido arrebatárselo a Los Zetas. Recientemente estos últimos se dejaron ver en algunos de los pueblos más peleados. Se presentaron como el “Cártel del Noreste” y advirtieron: “ya regresamos”. La aparición tendría el propósito de “no calentar las plazas con el otro nombre” y reactivar su presencia en aquellos sitios donde, de acuerdo con informes internos del Ejército, el Cártel del Golfo logró dominar “sólo por un tiempo”.
Por ahora, tras la captura de Miguel Ángel Treviño Morales, transcurren días de inusitada calma en el estado, luego de meses sangrientos. Se esperan reacomodos por el nuevo liderazgo de Los Zetas y una nueva ofensiva contra el Cártel del Golfo.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1917, ya en circulación)
/27 de julio de 2013)
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